Lunes:
Voy a hacer el doctorado en neurociencias. Me gusta aprender, y el doctorado supone seguir aprendiendo sobre lo que me interesa. Podría pedir becas, y si me dan la beca FPU (también conocida como Beca Poderosa) es como un sueldo, y encima me pagan estancias en el extranjero los veranos. Y seré neurocientífica. Y doctora.
Martes:
Voy a opositar y a ser orientadora escolar. Si total, no me mata, pero me gusta, y tendría mi placita fija y vacaciones de profe, para escribir, hacer danza del vientre y pollardear. Que lo importante es la calidad de vida.
Miércoles:
Voy a hacer el PIR. Es difícil, pero tengo buen expediente y si me pongo lo saco. Y luego tengo un sueldecillo tres años, aprendo un montón y al terminar ya soy psicóloga clínica, pongo una consulta y me forro. Y a vivir de puta madre comiendo yogur griego todos los días.
Jueves:
Voy a hacer algún máster, a aprender aromaterapia y flores de Bach, y a montármelo en plan alternativo. Que en el fondo es lo que más vende y lo que menos esfuerzo cuesta.
Viernes:
Voy a pedir una beca para escribir que vi el otro día anunciada, y si me la dan me paso un año escribiendo y veo si eso es realmente lo mío. Y mientras, monto talleres de escritura terapéutica y a lo mejor hago negocio y todo.
Sábado:
Me voy a ir a la India de voluntaria y después ya se verá.
Domingo:
Voy a quedarme preñada y que me mantenga J.