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domingo, 27 de marzo de 2022

EL COLGADO

 

XII arcano del Tarot Art Nouveau, por
Giulia F. Massaglia. Lo Scarabeo, Turín, 2021.
 


Le Pendu, The Hanged Man, El Colgado. Amarrado a un palo, rama o tabla, por un pie, un buen mozo cuelga de cabeza. Cruza la otra pierna sobre la vertical formando un cuatro invertido. Suele vestir de rojo y azul, las manos ocultas atrás o formando piña delante. Aparece tranquilo y, a veces, un aura corona su cabeza.

Es el arcano o triunfo XII del Tarot, que es baraja de origen incierto, al menos del siglo XIV, y juego de cartas de principios mestizos, de compleja iconografía y en cuya interpretación mántica o mística cada carta es escena saturada de símbolos. La genial artista Leonora Carrigton hizo un diseño personal de sus 22 arcanos o naipes mayores. Pensaba el Tarot como
“poética del inconsciente" y "guía para la exploración de la psique”. Sus diseños conectan el surrealismo con el feminismo y la ética ecológica. También hay un Tarot de Dalí, editado recientemente por Tachen.

INTELIGENCIA EN BRUTO

 

Avispa papelera reina en su avispero sobre la penca de una chumbera

Girolamo Rorario (1485-1556) escribió en 1544 un tratadito sobre la inteligencia de los animales. Erudito humanista, este friulano fue cosmopolita por vocación, educación y oficio, ya que ejerció como nuncio apostólico y diplomático al servicio de los Habsburgo. Comprometido en la salvaguarda y transmisión de la cultura clásica, escribió diálogos de estilo lucianesco. Un siglo más tarde de que lo escribiese, G. Naude lo publicó en París: Quod animalia bruta ratione utantur melius homine (1648), o sea, un tratado en el que Rorario mantenía que los animales brutos en general hacen mejor uso de razón que los humanos. O sea, que de “brutos” no tienen nada de nada.

sábado, 9 de noviembre de 2019

LA RAZÓN NO NOS SALVARÁ


Llegó el momento de aceptar los límites de nuestro modo de pensar. 


Cuando me pregunto qué se puede hacer para alejar a la civilización del abismo, confieso estar cada vez más desconcertado por el enigma central de la psicología cognitiva contemporánea: ¿hasta qué punto somos conscientes de que hemos de cambiar nuestras mentes? No me refiero a cambiar de opinión sobre quién es el mejor delantero en la Liga de fútbol americana, sino a cambiar nuestras convicciones sobre los principales problemas personales y sociales que deberían unirnos, pero invariablemente nos dividen.