(En memoria de Umberto Eco, 1932-2016)
Introducción
El Zen es una actitud fundamentalmente antiintelectual, de elemental y decidida aceptación de la vida en su inmediatez, en su libre fluir, en su positiva discontinuidad. En esta categoría de la discontinuidad halla una cierta clave, pues la cultura occidental moderna ha destruido definitivamente los conceptos clásicos de continuidad, de ley universal, de relación causal y previsibilidad de los fenómenos. En general, la filosofía occidental ha renunciado a elaborar metafísicas (a no ser que tomemos cosmologías como la del big bang por tales), prescindimos de módulos definitivos que expliquen el mundo. La discontinuidad irradia en conceptos como ambigüedad, inseguridad, incertidumbre, azar, probabilidad... Tras la teoría general de la relatividad y los descubrimientos de la física cuántica, la conciencia de un universo ordenado e inmutable con un tiempo y espacio únicos no es ya más que una nostalgia.