|
Juan Alberto Krieger paleando en un kayak 430 |
Conservo algunos “emilios” que crucé en los años 98 y 99 con
el físico y filósofo argentino Jorge Alberto Krieger Larraburu (1952-2015), en una lista (Symploké) propiciada por la facultad de Filosofía de la universidad
de Oviedo, bajo la égida de Gustavo Bueno. Yo ponía objeciones a su idea de un Observador global del universo y
discutía el principio antrópico de Hawking, asociándolo al relativismo de
Protágoras (homo mensura) y al esse est percipi de Berkeley. He de
reconocer que cuando en 2014 me envió su ensayo Ninguna serpiente puede tragarse a sí misma recordaba nuestras discusiones muy vagamente, ¡es tan frágil la memoria humana! Internet ha conseguido que desaparezca el Atlántico y que sea posible una
comunicación casi instantánea entre los hispanohablantes de sus dos riberas,
pero ninguna comunicación “virtual” puede sustituir la viva presencia real.
No perdía yo la esperanza de conocer a Krieger personalmente, en persona y en figura. ¡No pudo ser!