Ahora acabo de llegar a casa después de una cena demasiado opípara con la gente del roco. Estoy bebiendo agua con sal de frutas a sorbitos lentos, a ver si consigo hacer lo suficiente la digestión como para no tener pesadillas. Me pregunto qué es la felicidad, por qué soy yo aceptablemente feliz y qué puedo hacer para transmitir eso a los demás.
Hace poco colgué en mi cuarto un tablón de anuncios para colocar fotos, poemas y chorradas varias. Escribí con tiza en la parte superior "No hay mañana", que es una frase que me encanta y que he puesto de moda entre la rockypandi (nombre que da mi R mayor a mis amigos de la escalada) para ser aplicada en la roca y en la vida.
Y he pensado que últimamente, cuando me voy a dormir y leo la frase que está escrita en el tablón pienso "Sí que hay un mañana, y es genial". Me acuesto después de un día bueno y sé que al día siguiente me espera un día bueno. Hoy he trabajado, he escuchado a un paciente interesante, he hablado de zapatos con mi tutora. He comido paleocrepes de coco y boniato muy, muy ricos, he cogido el tren para Puerto Real y me he pegado una minisiesta con las Lecciones Express del Guerrero de la Roca abierto en el regazo. Después he entrenado razonablemente duro, me he ido a tomar café con el Kpot y hemos pasado como dos horas seguidas encadenando absurdeces y riéndonos sin parar. Luego hemos ido a casa de Ara, hemos cenado cosas super ricas y ahora estoy aquí, escribiendo, que lo que más me gusta hacer en el mundo.
De eso van mis días ahora. Los puedo mirar uno a uno sin desear grandes cosas ni aspirar a metas lejanas. Simplemente, mis días están llenos de cosas buenas. Eso es más o menos mi felicidad. Eso es lo que aspiro a transmitir. Porque cuando uno tiene mucho, repartir lo que pueda es una obligación moral.
Espero encontrar pronto el tono del primer post y poner en marcha el blog. Mañana quizá no, que curro todo el día, pero pronto, pequeños, muy pronto.
Claro, ese el truco, concentrarse en lo "pequeño" bueno que se tiene. Pero mi pregunta es: ¿cómo se hace para no centrarse en lo "grande" bueno que falta? Porque concentrarse en "lo pequeño" es como hacer fuerza todo el rato, que al final te cansas...
ResponderEliminarHola Marina. Llevo leyéndote mucho tiempo, pero nunca me he decidido a escribirte. Al final me sentía como una espía, así que te saludo. Tu blog me gusta y me engancha. Por cierto, en lo referente a tu búsqueda del chocolate perfecto, ¿has probado el de neskuik, relleno de chocolate blanco rollo kinder? Te mando un saludo grande, seguiré leyéndote.
ResponderEliminarSpeedy: Lamentablemente, para estar más o menos bien hay que esforzarse bastante xD Yo confieso que en mi caso lo que pasa también es que hay mucho bueno y poco malo, es decir: ahora mismo no tengo grandes problemas en mi vida y eso me permite disfrutar de lo pequeño.
ResponderEliminar¿Cómo se hace para no centrarse en eso que falta? Supongo que uno tendrá que centrarse en el proceso de conseguirlo y en disfrutar el camino. Pero es complicado, lo sé.
Luska: Muchas gracias por decidirte a comentar, que siempre es una alegría. En cuanto a lo del chocolate, mi tendencia últimamente va más hacia el chocolate negro, así que igual ése que dices es demasiado dulce. Pero quizá le dé una oportunidad, que por ejemplo a los hipopótamos de Kinder estoy superenganchada y son azúcar puro.
Sendos besos.
Marina hermosa, recien te leo después de varios días y acabo de leer tus palabras para mi en el post anterior de las 50000 visitas.
ResponderEliminarTe agradezco muchísimo por acordarte de mi y de mi hija, ella sigue igual, ni mejor ni peor, pero gracias a tu ayuda yo pude entender como podría sentirse mi hija respecto a mi y mi dolor por su enfermedad. A partir de ahi me obligué a ser más fuerte y a no tener tanta angustia por esto sabiendo cuanto podía afectarle a ella esa mi angustia. Te confieso que sigo muy triste y hasta desesperada por lo que le pasa pero me guardo todo en lo más profundo y cada dia aumento mi fé en que eso ya pasará. De todos modos sigo investigando sobre posibles tratamientos y buscando alguna luz, tengo claro que nunca me rendiré y espero poder dominar mis miedos y que no pase nada más respecto a su enfermedad.
Gracias linda y no dejes de escribir.
Tatiana
A mí, tus posts, sin pretensión de ser material de ayuda psicológica, me han ayudado. No le veo la aplicación práctica a esto que te digo, pero seguro que el tono ese que buscas debe de estar cerca.
ResponderEliminarYo es que creo que es útil ver representada la idea que buscas en historias seudorrealistas, le da como credibilidad, a diferencia de cuando alguien te dice: "Tómatelo bien", y es una cosa tan abstracta que no sabes por dónde cogerla.
Ya veremos qué te sale. Yo tengo muchas ganas de echarle un ojo, aunque los posts de este blog ya se me vayan acumulando, ayns...
¡Por favor, Marina, no me hables de chocolate, que, a este paso, tendrée´que acabar comprándome una talla más de vaqueros!
ResponderEliminar***** Me encanta leerte así!
Hola Marina, yo también te leo desde hace unos meses. No te he comentado antes porque en casa no tengo tiempo y suelo leerte desde el trabajo ;)
ResponderEliminarMe gusta tu naturalidad, tu sinceridad, y me alucina cómo expresas cosas que he pensado mil veces y no sabría explicar tan bien. Tenemos ciertos puntos comunes en nuestras diferentes vidas que me resultan, como poco, muy curiosos. También seguiré leyéndote, incluso puede que un día de estos me anime yo también a "intentar escribir". Ah, el viernes pasado estuve en un concierto de Vetusta Morla y me acordé de ti, deberíamos preocuparnos? je.
Fátima.