Siempre he admirado a Felix
Mendelssohn, el genial pianista y compositor del Romanticismo. Mi estima por él
se acrecentó cuando descubrí que, más que nadie en su época, reivindicó la
memoria de Bach cuando ya no era más que un viejo maestro de los tiempos
olvidados. Después llegó la sorpresa: Felix tenía una hermana, Fanny, con tanto
o más talento que él para la interpretación y la composición y de la que, sin
embargo, nunca antes había oído yo hablar. Y, finalmente, me embargó el
desconcierto al saber que Felix, ya encumbrado como figura capital de la música
del siglo XIX, no hizo nada para que el público pudiese conocer la obra de su
hermana, a la que tanto quería y valoraba como artista. Una paradoja difícil de
resolver, acerca de la relación entre la condición femenina y la creatividad
artística, vertebra la historia del arte en Occidente. Fanny Mendelssohn, quizá
más que ninguna otra compositora, padeció dolorosamente sus agudas
contradicciones. Vamos a intentar arrojar algo de luz sobre este enigma, al
tiempo que descubrimos datos sobre la interesante vida y obra de esta música
apasionada e injustamente desconocida.
El futuro hunde sus raíces en una historia natural (antropología) y en una historia del espíritu (psicología). En este blog reflexionamos sobre los vínculos y los desencuentros entre esos dos polos, en dirección a una anhelada armonía que unifique felizmente lo que somos. No sólo aquello de que estamos hechos, sino aquello a lo que aspiramos soñando y obrando.
viernes, 27 de diciembre de 2013
domingo, 22 de diciembre de 2013
CONTRA LOS HECHOS: LO REAL SE EXPLICA POR LO IMPOSIBLE
VER SIN VER
Presento este título en una última vuelta de tuerca al tema
de la utopía. Etienne Klein es físico, investigador, filósofo de la ciencia y
persona interesada en la divulgación de la misma. Lo acabo de descubrir y tras escuchar
varias de sus conferencias me han parecido muy útiles para intentar adentrarse
en los arcanos de la física más puntera. Decimos a menudo que la filosofía no
puede estar separada de los demás saberes, que un pensamiento filosófico tiene
que estar a la altura de la investigación contemporánea. Tarea que se presenta
difícil dado el alto grado de especialización y matematización no apta para
todos los públicos de la ciencia física actual.
Etienne Klein es consciente de ello, y tiene la gentileza de
haber presentado esta interesantísima conferencia a la gente del lugar donde
vive.
lunes, 9 de diciembre de 2013
EL REQUIEM ATEO DE MICHEL ONFRAY
Michel Onfray, el filósofo ácrata, descendiente de Epicuro, Demócrito y admirador de Camus frente a Sartre,deja su pueblo Argentan; en el que ha vivido durante 37 años. En él pasó la infancia y tras interrupciones por estudios, en él se instaló con su mujer Marie Claude Ruel fallecida en agosto, víctima de un cáncer. La enfermedad duró 13 años y para Onfray Argentan se ha convertido en la ciudad del hospital y de las hospitalizaciones, las urgencias, la quimioterapia, las consultas médicas, la farmacia y al final la ciudad del cementerio donde descansa Marie Claude.
Escogieron Argentan para vivir aunque los dos profesores trabajaban en sendas localidades: Michel Onfray en Caen y Marie Claude en Falaise. Cuando Onfray terminó su tesis doctoral le propusieron un puesto en la universidad de Friburgo, Suiza, luego otro en Ottawa. Pero decidieron quedarse en el pueblo. Más tarde entró en el instituto y casi 20 años después publica su primer libro. El primero de los 60 por el momento. Este mes acaba de publicar tres "Requiem Ateo" (poesía), "La constelación de la ballena" (novela) y el quinto tomo de su Diario hedonista.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Ciencia, sueños y visiones en la obra de Swedenborg
Dado que la mención circunstancial de Swedenborg en el blog despertó cierto interés en el mismo, en este post quiero trazar a grandes rasgos un semblante del visionario sueco. Pero la obra de Swedenborg es muy extensa y compleja, por lo cual a la hora de presentarlo se plantea la cuestión de sobre qué aspectos de la misma poner el acento. Pues bien, inspirado por una acertada observación de Blom Dahl, me ha parecido que un relato biográfico centrado en la búsqueda intelectual –que es a la vez espiritual- del visionario sería lo mejor.
La observación en cuestión es la siguiente: dice Blom Dahl que la emergencia de las visiones en la vida de Swedenborg, fue, más que una experiencia puramente mística como se suele asumir, la respuesta frente a una crisis de tipo gnoseológico. Pues, ya desde sus comienzos como científico, y luego cada vez más a medida que su búsqueda se desarrollaba, Swedenborg estaba sumamente interesado en comprender la unidad entre el mundo sobrenatural estudiado por la teología y el mundo natural estudiado por la ciencia.
Visto así, la irrupción de la experiencia visionaria en su vida, vino a dar cuenta de aquello que antes, infructuosamente y durante años, había buscado en aquellas disciplinas.
A la luz de esa idea, entiendo que el itinerario intelectual y personal de Swedenborg puede dividirse en tres etapas claramente diferenciadas: una puramente científica, otra que camina a medias entre lo científico y lo teosófico, y por último la etapa visionaria. Ahora bien, si, por un lado, esas etapas pueden diferenciase con bastante claridad, por otro lado, resulta igualmente claro que se implican mutuamente y que deberían ser entendidas como momentos de una totalidad que alcanza su pleno sentido en la etapa final.
Dicho sea de paso, ese modo de comprender el recorrido como una totalidad cuya realización plena se alcanza al final, puede parecer hegeliano, pero, de hecho, es totalmente swedenborgiano. Ya que en una de sus obras del período medio Swedenborg, aunque no se refería a sí mismo, dijo lo siguiente:
"… sólo en la última, que corona la obra, puede aprehenderse la relación de las cosas que la precedieron, y sólo en ella resulta manifiesto el acuerdo entre las discordancias aparentes"
Pues bien, de mi parte trataré aquí de hacer patente, de un modo breve y general, la relación entre las ‘cosas precedentes’ y la última que ‘corona la obra’ en el caso del propio Swedenborg. Veamos...
El científico teórico y práctico
Emanuel Swedenborg nació en Estocolmo en Enero de 1688 en el seno de una familia acomodada y culta. Su padre era un obispo luterano que quiso proporcionarle a Emanuel la mejor educación posible dentro de su país y su época. Así, lo envió a estudiar en la universidad de Upsala, de la cual el joven Emanuel egresó a los veintiún años con un doctorado en Filosofía y Letras. Y luego, en lugar de seguir la carrera diplomática como deseaba su familia, se dedicó a las ciencias exactas y sus aplicaciones prácticas. Ciencias que en su tiempo se agrupaban bajo la denominación general de mathesis, y comprendían la física, óptica, astronomía y otras disciplinas afines.
domingo, 17 de noviembre de 2013
DE LA INVESTIGACION DEL CEREBRO A LA MEDITACIÓN
Entrevista traducida por Ana Azanza
"Congregados los sentidos, surge el alma"
Bioy Casares
¿Cómo
hace nuestro cerebro para crear la imagen de uno mismo?
El físico Christof Koch (1956) investiga el origen de nuestra conciencia.
Nuestro
cerebro está formado por kilo y medio de agua, proteína y grasa.
¿Cómo es posible que de esa tambaleante masa puedan salir todas
nuestras vivencias? Los pensadores más optimistas se asustan ante la
pregunta. Christof Koch sin embargo afirma que el enigma de la
conciencia se puede descifrar. Causan sensación sus experimentos con
los que ha descubierto las células del cerebro que reconocen a las
estrellas de Hollywood.
El
millonario Paul Allen de Microsoft ha invertido una fortuna en el
Allen
Institute for Brain Science en
Seattle, dirigido por Christof Koch. Es vegetariano, porque dice que
incluso en los gusanos se puede reconocer huellas de la conciencia.
ZEITmagazin: Señor
Koch,¿podemos a la vez hablar y disfrutar conscientemente de la
comida?
Christof
Koch: Probablemente
no. La
conciencia requiere normalmente atención. Y por lo general sólo se
puede estar atento a una sola cosa. Cualquier
otra cosa la enmascara. Si
está usted en una conversación muy animada, aunque las papilas
gustativas de su lengua se exciten, notará poco el sabor de la
comida.
ZEITmagazin: La
atención es por tanto un filtro. ¿Qué es la conciencia?
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Paul Allen de Microsoft
viernes, 8 de noviembre de 2013
Luz en las tinieblas. Historia y terapia onírica
Hypnos (Sueño) |
Nadie discute que los sueños forman parte de nuestras vidas.
Otra cosa será el grado de realidad que les asignemos. ¿Trascendentes o
banales? ¿O tal vez una mezcla de ambas cosas? Las representaciones oníricas,
¿son basura de la memoria?, ¿desahogos inconscientes de deseos socialmente inconvenientes?, ¿procuran satisfacciones vergonzantes?, ¿u ofrecen advertencias del espíritu?
Para Jung estaba claro que el sueño es como un teatro en el que el soñante es escenario, actor, apuntador, director de escena, autor, público y crítico. Somos protagonistas de nuestros sueños, pero también involuntarios pacientes de pesadillas.
En su excelente libro El
mundo bajo los párpados (Atalanta, 2011), Jacobo Siruela comienza
demostrando la relevancia histórica de los sueños, para acabar proponiendo un
cambio radical de actitud respecto de ese reino (mundus imaginalis) que la razón positivista o el prurito crítico, tan
totalitario a veces, desprecia.
Indudablemente, los sueños forman parte de la historia
cultural humana. Un ejemplo es el de la periodista judía Charlotte Beradt que se
dedicó a reunir durante seis años más de trescientos relatos oníricos. Anoto
que ninguno de ellos tenía nada que ver con complejos freudianos ni lujuriosos y
edípicos deseos reprimidos, pero sí ofrecían un factor común: la herida
psíquica que producía en los soñantes el clima social de la Alemania del Tercer
Reich. La mente de los durmientes, que nunca para, producía escenarios
oníricos donde una perversa arquitectura transparente privaba de intimidad al
avatar del yo, aboliendo las paredes. Y es que los sucesos históricos y
sociales pueden ejercer un “agobiante peso subliminal” (…) “sobre la porosa
vida nocturna de los durmientes”.
lunes, 28 de octubre de 2013
DRÁCULA. LAS METAMORFOSIS DEL MITO
Si alguien nos preguntara qué sabemos sobre Drácula, sin
duda le contestaríamos que es el vampiro más poderoso. Camuflado bajo la
apariencia de un elegante y misterioso conde procedente de Transilvania, este
monstruo intenta destruir la especie humana infectándola con el mordisco de sus
afilados colmillos. Vive de noche y, durante el día, duerme en un ataúd. Como
carece de alma, no se refleja en los espejos. Es rey de las tinieblas y señor
de los animales más repugnantes. Puede transformarse en murciélago o en lobo, lo
mismo que desvanecerse en el aire. Lo espantan el ajo y el crucifijo pero, para
destruirlo, el ritual más eficaz es clavarle una estaca en el corazón. Esta es
la imagen popularizada por Hollywood que todos conocemos. Sin embargo, apenas
somos conscientes de la forma en que se ha forjado y evolucionado este mito de
raíces antiquísimas, ni de cuáles son las razones por las que nos seduce tanto.
Vamos a examinar algunos de los aspectos de su rica simbología, para
comprobar cómo se han ido articulando a lo largo de los siglos. Al final nos
sorprenderá descubrir hasta qué punto somos nosotros mismos el reflejo
escondido en la leyenda de Drácula.
Uno. Los orígenes
Todas las culturas
consideran la sangre como el fluido más vital. Su pérdida arrebata la vida y,
al contrario, recibir sangre la renueva. Por ello existe un temor ancestral a
los seres malignos que se apoderan del rojo líquido, y ese miedo se traslada a
relatos que comparten pueblos muy alejados entre sí en el tiempo y en el
espacio, como refleja La rama dorada
(1890) de Sir James G. Frazer. Sobre el año 2300 a. C. ya se registraron en
Mesopotamia historias de diosas y demonios que bebían la sangre de los recién
nacidos, como Lamashtu o Lililu (la Lilith de los judíos).
Todos perdemos o perderemos aceite
¿Qué es una
mujer? ¿Qué es un hombre? ¿Varón o hembra? Distinciones “naturales”..., pero, ¿vivimos los
humanos en un mundo natural? ¿No será “lo natural” aquello que precisamente
abandonamos expulsados por nuestra soberbia curiosidad o por nuestro infinito deseo de supervivencia y dominio?
Se nos obligó tal vez a que pusiéramos nombre a las cosas
para mejor controlar su futuro. Nos lo hemos tomado muy en serio. “Mujer”, “homosexual”,
“heterosexual”, “bisexual”, “lesbiana”, “gay”, “transexual”, “travesti”, “drag queen”, “macho”, “hembra”… A pesar de la inflación de términos
para referirse a la orientación sexual, seguimos pensando en dos colores. Puede
que en tres o en cinco, pero ¿no tendrá el arco iris infinitos colores,
incluidos aquellos que no pueden todavía ser vistos, que todavía no han sido
creados? Nuestra capacidad para el matiz es muy limitada.
Mark Nelissen, famoso etobiólogo belga, experto en
psicología evolutiva, vaticina que en el futuro describiremos nuestras opciones
sexuales menos categóricamente que en la actualidad. Limitaremos nuestro afán
de etiquetar y dar nombres. Diremos algo así como “soy un 75 % heterosexual y
un 25 % homosexual”. Aunque mucha gente sea marcadamente heterosexual, o se crea
tal, su orientación no se manifiesta esencialmente en blanco y en negro. Pienso
que depende más de las circunstancias históricas y socioculturales de lo que en
general creemos.
Entre los estereotipos “puros” del heterosexual y del
homosexual las personas vivimos en estados dinámicos e intermedios. Un famoso
psicólogo lanzó una encuesta por Internet. Quien desee comprobar su grado de
heterosexualidad u homosexualidad puede todavía hacerlo en:
Decenas de miles de personas han contestado a las preguntas
de la encuesta, como “¿cuántas veces ha soñado que tiene contacto sexual con
alguien de su mismo sexo?". A partir de los datos obtenidos se ha elaborado una
escala de trece grados de orientación sexual, desde la más netamente
heterosexual en un extremo, hasta la más homosexual en el otro. Podríamos
esperar que la mayoría de los encuestados se apiñasen en torno al valor 0 ó 13.
Pero no es el caso. La tasa máxima se sitúa en el valor 1 y a partir de ahí el
número de heterosexuales desciende gradualmente.
Comienza a aumentar a partir del valor 7 y alcanza su punto culminante entre el
11 y el 12. En medio estarían los bisexuales.
Conclusiones: La mayoría de la gente “pierde más o menos
aceite”, o sea, que posee una orientación sexual mixta. Esto explica porqué
alguien heterosexual puede adoptar eventualmente (en un campamento, en
una cárcel) una conducta homosexual, y viceversa.
domingo, 27 de octubre de 2013
La fuerza mágica de la muerte según Hegel
Si tuviera que decir en pocas líneas cuál es la concepción hegeliana de la muerte, diría lo siguiente:
Tener conciencia de la muerte no significa sólo tener la certeza de que vamos a morir, sino comprender que la muerte es constitutiva de nuestra conciencia.
Dicho de otro modo, tener conciencia de la muerte implica comprender que la muerte no es algo que nos espera al final del recorrido de la vida, sino que nos hace ser lo que somos.
Para mayor claridad consideremos lo siguiente:
A diferencia del animal, y por supuesto del vegetal y el mineral, los humanos no somos seres dados. Nuestra naturaleza no está definida de suyo. Ya que nuestra naturaleza se define, entre otras cosas, por nuestra apertura e inacabamiento.
Así, el hombre no es un ser natural; no es un ser dado; el hombre es un ser cuya naturaleza consiste, justamente, en llegar a ser. Llegar a ser lo que era, pero lo era no de manera inmediata, ya dada, sino como finalidad a realizar.
Y esa finalidad puede quedar truncada. Ya que el humano puede fracasar en ser; puede perderse a sí mismo. Los animales, en cambio, no fracasan ni se pierden a sí mismos. Los animales padecen, por supuesto, pero son siempre lo que son hasta que mueren y dejan de serlo. A los animales, como al hombre, al vivir les va la vida, lo que no es poco, pero a diferencia del hombre no deben llegar a ser lo que son, no les va el ser.
Eso, la posibilidad y necesidad de llegar a ser, es lo que expresan intuitivamente tanto el hombre común y mundano como el hombre religioso cuando dicen 'estamos aquí, en el mundo, para algo'.
Incluso en un nivel prosaico y cotidiano se pone en juego esa intuición. Por ejemplo en los padres que le dicen a su hijo adolescente (sabemos que los adolescentes suelen vivir en la inmediatez propia de su edad y su entorno) que debe prepararse para 'llegar a ser alguien' en la vida.
Tener conciencia de la muerte no significa sólo tener la certeza de que vamos a morir, sino comprender que la muerte es constitutiva de nuestra conciencia.
Dicho de otro modo, tener conciencia de la muerte implica comprender que la muerte no es algo que nos espera al final del recorrido de la vida, sino que nos hace ser lo que somos.
Para mayor claridad consideremos lo siguiente:
A diferencia del animal, y por supuesto del vegetal y el mineral, los humanos no somos seres dados. Nuestra naturaleza no está definida de suyo. Ya que nuestra naturaleza se define, entre otras cosas, por nuestra apertura e inacabamiento.
Así, el hombre no es un ser natural; no es un ser dado; el hombre es un ser cuya naturaleza consiste, justamente, en llegar a ser. Llegar a ser lo que era, pero lo era no de manera inmediata, ya dada, sino como finalidad a realizar.
Y esa finalidad puede quedar truncada. Ya que el humano puede fracasar en ser; puede perderse a sí mismo. Los animales, en cambio, no fracasan ni se pierden a sí mismos. Los animales padecen, por supuesto, pero son siempre lo que son hasta que mueren y dejan de serlo. A los animales, como al hombre, al vivir les va la vida, lo que no es poco, pero a diferencia del hombre no deben llegar a ser lo que son, no les va el ser.
Eso, la posibilidad y necesidad de llegar a ser, es lo que expresan intuitivamente tanto el hombre común y mundano como el hombre religioso cuando dicen 'estamos aquí, en el mundo, para algo'.
Incluso en un nivel prosaico y cotidiano se pone en juego esa intuición. Por ejemplo en los padres que le dicen a su hijo adolescente (sabemos que los adolescentes suelen vivir en la inmediatez propia de su edad y su entorno) que debe prepararse para 'llegar a ser alguien' en la vida.
lunes, 21 de octubre de 2013
De la tentación totalitaria al nihilismo disolvente
Acabo de terminar de leer el libro de J. F. Revel 'La tentación totalitaria'. Si bien sabe un poco 'anticuado', debido a que refleja preocupaciones y problemas anteriores a la caída del muro del Berlín, es un trabajo interesante y plantea cuestiones que llaman a la reflexión más allá de la coyuntura histórica en que fue escrito.
En su intento por limitar y desmentir las sugestiones de la izquierda de su tiempo, una izquierda que se negaba a reconocer las funestas consecuencias prácticas del marxismo que la historia había puesto de manifiesto, Revel plantea en cierto momento algo que nos parece particularmente interesante: que las críticas de la izquierda al 'establishment' parecen estar animadas y guiadas por un pathos y un patrón de pensamiento de tipo religioso.
La idea en sí no era nueva cuando Revel la expuso. Pues, de hecho, Mircea Eliade, aunque en un contexto de reflexión distinto, ya había llamado la atención sobre el trasfondo de religiosidad de las ideologías seculares del siglo XX. Particularmente del nazismo y el marxismo, cuyo sesgo mesiánico es evidente.
Visto así, se comprende porqué las izquierdas presentan, a menudo, características típicas de una religión, y particularmente las del catolicismo romano. A saber: propensión a la condena moral, unilateralidad intelectual, voluntarismo salvífico (hacia los pobres, los marginados, las minorías, etc.), finalismo mesiánico en la interpretación de la historia, depreciación del individuo en favor de la comunidad, y sujeción a una autoridad infalible.
Ahora bien, esa crítica de izquierda ha mutado bastante desde Revel a hoy. Pues, en nuestra postmodernidad la crítica del 'sistema', y de todo lo que se le asocia, ya no remite tanto, ni siempre, a un proyecto social alternativo sino que se ha vuelto nihilista.
Es decir, la crítica hoy ya no apunta impugnar el sistema vigente en favor de un proyecto superador, sino que constituye una suerte de disolución ad infinitum de las bases de la realidad económica, social y cultural occidental.
Así, en lugar de la vieja y sabia fórmula alquímica 'Solve Coagula', nuestros críticos, debido a que su arte carece de una finalidad superior a su propio ejercicio, trabajan con puro solvente. Por lo mismo, rara vez logran extraer un poco de oro del opaco y pesado plomo de la realidad que critican.
Por supuesto, en esa crítica también encontramos algunas cosas interesantes, y sin duda genuinas dentro de su propio nivel hermenéutico. Lo que le reprochamos aquí no es el ejercicio de la crítica como tal sino la apasionada unilateralidad con que la misma se realiza.
Para volver a Revel, un punto de contacto entre la crítica nihilista, en cualquiera de sus variantes, y las izquierdas de ayer, es que ni la una ni las otras reparan nunca, al menos no con el detenimiento que el asunto requeriría, en que la misma sociedad que critican es la única conocida que no sólo acepta el disenso y la diversidad, sino que tolera e integra a sus propios detractores y críticos.
Para decirlo en forma brutal: un Foucault, un Vattimo, y los citamos sólo a título de ejemplo porque son muy conocidos, en la Cuba de Castro, como antes en la Rusia de Stalin, o en un estado teocrático de Medio Oriente, no sólo habrían sido perseguidos a causa de su homosexualidad sino que su trabajo intelectual se habría desarrollado, en el mejor de los casos, bajo censura.
Con esto no queremos implicar, de ningún modo, que esos críticos, o cualesquiera otros, deberían ser complacientes con el 'sistema'. De hecho nosotros también pensamos que dicho sistema es criticable en más de un aspecto; e incluso en algunos de ellos raya con lo abominable.
Lo único que decimos, y no es un dato menor, es que llama mucho la atención que esa crítica se ejerza de modo tan unilateral que no incluya nunca un análisis de cómo y porqué la sociedad que critican es, justamente, la única que hace posible su propia actividad crítica, propicia su circulación, y hasta, en muchos casos, le brinda reconocimiento y respeto.
Parece como si estos pensadores, y a pesar de que para todos ellos Hegel es un lugar de paso obligado, ignoraran la más básica de las lecciones del filósofo alemán: que en una contradicción viviente, la verdad no se encuentra nunca en un solo lado de la misma; y que, sensu stricto, lo único realmente falso es la fijación unilateral de sus posiciones.
Y es justamente esa fijación unilateral, esa demonización a ultranza y sin matices, lo que criticaba Revel en su tiempo a las izquierdas europeas, y que hoy percibimos bajo formas nuevas en gran parte de la crítica postmoderna al 'poder' y sus instituciones.
Por eso, y para volver al tema inicial, pensamos que esa crítica postmoderna también está asociada, como la izquierda de ayer, a un pathos moralista y religioso subyacente, aunque invertido en su dirección final. Ya que el pathos moral y religioso nihilista no se orienta a la trascendencia sino a la nada. Y nihilismo significa literalmente eso: ser partidario de la nada, nihilizar, hacer de todo nada.
'Il n’y a pas de hors-texte'. Es decir, no hay nada fuera del texto. Es una de las consignas del nihilismo contemporáneo en su modalidad 'decontructivista'.
De nuestra parte queremos hacer notar que las implicaciones de esa idea son, como mínimo, inquietantes. Pues, 'fuera' del texto se encuentra nada menos que la presencia viva del espíritu. Es decir aquello en virtud de lo cual un texto es un texto y no un montón de trazos ininteligibles y mudos.
Por eso queremos terminar este post evocando otra frase. Pero, cabe aclarar, apelando a su alcance más general y más allá de toda filiación religiosa. Nos referimos a aquella que dice: 'la letra mata, mas el espíritu vivifica'...
En su intento por limitar y desmentir las sugestiones de la izquierda de su tiempo, una izquierda que se negaba a reconocer las funestas consecuencias prácticas del marxismo que la historia había puesto de manifiesto, Revel plantea en cierto momento algo que nos parece particularmente interesante: que las críticas de la izquierda al 'establishment' parecen estar animadas y guiadas por un pathos y un patrón de pensamiento de tipo religioso.
La idea en sí no era nueva cuando Revel la expuso. Pues, de hecho, Mircea Eliade, aunque en un contexto de reflexión distinto, ya había llamado la atención sobre el trasfondo de religiosidad de las ideologías seculares del siglo XX. Particularmente del nazismo y el marxismo, cuyo sesgo mesiánico es evidente.
Visto así, se comprende porqué las izquierdas presentan, a menudo, características típicas de una religión, y particularmente las del catolicismo romano. A saber: propensión a la condena moral, unilateralidad intelectual, voluntarismo salvífico (hacia los pobres, los marginados, las minorías, etc.), finalismo mesiánico en la interpretación de la historia, depreciación del individuo en favor de la comunidad, y sujeción a una autoridad infalible.
Ahora bien, esa crítica de izquierda ha mutado bastante desde Revel a hoy. Pues, en nuestra postmodernidad la crítica del 'sistema', y de todo lo que se le asocia, ya no remite tanto, ni siempre, a un proyecto social alternativo sino que se ha vuelto nihilista.
Es decir, la crítica hoy ya no apunta impugnar el sistema vigente en favor de un proyecto superador, sino que constituye una suerte de disolución ad infinitum de las bases de la realidad económica, social y cultural occidental.
Así, en lugar de la vieja y sabia fórmula alquímica 'Solve Coagula', nuestros críticos, debido a que su arte carece de una finalidad superior a su propio ejercicio, trabajan con puro solvente. Por lo mismo, rara vez logran extraer un poco de oro del opaco y pesado plomo de la realidad que critican.
Por supuesto, en esa crítica también encontramos algunas cosas interesantes, y sin duda genuinas dentro de su propio nivel hermenéutico. Lo que le reprochamos aquí no es el ejercicio de la crítica como tal sino la apasionada unilateralidad con que la misma se realiza.
Para volver a Revel, un punto de contacto entre la crítica nihilista, en cualquiera de sus variantes, y las izquierdas de ayer, es que ni la una ni las otras reparan nunca, al menos no con el detenimiento que el asunto requeriría, en que la misma sociedad que critican es la única conocida que no sólo acepta el disenso y la diversidad, sino que tolera e integra a sus propios detractores y críticos.
Para decirlo en forma brutal: un Foucault, un Vattimo, y los citamos sólo a título de ejemplo porque son muy conocidos, en la Cuba de Castro, como antes en la Rusia de Stalin, o en un estado teocrático de Medio Oriente, no sólo habrían sido perseguidos a causa de su homosexualidad sino que su trabajo intelectual se habría desarrollado, en el mejor de los casos, bajo censura.
Con esto no queremos implicar, de ningún modo, que esos críticos, o cualesquiera otros, deberían ser complacientes con el 'sistema'. De hecho nosotros también pensamos que dicho sistema es criticable en más de un aspecto; e incluso en algunos de ellos raya con lo abominable.
Lo único que decimos, y no es un dato menor, es que llama mucho la atención que esa crítica se ejerza de modo tan unilateral que no incluya nunca un análisis de cómo y porqué la sociedad que critican es, justamente, la única que hace posible su propia actividad crítica, propicia su circulación, y hasta, en muchos casos, le brinda reconocimiento y respeto.
Parece como si estos pensadores, y a pesar de que para todos ellos Hegel es un lugar de paso obligado, ignoraran la más básica de las lecciones del filósofo alemán: que en una contradicción viviente, la verdad no se encuentra nunca en un solo lado de la misma; y que, sensu stricto, lo único realmente falso es la fijación unilateral de sus posiciones.
Y es justamente esa fijación unilateral, esa demonización a ultranza y sin matices, lo que criticaba Revel en su tiempo a las izquierdas europeas, y que hoy percibimos bajo formas nuevas en gran parte de la crítica postmoderna al 'poder' y sus instituciones.
Por eso, y para volver al tema inicial, pensamos que esa crítica postmoderna también está asociada, como la izquierda de ayer, a un pathos moralista y religioso subyacente, aunque invertido en su dirección final. Ya que el pathos moral y religioso nihilista no se orienta a la trascendencia sino a la nada. Y nihilismo significa literalmente eso: ser partidario de la nada, nihilizar, hacer de todo nada.
'Il n’y a pas de hors-texte'. Es decir, no hay nada fuera del texto. Es una de las consignas del nihilismo contemporáneo en su modalidad 'decontructivista'.
De nuestra parte queremos hacer notar que las implicaciones de esa idea son, como mínimo, inquietantes. Pues, 'fuera' del texto se encuentra nada menos que la presencia viva del espíritu. Es decir aquello en virtud de lo cual un texto es un texto y no un montón de trazos ininteligibles y mudos.
Por eso queremos terminar este post evocando otra frase. Pero, cabe aclarar, apelando a su alcance más general y más allá de toda filiación religiosa. Nos referimos a aquella que dice: 'la letra mata, mas el espíritu vivifica'...
viernes, 18 de octubre de 2013
ESCUELA Y PODER EN MICHEL FOUCAULT
Escrito por Luis Roca Jusmet
En un ejemplar del diario “El País” aparecido hace un tiempo Mario Vargas Llosa plantea que la causa de la degradación de la enseñanza pública:
http://elpais.com/diario/2009/07/26/opinion/1248559212_850215.html
en países como Francia está en el Mayo del 68 y más particularmente en la influencia de las ideas de Michel Foucault. El planteamiento no es nuevo, ni la pseudo-argumentación tampoco. Pero más que entrar en el tema de Mayo del 68 quiero centrarme en lo que plantea Michel Foucault sobre la escuela (en relación a su análisis del poder) y lo haré partiendo de la crítica de Vargas Llosa. Y no sólo por lo apasionante del tema de la enseñanza pública, tan actual en nuestro país, sino también para resituar a Michel Foucault y a sus ideas respecto al tema de la educación y, algo más ampliamente, del poder.
AUTORIDAD Y DEMOCRACIA
Reseña
Una historia de la
autoridad. Permanencias y variaciones.
Gérard Mendel
(traducción de Hugo
Vezzetti)
Buenos Aires : Nueva
Visión, 2011.
Escrito por Luis Roca Jusmet
Escrito por Luis Roca Jusmet
Gerard Mender
(1930-2004), es un psicoanalista y sociólogo poco conocido en
nuestro país. Es una lástima, porque es un pensador arriesgado que
se atreve con temas interesantes, complejos y de difícil abordaje,
como es el tema de la autoridad. Así como el tema del poder ha sido
tratado a fondo y desde diferentes perspectivas no podemos decir lo
mismo con el tema de la autoridad. No hay muchos análisis
contemporáneos sobre el tema, más allá del clásico de Max Webber,
que corresponde además a otra época. Quizás los únicos son el de
Hannah Arendt ( sobre La crisis de la autoridad ) y el de
Alexandre Kojève con su libro la noción de autoridad.
Otra obra titulada La autoridad,
del sociólogo Richard Sennett me parece, en contra de lo que esperaba, bastante decepcionante.
Lo primero que señala el autor del libro que nos ocupa es que la autoridad en abstracto no existe, que tiene una historia y que siempre hay que contextualizar. De otra manera el debate se vuelve estéril, ya que la autoridad siempre se manifiesta históricamente socializada. Mendel sitúa su ensayo dentro del proyecto de una antropología general. Estaría en la línea de lo que defiende también Todorov y en consonancia con lo que se ha llamado antropología filosófica. Se trata de buscar una visión global del ser humano en contacto con las diferentes ciencias sociales.
Parte del axioma de lo que llama los universales empíricos, que serían aquellos que, de diferentes maneras, están presentes en todas las sociedades humanas. También parte de una hipótesis sobre la modernidad, que él divide en tres momentos diferentes. El hilo conductor de la modernidad sería el cuestionamiento de la tradición comunitaria, a la que llama genos. La modernidad introduce así elementos totalmente originales y propios de nuestra civilización. Los conceptos básicos para su análisis ( aparte del ya citado de genos) son el demos, el de ego y el de plutos.
Lo primero que señala el autor del libro que nos ocupa es que la autoridad en abstracto no existe, que tiene una historia y que siempre hay que contextualizar. De otra manera el debate se vuelve estéril, ya que la autoridad siempre se manifiesta históricamente socializada. Mendel sitúa su ensayo dentro del proyecto de una antropología general. Estaría en la línea de lo que defiende también Todorov y en consonancia con lo que se ha llamado antropología filosófica. Se trata de buscar una visión global del ser humano en contacto con las diferentes ciencias sociales.
Parte del axioma de lo que llama los universales empíricos, que serían aquellos que, de diferentes maneras, están presentes en todas las sociedades humanas. También parte de una hipótesis sobre la modernidad, que él divide en tres momentos diferentes. El hilo conductor de la modernidad sería el cuestionamiento de la tradición comunitaria, a la que llama genos. La modernidad introduce así elementos totalmente originales y propios de nuestra civilización. Los conceptos básicos para su análisis ( aparte del ya citado de genos) son el demos, el de ego y el de plutos.
jueves, 17 de octubre de 2013
HANNAH ARENDT: LA CRISIS DE LA AUTORIDAD
Escrito por Luis Roca
Jusmet
El tema de la Autoridad
es un tema que preocupa e interesa especialmente a Hannah Arendt. Lo
trata en diversos textos pero le dedica un breve y denso texto que se
llama Qué es la Autoridad. Es
un escrito muy interesante, claro y denso al mismo tiempo, que nos
ofrece un excelente material para pensar en diversos temas
fundamentales para la sociedad y la política. Planteo en primer
lugar un resumen de lo que formula y en segundo una serie de
reflexiones críticas.
La
tesis de Hannah Arendt es que la Autoridad ha desparecido en la
Modernidad en el terreno político, aunque continúa en contextos
prepolíticos, como la familia o la escuela.. Pero la esfera
importante, central, es la de la Política. Hoy, dice Hannah Arendt,
ya no existe la Autoridad en la política. Hay, además, una
confusión entre Autoridad, Poder y Violencia. Pero hay que entender,
dice la filósofa, que son esferas diferentes. Están además en tres
registros temporales diferentes: Autoridad (referida al pasado),
Poder ( al presente) y Violencia (al futuro). La Autoridad implica
obediencia, no supone ni argumentación ni tampoco violencia. El
poder es horizontal, ya que se comparte una capacidad, una potencia
colectiva. La violencia es un instrumento que está en función de un
fin que se busca.
La
Autoridad supone un reconocimiento. La Autoridad no necesita
persuasión ni fuerza para imponerse. El que tiene Autoridad la basa
en el lugar que ocupa, en lo que representa. Implica obediencia
porque proviene de la Tradición, considerada como actualización de
unos orígenes míticos. Hay algo fundacional que conservar. La Autoridad es
religiosa porque es un re-ligare, nos liga a algo que está más
allá, en este caso a los orígenes.
martes, 15 de octubre de 2013
¿ QUÉ ES LA AUTORIDAD ?
Escrito por Luis Roca Jusmet
Alexandre Kòjeve es un personaje fascinante y un pensador interesante. Nacido en 1902 en Moscú se traslada a París como funcionario soviético, llegándose a convertir en un alto funcionario internacional. Según algunas fuentes, fue espía soviético durante treinta años. En todo caso fue un filósofo que ejerció un influencia relevante en gente tan interesante como André Breton, Georges Bataille o Jacques Lacan. Formó con ellos parte del seminario que dirigía Alexander Koyré sobre la Fenomenología del Espíritu de Hegel. Tanto Vicent Descombes en su importante libro sobre la filosofía francesa ( Lo Mismo y lo Otro) como Élisabeth Roudinesco en su extraordinaria biografía sobre Lacan ( Jacques Lacan. Esbozo de una vida, historia de un sistema de pensamiento ) señalan la importancia de ambos en la vida filosófica francesa .
El libro de Kojève sobre la noción de autoridad es muy sugerente.
viernes, 11 de octubre de 2013
EL ENEAGRAMA : UN APUNTE CRITICO
Luis Roca Jusmet
¿Qué es el eneagrama ?
A la mayoría ni le suena, otros lo utilizan y algunos lo veneran.
Expliquemos un poco su origen, su discurso y su práctica. El origen
es mítico, lo cual ya levanta cierta sospecha: procede, dicen, del
sufismo a través de Gurdieff. Para los que no lo conocen Gurdieff es
un supuesto maestro espiritual ruso, que pretende haber entrado en
contacto con diversas tradiciones esotéricas. Tiene escritos bastantes
libros, algunos por él mismo y otros por un discípulo suyo llamado
Oupenski.
Sus afirmaciones son bastante enigmáticas. Hablan de una
transformación radical a partir de un trabajo interno. Gurdieff
funda una secta de seguidores que lo siguen ciegamente. El eneagrama
es una figura de nueve puntas que Gurdieff utiliza en sentido
esotérico.
A todo esto aparece un
tal Oscar Ichazo que dice haber aprendido estas técnicas secretas y
formula un eneagrama de la personalidad. Este eneagrama es una figura
de nueve tipologías que se relacionan entre sí de una determinada
manera. Funda una escuela. Pero será Claudio Naranjo, psiquiatra
chileno, el encargado de difundir por EEUU, America Latina y Europa
este sistema. Naranjo procedía de la Escuela de la Gestalt, una
variante de la psicología humanista, que combinaba con un
eclecticismo muy al gusto de la New Age.
lunes, 7 de octubre de 2013
LA FILOSOFIA COMO ARTE DE VIDA : EL ESTOICISMO DE MARCO AURELIO según PIERRE HADOT
Escrito por Luis Roca Jusmet
En el imaginario
cinematográfico de mi generación, Marco Aurelio era el gran actor
inglés Alec Guinnes, uno de los protagonistas de La caída del
Imperio Romano. En el imaginario
de nuestros jóvenes es otro gran actor, igualmente inglés, Richard
Harris, en Gladiator.
Siempre la misma imagen, la del emperador-sabio que sucumbe frente al
hijo perverso. Marco Aurelio es, para Erasmo de Rotterdam en su
Elogio de la locura, el
ejemplo del desastre al que conduce el filósofo-rey de Platón. No
sabemos si hay que entender irónicamente o literalmente el elogio a
la sirazón de uno de los precursores de la racionalidad moderna y
como hay que interpretar este juicio sobre Marco Aurelio. El lúcido
y amargo Cioran, finalmente, nos dice en uno de sus aforismos que
prefiere el escepticismo de un Emperador ( Marco Aurelio) que las
propuestas de un soñador ( Nietzsche). Muchos han sido los análisis
del que quizás fue el único Emperador-filósofo: Marco Aurelio. Nos
llega con este libro un estudio sobre sus meditaciones, en el
contexto de la época y del escritor, que serán dificilmente no ya
superadas sino tan siquiera igualadas. El autor, uno de los grandes
filósofos franceses del último tercio del seiglo XX: Pierre Hadot.
Pierre Hadot nació en
1922 y murió en 1920. Es un estudioso excepcional de la filosofía
antigua que ha defendido que hay que entenderla no como un discurso
sino como una forma de vida. La teoría se justifica por una
práctica. Hay que saber pensar para poder pensar bien. Hay que saber
actuar para poder actuar bien. La palabra que Hadot consieraba más
adecuada para esta comprensión de la filosofía era la de
ejercicio espiritual. Sin connotaciones religiosas, ni tan solo
espiritualistas, la filosofía se entiende así como una
transformación interna profunda y global, no solo como un ejercicio
intelectual. En este sentido hubo una proximidad en su última etapa
con Michel Foucault, cuya prematura muerte impidió un debate que sin
lugar a dudas hubiera sido apasionante y fecundo.
Se acaba de traducir uno de los mejores libros de Pierre Hadot, el que dedicó a Marco Aurelio y tituló La ciudadela interior (magnífico título, por cierto).
Se acaba de traducir uno de los mejores libros de Pierre Hadot, el que dedicó a Marco Aurelio y tituló La ciudadela interior (magnífico título, por cierto).
sábado, 5 de octubre de 2013
LAS MUSAS DE EDVARD MUNCH
Este año 2013 se celebra el 150 aniversario del nacimiento de Edvard Munch. Siempre se aprovechan estas efemérides para refrescarnos en la memoria a los homenajeados, las más de las veces con poco disimulados fines comerciales. Pero lo que me lleva a recordarlo aquí son más bien sus Musas, mujeres extraordinarias que marcaron su vida y su arte. Hemos oído hablar poco de ellas, porque fueron amores prohibidos que había que esconder, pero conocemos perfectamente sus bellos rostros, que podemos evocar en la Madonna, la Vampira o El Puente. Me gustaría que esta entrada nos permitiera conocer mejor a este artista mayúsculo y averiguar cómo puso en marcha su revolución introspectiva en la pintura, y cómo llegó a alcanzar un lugar clave en la historia de la cultura occidental, siempre apoyado o en conflicto con sus Musas. Sin ellas, no se entenderían sus grandes logros.
Edvard Munch, el más conocido de los pintores noruegos, nació el 12 de diciembre de 1863. Era el segundo hijo de los cinco que tuvieron Laura Bjolstad y Christian Munch. Esta familia fue un auténtico desastre de salud física y mental, y Edvard pagó con creces el peso de su herencia genética. Las escenas de enfermedad y muerte fueron una constante desde sus recuerdos más tempranos. La madre falleció a causa de tuberculosis cuando él tenía sólo cinco años, el día 29 de diciembre de 1868, con el árbol de navidad puesto en el salón de la casa. Su hermana favorita, Sophie, la mayor, moriría de la misma enfermedad con 15 años, y fue un suceso tan traumático para él que lo llegó a pintar en multitud de ocasiones a lo largo de cuatro decenios. Edvard tenía otra hermana pequeña que padecía esquizofrenia, y él mismo tuvo que soportar una niñez enfermiza. Hasta estuvo a punto de morir a los 13 años.
Su padre era un médico militar de clase media, emparentado con sacerdotes, profesores y artistas. “Mi padre pertenecía a una familia de poetas, con signos de genio pero también de degeneración”. Munch anotó igualmente: “Mi padre era temperamentalmente nervioso y obsesivamente religioso… hasta el punto de la insania. De él heredé las semillas de la locura”. Christian Munch, palabra que significa “monje”, tenía un apellido muy acorde con sus frecuentes arrebatos pietistas. Hizo de su vivienda una especie de monasterio urbano en Kristiana, la capital de Noruega, que fue rebautizada como Oslo en 1925. La familia era muy aficionada al espiritualismo, corriente que tuvo gran predicamento en América y Europa en la segunda mitad del siglo XIX. Tenían costumbre de leer en voz alta libros de literatura, lo mismo que historias de fantasmas. Ese ambiente ocultista en que Edvard creció hizo que tuviese siempre un enorme interés por los fenómenos sobrenaturales e intentó plasmar lo irracional en sus obras. Todo un desafío al realismo de corte burgués.
Karen Bjolstad |
Pero entre tanta oscuridad mental hubo una luz muy potente que consiguió atraer a Munch hacia la creatividad. Fue su tía Karen, que vino a vivir con la familia tras el fallecimiento de su hermana Laura y se hizo cargo de la casa con firmeza pero también con dulzura. Karen Bjolstad era una artista a su estilo doméstico. Hacía collages con musgo, paja y hojas, un género muy popular en aquella época, y los vendía en las tiendas de la ciudad. Embarcó a los niños en aquella pequeña industria, con la que redondeaba los ingresos del hogar. Así fue como Edvard aprendió a recortar siluetas en papel para crear aquellos paisajes vegetales, y dio sus primeros pasos con el dibujo. La tía Karen estaba muy orgullosa de su destreza y guardó cuidadosamente sus trabajos. Los más antiguos que se conservan los hizo con 12 años. Siempre fue su confidente y, en sus cartas, él le contaba con detalle todos sus éxitos.
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viernes, 27 de septiembre de 2013
HUMANISMO FRENTE A ROBOTISMO
Traducción Ana Azanza
El robotismo es una enfermedad social
David Gelernter, profesor de "computer Science" en Yale University, habla en este artículo en favor de un resucitado humanismo y en contra del robotismo anhelado por muchos jóvenes que sueñan con ser robots.
¿Por qué los investigadores del cerebro tienen tanto miedo de la subjetividad? Porque nos ven como un perro con Iphone.
¿Por qué los investigadores del cerebro tienen tanto miedo de la subjetividad? Porque nos ven como un perro con Iphone.
Se acerca una crisis intelectual, la ciencia y la filosofía del espíritu amenazan a la cultura occidental con lo contrario del humanismo: llamémoslo Robotismo. Si Protágoras dijo que el hombre es la medida de todas las cosas, ellos dicen que el ordenador es la medida de todos los hombres.
La ciencia tiene cada vez menos sitio para los individuos humanos y su subjetividad. Pero sólo podemos ver el mundo desde nuestro propio espíritu. Vemos un mundo en el que hay bien y mal, fealdad y belleza, justicia e injusticia, un mundo de deberes morales. No sólo vemos el mundo también lo sentimos. No somos puras máquinas amontonadoras de información, somos seres conscientes. Nuestra vivencia consciente (aunque sólo sea accesible para nosotros) es tan real como el árbol ahí fuera ante la ventana o los fotones que inciden en nuestra piel.
Si la ciencia quiere ocuparse de toda la realidad y no sólo de una parte, no puede limitarse a la realidad objetiva, tiene que tener en cuenta también la realidad subjetiva.
domingo, 22 de septiembre de 2013
La colección de Werner Nekes y la prehistoria del cine
1_ El maravilloso
gabinete de curiosidades de Werner Nekes
Los Cuartos de Maravillas, Cabinets de
Curiosités, Wonder Chambers o Wunderkammern, eran, como es sabido, los
aposentos donde se coleccionaban y mostraban multitud de objetos extravagantes,
procedentes de la naturaleza o bien de factura humana, como obras de arte o
instrumentos científicos. Fue famoso, por ejemplo, el gabinete de arte y
curiosidades del emperador Rodolfo II de Habsburgo, en el Castillo de Praga, que
sirvió de inspiración al brillante Arcimboldo. Tras su apogeo entre los siglos XVI
y XVII, muchas de estas colecciones fueron desmanteladas para formar parte de
los emergentes museos del s. XIX.
En los Cuartos de Maravillas, las colecciones podían organizarse en cuatro
categorías, denominadas por sus nombres en latín: artificialia, que reunía
los objetos creados o modificados por la mano humana (como antigüedades u obras
artísticas); naturalia, que recopilaba criaturas y objetos naturales; exotica,
que agrupaba plantas y animales exóticos; y scientifica, que concentraba
instrumentos científicos. Esta clasificación intuitiva respondía a la
mentalidad universalista de la época, y de cierta forma, aún reverbera su eco
en algunas colecciones modernas.
Werner
Nekes (nacido el
29 de abril 1944 en Erfurt) es un director de cine alemán, conocido por sus
filmes experimentales y, sobre todo, por su singular colección de juguetes
ópticos y aparatos precinematográficos. Su afán por coleccionar despuntó desde
que era niño, con una vasta recopilación de minerales y fósiles que sus padres
se vieron forzados a desechar. Años después, ya convertido en cineasta, Nekes se
ha dedicado a recoger todo lo que tenga que ver con la historia del cine, dando
lugar a su propio gabinete de maravillas, a medio camino entre la curiosidad científica
y la fascinación por lo misterioso y lúdico. En cualquier caso, la colección de
Werner Nekes no sólo es capaz de narrar por sí misma la historia del séptimo
arte, sino, en un sentido más amplio, la del uso artístico de la luz por parte
de la Humanidad.
Werner Nekes
presentando su documental Film Before
Film.
Aunque los intentos de presentar esta colección
en una exposición permanente han fracasado hasta ahora, la muestra tuvo en 2004
una multitudinaria exhibición en la Hayward Gallery de Londres –dando lugar a
la notable publicación Eyes, Lies and
Illusions–. Nekes ha realizado sus propios esfuerzos para hacer llegar su
colección al gran público, a través de un bello documental, Was geschah wirklich zwischen den Bildern? (1985) –más conocido como Film Before Film, accesible en
el enlace–, y de su
propia serie de televisión Media Magica
(1996).
Film Before Film:
sábado, 21 de septiembre de 2013
Fantasma de luz de luna
“ils sont charnels, tous deux, l’amour et la mort”La montaña mágica. « Sopa de eternidad »
Hacia 1976 leí La montaña
mágica (Der Zauberberg, 1924) de
Thomas Mann, en una traducción de Mario Verdaguer que editó Plaza y Janés en su
popular colección Reno. Formaba parte de la biblioteca de mi padre, al que seguramente
debo parte de mi afición a la lectura. La novela me absorbió tanto como
aquellos Cuentos lapones que nos leía
mi madre de chicos, tanto que mandé encuadernar sus dos volúmenes en tela azul
añil, el color de los ojos del hada de Pinocho. Este verano, incitado por el
artículo de Marisa Siguán “Hans Castorp: hechizado por el tiempo”, he retomado la
lectura de sus capítulos centrales. Ahora, la traducción me ha parecido
imperfecta; su prosa, algo retórica y reiterativa; su motivo romántico, un
tanto cursi. Los gustos cambian y el tiempo hace de testigo insobornable.
Pista de patinaje del sanatorio de Davos |
Sin duda sigue siendo una obra maestra, un ejemplo admirable
de lo que a su autor le gustaba considerar como una “novela de formación” o “iniciática”,
un Bildungroman. El protagonista,
Hans Castorp, viaja a los Alpes suizos para visitar a su primo tuberculoso.
Planea una visita de tres semanas, pero se quedará en el Berghof siete años. ¿Qué es lo que le hipnotiza y retiene en el
sanatorio de Davos?
Según Marisa Siguán[1], tres ámbitos temáticos
marcan sus experiencias: La abolición del tiempo convencional que miden los
relojes; el contacto trascendental con la enfermedad, el amor y la muerte; y
los grandes debates intelectuales de la cultura europea de las dos primeras
décadas del siglo XX. Aquí insistiremos en los dos primeros temas.
viernes, 13 de septiembre de 2013
SIMONE WEIL, EXIGENCIA DE VERDAD
Autora: Ana Azanza
1. Notas biográficas
2. La cuestión problemática de la pertenencia
3. La cuestión de sus publicaciones
4. Compromiso político de Simone Weil
5. Desprenderse de lo que se es
6. Un desafío a la sabiduría de los filósofos
1. Notas biográficas
2. La cuestión problemática de la pertenencia
3. La cuestión de sus publicaciones
4. Compromiso político de Simone Weil
5. Desprenderse de lo que se es
6. Un desafío a la sabiduría de los filósofos
Escribo este post después de escuchar la entrevista a Stéphane Barsacq, autor de “Le ravissement de la raison” y de las lecturas que ya he
realizado de y sobre Simone Weil.
En este largo vídeo, más de una hora, aparecen testimonios
de familiares, sindicalistas, religiosos, filósofos, que conocieron a Simone
Weil y de otros “afectados” póstumos por esta vida fuera de lo común.
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domingo, 8 de septiembre de 2013
VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA
Autora: Ana Azanza
No quiero que se acabe el verano sin hablar de una lectura que me ha costado hacer pero que me ha resultado muy provechosa. Me refiero a “Las variedades de la experiencia religiosa” de William James (1842-1910). Son 400 páginas de letra muy menuda en las que se recogen las conferencias Gifford que en el curso 1901-2 este filósofo norteamericano impartió en Edimburgo.
No quiero que se acabe el verano sin hablar de una lectura que me ha costado hacer pero que me ha resultado muy provechosa. Me refiero a “Las variedades de la experiencia religiosa” de William James (1842-1910). Son 400 páginas de letra muy menuda en las que se recogen las conferencias Gifford que en el curso 1901-2 este filósofo norteamericano impartió en Edimburgo.
El título del libro responde literalmente al contenido. James hace una reflexión sobre la religión de enfoque no antropológico ni cultural, sino psicológico y para ello presenta innumerables experiencias religiosas de muy diversa procedencia y talante
viernes, 6 de septiembre de 2013
El cuerpo según William Blake
Con respecto a 'espíritu y cuerpo' me viene a mente aquél verso de Blake que dice:
"that call'd Body is a portion of Soul discern'd by the five Senses"
(en Matrimonio del Cielo y el Infierno).
Es decir: lo que llamamos cuerpo es la porción del alma que nos es accesible a través de los cinco sentidos.
Me parece interesante la afirmación de Blake, que no era un científico sino un artista, y por lo tanto un intuitivo, porque pone en cuestión un prejuicio cultural: la idea de que el cuerpo es algo per se y el alma alguna otra cosa.
Asumir esa dualidad, nos demos cuenta o no, condiciona nuestra manera de plantearnos cualquier tema en relación al cuerpo y el espíritu. Entonces nos preguntamos cómo puede ser que siendo distintos estén tan íntimamente 'unidos'. O bien negamos la existencia de alguno de los dos. Por ejemplo la del alma, cuando se intenta reducirla a no ser sino un epifenómeno de procesos bioquímicos cerebrales. O, al revés, se niega al cuerpo. Por ejemplo, cuando se lo reduce al rango de un objeto exterior que puede ser manipulado a gusto del 'alma'.
Ejemplo de eso último es que las mujeres de hoy se operan los pechos sin tener motivos de salud y sólo para adaptarse a un patrón cultural de belleza femenina; o cuando las personas con la llamada 'disforia de género' mutilan quirúrgicamente su cuerpo para adaptarlo a su identidad psicológica.
No digo que eso esté mal, ni bien, no hago un planteo moral, sólo digo que ahí se trata al cuerpo como un objeto exterior al que se puede modificar en función de las preferencias del 'alma'. Se lo trata del mismo modo, con la misma actitud, que se modifica la materia para que sirva a nuestros propósitos (como se corta madera para hacer una silla o una mesa).
En cambio lo que dice Blake es que lo que percibimos como cuerpo es el alma misma. Es el alma manifestándose en un registro sensible. Puede extenderse la idea de 'cinco sentidos' hasta incluir cualquier método de registro que se base en datos sensibles, como una electrocardiograma, una resonancia magnética, etc.
Desde el punto de vista de Blake sólo por un proceso de abstracción concebimos el cuerpo como una realidad dada per se; como una realidad 'objetiva' separable del alma. Pero lo que percibimos, y vivenciamos, al percibir un cuerpo es al alma.
A mí esa mirada me resulta particularmente interesante en el caso del cuerpo humano. Pues el cuerpo humano es un cuerpo personal. Por eso parafraseando a Blake yo diría: lo que llamamos el cuerpo es siempre el cuerpo de alguien.
Para tomar conciencia de eso basta con considerar que si un cuerpo no es el cuerpo de alguien, entonces, ya no es un cuerpo, es un cadáver.
Pues, la vida no se retira del cuerpo humano como la electricidad se retira de un artefacto, sino que hay un elemento personal en la vida del cuerpo del hombre y es ese elemento personal el que falta en el cadáver.
De ahí que el cuerpo sin 'alguien', el cadáver, es decir el cuerpo reducido a mera materialidad sensible, se disgrega, se descompone. ¿No hay ahí una indicación de que el soporte material sin el 'alguien' es totalmente irrelevante, o es más bien nada?
Por algo en ciertas escuelas budistas se enseña a los discípulos a meditar en la descomposición cadavérica. No se trata de necrofilia sino de una toma de conciencia de la insustancialidad de nuestro soporte material sensible.
Por supuesto a todo esto se pueden plantear objeciones. Pero el verso de Blake tiene el mérito, a mi juicio, de que plantea el cuestión del cuerpo como desde fuera de los hábitos mentales de nuestra cultura. Una cultura heredera de la modernidad, y en la que todavía rige, sea explícita o implícitamente, la separación entre res cogitan y res extensa.
Bueno, habría mucho más que considerar con respecto a esto. Pero sólo quise compartir estas ideas con Uds. para responder a la amable invitación de José Biedma. Gracias.
viernes, 30 de agosto de 2013
Qué podemos hacer por mejorar nuestra herencia genética
Traducción de la entrevista: Ana Azanza
Para ir abriendo boca ante el nuevo curso que se acerca y los nuevos retos que se van a presentar traigo esta entrevista a un científico sobre epigenética y genética.
Para ir abriendo boca ante el nuevo curso que se acerca y los nuevos retos que se van a presentar traigo esta entrevista a un científico sobre epigenética y genética.
Jörg Blech es un autor de libros de ciencia al alcance de no
iniciados, con títulos tan interesantes como "Los inventores de enfermedades" (2005), o "Medicina enferma" (2007). Le hacen una entrevista excelente sobre asuntos tan corporales y cotidianos como los dolores de espalda y sus causas perfectamente evitables: Movimiento, movimiento, movimiento.
Intento remediar a mi ignorancia científica en la que incurriría
seguro según los criterios de Michel Serres. No se puede vivir sólo de
lecturas filosóficas. Es preciso salir
de la disyuntiva ciencias-letras, o como él dice los “expertos incultos por un
lado, y los cultos ignorantes por otro”. Ya lo propuso en su libro “El tercero
instruido”:
La entrevista es un intento de caminar hacia el tercero
instruido.
jueves, 29 de agosto de 2013
1.922: SEIS GRADOS DE SEPARACIÓN EN LA HISTORIA DE LA CULTURA OCCIDENTAL
Año 1922. Vamos a retroceder casi un siglo para hacer un experimento mental. Descenderemos a la tumba de Tutankamon; viajaremos a otros continentes, en pleno apogeo de los imperios coloniales, durante la edad de oro de la Antropología; podremos atisbar a Joyce y Proust juntos, en una noche de primavera en París, en el cénit de sus carreras literarias; y pasearemos por los rincones de la legendaria Residencia de Estudiantes, cuando Lorca, Buñuel y Dalí se hacían grandes amigos y abrían nuevas sendas para la creación artística. No faltará tampoco una ojeada al Berlín vanguardista y cabaretero de la Alemania pre-nazi, en el contexto de una Europa que, tras la Primera Guerra Mundial, intentaba sin éxito recomponer sus pedazos rotos para volver a empezar. Y trataremos de descubrir los hilos ocultos que atan a estos escenarios y personajes aparentemente tan dispares.
Primer grado: H. G. Wells y el mundo entreguerras
Einstein en la Residencia de Estudiantes en 1.924 |
La “cátedra” de la Residencia de Estudiantes acogió a las
personalidades más prestigiosas de su época. Por allí pasaron eminentes
científicos, literatos e intelectuales, que dejaron una huella indeleble en la
cultura de nuestro país. Contribuyeron a que se forjara lo que, muy
acertadamente, se ha llamado la Edad de Plata española. Los residentes estaban
al tanto de las últimas novedades gracias a los extraordinarios ciclos de
conferencias anuales organizados. La continua presencia de figuras
internacionales, como Einstein, Marie Curie o John M. Keynes, supuso un
auténtico revulsivo “en un país que olía a cerrado”, como apunta Javier
Rodríguez Marcos. Una de las disertaciones más celebradas sobre actualidad
política fue la que, en marzo de 1922, impartió Herbert George Wells (1866-
1.946).
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miércoles, 28 de agosto de 2013
Ejercicios Espirituales de Pierre Hadot y Goethe
Autora: Ana Azanza
PIERRE HADOT, No te olvides de vivir. Goethe y la tradición de los ejercicios espirituales. 2010
PIERRE HADOT, No te olvides de vivir. Goethe y la tradición de los ejercicios espirituales. 2010
Pequeño gran libro. Apenas 150 páginas sin las notas ni la
bibliografía. Hadot (1922-2010), profesor en el colegio de Francia es
mencionado con admiración por Onfray, Foucault, Ferry, Luis Roca… y más filósofos
que se dedican a hacer de la filosofía un saber pertinente hoy reconocen el
valor de los escritos de Pierre Hadot. En este libro recoge sus escritos sobre
Goethe.
Ejercicios espirituales hay muchos no sólo los de san
Ignacio ni los del budismo. En este caso y apoyado en una larga tradición
occidental laica de ejercicios, Goethe enseña la concentración en el instante
presente, vivir intensamente el ahora, corrigiendo el sentido vulgar que se le
ha dado a la máxima de Horacio “Carpe diem”. “Carpe diem” no es un consejo de
vividor, es por el contrario una toma de conciencia de la vanidad de los deseos
superfluos y sin límite. Una toma de conciencia de la inminencia de la muerte,
de la unicidad de la vida, de la unicidad del instante. Acoger cada instante
como si fuera el primero y también como si fuera el último, en ello se
ejercitaban los epicúreos de la
Antigüedad.
En la pluma de Goethe, con su diálogo de enamorados Fausto y
Helena personifican por una parte el hombre moderno en su esfuerzo por el
progreso y por otra la belleza antigua en su presencia apaciguadora. La antigua
y noble Helena revela el esplendor del Ser. Goethe reprochó a los románticos,
sus contemporáneos, que despreciaban lo real, lo cotidiano. Llevados de
nostalgia corren tras el ideal del pasado o del futuro inaccesibles.
¿Cómo superar lo vulgar, lo banal, lo rutinario?
Tomando conciencia del valor del presente.
Respondiendo a las exigencias del deber, como hacían los
estoicos antiguos, sabedores de que la serenidad del alma se alcanza cuando
somos uno con el logos cósmico. Pierre Hadot recoge los mejores textos de epicúreos,
estoicos y de Goethe que van en la línea de valorar el ahora.
Otro ejercicio físico y filosófico al que se han entregado
diversos sabios es la subida de la montaña. A la mirada desde lo alto y al
viaje cósmico dedica Hadot el segundo capítulo. Tenemos el ejemplo de Petrarca
que en 1336 subió al Mont Ventoux, hoy más conocido por ser una de las míticas
subidas del Tour de Francia, donde un ciclista se dejó la vida.
Subida al Mont Ventoux en el Tour de 2013 |
O la ascensión
del Etna del emperador Adriano y del filósofo Lucrecio. La mirada desde lo alto
tiene una profunda significación filosófica atestiguada por los textos de los
mejores pensadores, desde Platón hasta Pascal, Voltaire y el propio Goethe. He
aquí una muestra que trae Pierre Hadot de un ensayo del escritor alemán de
1784:
“Sentado en la cumbre alta y yerma, abarcando con la vista
una amplia región, puedo decirme: aquí te encuentras directamente sobre un
fondo que llega hasta los puntos más profundos de la tierra, ninguna capa más
reciente, ningunos escombros acumulados y traídos por el agua se han depositado
entre tí y el fondo firme del mudo principio (…) En este momento cuando las
fuerzas profundas de la tierra, atractivas y energéticas, en cierto modo obran
directamente sobre mí, cuando las influencias del cielo fluyen más cerca de mí,
entonces me siento elevado a superiores consideraciones de la naturaleza (…)”
Lo más extraordinario de nuestra época con relación al
ejercicio filosófico de las alturas es que el hombre ha visto realizarse los
viajes cósmicos con los que soñaban los antiguos. Como el de Dédalo e Icaro. En
1987 tuvo lugar en París un coloquio titulado “Fronteras y conquista espacial. La
filosofía a prueba”. Y el mismo año salió una compilación de estudios: “El
Espaciopiteco. Hacia una mutación del hombre en el espacio.”
Ni Goethe ni otros sabios podían imaginar la experiencia de
la liberación de la gravidez terrestre, “el cambio de comportamiento corporal,
el hecho de encontrarse en un medio donde no hay ni arriba ni abajo, el hecho
de descubrirse flotando en el universo como la Tierra misma, como un astro
entre los astros del cosmos.”
Las reflexiones de los cosmonautas a la vista de la tierra
desde el espacio son de lo más iluminador del libro. Desde allí, no hay
fronteras, a la vez que experimentan la nostalgia del viento y del olor de la Tierra , ella es nuestra
Madre sin duda. Y proponen que los políticos deberían darse paseos espaciales. El
universo es inteligencia, armonía, amor dice Pierre Hadot inspirado por los
astronautas y por los filósofos griegos.
Pero sin viaje cósmico interior, el viaje interplanetario no
serviría de mucho al político, seguiría llevando la mezquindad consigo. En
cualquier caso esta parte del libro anima a hacerse con esas narraciones de los
sentimientos vividos por los que han salido y han vuelto a la tierra queriéndola
más.
En la última parte el libro “No te olvides de vivir”
adquiere un acento nietzscheano. Ilustra el ejercicio espiritual de “sí a la
vida y al mundo”, el consentimiento a la existencia. Las grandes leyes de la
naturaleza nos dominan y sobrepasan. Pero son la alegría pura e irreflexiva del
niño y el animal el símbolo del misterio del universo. Para ser hay que aceptar
cambiar y morir. ¿Cómo superar la angustia que supone el hecho cierto de la
muerte? ¿Cómo alcanzar esa conciencia serena de aceptación de la finitud? La
belleza del arte es sólo un intento de ir más allá.
Hadot se plantea incluso los límites de estos Ejercicios
espirituales. Quizás sólo sirvan para lectores, intelectuales, filósofos que no
son ni serán la inmensa mayoría de la humanidad. Y acaba con una conclusión
breve pero llena de sentido:
“Nosotros los intelectuales, vivimos en una burbuja como Homúnculo
y deberíamos imitarlo rompiendo nuestro frasquito sobre el trono de Galatea. ¿No
deberíamos como los estoicos reconocer que la acción al servicio del progreso
forma parte de la vida filosófica?”
“No te olvides de vivir” es el complemento necesario de la
otra máxima famosa “No te olvides de que has de morir”.
lunes, 26 de agosto de 2013
MATERIA Y ESPIRITU EN LA ERA DE LA GLOBALIZACION
Autora: Ana Azanza
Recupero esta conferencia magistral de Luc Ferry. Fue
ministro de Educación, muy poco tiempo, y es un republicano de derechas. Esta
adscripción también me agrada particularmente porque entre nosotros "republicano" y "de derechas" parecen dos
términos irreconciliables. La república la vemos prácticamente como idéntico a revolución.
Nos han educado de esa forma, y es fruto de una larga historia de la que he escrito en otros lugares.
Me agrada especialmente escucharle porque es un
hombre comprometido con los valores republicanos que entiendo significan nada más
y nada menos que el ejercicio de la responsabilidad con respecto a los asuntos
de interés común en un país.
Por otra parte resulta ameno y utiliza un lenguaje sencillo,
lleno de expresiones típicas que le dan mucho color a la exposición. Habiendo
sido un autor que ha pasado por la Escuela
Normal Superior, el nido de formación de la alta
intelectualidad, tiene mérito, al menos yo se lo veo, el hecho de que sea capaz de ponerse al nivel
del común de los mortales. Todo ello después de haber hechos sus
correspondientes sacrificios en forma de libro a la deidad Heidegger y los demás
autores del panteón filosófico del siglo XX.
Habla primero de la crisis. Se pone la gorra de improvisado
economista para ello. Reconoce que no es su especialidad. Su tesis es que la crisis está originada en la economía real, porque determinados líderes
mundiales “discurrieron” que una forma de estimular el crecimiento de la economía
norteamericana era el endedudamiento de los hogares de las clases
medias. En un segundo tiempo la crisis se habría hecho financiera, al crear
productos que escondían en su interior cuál regalos envenenados, los préstamos
difíciles de devolver firmados por “los pobres”.
No puedo ponerme esa gorra de economista ni en broma.
Desconozco los intríngulis del problema. Luc Ferry da por sentado que la economía
capitalista global es “indesmontable”.
Me interesa más y me ha parecido verdaderamente ilustrativa
la explicación que da del origen de la globalización actual. Sobre todo me parece plausible y muy bien argumentado el origen de los problemas educativos que nos acechan. Establece dos
etapas que se relacionan respectivamente como tesis y antitesis. La primera sería
la de la revolución científica que va de la mano con la Ilustración , y sus
sueños de felicidad para el mundo entero. Dice Luc Ferry que el discurso científico
fue el primer discurso global de la historia y que gracias a las escuelas ese
discurso se ha podido extender por todo el planeta. Sólo el eurocentrismo nos
lleva a pensar que un primer discurso global habría sido la religión cristiana.
En el fondo de países como la India
o China sigue sin saberse nada de Jesús. Pero la ciencia ha llegado a todas
partes.
La antitesis de esa primera etapa sería el capitalismo
global en el que actualmente vivimos. El capitalismo global nos pone frente a
una realidad totalmente distinta que se caracteriza por la competitividad. El
problema es que “ser competitivo” para los países y para las empresas es una
cuestión no opcional, sino de supervivencia. Y aquí está parte de la
interpretación filosófica del asunto, el mundo esta hoy movido por las causas
eficientes y no por las finales. Es decir, mucha competitividad desencadena
mucha innovación como única forma de salir a flote. Pero el resultado acaba
siendo que corremos mucho sin saber adónde, “dans le brouillard”, dice Ferry.
Esta sería la primera de las tres consecuencias de la
globalización, hemos perdido los fines. En tiempos el fin era el progreso de la
humanidad entera, progreso material y científico que traería la felicidad a
todos. No sé hasta que punto estas ideas ilustradas calaron en algún momento en
nuestro país. Me parece que nunca llegaron a ser asimiladas más que por un muy
reducido grupo de notables españoles. Entre otros motivos históricos bien
conocidos, ser vecinos de Francia y vernos obligados a rechazar al invasor en
nombre de la tradición era empezar con mal pie para la idea del progreso de la
humanidad en el imaginario del pueblo español. Tenemos unas tradiciones muy
bien conservadas que hacen la delicia de propios y extraños, pero a la hora del
civismo y determinados valores se echa en falta una pizca de ilustración del pueblo
y en las élites. Se podría decir más pero lo dejo en ese punto para no
desviarme.
La segunda consecuencia de la economía competitiva
globalizada es que hemos perdido el control de la historia. Luc Ferry expresa
en repetidas ocasiones su escepticismo con respecto a la regulación del
capitalismo. Describe su experiencia en el Foro social de Porto Alegre donde
fue enviado por el presidente Chirac e insiste en que le parecieron unos
personajes muy simpáticos pero fuera de la realidad. En esto habría que
recordar a Ferry que suelen ser las gentes que están fuera de la realidad las
que marcan el camino del progreso, un poco de ilusión por un mundo más justo es
necesario. Pero reconoce y por lo visto Chirac estaba de acuerdo en que los “altermondialistes”
ponían el dedo en la llaga de la situación actual, con todo su utopismo. Ahora
bien, Ferry piensa que no hay “hombres malos” que tiran de los hilos de la
economía mundial y que serían ellos los culpables de la actual situación. El
problema es la mercantilización del mundo y su logica ciega.
La tercera consecuencia y en esta parte es donde el estudio
del origen de la situación actual me ha resultado más interesante es lo que él
llama las “contradicciones culturales de los hombres de derechas”. Aquí es
donde surge el problema de la educación. Se detiene morosamente en explicar el
movimiento de la vida de bohemia, descrita por un alemán instalado en París,
Henri Murguer que escribió “Scènes de la vie de Bohème” en 1848. De aquí surgió
toda una corriente de escritores, pintores, artistas que se divertían siendo
pobres y burlándose de los burgueses. Desconozco el origen de la palabra “filisteo”
para referirse a los llamados “burgueses” que llevan una vida ordenada, basada
en la comodidad, en hacer dinero y en hacer del arte algo entretenido, un
pasatiempo que en el fondo no se entiende.
Hay una relación dialéctica interesante entre esos bohemios
que se burlaban con gracia de la sociedad bien ordenada y los burgueses. Ferry
pone en esa relación el origen de nuestras dificultades actuales con la educación.
En este punto se entretiene en una descripción muy pintoresca e ilustrativa con
ejemplos gráficos de cómo ha cambiado el mundo en el curso de su propia vida.
Se pueden ver la antigua escuela en la película de Topaze a
la que se refiere, en algún extracto como este que debe ser un conocido pasaje para
todos los franceses.
. Y el contraste con
el “estado de la cuestión” que hace Begodo en “Entre les murs”.
Pero cómo explica, los bohemios han sido los “engañados” de
la historia, ahorro la expresión malsonante que usa Luc Ferry, mientras que los
burgueses han salido ganando. El capitalismo global se ha adueñado de la
innovación constante predicada de manera burlona por los bohemios, y para
funcionar, necesita que la sociedad rompa con los valores tradicionales.
Es el nudo del problema. Y que él explica con mucha gracia, “cuántos
más valores espirituales tiene una persona, menos necesita comprar cosas
absurdas”. Pero por otra parte el capitalismo sólo funciona si la gente no para
de comprar cosas absurdas.
Parece que pone el acento en que son los jóvenes los que han perdido los valores tradicionales, no estoy segura y tal vez no sea verdad. Mi idea es que los jóvenes reflejan lo que los mayores les damos. Se echa la culpa a menudo de la crisis educativa a los alumnos y él pone un ejemplo muy gráfico sobre la pérdida de las buenas maneras. Pero es lógico suponer que los alumnos son y aprenden en gran parte lo que los mayores les enseñamos. A mi modo de ver el problema seríamos los adultos que no sabemos hacer frente en nuestras propias vidas al modo consumista de vivir.
De ello da cuenta una frase que también se ha hecho célebre en Francia pronunciada por Patrick Le Lay el antiguo PDG de TF1, esta cadena de televisión alcanzó las mayores cotas de audiencia presidida por Patrick Le Lay. La frase en cuestión es que su trabajo como jefe de una de los canales más vistos consistía en "facilitar a las empresas el tiempo disponible del cerebro humano". Facilitando el entretenimiento se pone el cerebro a punto de relajación para no poder resistirse a las tentaciones publicitarias.
De ello da cuenta una frase que también se ha hecho célebre en Francia pronunciada por Patrick Le Lay el antiguo PDG de TF1, esta cadena de televisión alcanzó las mayores cotas de audiencia presidida por Patrick Le Lay. La frase en cuestión es que su trabajo como jefe de una de los canales más vistos consistía en "facilitar a las empresas el tiempo disponible del cerebro humano". Facilitando el entretenimiento se pone el cerebro a punto de relajación para no poder resistirse a las tentaciones publicitarias.
Muy agudo Luc Ferry al criticar mayo del 68, no hubo revolución política, sólo una revolución de los valores llamados "societales", el hombre unidimensional de Marcuse que ha perdido las trabas, es el objetivo de la publicidad. No hubo revolución política y la prueba es que las grandes figuras de los años 90 y 2000 en Francia ya estaban en los 60, Miterrand y Chirac. Para que especificar en el caso de nuestro país, en el que muchas de las grandes figuras de la democracia habían crecido a la sombra del "régimen anterior".
Por todo ello sigue planteada la necesidad de un cambio, aunque según Ferry, no vamos a poder pintar "toda la economía de verde" en un minuto, es decir, hacer a todas las empresas ecologistas, y el decrecimiento no es una alternativa seria.
Por todo ello sigue planteada la necesidad de un cambio, aunque según Ferry, no vamos a poder pintar "toda la economía de verde" en un minuto, es decir, hacer a todas las empresas ecologistas, y el decrecimiento no es una alternativa seria.
De ahí la gran cuestión del final que dejo para quien quiera
disfrutar de esta conferencia en directo.
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