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18 enero 2025

Ciática post-Roc

 
🐳 Ya han pasado casi dos semanas desde que volvimos de vacaciones de Navidad: voy muy tarde para mis "crónicas de Roc". Pensaba en la poca evidencia que tenemos los de mi generación de nuestra infancia: solo hay fotos, en mi caso no tengo ni siquiera videos. Bueno, hay uno: un familiar lejano tenía una Super 8 y me filmó una vez con 7 años bajando unas escaleras corriendo hacia la cámara en Puigcerdá. Lo recuerdo tan bien por lo inusual, por lo que me impresionó verme en la pantalla. Hasta recuerdo la ropa: un vestido azul marino de marinera que se llevaba en aquella época y con el que aún me hace bullying Tíovin.  Hoy lo niños tienen teras de imágenes, vídeos... y diarios? Eso no lo sé. A mí me hubiera encantado que cualquiera de mis tías hubiera escrito mis andanzas cuando tenía dos años y medio, así que aquí estoy yo, Roc.


Roc ha sido, de nuevo, el corazón de las fiestas, que no son lo mismo sin niños peques. De este viaje me quedo con lo mucho que habla. Supongo que estas expresiones solo me hacen gracia a mí,  que lo veo tan de cuando y cuando y cada vez lo siento despegar en el tema del lenguaje. Empezando por, claro, "Tía, te quiero", pero luego cosas como "muy mal, fatal", "me lo estoy pasando super-bien", "ayuda, Paaato!", "no te has ponido la coleta", "porque quiero hacer tonterías", "no veo la pupa". Jugando en el suelo: "sì, ya te lo enseño", "y falta este que està solito", "no se puede abrir, yo te ayudo... no puedo cerrar", "espera, te voy a dejar aquí esto", "mira lo que tengo....te voy a enseñar", "lo hemos perdido!". En el parque: " no tengas miedo, puedes bajar". Mini le dice: "eres un bully", y contesta, indignado:  "tù eres bully!". Cuando ve mi lengua azul tras comer arándanos congelados: "mira su lengua, papá... enséñale la lengua a papá, qué fea!

Luego está el mítico "a levantarrrr", que me encanta porque es el mejor ejemplo de que "la venganza es un plato que se come frío". Cuando yo era adolescente, venía la dulce hermanita Fashion, de 3 o 4 años a despertarme a los gritos de "a levantarrrr". Bien es sabido que a esa edad es cuando más sueño se tiene de la vida, y la muy petarda me estiraba de las sábanas hasta que me dejaba ahí y tenía que saltar de la cama. Pues bien: cuando llegó mi hija, aproveché para echársela a Fashion esas mañanas vacacionales, a los gritos de "a levantarrr". Me encantaba esa justicia poética. Ahora se ha cerrado el círculo: es Roc el que va a Mini con el sonsonete. Es maravilloso es duelo de titanes de esta familia. 
 



🐳En este momento sus divertimentos top son -aparte de Spiderman, ahí le tenéis de spiderman retro corriendo la sansilvestre- la bruja de Blancanieves (en la peli de 1937, siempre prefiere los dibujos antiguos) y Mary Poppins. Nadie daba dos duros por esta última, pero cuando estuvieron en mi casa por Halloween se la puse en el proyector y, por supuesto, se enganchó. Es una peli maravillosa y usé su banda sonora para calmarlo de una pataleta que tuvo la mañana que lo dejaron a mi cargo. 


Era el 23, y sus padres se fueron a comprar regalos -pese a que se había acordado una política de no-regalos para adultos. Nosotros bajamos al jardín a hacer "sopa" (consiste en echar palitos, arena, hojas y lo que surja en un barreño). Esto duró lo que duró (no solo por él, yo también tengo un límite) y entonces le enseñé el cobertizo, que es tal como en las películas: lleno de polvo y trastos, algunos alcanzarían un valor en tiendas de antiguedades. Roc, como el buen granjero que lleva dentro, alucinó con las herramientas y aperos de jardinería. Se hizo con un pequeño azadón primero y salió dispuesto a cavar; cuando se lo quitó mi padre, encontró un rastrillo metálico incluso más peligroso. Tras mucho forcejeo se lo logré quitar y tuvimos la de San Quintín. "Rastrillo!!! rastrillo!!! Mamá!!! Mamá!!!" berreaba el muy rascal. 

Para distraerlo me lo llevé al parque infantil, él sin parar de berrear (de cuando en cuando, ya a menos volumen, decía "rastrilloooo", memoria de elefantito). Lo que hizo la magia fue ponerlo en un columpio y cantar canciones de Mary Poppins (que yo me sé en inglés, cosas de tener hija inglesa): no muy decidido, pero se calló. Luego subimos al tobogán, en el que me explicó que "ahí estaba su barco" y "esto eran las olas".  Ahí salió a colación el Capitán Garfio, ya que estamos también en la "era Peter Pan". Yo le conté que le tengo un particular cariño a Garfio porque fue el personaje que interpreté en la obra anual para la festividad de San José de Calasanz en 4EGB (siempre me daban el papel del malo, por aquello de alta, quiero esperar). Tengo que localizar el traje rojo de capitán que me hizo la Yaya, le encantará. El sombrero me lo dejaron y el garfio quedó hecho una porra porque era cartón envuelto en papel de aluminio.

En un punto le dije: "Roc, vamos a ver el paisaje"! (porque hay un mirador al final del parque y se ven las montañas de fondo) y él: "síííí, vamos a ver el paijaje". Cuando volvimos y le contó a sus padres que había visto el "paijaje" fue con esa energía y emoción de los niños pequeños: qué sería la vida si la viéramos siempre con esa intensidad. A medida que pasan los años nos vamos desponjando poco a poco de esa sorpresa, de esa sensación de novedad, de la certeza que hemos descubierto algo único, hasta llegar a la adolescencia en la cual, lo chulo es precisamente que te deje todo "cool", fresco, que no te afecte, porque lo sabes todo. Pero al final en esto también hay grados: no serás como un crío de dos y medio, pero tampoco como ese cuñado de la vida adulta que está de vuelta de todo, y que disfruta pinchando tus globos de ilusión... bueno, no disfruta, solo los intenta pinchar porque disfrutar parece que no disfruta mucho de nada. 

🐳 Este ha sido el primer año que Roc se ha enterado de lo de Santa (Papá Noel, lo llaman aquí). Había colgado uno mi padre de la ventana y había que cerrar la puerta con llave o salía a la calle para verlo. En mi infancia Papá Noel era algo lejano que se hacía en América; entonces solo existían los Reyes Magos y no había regalos en Nochebuena. Este cambio comenzó hacia mi adolescencia "con un detalle", pero los regalos seguían siendo en Reyes. El cambio total ocurrió en mi familia cuando nos vinimos a UK, ya que casi nunca pasamos Reyes en España (tengo un vago recuerdo un año con Mini como de 6 viendo la cabalgata). En la isla todo acaba el 1 de enero, aunque por supuesto Shakespeare escribió "Twelf night" ("La duodécima noche"), basada en los "Twelve days of Christmas" ("Los doce días de Navidad") que no son solo un villancico popular inglés tirando a canción enfadosa, sino los días de festividades que comienzan el Día de Navidad, le sigue St. Stephen o Boxing Day, luego el Octave o Año Nuevo (el día de la circuncisión de Jesús) y el duodécimo día es el 5 de enero, cuya noche es Epiphany Eve y el 6, el Día de la Epifanía. 

🐳 Pero divago. Dejemos las Navidades dickensianas (que influyeron un montón en la concepción victoriana de la Navidad en Reino Unido) y volvamos a la Nochebuena vetústica de mi familia en la que se repitieron tópicos que comenzaron con Fashion: comentar "ay, ya estará llegando por tal calle", o dar un par de golpes debajo de la mesa para hacer creer que alguien entraba por una ventana. Esto luego pasó a Mini a la que no recuerdo le diera miedo, así como sí le dio el Ratoncito Pérez y los Reyes Magos [en Londinium solíamos poner los tres zapatos y les dejábamos galletas y demás, pero no le hacía gracia que estos tres tipos entrasen en casa]. La Yaya me hacía creer que llamaban a la puerta y ella abría. Y qué te han dicho? "Pues que no podían parar mucho porque tenían mucha prisa, que aún había muchos niños a los que dejar los regalos". Cada año igual. Es curioso cuando empiezas a atar cabos y no te cuadra la historia. Aún a día de hoy, recuerdo a Mini con dudas del tema pero sin expresarlas, porque todos sabemos que en la vida, la mejor manera de que desaparezca cualquier magia (y también los malos rollos) es hablarlo. El otro día nos dijo que las Navidades de 2018, cuando vinieron toda la familia a Londinium y se enteró de que "Santa eran los padres" fueron las peores, precisamente por eso. 

🐳 En fin, que hubo ruidos y entonces mi padre le dió la mano a Roc  y comenzaron a seguir un caminito de pequeños santas que había recortado yo por las escaleras hasta el despacho, de cuya ventana estaba colgado Santa. Allí había un regalo, y mientras que él lo abría la Verdadera Santa -spoiler: yo- bajaba los sacos que habíamos escondido en "la primera habitación" (la que está justo a la subida de las escaleras). De nuevo, pese a la promesa "este año solo hay regalos para los niños" había la habitual montaña de paquetes por encima de nuestras posibilidades y de todo razonamiento. Desde libros hasta experiencias, pasando por sets de bomberos, y sets de "Pandora", todo excesivo, pero así son ellos. Discrooge claramente fue cambiada de cuna en la maternidad. El de la foto de abajo es uno de los libros que le traje a Roc (el otro, "Mary Poppins" claro, las obsesiones hay que alimentarlas): "We completely must go to London" de Charlie & Lola, unos libros ilustrados que leíamos con Mini. Es fundamental que crezca con ese imperativo: hay que ir  Londinium, siempre y ya. 


🐳 La mascletá fue el último regalo. Mini se había visto ya sobrepasada por todo tipo de agasajos y, cuando pensaba que había terminado todo, le tocó abrir un sobre misterioso que contenía tres vuelos: de LHR a JFK (en cristiano: a Nueva York). Llevaba siglos insistiendo en visitar la Gran Manzana y nosotros lo postponíamos hasta que, bueno, YOLO. La verdad, n
o la recordaba llorando de emoción así: nunca me voy a olvidar de esa cara y ese abrazo. La magia de niña buena y perlas tipo "eres la mejor madre" duraron un par de días. Tranquilos: ya ha vuelto a su ser normal.




🐳 Ah, y el título: ya han pasado casi dos semanas desde que me separé de Roc, pero la ciática [suave] que me causó intentar seguir su ritmo "ahí abajo" no me ha abandonado. Pese a todo, aquí estoy, contando las semanas que faltan para volver a hacerme con contenido para escribir estas crónicas. Porque, Roc, tendrás muchos vídeos y fotos pero a ciertas personas, mil palabras siempre nos hacen más ilusión que una imagen.

23 noviembre 2024

Concierto en Brixton Academy o sobrepasar la edad media del público en varias décadas

¿Alguien ha estado en un concierto donde sobrepasa la media de edad de los asistentes en 20-25 años? Yo sí, el pasado viernes 15. 

Hola, soy Di y estuve en el concierto de "Role Model".



Por supuesto no espero que nadie que entre en d&d conozca a este pavo, porque ni siquiera los amigos de Mini le siguen (aunque acabo de ver al enlazarle que va a tocar en Madrid y Barna: a bolos). Es uno de esos músicos extraños que interesan a mi hija (por extraño me refiero a... ¿a alguien le suena "Tyler The Creator"?) -sí,  sé que esto puede sonar a "comentario de madre" con el que se podría hacer un "rap de madre" (chiste solo para iniciad@s), pero es así. Cuando oigo una canción por ahí, una sintonía, no falla: le pregunto a ella y siempre conoce al cantante, el album, loquesea. El caso es que el tal Role Model venía a Londinium de su América natal y ningún amigo de Mini tenía £30 sueltas, así que... quién iba a ser el o la acompañante?

Ah, porque se rifaban ticket entre el Peda y la que firma. El Peda se ofreció (tal vez tuvo flashbacks de cuando mi pobre suegro les llevó a él y a su hermano a ver a Miguel Ríos en la plaza de toros-solo esa imagen me da risa), pero Mini dijo que "prefería a la amá porque bailaría" mientras que su aitá sería La Esfinge imperturbable que conocemos. No sé si habéis visto este vídeo de dos cacatúas que según Mini nos describen a su padre y a mí: son asquerosas pero siempre me hace reír. Bueno, total que así es como me tocó a mí. 

Eh, que no suene a que fui en mal plan. Hace tiempo que no estaba en ese tipo de concierto, porque me gusta ir cuando me sé las canciones. Aquí no solo no me las sabía, sino que no las había escuchado jamás (Mini compartió alguna lista de Spotify un mes antes, pero no pudo ser, la vida moderna). Sin embargo, me apetecía ir por una serie de razones, la primera y foremost, claro -no me lee pero quién sabe si algún día, yo ya fallecida claro- por el hecho de ir con ella, las dos baddies en Brixton-La-Nuit. La segunda porque era en una sala mítica, legendaria, con historia... El divagante de pro sabe lo pesada que soy todos los septiembres con el Open House (el finde de puertas abiertas para entrar en edificios normalmente cerrados) y esto por tanto también cubría mi interés por la arquitectura -otra de las profesiones que, junto con profiler de asesinos en serie (ji), me hubiera gustado ejercer en mi vida, y no sé por qué, creo que se me habría dado bien.  

La sala se llama Brixton Academy y se abrió como cine y teatro en 1929. En 1972 lo convirtieron en discoteca y en 1983 en sala de conciertos. Tiene un estilo Art Déco maravilloso (pensar que estuvieron a punto de demolerla): ya he hablado de estilos convencionalmente poco populares como el Brutalismo que me gustan, pues imaginen esto. En la entrada desde fuera tiene una semi-cúpula donde ponen el nombre del artista con letras físicas, como antiguamente. Yo trabajé años atrás en Brixton, casi enfrente, y recuerdo los nombres de grupos que ponían cada semana que no había oído en mi vida, pese a ser un lugar donde han tocado aunténticos dioses, se han grabado discos y videos. Podéis mirar la wikipedia, pero por nombrar algunos: The Smiths, Madonna, Sex Pixtols, Ramones, The Clash, Bob Dylan, The Smashing Pumpkins, Meatloaf, Pet Shop Boys, AC/DC, Iron Maiden, Coldplay, Amy Whinehouse. Me ha hecho gracia que los video de dos canciones ultra-ochenteras se rodaron aquí: "Get me up before you go-go" de Wham y "When the Going Gets Tough, the Tough Get Going" de Billy Ocean (lo enlazo porque es despatarrante: Ocean se trajo a Danny de Vito, Michael Douglas y Kathleen Turner a hacerle los coros-la canción fue banda sonora de "La joya del Nilo").

Pero divago. Volvamos al viernes por la noche: Mini y yo llegamos a Brixton en bus -donde ya hay dos chicas que claramente, según Mini, también van al concierto. Brixton Road, la calle principal, es normalmente un hervidero, y el viernes tiene ese toque pre-concierto: cierto tipo de gente baja por la calle y ya se sabe a dónde van. Son como las 20:30 cuando llegamos, porque "el artista" sale a las 21:00 (antes hay un "telonero irrelevante", Mini dixit), así que tras hacer algo de tiempo en TKMax, vamos a lo que creemos que es la entrada pero nos hacen rodear el edificio hasta llegar a un callejón con vallas que ni que fuera eso Wembley (la capacidad es de unas 3000 personas). Hay casi más gente con chalecos reflectantes que asistentes ["crowd managementent", cómo se dice? "manejo de multitudes"?] luego lo entiendo todo: hubo una estampida con dos muertos hace solo dos años. 

El último paso es ser cacheadas antes de entrar en el vestíbulo bajo la cúpula -que está pintada con estrellas y planetas-, que es obviamente circular. Cuando pasas al segundo vestíbulo es una estancia con escaleras a los dos lados que suben al primer anfiteatro y wow, qué preciosidad: art déco en vena:





Nosotras vamos a la platea, que está sin asientos claro, y que nada más entrar tengo ese momento magdalena de Proust que me lleva a sanfermines: se me pegan los pies al suelo al caminar... ah, qué tiempos. La sala es enorme y ya está hasta arriba (parece que hay gente que lleva ahí un rato -fueron al "irrelevante"!). Incluyo una foto del anfiteatro desde abajo para una idea:


Nos situamos hacia la derecha mirando desde el escenario. Como no tengo ninguna foto que pueda explicar el marco del proscenium (la cuarta pared), uso estas que me he encontrado por ahí:



Es que me parece curioso estar en una sala en el corazón de Londinium en la que te quieren hacer sentir como si estuvieras en un pueblo del Mediterráneo, como dicen en la web: "
edificios agrupados con techos de tejas y cúpulas, balcones, estatuas en nichos, logias con balaustradas, puertas barrocas y muros de jardín, sobre los cuales se elevan árboles modelados de forma naturalista". Hasta hiedra pusieron!  Y además, el techo que está oscuro y debe ser curvo da la impresión de estar al aire libre: varias veces miro para asegurarme, porque esa es una de las partes más chulas de la noche. Podría estar en un pueblo de mar en la costa amalfitana, pero no, estoy a media hora andando de mi casa. 

Sumerjámonos ahora en el análisis sociológico:

Claramente, Mini y yo somos los "outliers" de la muestra: la mayor parte de la gente son veintiañeros, tal vez alguien de 30... pero, aparte del personal que trabaja allí, solo veo en la multitud a un hombre que puede tener mi edad e interpreto como el enfermero de algún paciente que no puede salir solo. Delante tenemos a una chica con lo que viene siendo el disfraz de conciertos últimamente (tras Taylor Swift y Harry Styles): botas, brillantina y sombrero de cow-boy. Evidencia de sombrero que no se quita aquí abajo pero me ha quedado algo oscuro:


También hay muchos chicos con bigote, se nota que es movember: se hace esto también fuera de la isla? Consiste en que quien quiera (o pueda) se deje un moustache (de ahí mo-vember) en el mes de noviembre para una charity (ONG). Es un ejemplo más de cuando la gente hace algo (correr una maratón, ir en bici a Brighton, raparse la cabeza), pide dinero por su hito a los amigos, y va en donación a la ONG de su elección (ya divagué aquí cuando el amigo Aritz la corrió por Plan International, la mejor ONG, que lucha por la educación de las ni
ñas). Así que mucho mostacho que espero que sea por el mes que estamos, aunque empiezo a ver con preocupación por la vida que ciertos modernos lo llevan ya fijo. Las barbas me gustan, pero esto, no sé por qué, me dan ganas de darles un tortazo. Tal vez un psicoanalista podría explicármelo. 

Sobre el artista, qué decir. Música pop que desconocía, y que todo el mundo corea a voz en grito, siento cierta envidia porque me gusta cantar (he dicho que me he unido al coro de padres del cole de Mini? ...tal vez en otra entrada). Una cosa que me hace gracia es que en estas situaciones, en la península, la gente más o menos corea como puede, pero aquí... los cabrones entienden lo que dice! Entre ellos la hija inglesa, que me va también transmitiendo las bromas que hace RM en el escenario. Según Mini "tiene un gran sentido del humor" y parece que tiene un "feud" con Harry Styles sobre quién es el cantante más sexy vivo e hizo bromas sobre ello a las que el público respondió enfervorecido. Un par de veces Mini me conminó a que me relajase con mi baile porque estaba "acaparando el espacio" de una joven de origen indio a mi derecha que no se movía en absoluto: qué rollo no bailar en un concierto, no? Además, no fui la ganadora de la rifa porque bailo? 

Pues eso, que la gente bailaba poco, cantaba mucho y, por supuesto grababa continuamente con sus móviles-imagen que intenté yo también captar con el mío, con limitado éxito:



Antes de terminar, un consejo "para mayores" (esto Mini nunca lo sabrá): mirad qué cuca soy, me llevé tapones para los oídos, una de las mejores decisiones de la noche - a esta edad ya no estamos para decibelios gratuitos. Y, cómo hacer un corolario de la experiencia? Muy positiva, sobre todo porque Mini, que piensa que soy Lo Peor en sentido de la moda, maquillaje y actitud ("el mayor main character que conozco"), dejó caer que "no aparentas para nada tu edad, tranquila". Sí, lo sé, podría ser una mentira blanca caritativa para que me sintiera más relajada. Poco sabe ella que a los main characters esto nos las suda.



22 agosto 2024

22 de agosto de 2024: Hoy es GCSEs day

Un año secuestrado por los exámenes del "General Certificate of Secondary Education" (GCSE). El 22 de agosto era la meta: a las 8 de la mañana salían las notas. O sea, hoy; o sea, esta mañana.

Ya había escrito sobre esto anteriormente, en el divague del cumple de Mini: de cómo estos exámenes habían "marcado nuestra vida familiar, nuestras no-vacaciones, nuestra casi pérdida-de-cordura" de este año. Antes también sobre cómo decidir las asignaturas a cursar en "A levels" (los dos últimos antes de la uni, o sea Tercero y COU para los vintage como yo, que aquí se llaman "Sixth Form"). Y hoy, el día de autos, aunque casi sin tiempo, he de cerrar el ciclo con este divague.

Vineta de hoy en The Guardian:
"Ella Baron sobre el stress de los GCSEs"


A las 8 aún dormía y el Peda me ha dicho "ya están". He corrido a su ordenador y qué bien, mira esto, mira aquello, la despertamos? Él que mejor dejarla dormir, yo que no podía esperar para darle las noticias, pero además porque tenía que tomar La Decisión. Al final la he despertado a y media.

Hacía tiempo que Mini decía que "quería un cambio" para "Sixth Form" y que se iba a otro colegio. Así que fue echando solicitudes a distintos coles públicos y le fueron haciendo "ofertas condicionales" (porque siempre dependían de las notas de los GCSEs). Al final, se decidió por uno de ellos con muy buena reputación académica, pero enorme y que es "como la uni, los dejan totalmente independientes" (según una conocida). Pero luego le entraron las dudas. Quería un cambio, pero le daba miedo el cambio. Hasta el último momento (esta maniana) no tenía claro lo que iba a hacer. 

El Peda apoyaba que se fuera al público, y yo no tenía ni idea. A ver, ideológicamente lo tengo claro: creo que la educación privada no debería existir (la razón por la que terminé con La Madre de Todas las Disonancia Cognitivas matriculando a mi hija en la privada la he explicado en alguna época geológica anterior del divlog) pero también porque me gustaría que Mini viera el mundo real, y no el de los pijos de su colegio, con segunda residencia en Francia y Teslas. A la vez, una Sixth Form enorme en inner city Londinium también da algo de miedo - como dijo Mini el día que fue a visitar algún cole "la gente parecía maja, pero había chicos con bigote" (esto es broma, pero si me pongo a listar mis miedos me sale una serie).

Así que la he ido a despertar, le he ido contanto lo que ha tenido y ella "oh-my-God-oh-my-God". No se lo esperaba y ni su aitá ni yo tampoco porque -aunque se enfadaría mucho si leyera esto, cosa que no va a pasar en ningún momento cercano- desde luego podría hacer estudiado mucho más. Las recomendaciones amables "venga a estudiar" (me recuerdo a la madre de Atienza en el Watusi: "Estudia!") seguían con sus "in a minute" y generalmente terminaban en bronca. Ni a su padre ni a mí nos entra en la cabeza su relajación vital, pero lo cierto es que igual sea una cualidad que le va a facilitar llevar una vida más tranquila que a los neuróticos anónimos, de los cuales sería presidenta si no estuviera demasiado ocupada escribiendo este blog.

Tenía hasta las 10 para decidir si se cambiaba de cole. Según ella, una conversación on Fashion fue determinante (yo con dudas y gente como Fashion o mis padres que tenían clarísimo que se debía quedar). Así que se queda.

Y luego estaba la decisión de las asignaturas. Solo se estudian aquí tres asignaturas (se supone que en mucha profundidad, recordemos que COU eran siete!) y un proyecto. Mini ha elegido Psicología (nunca ha hecho esta asignatura antes, por una vez no "mata a la madre!"), Historia (es un tocho y a mí no me gusta, pero el que no concoe su pasado bla bla- aunque dudaba si hacer en su lugar Drama) y Literatura inglesa (no puedo empezar a explicar lo feliz que me ha hecho que se le dé bien y que la vaya a hacer para A levels -ya colgué el análisis de un poema de Tony Harrison aquí).  Y en lugar del proyecto va a hacer un cuarto A level: Espaniol. Esto me hace también mucha ilusión porque espero que afine un poco esa ortografía (escribe de oído) y sobre todo porque va a ver películas y leer libros y beber cultura que nosotros solos no conseguimos (le pusieron de deberes que este verano viera "Volver" y que leyera "La casa de Bernarda Alba". Como no sabía si se quedaba en el cole no ha hecho ni una ni otra, a ver si maniana logramos los tres ver la de Almodóvar). De inglés le pusieron "Frankenstein" y "El cuento de la criada", que empecé a leer con ella en Vietnam: qué bien me lo voy a pasar yo con sus "A" levels...

Hace un rato, cuando he empezado a escribir esto, ha venido a contarnos que ha abierto una carta que se escribió a sí misma cuando empezó los GCSEs, hace dos anios. La MIni de 14 escribía a la Mini de 16 y ha sido "chulo" leer lo que se tenía que decir. "Me lo dejas leer?" le pregunto. "Por supuesto que no!" Y al poco: "bueno, te lo leo yo, solo lo que quiera". Creo que nos lo ha leído todo... pero así es Mini, nunca nos va a hacer la vida fácil. Ni en este anio que termina ni hace cinco minutos cuando estaba yo escribiendo sobre el dilema de elegir cole de primaria...

20 mayo 2024

Poemoterapia para la Ansiedad Vicaria

Esta es la maravilla de arco de
Henry Moore en Hyde Park 
de mi matiné ciclista
Mini sigue con los GCSEs y puedo confirmar que la Ansiedad Vicaria existe. Aunque lo de mi despertar a inenarrables horas de la madrugada puede ser cualquier cosa (¿el pico de cortisol, la edad, la maldita primavera?), un problema que me persigue de tanto en tanto. La semana pasada Mini tuvo nueve exámenes (un día tres, animalito) y su cansancio ha tomado la casa.

El lunes tuve que hacer el paripé aquel de ir a buscarla: nos metieron en una sala donde había una madre que tricotaba, el resto miraba su teléfono y un par hacían "small talk". Yo intentaba leer el Watusi. Cuando me "entregaron" a mi hija -que tuvo que dejar el móvil en el cole por la noche- sabía que le iba a encantar la historia de que a una amiga de mi júnior -que también tuvo que hacer este paripé de la supervisión nocturna por coincidencia de exámenes- tuvo que ir a dormir a casa de un profesor. Eran otros tiempos. Pero cuando se lo iba a contar, por el pasillo nos encontramos con la directora del departamento de castellano (Spanish, lo llaman aquí) que nos dijo que convendría que Mini leyera "La casa de Bernarda Alba" y viera "Volver" este verano si va a hacer "A" level extra de este idioma. Y siguió hablando, mucho, como siempre: pagaría por una cámara oculta para mostraros cómo nos íbamos moviendo poco a poco subrepticiamente hacia la puerta, pero ella sin cortarse, acorralándonos. Por la noche no hizo falta supervisarla -más papista que el papa- y a la mañana siguiente, mismo proceso, sin encuentro con la de castellano. 

Pero no venía yo a hablar de castellano sino de inglés, porque esta semana tuvieron el "Paper 2" de la mejor asignatura ever. Creo que ya conté que analizan hasta la saciedad una obra de teatro ("Un tranvía llamado deseo"), una novela ("Rebecca") y diversos poemas. De "Rebecca" hablaré otro día porque me voy a leer el libro totalmente anotado y lleno de post-its que ha dejado mi hija, y luego le pediré que me corrija el divague porque ya lo sabe todo en cuanto a themes y esas cosas de las que me gusta escribir a mí -obviamente, pasará. 

Ayer cogí los apuntes y me dediqué a leer los poemas que les entraban, todos para mí desconocidos salvo el maravilloso "Funeral Blues" de WH Auden, que todos escuchamos por primera vez cuando vimos "Cuatro bodas y un funeral". Cuando me vio leyendo sus notas vino a preguntarme qué me parecían, cual me gustaba más, por qué. Me encanta escucharla hablar con pasión de muchos de estos poemas, y explicarme las técnicas que han machacado en clase, lo que el autor quiso decir, y cosas suyas como "los que más me gustan son los tristes". Me recordó cuando era peque, que siempre le gustaba mucho la poesía - hasta le compré un par en castellano para niños. Ayer le hice leer uno de mis favoritos de Cernuda, y no sé si entendió mucho (¿va de sexo? me preguntó), es complicado leer poesía en otro idioma que no sea tu lengua materna.

Su favorito es justamente el que les cayó (se podía elegir entre dos) y lo incluyo aquí abajo, todo anotado y vivido. Luego, mi traducción como siempre macarrónica del texto, que espero transmita un poco la emoción que Tony Harrison, el poeta de Leeds, ha logrado plasmar en inglés. Fallaré, pero es que nunca se es más traidora que cuando traductora. 

Poema anotado:
nivel "tengo un examen"

Larga distancia
Aunque mi madre ya llevaba 
dos años muerta
papá seguía dejando sus zapatillas al lado de la estufa,
ponía la bolsa de agua caliente en su lado de la cama
y aún iba a renovarle el bono-bus.

No podías presentarte allí sin más. Tenías que llamar primero.
Siempre insistía en que le dieses una hora, para tener tiempo
de recoger sus cosas -las de mi madre- y así dar la apariencia de estar solo
como si su amor, todavía en carne viva, fuese un crimen.

No podía arriesgarse a la maldición de mi incredulidad
aunque seguro que él enseguida oiría su llave
entrar en la cerradura oxidada y así terminaría su dolor.
Papá sabía que ella sólo había salido a comprar algo para la cena.

Creo que la vida termina con la muerte, y que eso es todo.
O sea, los dos no estáis haciendo la compra, lo sé; pero da igual:
en mi nueva agenda de cuero negro están vuestros nombres
y el número desconectado al que todavía llamo.

Tony Harrison (1981)



01 mayo 2024

Mini y los dieciséis: conciertos, festivales, noches sin dormir y... GCSEs

Hoy abro blogger para nuestra cita anual del Primero de Mayo que, en esta casa, además de la celebración del puño levantado es la del cumple de Mini: hoy, DIECISÉIS. No voy a poner aquel meme de una señora vintage con cara de pánico que dice: "ha estado genial, pero ahora voy a gritar", porque lo he puesto ya varias veces, a tenor de distintos temas (siempre hay ocasión para necesitar salir de la habitación y aullar al vacío), pero podría-ese es el espíritu del momento.

Si tuviera que resumir este año -no solo para Mini, sino para toda la familia- lo haría con unas siglas: GCSEs (General Certificate of Secondary Education). Estos exámenes -a los que ya les he dedicado algún divague y de los que hablaré un poco en un párrafo abajo- han marcado nuestra vida familiar, nuestras no-vacaciones, nuestra casi pérdida-de-cordura. Claro que ha habido más cosas, pero tal vez porque hoy estamos justo a una semana de que empiecen, de momento no podemos ver la luz al final del túnel: todo es GCSEs.  Pero antes algunas otras efemérides / ritos de paso de los 15 a 16:

Concierto Harry
En el divague de los 14 años ya hablé de Harry Styles, que iba a estar de gira, y Mini que quería ir a Wembley [también puse otra canción suya aquí, para las despistadas]. Su padre o yo íbamos a tener que ir al estadio pero, oh fortuna, una chica joven que conocemos bien iba con sus hermanas y Mini se unió al grupo. Desde entonces Rebecca -así se llama nuestra salvadora- es su "favorita" dentro de nuestros amigos, y eso que tiene varios competidores - por alguna razón Mini tiene más éxito con nuestros amigos que con sus sufridos padres. 

Total, que divago: la tarde del concierto acompañé a Mini en metro a la estación de King's Cross, donde había quedado con Rebecca & Co. Yo creo que esto ya lo he escrito, pero tal vez no: solo quería decir que ya en el metro comenzamos a ver chicas menores de 30 con sombreros de cow-girl rosas, y/o boas de plumas que parece que es -junto con cualquier cosa así discreta- el disfraz de las fans de Harry. Mini se decoró unas gafas de esas de laboratorio con corazones de brillantina. 





El concierto fue por supuesto "epic"o tal vez "slay". Vimos muchos videos en los que Harry está allá en la lontananza, con Mini cantando de fondo. Parece que llorar con tu canción favorita ("Fine line") es aceptable, incluso aunque seas una victoriana como ella, para la que eso es siempre "vergonzoso" en otro contexto- sobre todo si la que llora es su madre en una peli . En fin: todo memorable,  no-puede-esperar-al-siguiente y demás lugares comunes. El primer macro-concierto= rito de paso ticado. 

Gracias, Rebecca!


Verano meh
El pasado verano no le gustó a Mini. Manejo de expectativas: pasar de Malasia, que era el plan, a limitarnos a la península porque a su padre le rompió el fémur un tipo que abrió la puerta del coche sin considerar que hay gente que se mueve en bici. Barcelona, Donosti, ese lugar del Levante y Formentera: según ella, meh. 

En serio? No te gustó Formentera? "Había muchas medusas", afirma. Yo ya me había olvidado, soy un desastre, pero pensaba que se iba a quejar del "viaje iniciático" del ferry desde Dénia [una "experiencia traumática para una emetofóbica", asegura. Yo no sé si solo es en mi casa o todos los adolecentes manejan diagnósticos del CIE-11 como Mini, con esto de que se habla tanto de salud mental en TikTok].  

De los viajes pasamos a hablar del concepto "disonancia cognitiva": le explico que cada vez la tengo mayor con respecto a viajar [cada vez me siento más culpable por el horror que significa el turismo, no solo para el planeta, sino para la sociedad].  Me mira confusa, y sigo con más ejemplos: como le preguntaba el "selective breeding" (biología), le digo que si fuera 100% coherente con mi pensamiento, sería vegetariana, porque mira lo que hacen con los animales en las granjas. Pero sigo viajando y comiendo carne (cada vezmenos). Mini no ha compartido en absoluto mis disonancia: "las vacas en Bellver estaban felices" (por dónde empezar) y "soy de las que menos viaja de mi clase". No sé si esa falta de disonancia tiene que ver con que su carga de piedra judeocristiana es mucho menor que la mía o lo de los 16 -esperemos que lo segundo. 

Sicilia
Otro rito de paso: Mini viajó por primera vez al extranjero sin familia en octubre [ups, me informan mis editores que estuvo en los campos de la Segunda Guerra Mundial en Bèlgica y Francia el año anterior]. Fueron con su clase de latín para visitar todas las piedras de la isla en continuo estado de deprivación de sueño (me enternece recordar cuando "ir de empalmada" o domir un par de horas era un valor). Encontró "alarmante" que los italianos, esos maleantes, no les pidieran identificación para venderles alcohol o que les cobraran cinco euros por un "servicio" inexistente. Adivinen quién fue la representante de ese grupo de niñatos para quejarse: y lo hizo en castellano "porque nadie hablaba inglés y creí que así podría intimidarles más". Parece que les amenazó con hacerles una mala review- claramente no ha visto "El padrino". Finalmente, su mayor aprendizaje fue que: "dos Aperol Spritzs y un poco de vodka no se suben". Señorrr.

GCSEs
Con estos exámenes se acaba la educación obligatoria en este país. La secundaria empieza en Year7 (el equivalente de Sexto de EGB, no sé pensar en el nuevo sistema, sorry) ) y cuando están en Year 11 (el equivalente a Segundo de BUP) se hacen estos exámenes nacionales. La diferencia con la Selectividad, aparte de que eras dos años mayor, es que ahí te examinabas principalmente de COU - podía haber asignaturas en las que lógicamente se acumulaba el saber (idiomas, o mates), pero el resto, no tenías material de tres años, como es el caso de estos pobres, que llevan construyendo un temario de la leche (o eso me parece) desde el Year 9.


El sistema de estudio es muy diferente y tiene que ver con la mentalidad práctica de los británicos. Por ejemplo, Biología, en mi mundo era "de empollar": tú memorizabas los conceptos, y a triunfar (y hablo incluso de primero de carrera). Aquí, tienen un montón de preguntas razonadas donde es posible que, aunque te sepas la teoría detrás del problema, no lo logres resolver. 



Durante el curso, ha tenido varios "mocks" (exámenes de prueba) justo después de las vacaciones de half-term de octubre y  tras las Navidades. Eso implicó tener que estar aquí (o ir tres días en Navidades) porque según las predicciones de estos mocks ibas a poder elegir las asignaturas de "A" levels (que son los dos años que le quedan antes de la uni). Si tienes menos de un % determinado en ciertas asignaturas, o bien "desaconsejan" o directamente no te dejan cogerla. En enero tuvimos esa decisión y solo puedo adelantar que no ha cogido Biología ni Económicas (quién dijo aquello de "matar a la madre /al padre"? Eso, Mini lo está haciendo bien).



El día 8 de Mayo comienza con los exámenes, cada asignatura tiene varios "papers", lo que significa que, hasta el 10 de junio, la pobre se va a presentar a 22 exámenes. Hay un día muy divertido, del 14 al 15 de Mayo en el que hay un "clash" (esto les ocurre mucho porque hay múltiples exámenes y múltiples ocpiones) entre dos asignaturas. Así que Mini el 14 no hará Economía cuando lo hacen muchos porque tiene otro, y el 15 hará el mismo examen de Economía que los del 14. Los ingleses, siendo ingleses, nos han hecho firmar una declaración prometiendo que esa noche no se conectará a nada ni hablará con nadie, y que la vamos a monitorizar todo el timepo. Tendremos que ir a buscarla al cole, donde habrá estado todo el rato con un bedel ("invigilator"), y llevarla al día siguiente, todo esto es para garantizar que no se digan las preguntas unos a otros. Me imagino que este mes estará el país lleno de bedeles que persiguen a los críos por el colegio y de padres y madres haciendo de polis por la noche que su niñ@ no copie. Me hace mucha gracia el componente cultural, porque en el país del Lazarillo de Tormes esto sería impensable. 


Reading
Mini vive soñando con el 10 de junio y "el mejor verano de mi vida". Ya tiene planes para ir con sus amigos al countryside, a distintas atracciones del parque temático que puede ser Londinium, de vacaciones y, por supuesto, al Festival de Reading. Según ella, es un festival de música de tres días que es otro "rito de paso" para los que terminan los GCSEs y que está poblado solo por críos de 16. Pretende ir con sus amigas en una tienda de campaña y vive en los mundos de yupi sobre el tipo de gente que va a haber allí -obviamente, aunque haya muchos de su edad, también va a haber tipos de 35. 

Deberías ver "How to have sex" ("la empecé pero es un rollo"), igual podrías ir solo de día ("pero la diversión pasa de noche"), eres muy niña para un festival de esas características ("pero hay puestos de salud mental"- imaginemos para qué se necesita eso en un festival). El día 22 de agosto salen los resultados de los exámenes y... no sabe que un regalo de hoy es precisamente la entrada para el sábado - esperemos que sea cuando toca Lana del Rey.

Conocéis a alguna de esas bandas?
Pues son lo más


Y vamos terminando
Cuando yo era colegiala dibujaba caras de niñas en los márgenes o en las hojas de sucio. Solían tener poca nariz, pestañas largas y peinados muy a la moda. Ayer las recordé porque Mini me pasó la de abajo por whatsapp. No entendió bien mi entusiasmo: ella no pensaba que fuera para tanto, era solo un boceto en un margen.  

Mini cumple hoy 16, como podría cumplirlos la chica del dibujo, que me mira con una confianza y un aplomo que le deseo a Mini para este año que comienza, de todo corazón. 

Felicidades Mini: sí, se puede! 

Felices 16 Mini:
The fun starts now!


16 febrero 2024

"How to have sex" (Cómo NO tener sexo)

"How to have sex" es la ópera prima de la directora Molly Manning Walker que ganó el "Un certain regard" -para películas con diferentes tipos de visiones y estilos- en el Festival de Cannes. No sé si se ha estrenado en España, ni cómo habrán traducido el título: ¿"Cómo tener relaciones sexuales"?. Tal vez sería más adecuado titularla  "cómo no tenerlas".

Si eres madre o padre de adolescentes, tienes que ver esta peli. Si eres adolescente, más (le han puesto "certificado 15" precisamente, según dice la directora, para que la vean los chavales también). Nosotros no conseguimos persuadir a Mini para que la viera con nosotros: ¿estamos locos o qué, cómo iba a ver una peli con el sustantivo "sexo" en el título con sus padres? Fair enough, lo pillo, pero no es lo que ella creía: su padre y yo terminamos ambos la peli hechos polvo, tirando a en shock. Después me puse a leer obsesivamente sobre la directora, la peli, las críticas,  todo -así sobrellevo el desasosiego. No sé si ahora tengo algo más claro, por eso necesito escribirlo. [Nota: el otro día escuché a un entendido que decía que un truco para manejar el estrés es "tener un diario". Totalmente, y no hace falta darle el "publicar", se puede quedar en borradores]

Creta es una isla maravillosa, pero hay que quedarse en el oeste. Malia es uno de esos resorts espantosos para británicos en el este, que es la zona a evitar, divagante. A menos que tengas 16 y sea el verano que has terminado tus GCSEs (los exámenes nacionales que tiene Mini este mayo-junio) y vayas con tus amigas para celebrarlo. Esta es la situación de tres chicas que van a pasar "las vacaciones de su vida" y allí... les pasan cosas. 

Vemos todo desde los ojos de una de ellas, Tara, que es la menos lanzada y todavía sin experiencia sexual. Luego hay una que es gay y lista, y la tercera tirando a cabronceta. Hay cierta presión en forma de broma por parte de sus amigas, rollo "de esta semana no pasa", presión que se pone Tara en ella misma por pasar al club de los experimentados, porque esto la hará más aceptada, más -esa palabra- popular. 

Enseguida conocen a los vecinos de habitación en el hotel con los que se hacen panda para salir por la noche, hacer el burro en la piscina durante el día y, sobre todo, en ambas situaciones beber como maníacos, como yo solo he visto hacer a los británicos. La idea de esas vacaciones agota ya solo de pensarlo a alguien de mi edad (o el ir al "festival de Reading" que es otro rito-de-paso para los que terminan GCSEs y con el que adivinen quien lleva dando la brasa unas semanas). 

Molly Manning Walker, la dire
La directora, que tiene 30, pasó un montón de veranos a esa edad recorriendo distintos resorts del desfase por el Mediterráneo. En una entrevista cuenta que en Magaluf presenció algo que sale en la película y en ese momento yo creía que era ficción. Me averguenza pensar que esto ocurrió en Baleares, pero allí una discoteca prometió "a holiday" (unas vacaciones) a la chica que subiera al escenario a hacer más felaciones. Hubo una, por supuesto borracha bordeando lo comatosa que se metió 24 penes en la boca ante el público para, como si esta humillación no fuera suficiente, después escuchar la "broma" de que "a holiday" era un cocktail, que pasara por barra. Esto ocurrió en 2014.  En la peli, Tara observa al chico que "le gusta" de la habitación de al lado subir al escenario a que se la chupen. 

Tara se va de la disco aturdida y confusa, vaga por las calles, se encuentra con otro de los chicos de la habitación de al lado y termina teniendo su primera relación sexual en la playa con él. Por explicar el contexto,  él insiste en bañarse juntos y pese a que ella dice que no, él la coge en brazos y se meten, ella tiene frío, no está a gusto. Una vez fuera, se besan en una hamaca y él le dice "Sí?" y ella contesta "sí". Hasta ahí todo bien, pensará el lector, pero quien ve la peli, sabe que no es así y va a ser imposible explicar con palabras cómo esta actriz -Mia McKenna-Bruce- consigue con su lenguaje corporal y su actitud dejar claro que está más que ambivalente. Cualquiera con un mínimo de sensibilidad ante esta escena lo verá claramente. La vulnerabilidad de Tara atraviesa la pantalla y una quiere, como si fuera tu hija, protegerla, darle un abrazo. 

He contado dos escenas en las que se está hablando de consentimiento: la primera no es complicada, es evidente que personas bajo los efectos de sustancias no pueden dar su consentimiento ni en el escenario ni fuera de él. Pero tal vez esté más borroso que cuando alguien no está a gusto, ni siquiera "sí es sí". Esto último particularmente es rompedor porque hay gente a la que incluso el "solo sí es sí" les parece demasiado: aquí Manning Walker te está diciendo que hacer el tick-box del "sí/quieres/te apetece", y obtener un sí cuando la otra persona claramente no te está dando ninguna otra señal de que quiere estar ahí no sirve. Básicamente, una relación sexual solo debería ocurrir cuando no podéis quitaros las manos uno del otro. La peli -cuyo gran tema es las sutilezas y claro-oscuros del consentimiento- es presisamente sutil y compleja. A Tara no la viola un extraño en un callejón oscuro: la mayoría de las violaciones no ocurren con extraños en callejones oscuros. 

Hay una cosa que esta directora hace muy bien: juega con el sonido, con la jauría de las discos o de los chavales gritando en colchonetas en la piscina, que de repente se comienza a oír distorsionada, con mucho menor volumen, como si estuviera bajo el agua, y todo parece raro. Ese es el punto de vista de Tara y hay bastantes partes de la peli en la que Tara está en ese estado de semi-disociación, y el sonido te arrastra con ella.

Y temes por ella: en ese momento quieres decirle, Tara, no tienes que hacer nada que no te apetezca, no has de hacer lo que ves en el porno o lo que ha visto el tipo con el que estás. No eres un rollo por ello, ni siquiera por no meterte en la playa de noche (curiosamente, en las primeras escenas de la peli Tara se mete de noche con sus amigas): tienes que poder decirle al tipo "no quiero meterme contigo". Y luego, aunque te estés besando en la hamaca, puedes en cualquier momento decir que no, y que te dejen en paz sin acusaciones, sin reproches. Sobre lo de parar una relación sexual, hace a
ños debatimos en el divlog sobre el famoso relato del Newyorker publicado en 2017, en plena ebullición el concepto del consentimiento sexual. Se titulaba "Cat person" y si el otro día dije que terminé una novela de Highsmith con taquicardia, eso no fue nada con lo que experimenté leyendo "Cat Person". Ahí se entendía muy bien cómo a veces es difícil parar una relación sexual que te había apetecido hasta ese justo momento. Pero además, en "how to have sex", está claro que la mayoría de las chicas de 16 no tienen los recursos ni siquiera el vocabulario para decir lo evidente, "mira, lo siento, es que no quiero seguir", y no sentirse aguafiestas, uncool, un rollo, una estrecha, una cobarde. Solo es pasado el rato, cuando el tío camina solo varios pasos delante de Tara, como si se hubiera quitado de encima una necesidad fisiológica más, cuando Tara se da cuenta de que no quería eso. El sexo no es una necesidad como mear o vomitar: implica a otro, ding-dong. 

¿Se puede apuntar a los chicos en este caso? Son educados en una sociedad donde han de ser los que inician, los que insisten, los machotes, los que creen que "no" es "has de insisitir más". Eso, hace 30 años. Hoy, además de todo esto, está el porno: hay que actuar esos escenarios que, ya os lo digo, a la mayoría de las chicas no gustan. Nos da asco, nos duele, nos humilla. Habrá excepciones, claro, hay mujeres que ha comprado tanto la moto que se hacen creer que están liberadas por comerse 24 pollas en un escenario, pero eso no es liberación ni empoderamiento. La única liberación y el único empoderamiento es la que te da tu nónima a fin de mes.

A los que sí podemos apuntar sin ninguna duda es a tod@s aquell@s que rechazan que a sus hij@s se les "adoctrine" en el colegio con temas como la educación sexual que incluye las complejidades del consentimiento - claro que muchos de ellos entregan a sus hijos a la Iglesia Católica, la mayor Organización de Pedófilos del Planeta. Educación y más educación, tal vez un día, pero no vienen buenos tiempos. 

El consentimiento es algo escurridizo y complicado en teoría y más en la práctica. Requiere estar atento a lo que siente la otra persona -y que te importe- y no asumir que por haber pasado el ritual del "sí?" ya está todo bien. En esta peli se ve claramente cómo salir de una situación de esas no es fácil, igual que se entendió, por fin, que alguien puede entrar en shock en situaciones como las de "la manada". Creíamos que se había avanzado porque el "con esa minifalda se lo ha buscado" ya no sirve en un juicio, ni siquiera en la conversación de un bar, pero hay mucho que hacer. Y eso se hace en casa, en la escuela, con libros y con pelis como esta.