Hoy es el cumpleaños de MQEN. Ya hace casi nueve años que nos conocemos y me sigue pareciendo increíble que esté en mi vida.
Yo a MQEN fue verle y amarle. Tengo que creer en el amor a primera vista, porque a mí me pasó: desde el primer momento en que le vi, preparando una obra de teatro para el pregón de bachillerato, fue como si me abdujeran los marcianos, y no quería más que estar con él y darle mi ternura y mi amor. Hoy por hoy, la única explicación que le encuentro a mi flechazo es que fue una cosa kármica: que le reconocí de vidas y vidas anteriores, aunque él dice que no cree en esas chorradas. Y cuando digo que me parece increíble que esté en mi vida, incluso ahora que ya hace mucho que no somos pareja, es porque durante los meses que pasé muriendo de amor mientras él me ignoraba (fue un flechazo one-way) sólo tenía la certeza de que había mucho que podíamos compartir y quería una oportunidad para hacerlo. Ahora, nueve años después, aquí seguimos: compartiendo tanto y de una manera tan rica que ojalá todos tuvierais un MQEN en vuestra vida para saber lo genial que es.
MQEN es fabuloso de principio a fin. Es como si coges a un chico muy alto y guapo, le añades cantidades indecentes de bondad y paciencia, un sentido del humor retorcido y sutil y una inteligencia privilegiada. Sus mayores defectos son que le gusta la música rara (y ahora es cuando él dice "¡pero eso no es un defecto, Peq!" Pues sí, Pepito, es un defecto, lo sentimos) y que se pasa la mitad del día con el arousal disminuido porque tiene hambre y/o sueño. Pero si le pillas en horario de alerta y lejos de un reproductor de CDs, es prácticamente perfecto.
A mí me quiere y me cuida por siete. Medita conmigo y me insiste para que medite yo cuando él está lejos y a mí me entra la pereza. Escucha mis parrafadas hipomaníacas y las escucha de verdad, sin limitarse a esperar para meter baza. Es a él a quien llamo para llorar y autocompadecerme, porque sé que es capaz de oírme sin angustiarse y porque si se lo pido me tira besitos por el móvil. Confía en mí y dice que sabe cuándo le oculto cosas, pero que no me dice nada porque me respeta. Me saca a cenar y me deja elegir sitio, y no se pide lo mismo que yo aunque le apetezca porque tengo esa manía y él es así de buena persona.
A veces le digo que no se le ocurra morirse. Hace un tiempo leí un artículo muy bonito sobre palabras intraducibles, y entre ellas encontré ésta: ya'aburnee. Se traduce como "tú me entierras", y según el artículo alude al deseo de morirse antes que el interlocutor, para no tener que sobrellevar su dolorosa ausencia. Cuando la leí pensé en MQEN y me di cuenta que que esa palabra define exactamente lo que siento por él. Porque yo puedo imaginarme mi vida sin muchas personas, pero no sin él.
Pepito: gracias por ser como eres. Te admiro cada día que pasa. Cumple muchos años más. Ya'aburnee. Felicidades.