Domingo, Primero de Mayo de 2022
Primero de Mayo, Día del Trabajador, Labour Day: tal día como hoy, hace 14 años estuve yo de labour (parto) - se dirá que soy literal, vale-, ergo es el cumple de Mini. Y toca pasar el mejor día del año en Francia, donde se toman esto -lo del trabajo- de verdad en serio: fueron los primeros que celebraron esta fecha y la ciudad está cortada por una mani masiva. Como se sabe, esta celebración conmemora a los "Mártires de Chicago", sindicalistas ejecutados en EE.UU. por participar en la lucha para la consecución de la jornada laboral de 8 horas y se estableció en el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional de París en 1889; La rosa roja era su símbolo desde 1891, pero años después se cambió por el muguet (o "lirio del valle"), flor que se regalan los franceses en este día. La historia se remonta a la Edad Media, cuando no tenía obviamente ninguna significación política, y nosequién se la regaló a un rey y él a las damiselas en apuros y tal. Luego llegó Dior, que tiene el muguet de emblema. Es bonito ver a toda la gente por la calle con la flor para regalar, como en Sant Jordi con la rosa.
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Muguet, que la rosa era demasiado roja
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Mañanitas de París |
Lo del muguet lo desconocía, pero nos lo cuenta una mujer en el metro mientras pasamos por "Voltaire" hacia el centro (nuestra línea es la 9 y qué grandes nombres de paradas: en la otra dirección está "Robespierre" a la que quiero ir, pero no encontramos tiempo). Nos oye hablar en castellano y nos explica que hay un montón de paradas cerradas por la mani, y ya de paso le pregunto por esa flor que todo el mundo lleva. Las paradas de metro cerradas no nos afectan porque nosotros vamos a Notre-Dame, para empezar nuestra maratón particular de solo-se-cumple-14-una-vez.
El desayuno ocurre en "La créme de Paris", una creperie con vistas a la catedral y con carteles iluminados con su nombre para los instagramers. Desayunar crepes o cualquiera de las variedades que ofrece este sitio me parece, divagante (clicke una) a) un exceso, b) una gran idea o c) ambas. Exacto. Pondero con la carta si pedir una granola, el Peda pide una crepe de "frutos rojos", Mini de "nutella" y yo... ahí me estoy debatiendo cuando se van las jóvenes de al lado y entran unos ancianos venerables, que desentonan aún más que nosotros. El hombre se pide una copa que resulta ser de frappé abajo, nata encima y gofre encasquetado. Qué hostias, yolo, hago un Náufrago Ro: "qué tiene eso por abajo... ahá... lo quiero". Total que sí, es excesivo, claro q para qué llevo dos hienas como animales de compañía, siempre dispuestas a ayudar. Menos mal que no ofrecen sus servicios al anciano, que se va sin apenas haber probado el suyo. Alguna gente...
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Notre Dame desde "La creme" |
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Los frutos rojos: cuándo los retiraraón por subversivo mensaje político |
Avanzando un poco por La Seine, giras a la izquierda y en una de esas callejuelas hacia el sur por el Barrio Latino descubrimos la Iglesia de San Severino, una preciosidad. Quiero anotar cómo la Iglesia se esfuerza por ponerse al día con la sociedad: lo primero, los precios de las velas (10 euros, no puede ser una, debe ser un pack, más efectivo supongo), luego unas máquinas (en Montmartre) expendedoras de algo (estampitas? llaveros? indulgencias? menores?) y atención al nuevo modelo de confesionario: algo entre oficina portable de obra y banio público de conciertos. Ya no hay respeto: dónde ha quedado el arrodillarse detrás de la celosía con el Padre Bonifacio? (este es el anciano cura que venía a confesar a mi colegio, podría hacer solo un divague de mis charlas con él, pobre).
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San Severino, con monja y todo |
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Y lo mejor... algo en París vacío |
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No me puedo tomar en serio confesar mis múltiples pecados en esta oficina portable de obra |
Perderse por las calles es lo mejor: te encuentras con librerías con nombre tan chulo como "Le dilettante", tal vez la ideóloga de este divlog Diva debería habernos llamado así: qué soy yo sino esta definición? Alguien que "cultiva un arte o una disciplina como aficionada, no como profesional, generalmente por no tener capacidad para ello". Bueno, hay otra en Barna llamada "La Impossible"... tantos potenciales nombres de blog...
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Definición de di-letante
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Cerrada, pq era festivo |
Abajo la iglesia de Saint Sulpice que pilla de camino, a través de calles encantadoras con paredes escritas, hacia los Jardines de Luxemburgo. Entramos al parque por un lateral y terminamos frente al palacio. Hay el típico ambiente festivo de parque soleado que solemos tener aquí por el norte. Si hace bueno, se toma la ciudad (estilo Delacroix opcional) y aquí está todo el mundo jugando al tenis, tomando el sol, paseando y, sobre todo, leyendo. Libros de papel, no mirando su teléfono: libros de papel, divagantes! (me saltan las lágrimas). Cuando te preguntan por imágenes o momentos felices de tu vida, uno ha de ser nesesariamente "leyendo tirada en un parque soleado" (Coronita opcional), y eso es lo que pasa aquí. Una diferencia con Londinium es que no dejan pisar el césped (hay solo una zona que sí, y están ahí todos hacinados) pero hay muchísimas sillas metálicas. Una maravilla.
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Saint Sulpice es un suplicio
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Je ne sais pas porquoi, que decía Kylie |
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Franceses leyendo libros |
Pero la magia no podía durar: hay que seguir con el programa de festejos de cumpleaños, siguiente actividad comprar un regalo en Galerías Lafayette de los Campos Elíseos (previa breve parada en el Arc de Triomphe), que tiene escritas en sus columnas múltiples ciudades de renombre, entre ellas por supuesto Vetusta. Desde aquí se ve al fondo, muy lejos, el gran arco de la Défense donde estuvimos ayer. Obviamente, como habíamos avisado a Mini, este es un país civilizado -no como el suyo- y el Día del Trabajador incluso Lafayette estará cerrado (solo están abiertas las iglesias, como hemos podido comprobar y ni del todo: no cura en la sección confesión), pero seguimos paseando por la Avenida de los Campos Elíseos hacia la Plaza de la Concordia, todo trés magnificient. Nos metemos hacia el palacio del Elíseo, pero no vemos a Macron. Breve nota: ayer me pareció cruzarme en la bici con el infame Boris Johnson en Hyde Park -dicen que ya no va más en bici, cosa que hacía de alcalde; nota 2, a Sadiq, actual alcalde, sí que lo vi una vez en Tooting Common (name-dropping, anybody?). Por la noche lo corregí y amplié con un sueño en el que yo estaba en 10 Downing Street -que parecía en realidad Buckimgham Palace- que no cuento porque no terminaré esta serie nunca.
El siguiente destino es Montmartre: que no pare la fiesta (alguien ahí afuera sintiendo un poco de conmiseración para con los podres Pedalistas, padres añosos y anticapis?) Yo pensaba que nada había tan cansado como Disneyland y tras mis dos penitencias allí (me mandaron sendos curas tras confesiones de verdad), aseguré que nunca mais. Bien, esto está resultando otro Disney y no soy original, ya dicen que si "Venecia se ha convertido en Disneyland", ahora lo entiendo. Total que en Montmartre hay que tomar nosequé chocolate en café con decoración floral y espejos falsamente envejecidos. El padre del camarero tiene un apartamento en Castelldefells y por supuesto quiere mudarse a Barcelona, como todos los guiris, entre los que me incluyo.
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Sacrificios que hacemos las influencers |
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Pretendido vintage cookie |
Las vistas de París desde arriba de Montmartre vienen a ser un poco las de Hamsptead Heath sobre Londinium, pero peor. Objetivamente. La basílica o lo que sea del Sacre Coeur nunca me ha gustado, pero nos sentamos en las escaleras que están llenas de los mismos figurantes de los Campos de Marte de ayer: "jóvenes-que-están-empezando" [es un concepto en nuestra vida, así empezamos a llamar irónicamente a los Je-ques hace años y Mini, con la creatividad con el castellano que nos tiene acostumbrados, dice una mañana al salir del baño de Charlotte: "hasta estos empezadores tienen mejor ducha que nosotros"]. Cuando en cenas de amigos sale el tema de "cual es la mejor época de la vida" yo siempre digo, queriendo mucho a Mini, que aquella entre cuando terminas los exámenes, opos, tesis o similar-reto-profesional-que-te-come-la-vida y los hijos. Bueno, pues en esa fase está esta panda, los muy cabrones. Están también los mismos figurantes indios o argelinos vendiendo Heineken en cubos de hielo, los pobres. Y un tipo que hace filigranas con un balón de fútbol sobre un pedestal.
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Vistas desde el Sacre Coeur: meh |
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Alguien se imagina ir al cole todos los días con el lema "Liberté, Egalité, Fraternité" en la puerta? Claro q luego votan a Le Pen. |
Es la hora de cenar, ya llevábamos unos minutos sin hacer algo "moderno". Vamos caminando hasta un antro llamado "Pink Mama": es una de esas situaciones de "haced conmigo lo que queráis". Eso sí, al entrar creo que nos hemos equivocado: Mini, esto no es un restaurante, esto es un cocktail bar y tú tienes 14. Pero no adelantemos: cuando llegamos hay una cola enorme, pero justo hay una persona en la puerta preguntando "si hay algún grupo de tres". Ei! Nosotros! Me siento un poco mal por las parejitas o grupos que llevan esperando eones, pero el caso es que pasamos y no hay represalias. Eso sí, estamos en la planta de abajo, y la más bonita es la de arriba, con el techo de cristal y las plantas colgantes. Aún así, la planta que nos toca (hay 4) es muy chula -como digo, parece un bar currado-, y temo que la comida será mediocre, pero no está mal. Subo a hacer fotos al resto de las estancias (dedicación la mía a este blog) y pese a bajar el nivel de estilo y glamour del local por muchos enteros, lo pasamos bien.
Tenemos una pareja de españoles al lado (por qué todo el mundo habla castellano aquí?), cosa que desconocemos hasta el final cuando les traen una botella de vino tras los postres. Ella se levanta con su copa y Mini nos dice "se lleva la copa?". A lo que ella contesta: "sí, me la llevo, y feliz cumpleaños". La pobre Mini queda horrorizada: lo de confiar en que nadie te entiende cuando viajas es claramente un error, habla la voz de la experiencia. Ahora sesión de Pink Mama:
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Tiene 4 plantas, todas a tope |
No sé si comenté que vinimos a París sin entrada a la Torre Eiffel: cuando los organizadores se pusieron a mirarlo, ya no había. Esto fue un pequeño drama para Mini, ya que era uno de los puntos culminantes de su Disneyaniversario. Parece que dejan unas cuantas cada día para vender in situ, así que la idea era presentarnos allí a una hora tardía, a ver si quedaban. Pero antes de esto hubo que pasar por una heladería y bajar caminando por el distrito del la luz roja, terminando en el Moulin Rouge, con autobuses vomitando turistas a la puerta. Mini pregunta qué pasa ahí dentro e intentamos explicar, aunque no tenemos ni idea. Yo no he estado ni siquiera en "El Plata" en Vetusta, ni en las peores noches de desfase.
Las otras veces que he subido a la torre siempre ha sido caminando hasta que se puede (la primera plataforma). Mi primera vez seguro que porque era más barato (me gustaría decir que nos colamos, pero creo que no) y la otra porque es más chulo. Eso sí, siempre había subido de día. Al salir de la estación de metro la vemos de noche y Mini nos cuenta que cuando da la hora, le salen estrellitas (cuánto se aprende en TikTok). Son las 22:55, y esperamos a las 23:00 y voilá! lluvia de estrellas. Vamos a la ventanilla y... hay entradas! Eso sí, ascensor desde abajo. Hay muy poca gente, y es una gozada: nunca me había gustado tanto. Las vistas son espectaculares, tienes toda la primera fila todo el rato para ti, no hace frío ni tanto viento como pensaba. A medianoche cierran, hay que empezar a bajar. Mini está feliz, aunque -loado- ya se ha acabado su cumpleaños.
Menos mal, o habría que llamar al samur para los padres. A la 1:40 am nos metemos en la cama. De verdad que la gente con muguets y las crepes ha pasado hoy?