massobreloslunes: 03/04/13

lunes, 4 de marzo de 2013

Yo, universitaria

Aunque me gusta muchísimo más trabajar que estudiar, y muchísimo más mi vida de ahora que la universitaria, a veces me gustaría volver a Granada y a la facultad por un periodo de tiempo indeterminado.

He aquí lo que haría:

- Ir a dos clases al día (como mucho). Pasar el resto del tiempo en la cafetería comiendo tostadas con tomate y roquefort, o suizos con mantequilla, o bebiendo té de canela.
- Maldecir porque en el baño hay, sin exagerar, diez grados menos que en el resto de la facultad.
- Tomar café en las escaleras con la PK (si volviera a la facultad, tendría que estar la PK; si no, no lo quiero).
- Subir al mirador con J. Apoyar la cabeza en su hombro, observar los tejados de la ciudad, resoplar cuando se bajara a corretear por el monte y a buscar ruinas.
- Quedar para ver una peli y fumar una cachimba con mi amigo A., el que ya no me habla (porque en mi imaginación me hablaría, obvio).
- Subir a la casa de Porras. Terminar el dibujo que empecé una tarde y al que le faltan las hiedras y los farolillos de forja que cuelgan de la pared. Colarme en una clase de un taller de escritura y criticar mentalmente cómo escriben (casi) todos los demás, con adorable narcisismo literario.
- Caminar hasta el Sacromonte. Tomar una cerveza en el bar de Pepe, también conocido como "un gitano con una nevera", y ver atardecer.
- Ir en bici de noche por las calles vacías.
- Tomar patas de pulpo fritas con mayonesa en la Plaza de Gracia.
- Coger el veinte minutos. Leer sólo el horóscopo. Soltar el veinte minutos.
- Tomar apuntes a velocidad de vértigo. Copiar dibujitos de neuronas en los de psicobiología.
- Ir a la biblioteca, fingir que estudio y leer novelas. Caminar por el pasillo de autores anglosajones. Observar cómo entra la luz por los ventanales.
- Tener sexo inapropiado con alguien, o sexo con alguien inapropiado, y no cambiar las sábanas porque passso.
- Alimentarme sólo de chocapic, o de arroz con atún y salsa de soja, o de croquetas de bechamel sin nada.
- Comprar tés raros.
- Ir al Bohemia, ir a otro Bohemia porque ése está lleno, ir al tercer Bohemia que acabas de saber que han abierto en nosedónde y pedir un cóctel carísimo sólo porque te gusta cómo suena el nombre.
- Ir al DeCuadros, o al Pan Pan, o al Reventaero, y no dejarme amedrentar porque no hay sitio. Conquistar un trozo de barra con el codo y aguantar el tirón hasta ascender en la escala de los bares: máquina de tabaco -> barril de cerveza -> barra -> mesa.
- Ir al Hollywood. Alquilar muchas pelis porque son baratísimas. Que se me olvide verlas, devolverlas tarde y pagar la multa.
- Ir al cine del Neptuno escondiendo bajo el abrigo castañas secretas. Tomar un café en el bar de fuera, que es un tranvía convertido en cafetería.
- Subir a la calle donde vivía J., hacerle una foto a su balcón y mandársela por WhatsApp con un mensaje así medio sucio.
- Comprobar si el flautista sigue tocando en la esquina de Gran Capitán.
- Comprarle pasiflora al herborista que habla como José Manuel Parada, sólo para escucharle decir "passiflooora".
- Ir al Amador sólo para cantar "Qué puedo hacer".
- Ir al antiguo Lobos, comer pipas, beber mistelas, pedirle Los años 80 al camarero calvo y que me ignore.
- Pasear por Puerta Real un domingo por la mañana, mirar a los filatélicos y numismáticos, señalarles con el dedo y reírme de ellos.
- Comer helado de yogur y muchos litros de leche merengada.
- Invitar a MQEN a casa a tomar el té. Meditar en mi habitación y hablar después de Buda.
- Colgar muchas cosas en las paredes y dejarlas después todas desconchadas y manchadas de blu-tack.
- Escalar (¿por qué no?).
- Recortar con tijeras el bajo de los pantalones.
- Desayunar al sol con J. en el Lisboa. Leer el suplemento dominical, criticar a los columnistas y obligarle a decir que yo escribo más y mejor que todos ellos.
- Hacer footing en el Parque García Lorca y sentirme instantáneamente más delgada y mona.
- Aburriiiirme mortalmente en alguna clase y salir a la mitad fingiendo que me llaman al móvil y que es muy, muy importante.
- Hacerles handling a las ratas del laboratorio. Montar y desmontar las maquetas del cerebro.
- Ir a secretaría a pedir algo. Cualquier cosa. Robar caramelos de fresa de las mesas de los oficinistas y reírme de la mala follá granaína.
- Coger de la biblioteca de la facultad los libros con punto amarillo, que sólo podías quedarte un día. Olvidarme de devolverlos y que me multen meses y meses.
- Estudiar con la PK. Improvisar cómics absurdos en los márgenes de los apuntes, reírnos mucho y tener que salir a la puerta para no molestar. Criticar el peinado de la gente sentada frente a nosotras. Criticar el vello axilar de las estudiantes de filosofía.
- Subir a hacer un examen con el bolso y un boli, mirando con aire de superioridad a la gente que repasa los apuntes en el último momento.
- Escribir posts en los ordenadores de la biblioteca.
- Ir a comprar cualquier cosa al mercadona porque en mi casa hace un montón de frío.
- Ir de fiesta a casa de la PK y subir desde el centro con una litrona en la mano y mucho frío. Fumar ibuprofeno, quemar lámparas y disfrazarnos. Beber mojito con tequila y al día siguiente tener mucha, mucha resaca, y tomar churros y luego ir al parque a beber cerveza.
- Subir al mirador de San Nicolás y reconocer que sí, que es típico, y tópico, y que está lleno de gente, pero que quizá tenga una de las vistas más hermosas del mundo.

Y paro ya, porque creo que podría seguir con esto toda la noche.