"La vida filosófica es la ocasión de encarnar las ideas que uno defiende". Un filósofo cuyo primer libro se titula "El vientre de los filósofos" merece un lugar en este blog. Espíritu y cuerpo se mezclan y son una misma cosa en la obra de Onfray, filosofía, cocina, vocación pedagógica. Michel Onfray nacido en un pueblo del Orne, en Normandía, sigue viviendo en ese lugar en el que tiene sus raíces, desde el que filosofa y que no quiere abandonar por nada. Ha recibido ofertas para hacer una vida de autor "consagrado", invitado en todos los saraos de París. Admite que una importante firma alimentaria le ofreció ganar en un fin de semana su salario anual o casi. Pero lo rechazó, no le interesa la fama aunque ya la ha conseguido sin salir de su pueblo. ¿Y por qué una empresa de alimentación se ha de interesar por un filósofo? Porque Michel Onfray, además de la universidad popular de Caen, ha creado una "universidad popular del gusto" en Argentan. Le gusta cocinar, en su casa él hace la comida y conoce los sabores, las especias, las salsas, las formas de hacer. Es una degradación de la civilización actual no disfrutar haciendo la comida y comiendo lo que se ha preparado con dedicación. Habla de sus raíces, de sus padres, del conflicto con su madre criada por la asistencia pública que lo envió con 10 años a un orfanato. También de su padre, un campesino sin tierra, que llegó a poseer un terreno que no llegaba a la hectárea y del que aprendió lecciones de vida. Onfray considera que su padre era un "espinosista" sin saberlo. Cuidaba su campo, con primor, consentía con el orden del mundo haciendo bien su trabajo agrícola. En este primer vídeo muestra su espinosismo, en el sentido de "aceptación de lo real" sin querer cambiarlo. La filosofía conjura la melancolía. También está el sufrimiento en la vida de Onfray: cuatro años de su vida en el orfelinato sin ser huérfano, una sola ducha semanal, cronómetro en mano para no "pasarse" en el disfrute del agua,
El futuro hunde sus raíces en una historia natural (antropología) y en una historia del espíritu (psicología). En este blog reflexionamos sobre los vínculos y los desencuentros entre esos dos polos, en dirección a una anhelada armonía que unifique felizmente lo que somos. No sólo aquello de que estamos hechos, sino aquello a lo que aspiramos soñando y obrando.
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lunes, 16 de julio de 2012
"El hedonismo es una ascesis", Michel Onfray
"La vida filosófica es la ocasión de encarnar las ideas que uno defiende". Un filósofo cuyo primer libro se titula "El vientre de los filósofos" merece un lugar en este blog. Espíritu y cuerpo se mezclan y son una misma cosa en la obra de Onfray, filosofía, cocina, vocación pedagógica. Michel Onfray nacido en un pueblo del Orne, en Normandía, sigue viviendo en ese lugar en el que tiene sus raíces, desde el que filosofa y que no quiere abandonar por nada. Ha recibido ofertas para hacer una vida de autor "consagrado", invitado en todos los saraos de París. Admite que una importante firma alimentaria le ofreció ganar en un fin de semana su salario anual o casi. Pero lo rechazó, no le interesa la fama aunque ya la ha conseguido sin salir de su pueblo. ¿Y por qué una empresa de alimentación se ha de interesar por un filósofo? Porque Michel Onfray, además de la universidad popular de Caen, ha creado una "universidad popular del gusto" en Argentan. Le gusta cocinar, en su casa él hace la comida y conoce los sabores, las especias, las salsas, las formas de hacer. Es una degradación de la civilización actual no disfrutar haciendo la comida y comiendo lo que se ha preparado con dedicación. Habla de sus raíces, de sus padres, del conflicto con su madre criada por la asistencia pública que lo envió con 10 años a un orfanato. También de su padre, un campesino sin tierra, que llegó a poseer un terreno que no llegaba a la hectárea y del que aprendió lecciones de vida. Onfray considera que su padre era un "espinosista" sin saberlo. Cuidaba su campo, con primor, consentía con el orden del mundo haciendo bien su trabajo agrícola. En este primer vídeo muestra su espinosismo, en el sentido de "aceptación de lo real" sin querer cambiarlo. La filosofía conjura la melancolía. También está el sufrimiento en la vida de Onfray: cuatro años de su vida en el orfelinato sin ser huérfano, una sola ducha semanal, cronómetro en mano para no "pasarse" en el disfrute del agua,
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