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08 enero 2025

El fantasma que opera en tu casa cuando tú estás de vacaciones

No, no culpo al fantasma de esto

Hoy vengo a escribir un haiku y ya. En serio: hoy solo vengo a por una explicación ante un tema, a ser posible mejor que la de Mini ("es el fantasma") o los Jekes ("claramente, un fenómeno paranormal"). No es la primera vez: ya acudí al oráculo de los divagantes cuando ruidos raros se oían en casa; entonces, mi hipótesis era que Rose tenía un tarado á la Pulp Fiction en el subterráneo, y todos no pudieron más que darme la razón. Hoy, el tema es "por qué siempre pasan fenómenos extraños en casa JUSTAMENTE cuando estamos de vacaciones". 

Ayer (cuando empecé el divague), Noche de Reyes, volaba muy tarde desde la península, con gran dolor de mi corazón al no poder ir con el sobrinísimo a la cabalgata, que dicen en la Ciudad Condal nada tiene que ver con aquella de Vetusta en la que hacía siempre tanto frío (lo de pintar a un señor con betún pasaba en todos los sitios). Volvía fastidiada, aparte de por lo de todo el mundo, porque hacía un par de días había escrito la odiosa dueña del piso de abajo, que las nuevas inquilinas habían tenido una gotera de mi "bay window" (envolvería un preparatorio en arquitectura georgiana explicar esto, no insistan). Pues bien, al llegar descubro que el culpable de esa gotera tal vez no sea la "bay window" sino el tejado del edificio al haber un par de "humedades" en mi pared, justo encima de lo suyo. Nota: tejado que cambiamos con gran estrés la primavera pasada. 

Llena de malos augurios, al salir de casa, decido pasar a ver al pobre Wolfy que está aparcado en una calle lateral. Una vez, tras un viaje a Malta, algún oligofrénico había saltado sobre el techo y estaba hundido. Hoy, qué me encuentro? Alguien ha arrancado el retrovisor del copiloto, o bien sin querer con un patinete por la acera o con un tortazo, en cuyo caso, la persona merece otro. Cabe anotar que el otro retrovisor ya lo tengo sujeto con cinta aislante, porque también, oh destino, lo encontré en el suelo un buen día (o mejor dicho, me di cuenta que no lo llevaba cuando ya estaba conduciendo e intenté mirar por él). 

Por qué ocurren todas estas cosas cuando estás de vacaciones? (bueno, el primer espejo no). Esto puede parecer una mala suerte casual tras más de una quincena fuera, pero no es la primera vez: el verano pasado, tras Vietnam, nos encontramos una gotera misteriosa que manchó la pared del cuarto abuhardillado, pero nunca más apareció. Aún tengo ahí la mancha en la que seguro algún vidente verá al Sagrado Corazón, y lo que te rondaré morena porque en esta casa, ya lo he dicho, las cosas de palacio van despacio. Y, ¿alguien recuerda aquel entrañable viaje a Cornwall el otoño pasado? (sí, el de las 12 horas de tren gracias a "Great" Western Railways). A la vuelta, lo que había goteado sobre nuestras almohadas había sido el balconete (ahí aún no habíamos cambiado el tejado). 

O-y esto no lo he contado porque intentaba enterrarlo en la memoria por mi ornitofobia secular- la vez que, estando nosotros en Turquía (por qué recordaré los destinos?), entró un pájaro por la chimenea? Odio esta historia pero intentar ocultarla no funciona: desisto, a la gente le encanta y dicen "oh, ah".  Básicamente, entró ese bicho por la chimenea y menos mal que vino Mónica a regar y se lo encontró y le abrió la ventana y tuvo que hacer danzas tribales para que se fuese, porque me llega a pasar a mí y soy yo la que se tira por  la ventana. Dice Fashion: "los animales notan la quietud de las casas". Vamos a ver, sí, los ratones lo entiendo (más sobre ratones en mi casa en este divague: "De ratones y de hombres") pero hay cuatro chimeneas en mi edificio: cómo sabe el puto pájaro qué piso está vacío? 

Y no solo me ha pasado a mí, claro que en el resto de casos hay indudables culpables: un compa mío tuvo que volver de Lanzarote enmedio de sus vacaciones porque se inundó su casa [él había instalado los tubos] o los jekes recibieron una llamada de su casero a las 3 am diciendo que el piso de abajo se estaba inundando [JAL, el kuñado universal dejó un "sistema de riego por goteo programado" que claramente se desprogramó]. Eso sí, estos eran jóvenes e indocumentados y no volvieron: "estamos durmiendo, estamos en Tailandia", le dijeron al casero. Pero no es mi caso: yo cierro el agua, dejo una patata y un par de zanahorias en la nevera y apago el wifi y varios enchufes clave. Por qué, Señor, me ocurre esto?

Es el fantasma de las vacaciones, dice Mini (o la ira de Dios ante gente disfrutando, pienso yo, de más clara educación judeocristiana). Porque todo esto podría ocurrir cuando estoy en casa, pongamos en la cocina haciendo una cena deliciosa (vale, no cuela) o el salón haciendo meditación (tampoco), y cuando se pone a llover ves, delante de tus propios ojos, cómo empieza a chorrear agua por la pared. O puedo estar limpiando la plata y entrar el pájaro (es oficial: me muero). Sin embargo, el fantasma aprieta, pero no ahoga: lo del pájaro hubiera sido pasarse. Fantasma, si estás ahí, ¡manifiéstate! O si alguien tiene una explicación más plausible, la necesito. Gracias. 

Y termino con unas imágenes que tomé estas pasadas vacaciones en la España profunda que contaré en los siguientes días, porque todas son fantasmagóricas. La primera no requiere mucha explicación, es la versión más pirata del espectro que nos ocupa. Luego viene la primera versión de Jesucristo trans que he visto y por último, de nuevo nuestro Señor sorprendiéndonos haciendo "una dominada" (he tenido que buscar la palabra, no piensen que han secuestrado el blog).





Estas fotos son solo los preliminares de unos divagues en preparación en los que se elucubrará sobre retornar a los sitios de la infancia, sobre investigaciones genealógicas amateurs, sobre meter un dedito en el Camino de Santiago, sobre cual es el punto de la niebla, y por supuesto, cómo va el desarrollo del sobrinísimo, que ya tiene dos años y 8 meses y con el que tengo que ir a la cabalgata, un año de estos

23 noviembre 2024

Concierto en Brixton Academy o sobrepasar la edad media del público en varias décadas

¿Alguien ha estado en un concierto donde sobrepasa la media de edad de los asistentes en 20-25 años? Yo sí, el pasado viernes 15. 

Hola, soy Di y estuve en el concierto de "Role Model".



Por supuesto no espero que nadie que entre en d&d conozca a este pavo, porque ni siquiera los amigos de Mini le siguen (aunque acabo de ver al enlazarle que va a tocar en Madrid y Barna: a bolos). Es uno de esos músicos extraños que interesan a mi hija (por extraño me refiero a... ¿a alguien le suena "Tyler The Creator"?) -sí,  sé que esto puede sonar a "comentario de madre" con el que se podría hacer un "rap de madre" (chiste solo para iniciad@s), pero es así. Cuando oigo una canción por ahí, una sintonía, no falla: le pregunto a ella y siempre conoce al cantante, el album, loquesea. El caso es que el tal Role Model venía a Londinium de su América natal y ningún amigo de Mini tenía £30 sueltas, así que... quién iba a ser el o la acompañante?

Ah, porque se rifaban ticket entre el Peda y la que firma. El Peda se ofreció (tal vez tuvo flashbacks de cuando mi pobre suegro les llevó a él y a su hermano a ver a Miguel Ríos en la plaza de toros-solo esa imagen me da risa), pero Mini dijo que "prefería a la amá porque bailaría" mientras que su aitá sería La Esfinge imperturbable que conocemos. No sé si habéis visto este vídeo de dos cacatúas que según Mini nos describen a su padre y a mí: son asquerosas pero siempre me hace reír. Bueno, total que así es como me tocó a mí. 

Eh, que no suene a que fui en mal plan. Hace tiempo que no estaba en ese tipo de concierto, porque me gusta ir cuando me sé las canciones. Aquí no solo no me las sabía, sino que no las había escuchado jamás (Mini compartió alguna lista de Spotify un mes antes, pero no pudo ser, la vida moderna). Sin embargo, me apetecía ir por una serie de razones, la primera y foremost, claro -no me lee pero quién sabe si algún día, yo ya fallecida claro- por el hecho de ir con ella, las dos baddies en Brixton-La-Nuit. La segunda porque era en una sala mítica, legendaria, con historia... El divagante de pro sabe lo pesada que soy todos los septiembres con el Open House (el finde de puertas abiertas para entrar en edificios normalmente cerrados) y esto por tanto también cubría mi interés por la arquitectura -otra de las profesiones que, junto con profiler de asesinos en serie (ji), me hubiera gustado ejercer en mi vida, y no sé por qué, creo que se me habría dado bien.  

La sala se llama Brixton Academy y se abrió como cine y teatro en 1929. En 1972 lo convirtieron en discoteca y en 1983 en sala de conciertos. Tiene un estilo Art Déco maravilloso (pensar que estuvieron a punto de demolerla): ya he hablado de estilos convencionalmente poco populares como el Brutalismo que me gustan, pues imaginen esto. En la entrada desde fuera tiene una semi-cúpula donde ponen el nombre del artista con letras físicas, como antiguamente. Yo trabajé años atrás en Brixton, casi enfrente, y recuerdo los nombres de grupos que ponían cada semana que no había oído en mi vida, pese a ser un lugar donde han tocado aunténticos dioses, se han grabado discos y videos. Podéis mirar la wikipedia, pero por nombrar algunos: The Smiths, Madonna, Sex Pixtols, Ramones, The Clash, Bob Dylan, The Smashing Pumpkins, Meatloaf, Pet Shop Boys, AC/DC, Iron Maiden, Coldplay, Amy Whinehouse. Me ha hecho gracia que los video de dos canciones ultra-ochenteras se rodaron aquí: "Get me up before you go-go" de Wham y "When the Going Gets Tough, the Tough Get Going" de Billy Ocean (lo enlazo porque es despatarrante: Ocean se trajo a Danny de Vito, Michael Douglas y Kathleen Turner a hacerle los coros-la canción fue banda sonora de "La joya del Nilo").

Pero divago. Volvamos al viernes por la noche: Mini y yo llegamos a Brixton en bus -donde ya hay dos chicas que claramente, según Mini, también van al concierto. Brixton Road, la calle principal, es normalmente un hervidero, y el viernes tiene ese toque pre-concierto: cierto tipo de gente baja por la calle y ya se sabe a dónde van. Son como las 20:30 cuando llegamos, porque "el artista" sale a las 21:00 (antes hay un "telonero irrelevante", Mini dixit), así que tras hacer algo de tiempo en TKMax, vamos a lo que creemos que es la entrada pero nos hacen rodear el edificio hasta llegar a un callejón con vallas que ni que fuera eso Wembley (la capacidad es de unas 3000 personas). Hay casi más gente con chalecos reflectantes que asistentes ["crowd managementent", cómo se dice? "manejo de multitudes"?] luego lo entiendo todo: hubo una estampida con dos muertos hace solo dos años. 

El último paso es ser cacheadas antes de entrar en el vestíbulo bajo la cúpula -que está pintada con estrellas y planetas-, que es obviamente circular. Cuando pasas al segundo vestíbulo es una estancia con escaleras a los dos lados que suben al primer anfiteatro y wow, qué preciosidad: art déco en vena:





Nosotras vamos a la platea, que está sin asientos claro, y que nada más entrar tengo ese momento magdalena de Proust que me lleva a sanfermines: se me pegan los pies al suelo al caminar... ah, qué tiempos. La sala es enorme y ya está hasta arriba (parece que hay gente que lleva ahí un rato -fueron al "irrelevante"!). Incluyo una foto del anfiteatro desde abajo para una idea:


Nos situamos hacia la derecha mirando desde el escenario. Como no tengo ninguna foto que pueda explicar el marco del proscenium (la cuarta pared), uso estas que me he encontrado por ahí:



Es que me parece curioso estar en una sala en el corazón de Londinium en la que te quieren hacer sentir como si estuvieras en un pueblo del Mediterráneo, como dicen en la web: "
edificios agrupados con techos de tejas y cúpulas, balcones, estatuas en nichos, logias con balaustradas, puertas barrocas y muros de jardín, sobre los cuales se elevan árboles modelados de forma naturalista". Hasta hiedra pusieron!  Y además, el techo que está oscuro y debe ser curvo da la impresión de estar al aire libre: varias veces miro para asegurarme, porque esa es una de las partes más chulas de la noche. Podría estar en un pueblo de mar en la costa amalfitana, pero no, estoy a media hora andando de mi casa. 

Sumerjámonos ahora en el análisis sociológico:

Claramente, Mini y yo somos los "outliers" de la muestra: la mayor parte de la gente son veintiañeros, tal vez alguien de 30... pero, aparte del personal que trabaja allí, solo veo en la multitud a un hombre que puede tener mi edad e interpreto como el enfermero de algún paciente que no puede salir solo. Delante tenemos a una chica con lo que viene siendo el disfraz de conciertos últimamente (tras Taylor Swift y Harry Styles): botas, brillantina y sombrero de cow-boy. Evidencia de sombrero que no se quita aquí abajo pero me ha quedado algo oscuro:


También hay muchos chicos con bigote, se nota que es movember: se hace esto también fuera de la isla? Consiste en que quien quiera (o pueda) se deje un moustache (de ahí mo-vember) en el mes de noviembre para una charity (ONG). Es un ejemplo más de cuando la gente hace algo (correr una maratón, ir en bici a Brighton, raparse la cabeza), pide dinero por su hito a los amigos, y va en donación a la ONG de su elección (ya divagué aquí cuando el amigo Aritz la corrió por Plan International, la mejor ONG, que lucha por la educación de las ni
ñas). Así que mucho mostacho que espero que sea por el mes que estamos, aunque empiezo a ver con preocupación por la vida que ciertos modernos lo llevan ya fijo. Las barbas me gustan, pero esto, no sé por qué, me dan ganas de darles un tortazo. Tal vez un psicoanalista podría explicármelo. 

Sobre el artista, qué decir. Música pop que desconocía, y que todo el mundo corea a voz en grito, siento cierta envidia porque me gusta cantar (he dicho que me he unido al coro de padres del cole de Mini? ...tal vez en otra entrada). Una cosa que me hace gracia es que en estas situaciones, en la península, la gente más o menos corea como puede, pero aquí... los cabrones entienden lo que dice! Entre ellos la hija inglesa, que me va también transmitiendo las bromas que hace RM en el escenario. Según Mini "tiene un gran sentido del humor" y parece que tiene un "feud" con Harry Styles sobre quién es el cantante más sexy vivo e hizo bromas sobre ello a las que el público respondió enfervorecido. Un par de veces Mini me conminó a que me relajase con mi baile porque estaba "acaparando el espacio" de una joven de origen indio a mi derecha que no se movía en absoluto: qué rollo no bailar en un concierto, no? Además, no fui la ganadora de la rifa porque bailo? 

Pues eso, que la gente bailaba poco, cantaba mucho y, por supuesto grababa continuamente con sus móviles-imagen que intenté yo también captar con el mío, con limitado éxito:



Antes de terminar, un consejo "para mayores" (esto Mini nunca lo sabrá): mirad qué cuca soy, me llevé tapones para los oídos, una de las mejores decisiones de la noche - a esta edad ya no estamos para decibelios gratuitos. Y, cómo hacer un corolario de la experiencia? Muy positiva, sobre todo porque Mini, que piensa que soy Lo Peor en sentido de la moda, maquillaje y actitud ("el mayor main character que conozco"), dejó caer que "no aparentas para nada tu edad, tranquila". Sí, lo sé, podría ser una mentira blanca caritativa para que me sintiera más relajada. Poco sabe ella que a los main characters esto nos las suda.



24 junio 2024

Roc en Sant Joan. Crianza moderna con toques vintage

Londinium, mon amour
Mis compas de piso conocieron a Roc el finde de Sant Joan de hace dos a
ños, entre petardos y cohetes. Este año hemos repetido finde, pese a que dentro de los dos tipos humanos "los que les molesta" y "los que aman" los petardos, no hará falta que aclare a cual pertenezco. Que pase la Scrooge de los petardos.

Iniciando a los menores en El Mal
Dirán que es cosa de la edad, pero es algo que nunca entendí: el ruido desagradable por sí mismo.  Me gustan los fuegos artificiales espectaculares (no las tristezas que echan en los jardines de detrás de mi casa vecinos particulares para Guy Fawkes el 5 de noviembre), como las de fin de fiestas en The River en Vetusta - creo recordar que intentaban que fueran al ritmo de música clásica y todo. O como los de Londinium en Nochevieja (esos que ponen en el telediario con el Big Ben de fondo cada año, entre los de la ópera de Sydney y la Tour Eiffel), pero esto solo lo imagino porque una vez lo intenté y nos fuimos antes de que empezaran, tal era el agobio que nos dio la marabunta -no me gustan las hordas pero además llevaba a Mini en la tripa.

Momento nostálgico...
Esta breve introducción fallera tiene un objetivo: comunicar que aún no salgo de mi apoteosis de que el padre de Roc comprara un set de "bombetas" para que el niño se iniciara en el rollo ese del ruido gratuito que tiene a los animales y a los neurodivergentes estresados durante una semana. Nota: las susodichas bombetas hicieron las delicias no solo del rascal de 2 años sino también de Mini que, como sabemos, se apunta siempre a un bombardeo-nunca mejor usada la palabra. 

Pasó volando
Han sido muy pocos días en la condal esta vez y no dio tiempo a nada: hay que sumar un día tomado por la visita de mis padres que hicieron un "sube-y-baja" desde Vetusta [viva el ave, que a ellos les va directo y a mí siempre me para en el "Campo de Tarragona" (será que compro billetes de oferta?)] y el sueño que nos atrapa a todos allí (por qué esas siestas?) Si yo tuviera la tontuna que me entra allí en UK, estaría ahora pidiendo "spare change" (limosna, pero en inglés, como no son tan dramáticos te preguntan si "te sobra algo de cambio") en la puerta del metro. 

Sección desarrollo
Juguete Montessori o
psicomotriz o algo
La estrella invitada en cuanto a "los mojones del desarrollo de Roc" de este viaje ha sido, sin duda, lo que habla. De repente ha despegado, y dice un montón de palabras y frases complejas. Creo que ya comenté que como a su padre le encanta el mar, Roc ya se sabe el nombre de todos los peces extra
ños que aparecen en algún cuento (ya he sido superada por un niño de dos años, yo solo conozco al besugo). Y por supuesto los colores, contar hasta diez en tres idiomas y los nombres de todos los miembros de ambas familias (otro cuento más son esos albumes de fotos impresos que se mira en el desayuno). 

Tema comida, muy controlado, aunque "macarrones" suena a "pantalones".  Su fruta favorita es el "melón" -que se come lo de arriba y cuando llega hacia abajo, lo da por terminado. Adivinen lo que es la "sarana" (sí, naranja) pero también maneja conceptos menos frecuentes como "arándanos". Hubo una pequeña movida un día porque le dijeron que cogiera algo con la mano pero él quería el "tenedor! tenedor!". Sí, un niño muy repelente, y aún no han leído lo peor: le gusta el "brócoli" y en general toda la verdura y la fruta, y está muy poco interesado en los carbohidratos (los "pantalones" son un descubrimiento reciente). Escucha podcasts de salud y bienestar?

Otra de sus frases es "llaves, calle!", o cuando nos íbamos y no le hacía gracia quedarse, nos llevó a su armario y "ropa, calle!". El día que se fueron mis padres, los buscaba por las habitaciones diciendo sus nombres "Yayo Lisi?" y parece que lo mismo cuando nos fuimos nosotros (emoji corazón roto). 

Juegos
Juguetes vintage
Quién tuvo un supercinexin?
Como casi todos los críos que conozco, pasa bastante del mogollón de juguetes que tiene (de madera, colores brillantes, un tipi para esconderse... de todo), lo que quiere, por ejemplo, es una bolsa de plástico con cables y enchufes de viejos ordenadores. Aún me quedan peluches y muñecos de Mini, que le sigo llevando religiosamente; dentro de poco solo me van a quedar Barbies, y en aras de ser modernas, también se las llevaré. 

Tiene un cinexin de su padre y le encanta... no creo que dure mucho porque mete los cartuchos del revés y se va a cargar la bombilla, que está toda al descubierto (ah, dónde estaba la "salud e higiene" en esa época vintage): "quema" me dice. Su peli (y cuento, se lo he traído) favorita es Peter Pan, así que me la enseña dándole a la manivela, y yo hago las voces y aprovecho para contarle (será la primera de infinidad de veces-aquí ya alguna vez: "siempre quise ser la mala") que su tía interpretó al Capitán Garfio en la obra de teatro para San José de Calasanz (4 EGB). 

Pero lo que más le gusta, con diferencia, es que te pongas una manta por encima y hagas de bruja ("brusha!"), se muere de risa, y eso que sus madre, siguiendo principios de crianza también vintage le señala el Tibidabo avisándole de que "allí vive la bruja". Yo solo diré que la Yaya me hacía miedo con el Gallo Kiriko, y aquí estoy, tan libre de neurosis. Nota: Mini siempre tuvo mucho miedo de las brujas, no de ogros ni vampiros, en concreto de brujas, y les sigue teniendo. Nosotros no usamos de seres mitológicos tradicionales, la amenaza suprema eran los basureros: "si no cierras el padaguas se lo dejaremos aquí afuera a los basureros". Lo veo mucho más coherente porque... existen!

Educación vintage:
ahí, en la cima, vive la Brusha!

El parque infantil, esa tortura
Por favor, hay alguien ahí afuera al que le guste el parque infantil? Yo creo que retrasé tanto mi maternidad por el horror general  -que pasaba a existencial / vacui los domingos por la tarde- que me daban los columpios. Aquí esas ansiedades han sido vicarias, transferencias freudianas heavies con las cuidadoras. Porque sí, el domingo el parque estaba lleno de madres con deportivas marca Veja y padres que dudábamos si abuelos, y un montón de críos por familia (si no hay mínimo tres, no eres nadie) pero el viernes, lo que había eran cuidadoras de varios países de latinoamérica (hubo un tiempo en el que podía más o menos distinguir algunos acentos). Esas mujeres con la mirada perdida en el infinito, a menos que se junten con otras dos o tres con las que poder hablar de lo que podría haber sido su vida en Colombia, en Ecuador, en Bolivia si el mundo no fuera una mierda. Aquí, vigilando a este niño rubio (por qué los ricos son rubios hasta en Ejpaña?) que ya tiene ademanes de macho alfa.  

Burbushas!!
Roc dice "motos!" y nos sentamos frente a frente en unas que están pegadas al suelo por un muelle sobre el que puedes saltar un rato. También le damos a lo bestia en el columpio: lo que más le gusta es cuando hacemos como que nos va a arrollar. Encuentra una pelota de tenis en la arena, la coge, y va por todos los ni
ños preguntando a su manera si es suya: "pelota, pelota?". Como mis padres le han traido una pistola de hacer burbujas estamos un rato con eso ("burbushas!"), también con los globos de agua (siempre me han encantado). Hay un punto en el que, pese a tener su patinete ergonómico pichiguays, coge uno sin suspensión de plasticorro que imita una moto de otro niño y se va por el parque. Le sigo, y el tío, para adelante. En un punto decido esconderme destrás de los árboles para que cuando se vuelva se asuste, pero no, él sigue -aunque creo que en un punto me ha visto. Cuando aparece su madre preguntando que a ver dónde estamos, se lía parda: no quiere devolver la moto anti-planeta. Oh, the joys of toddlerhood!

Pero cuando una menos se lo espera, justo en la parte de arriba del parque de marras, una luz al final del túnel, una señal: la "W" del Watusi, esponsorizada por el ayuntamiento bajo el increíble reclamo de "wifi". Nunca hubo un sitio menos Watusi que este parque de "la zona alta"... si nuestro héroe, que camina como si bailase, levantara la cabeza... 

Algún día le explicaré a Roc quién fue el Watusi, y que fui el Capitán Garfio. Y que debe ya dejar el patinete plasticorro que parece una moto de ese niño y decir no a las bombetas, o le pongo un whastapp a la Brusha del Tibidabo. 

Buscando al Watusi desesperadamente


01 marzo 2024

Un finde de emociones fuertes te deja agujetas hasta el miércoles


Les Pyrénées:
poca nieve para un febrero
Me duraron las agujetas hasta el miércoles. Podría culpar a Roc; vamos, de hecho lo haré (sí, este es el "querido diario" bimensual de Roc: pueden irse los jóvenes, los modernos -o sea, nadie aquí- y los no interesados en leer el diario de gente anónima y anodina, a los que entiendo). Decía: agujetas porque el domingo por la noche corrí como las personas normales solo corren en aeropuertos, pues a las 23:39 aterrizaba y a las 23:56 salía el último tren para Londinium. Perderlo significaba -pensaba en el vuelo- una fila interminable para encontrar un taxi, e incluso me visualizaba desesperada abandonando la espera y la esperanza 
a las 2:30 am, volviendo a la terminal a esperar el día, siendo un zombie por el duty free probando cremas y perfumes y eyeliners, vagando por los pasillos (oliendo fenomenal) en busca de un Pret abierto inexistente a esas horas y cuando por fin me sentaba en uno de esos bancos a mirar el blog ("nunca viajo sin mi diario, bla-bla" gracias Oscar), un tipo guapísimo a mi lado -que casualmente era editor-in-chief de Eland Books (editorial de viajes) y había estado leyendo por encima del hombro- me decía que cuándo podía dejar mi trabajo para dedicarme de lleno a la escritura de viajes para su editorial. El había pensado que mi primer destino fuera Kalymnos, la isla griega donde transcurre el libro que ve en mis manos, que yo podría escribir una suerte de "Kalymnos y el Dodecaneso, 50 años después", desde el porche de una coqueta vivienda rústica en la montaña con el mar entrando por mis ventanas y la sandía a espuertas y entonces algún aguafiestas le daba a ese molesto timbre del avión y me despertaba en la terrible realidad. Que no era otra más que el punto de partida: para evitar la fila de los taxis había que correr como alma que lleva al diablo al expreso de la medianoche como una Cenicienta cualquiera porque los príncipes, si existen, no nos interesan: semos republicanas y cargamos todos esos otros fardos terminados en -ista como buenas mujeres jóvenes y modernas que escribimos diarios que solo interesan a gente con algún tipo de patología. Total que lo del domingo fue épico a muchos niveles, pero no nos adelantemos. 

Pantalón camuflaje con colcha
Volvamos al jueves cuando, para empezar un finde de emociones fuertes, es Fashion quien me viene a recoger al aeropuerto (Roc, en la siesta). No la puedo criticar en lo de la conducción porque a mí tampoco me gusta ir por vías con igual o más de tres carriles cuando no conozco el camino, pero por lo menos yo sé aparcar en cordón - Fashion (no rían) solo trabaja la batería. Al salir, esos momentos de confusión por el móvil (dónde estás, dónde es arriba, respecto a qué es abajo: un infierno encontrarse) y en un punto le digo: "eres la persona azorada vestida color camel?" (y cómo no: no tiene pérdida). Volver a casa es el segundo cachondeo porque tanto hablar pierde la ronda que nos lleva a casa en cómodos 15 minutos y terminamos enmedio de la ciudad - un poco más y saludamos a Colón. Por lo visto, este trayecto le dio más tarde boca seca y dolor de cabeza. 

Menos mal que en la puerta de casa estaba Roc con su padre esperándome con esa sonrisa por la que yo, mato. De entrada, así como tú mandas a tu hija a un intensivo de inglés, Roc había tenido esa semana un intensivo de "tía"  en prepación para mi visita y este finde ha sido la apoteosis. Se despertaba, y lo primero que decía era "tía". Veía mi taza, y  "tía". Ahora que me he ido, "tía" señalando a la tetera y supongo que pronto con todas las cosas que me he olvidado allí, como una pulsera, las gafas de sol, el cepillo de dientes (diría Freud que quiero volver pronto). Como le gusta mucho ver esos albumes familiares también dice con toda claridad "tata" cuando ve a Mini y el nombre familiar del Peda. Y por supuesto, abuelos varios y otros tíos de otras ramas que son buena gente pero ni de lejos se acercan a la simpatía y glamour de la familia pedalista. 

Además de un cuñado, 
 JAL es el (no tan)  "Joven Artista Local"
Así que como se ve, los mojones del desarrollo del lenguaje van avanzando, aunque mucho más en comprensión que en expresión. Entender, lo entiende todo y muchas cosas en inglés (siempre pensé que lo de las "guarderías bilingues" es una chorrada), pero yo creo que es por "The very hungry caterpillar". Este es un cuento clásico inglés que le pasé de Mini en el que un gusanito se va comiendo toda suerte de frutas. Así que el otro día jugábamos a que nos trajese una fruta o verdura de juguete de su famosa cocina y se las sabía todas, incluso la berenjena (esta no sale en el gusano, pero se la dibuja su padre). Como JAL debió ser marinero en otra vida, le nombra todos los peces en cuentos de motivo marítimo  ("Sharing a shell" o "The singing mermaid", también de Mini) y ya conoce las barracudas, el pez globo, las medusas y otras variedades que yo nunca seré capaz de reconocer: siempre me ha admirado gente de mi edad -o sea, no una madre- que vaya a la pescadería y sepa nombrar algo más allá del besugo. Una vez vi un poster en un restaurante con imágenes del orden de 40-50 peces que se comen con sus nombres y casi me mareo. Tal vez mis problemas estén relacionados con que vine joven a este país y en inglés solo he logrado aprender dos o tres pescados y no sé su equivalencia al castellano [que en todo caso, da igual porque como digo, no sabría identificar en la tienda]. Vale, cod es bacalao pero, qué pinta tiene un bacalao fresco? No sé: Roc sabrá. 

Pasaron las navidades:
da igual
Otra pequeña (gran) traición de Roc es que le encantan los pajarrakos (culpemos a sus padres que ponen miguitas de pan para que vengan "petirrojos" -dijo Fashion, que se destapa ahora como conocedora del tema?-  a la terraza). El divagante que no me conozca en la vida 2.0. no sabrá que yo detesto a las aves porque no es algo que yo valga divulgando, no vaya a ser que en el futuro cada vez más próximo de una sociedad totalitaria me hagan lo que al pobre Winston en la Habitación 101. Pero Roc los llama "tetés", y su amor se extiende a todo lo que tenga un apéndice enmedio de la cara de buen tamaño, e.g. le encanta un peluche que es un muneco de nieve porque la nariz es una zanahoria y le parece un teté, y también muerde narices (aseguro).

Escuela de sirenas,
con bikini prestado

También fui a la clase de natación. Alguien recuerda la última vez que me tuve que salir porque a mitad de sesión vio a su madre en observadores y se puso a llorar? Ahora totalmente feliz y tirando a kamikaze: salta al agua como un loco, bucea, coge ranas de velcro y las pega en otro sitio.... lo único que no le gusta es la "relajación" del final con unos espejos. A saber a qué reflejo condicionado responde, voy pensando, a la vez que estudio el perfil sociodemográfico de los "papis de Penguins". Según Fashion, son todos ex-pats, porque los catalanes de esa zona están todos en sus casas de la Cerdanya el fin de semana. Eso sí, todos vuelven el domingo por la mañana porque petan la parroquia, venga a salir familia numerosa tras familia numerosa de la Santa Misa, los niños con sus chaquetas con cenefas y vestidos de nido de abeja, y los papis con una estética de cazador austriaco. Tal vez no llevan a los críos a nadar porque son del opus y enseñar las carnes es pecado. 

Cuatro días no dan para mucho, pero aún así algo me han sacado los padres de la criatura, incluyendo "recados" en aquel infame centro comercial (por cierto, a alguien más le parece un atraco 26 euros por cambiarte la pila del reloj? No sería más normal 6? En Londinium me pidieron £35 y casi les abofeteo, pero igual la equivocada era yo?) o hasta un rato me dejaron suelta para ver a mis amigos Dp y Xavi solo "para el aperitivo". Sí, la cosa comenzó bien y civilizada, quedando en una librería como acostumbramos, pero me terminaron liando para comer. Siempre se tocan ciertos temas rituales, libros, viajes pasados y futuros (Xavi se va a Australia y Nueva Zelanda y no entiende que no me llame ir a ver tribus-intenté explicarle), nuestro ryad comunitario, el transiberiano, gente común... En un punto, por razones que no vienen al caso -o vendrían, pero luego decís que me extiendo-  subimos a uno de esos maravillosos pisos del Eixample de pasillos inmensos habilitado a co-working (y por lo que sea, había estado en otro por la mañana) donde Dp me presentó a un diseñador gráfico y me describió como otra "letraferida", que es una palabra que me encanta, para que me explicara cómo se hace el diseño de libros. Miró el mío (en inglés) y el de Dp ("Maniac" de Labatut, en castellano) y nos explicó esas cosas de los guiones que separan párrafos y habló de "gramajes" y otras cosas de interés. 

Co-working 1 en Eixample

Co-working 2 más sencillo

Y ahora descanso, divagantes, con sección fotográfica porque los jekes y sus amigos me llevaron a tomar algo al "Jazz Bar "de Casa Fuster, un hotel modernista maravilloso donde me hubiera quedado horas y horas con mi libro (la próxima espero que me lleven a la piscina de la terraza).

La entrada, hacia el otro lado estaban los lacayos,
vestidos como tal (como a las tribus, no les fotografío)

Cómodas no parecen, pero la estética me puede


En pleno Jazz Bar



Explorando

Sencilla columna


El sofá de Cruella de Ville






Y también hubo parque infantil con su antropología asociada, y chocolate a la taza y lecturas de cuentos, y de repente, tenía que volver a Londinium. Lo que me lleva, full circle,  al principio del divague cuando llegué al aeropuerto, pensando que volaba a las 21:20 pero, oh destino:  enseguida la pantalla, con gran indiferencia avisa de retraso de 80 minutos. En esas circunstancias, lo mejor es sentarse a hacer tu propia admin (o sea, hablar con las amigas) mientras el teléfono carga, nunca se sabe lo que puede durar la noche. Nota: tal vez algún divagante empiece a sospechar que estos retrasos se acumulan ya en mi reciente historial (recordemos el mensis horribilis octubre: las cuatro horas hacia Barna cuando fui milenial o las nosecuántas a St. Ives) y que no sós vos, shoy sho. Whatever.

Fantasía

Nadie daba dos duros porque ese vuelo saliera finalmente -no se puede aterrizar demasiado tarde, me vi de vuelta chez jekes- pero ya en el aire, cuando empecé a hacer mis cálculos de hora-de-llegada me di cuenta de que, estando el la fila 25 no tenía ninguna chance de coger ese último tren de las 23:56. Pero, quién es una mujer de recursos? Tras pedir el combinado "humus con picos camperos" (festival del ultraprocesado ese carrito de avión), les pregunté a los azafatos si había "finger" o escalera para salir. Los pobres, aún recuperándose de que alguien, por fin, tras sus catorce anios en la compania hubiera pedido "humus con picos camperos", me informaron que no lo sabían aún pero que "a ver si me parecía bien" pasar a primera fila.  Parecerme bien, dicen: mi júbilo no alcanzó al de cuando llegó el anestesista de la epidural en el parto, pero por ahí. Y no es que Vueling tenga primera clase tipo Emirates, pero esos asientos son lo más parecido en una Low Cost, y además solo había una persona dormida en ventanilla, vs la pareja que veía una peli terrible a mi lado en la 25. Antes de sentarme, me di la vuelta como Amelie en el cine, y aparte de la mía, no había una sola luz de lectura: todo el pasaje iba o dormido o en sus pantallas.  Esa oscuridad de avión siempre me da buen rollo, es para mí vuelos transcontinentales en los que vas a la aventura, así que ese rato tuvo algo de mágico, a la vez que de cierta trepidation. 

El combo que les quitan de las manos

Y el resto es épica: cuando abrieron la puerta, había finger y salí volando, pero el empleado del aeropuerto que las abrió me dijo que por mucho que corriera, él me tenía que abrir las siguientes, y algo exclamé que el hombre echó a correr como mi liebre y me las abrió, y partir de ahí comenzó a sonar Vangelis, y quemé pasillos, pasé las puertas, bajé rampas, llevando la respiración como cuando hacía resistencia en el cole, puse el pasaporte del lado equivocado en la máquina un par de veces, y a la tercera se abrió el sésamo, y seguí corriendo, y por fin llegué a la estación donde aún me sobraron dos minutos.  Dos minutos para establecer si me estaba infartando, o solo que no sentía el corazón por el dolor tras el esternón de los no-entrenados. Cuando llegué a casa, aún me quedaban cinco páginas de mi libro que tuve que acabar circa las 2 am, todavía con cosquillas detrás del esternón, y la certeza de que al día siguiente, me dolería hasta el aura. Porque un finde de emociones fuertes te deja agujetas hasta el miécoles.

El expreso de la medianoche

14 enero 2024

¿En qué era estás?

Resulta que el "vibe" (*) del año pasado fue "eras" (**).

(*) ¿Cómo traducir "vibe"? Ambiente, sensación, rollo, onda, vibración...

(**) ¿Cómo explicar "eras"? (si no tienes adolescentes en casa). A ver, "eras" era la onda (vibe) de 2023 por el "Eras Tour" (la gira musical) de "la persona del año" que es Taylor Swift. 


Get it boy:
"We are never ever going back together"
El otro día me escuché todo un podcast del Newyorker para entender de qué va todo el fuss con Swift, porque mi única referencia es Mini que no sé si llega a "swifty" (sus superfans), pero que se sabe todas sus canciones, lee lo que se publica sobre ella y está muy triste porque ya no hay entradas para los conciertos del verano en esta isla. La tía me quería hacer ir a un cine a mirar "el documental" que es ver el concierto, ahí sentadas (sin bailar? Por quién me has tomado?). Mini, la misma persona que no mostró ningún interés para el planazo del mes: una sesión en Fabric -el club del que hablé el otro día tras mi exhaustiva investigación-, que organiza su colegio en el que van a pinchar sus compas que hacen la asignatura de DJ-ing (en serio, hay gente que hace flauta travesera, y otros DJ-ing: en tu época, pinchadiscos).  Me indigné tanto (estaba boicoteando mis "estudios desde el centro de la noticia" para este blog) que le dije que iba sin ella, ya buscaría una víctima por ahí. Tristemente cuando le di a comprar ya estaba todo vendido (recordemos, es Londinium).

Pero divago: volvamos a lo que me dice Mini de Swift.  Que el secreto es que en sus conciertos tiene un gran poder para "conectar emocionalmente con la gente" (flashback de Mark Knopfler cuando vino a Vetusta: no dijo ni "Good night, Vetusta!". Nada: él llegó, tocó, y se fue, hierático) pero sobre todo, que sus letras son buenísimas: cuentan historias, tienen profundidad y la gente se identifica con ellas. 

Vale, hago "el test de las letras" con una así al azar, "Blank Space", y solo con este verso, ya me ha ganado: 
"Cause, darling, I'm a nightmare dressed like a daydream" ("Porque, cariño, soy una pesadilla disfrazada de sueño"). 
Parece que la escribió en 2014 como una sátira hacia la prensa rosa que le puso la etiqueta de "femme fatale" (de todas ellas somos muy fans en el divlog, y esperen que el siguiente divague es sobre una novela negra donde sale una que "looked like a million"). Me he leído toda la canción y se sale de una letra-tonta-del-pop (claro que en Ejpaña venimos de "No hay marcha en Nueva York / y los jamones son de York"). Pero no sigo con toda su discografía, a  porque no venía hoy a hacer análisis de texto de letras del pop.

Hoy he venido a hablar de mi libro, digo a profundizar en el concepto "eras". No solo estapas culturales, históricas, o incluso dentro de la vida de artistas (etapa azul picassiana, etapa negra goyesca) que habrán definido los sociólogos, historiadores y demás. Más bien etapas vitales nuestras, personales, caracterizadas por algo distintivo como un estado emocional, una relación, un interés especial, un logro. Por ejemplo, Mini dice que la hermana mayor de una de sus amigas era mala estudiante y un día, de repente, "switched on" (se enchufó la luz) y a partir de ahí, empezó lo que a efectos de este divague llamaremos "su era estudiosa/responsable". Y se me ocurren mil más.

He leído por ahí que el concepto de ver tu vida en "eras" te "empodera" (me ha salido una cita?) porque te permite definir y redefinir tus etapas personales, terminar algunas, comenzar otras, identificar la actual.... Al final, lo más importante no es lo que pasa, sino lo que nos contamos a nosotros mism@s que nos pasa: la narrativa, el relato. Una historia que alguien se cuente como fracaso puede fastidiarle la vida, mientras que otra persona con esa misma experiencia y una nueva historia, puede cambiarlo todo -hablamos siempre dentro de unos límites, que no me salga alguien con los subsuelos de Maslow, que sí, que sin lo básico no se puede. Ya decía Harari en "Sapiens" que el secreto de nuestra especie no es otro que la habilidad de contarnos historias. 

Así que he estado pensado en mis propias eras y me iba a lanzar a esa piscina -frecuentemente sin agua- del divague interactivo en el que preguntaba a ese unicornio, el divagante, que me diera las suyas. Pero claro, me he puesto con las mías (con puntos de enumeración y todo), y cuando he llegado al final estaba casi al borde de las lágrimas: sí, claro, las eras iniciales son comunes entre la mayoría de nosotr@s -y aburridas (infancia, adolescencia...) pero a medida que avanzaba he terminado navegando los picos y valles de eras-de-la-vida-adulta que van desde  la-vida-me-sonríe hasta crisis-vitales-estoy-muy-perdida, y peor. El caso es que me ha dado todo mucho pudor -particularmente los momentos de encantada-de-haberme-conocido, desde los que no sé escribir. Así que lo he borrado: muy liberador para mí, y no te cuento para vosotr@s que me ha quedado por fin un divague corto.

Tal vez este divague inicia la nueva era de los divagues sucintos? 

Marshall St: una piscina art deco
en el centro de Londinium
a la que por fin no me he lanzado