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24 junio 2024

Roc en Sant Joan. Crianza moderna con toques vintage

Londinium, mon amour
Mis compas de piso conocieron a Roc el finde de Sant Joan de hace dos a
ños, entre petardos y cohetes. Este año hemos repetido finde, pese a que dentro de los dos tipos humanos "los que les molesta" y "los que aman" los petardos, no hará falta que aclare a cual pertenezco. Que pase la Scrooge de los petardos.

Iniciando a los menores en El Mal
Dirán que es cosa de la edad, pero es algo que nunca entendí: el ruido desagradable por sí mismo.  Me gustan los fuegos artificiales espectaculares (no las tristezas que echan en los jardines de detrás de mi casa vecinos particulares para Guy Fawkes el 5 de noviembre), como las de fin de fiestas en The River en Vetusta - creo recordar que intentaban que fueran al ritmo de música clásica y todo. O como los de Londinium en Nochevieja (esos que ponen en el telediario con el Big Ben de fondo cada año, entre los de la ópera de Sydney y la Tour Eiffel), pero esto solo lo imagino porque una vez lo intenté y nos fuimos antes de que empezaran, tal era el agobio que nos dio la marabunta -no me gustan las hordas pero además llevaba a Mini en la tripa.

Momento nostálgico...
Esta breve introducción fallera tiene un objetivo: comunicar que aún no salgo de mi apoteosis de que el padre de Roc comprara un set de "bombetas" para que el niño se iniciara en el rollo ese del ruido gratuito que tiene a los animales y a los neurodivergentes estresados durante una semana. Nota: las susodichas bombetas hicieron las delicias no solo del rascal de 2 años sino también de Mini que, como sabemos, se apunta siempre a un bombardeo-nunca mejor usada la palabra. 

Pasó volando
Han sido muy pocos días en la condal esta vez y no dio tiempo a nada: hay que sumar un día tomado por la visita de mis padres que hicieron un "sube-y-baja" desde Vetusta [viva el ave, que a ellos les va directo y a mí siempre me para en el "Campo de Tarragona" (será que compro billetes de oferta?)] y el sueño que nos atrapa a todos allí (por qué esas siestas?) Si yo tuviera la tontuna que me entra allí en UK, estaría ahora pidiendo "spare change" (limosna, pero en inglés, como no son tan dramáticos te preguntan si "te sobra algo de cambio") en la puerta del metro. 

Sección desarrollo
Juguete Montessori o
psicomotriz o algo
La estrella invitada en cuanto a "los mojones del desarrollo de Roc" de este viaje ha sido, sin duda, lo que habla. De repente ha despegado, y dice un montón de palabras y frases complejas. Creo que ya comenté que como a su padre le encanta el mar, Roc ya se sabe el nombre de todos los peces extra
ños que aparecen en algún cuento (ya he sido superada por un niño de dos años, yo solo conozco al besugo). Y por supuesto los colores, contar hasta diez en tres idiomas y los nombres de todos los miembros de ambas familias (otro cuento más son esos albumes de fotos impresos que se mira en el desayuno). 

Tema comida, muy controlado, aunque "macarrones" suena a "pantalones".  Su fruta favorita es el "melón" -que se come lo de arriba y cuando llega hacia abajo, lo da por terminado. Adivinen lo que es la "sarana" (sí, naranja) pero también maneja conceptos menos frecuentes como "arándanos". Hubo una pequeña movida un día porque le dijeron que cogiera algo con la mano pero él quería el "tenedor! tenedor!". Sí, un niño muy repelente, y aún no han leído lo peor: le gusta el "brócoli" y en general toda la verdura y la fruta, y está muy poco interesado en los carbohidratos (los "pantalones" son un descubrimiento reciente). Escucha podcasts de salud y bienestar?

Otra de sus frases es "llaves, calle!", o cuando nos íbamos y no le hacía gracia quedarse, nos llevó a su armario y "ropa, calle!". El día que se fueron mis padres, los buscaba por las habitaciones diciendo sus nombres "Yayo Lisi?" y parece que lo mismo cuando nos fuimos nosotros (emoji corazón roto). 

Juegos
Juguetes vintage
Quién tuvo un supercinexin?
Como casi todos los críos que conozco, pasa bastante del mogollón de juguetes que tiene (de madera, colores brillantes, un tipi para esconderse... de todo), lo que quiere, por ejemplo, es una bolsa de plástico con cables y enchufes de viejos ordenadores. Aún me quedan peluches y muñecos de Mini, que le sigo llevando religiosamente; dentro de poco solo me van a quedar Barbies, y en aras de ser modernas, también se las llevaré. 

Tiene un cinexin de su padre y le encanta... no creo que dure mucho porque mete los cartuchos del revés y se va a cargar la bombilla, que está toda al descubierto (ah, dónde estaba la "salud e higiene" en esa época vintage): "quema" me dice. Su peli (y cuento, se lo he traído) favorita es Peter Pan, así que me la enseña dándole a la manivela, y yo hago las voces y aprovecho para contarle (será la primera de infinidad de veces-aquí ya alguna vez: "siempre quise ser la mala") que su tía interpretó al Capitán Garfio en la obra de teatro para San José de Calasanz (4 EGB). 

Pero lo que más le gusta, con diferencia, es que te pongas una manta por encima y hagas de bruja ("brusha!"), se muere de risa, y eso que sus madre, siguiendo principios de crianza también vintage le señala el Tibidabo avisándole de que "allí vive la bruja". Yo solo diré que la Yaya me hacía miedo con el Gallo Kiriko, y aquí estoy, tan libre de neurosis. Nota: Mini siempre tuvo mucho miedo de las brujas, no de ogros ni vampiros, en concreto de brujas, y les sigue teniendo. Nosotros no usamos de seres mitológicos tradicionales, la amenaza suprema eran los basureros: "si no cierras el padaguas se lo dejaremos aquí afuera a los basureros". Lo veo mucho más coherente porque... existen!

Educación vintage:
ahí, en la cima, vive la Brusha!

El parque infantil, esa tortura
Por favor, hay alguien ahí afuera al que le guste el parque infantil? Yo creo que retrasé tanto mi maternidad por el horror general  -que pasaba a existencial / vacui los domingos por la tarde- que me daban los columpios. Aquí esas ansiedades han sido vicarias, transferencias freudianas heavies con las cuidadoras. Porque sí, el domingo el parque estaba lleno de madres con deportivas marca Veja y padres que dudábamos si abuelos, y un montón de críos por familia (si no hay mínimo tres, no eres nadie) pero el viernes, lo que había eran cuidadoras de varios países de latinoamérica (hubo un tiempo en el que podía más o menos distinguir algunos acentos). Esas mujeres con la mirada perdida en el infinito, a menos que se junten con otras dos o tres con las que poder hablar de lo que podría haber sido su vida en Colombia, en Ecuador, en Bolivia si el mundo no fuera una mierda. Aquí, vigilando a este niño rubio (por qué los ricos son rubios hasta en Ejpaña?) que ya tiene ademanes de macho alfa.  

Burbushas!!
Roc dice "motos!" y nos sentamos frente a frente en unas que están pegadas al suelo por un muelle sobre el que puedes saltar un rato. También le damos a lo bestia en el columpio: lo que más le gusta es cuando hacemos como que nos va a arrollar. Encuentra una pelota de tenis en la arena, la coge, y va por todos los ni
ños preguntando a su manera si es suya: "pelota, pelota?". Como mis padres le han traido una pistola de hacer burbujas estamos un rato con eso ("burbushas!"), también con los globos de agua (siempre me han encantado). Hay un punto en el que, pese a tener su patinete ergonómico pichiguays, coge uno sin suspensión de plasticorro que imita una moto de otro niño y se va por el parque. Le sigo, y el tío, para adelante. En un punto decido esconderme destrás de los árboles para que cuando se vuelva se asuste, pero no, él sigue -aunque creo que en un punto me ha visto. Cuando aparece su madre preguntando que a ver dónde estamos, se lía parda: no quiere devolver la moto anti-planeta. Oh, the joys of toddlerhood!

Pero cuando una menos se lo espera, justo en la parte de arriba del parque de marras, una luz al final del túnel, una señal: la "W" del Watusi, esponsorizada por el ayuntamiento bajo el increíble reclamo de "wifi". Nunca hubo un sitio menos Watusi que este parque de "la zona alta"... si nuestro héroe, que camina como si bailase, levantara la cabeza... 

Algún día le explicaré a Roc quién fue el Watusi, y que fui el Capitán Garfio. Y que debe ya dejar el patinete plasticorro que parece una moto de ese niño y decir no a las bombetas, o le pongo un whastapp a la Brusha del Tibidabo. 

Buscando al Watusi desesperadamente


01 marzo 2024

Un finde de emociones fuertes te deja agujetas hasta el miércoles


Les Pyrénées:
poca nieve para un febrero
Me duraron las agujetas hasta el miércoles. Podría culpar a Roc; vamos, de hecho lo haré (sí, este es el "querido diario" bimensual de Roc: pueden irse los jóvenes, los modernos -o sea, nadie aquí- y los no interesados en leer el diario de gente anónima y anodina, a los que entiendo). Decía: agujetas porque el domingo por la noche corrí como las personas normales solo corren en aeropuertos, pues a las 23:39 aterrizaba y a las 23:56 salía el último tren para Londinium. Perderlo significaba -pensaba en el vuelo- una fila interminable para encontrar un taxi, e incluso me visualizaba desesperada abandonando la espera y la esperanza 
a las 2:30 am, volviendo a la terminal a esperar el día, siendo un zombie por el duty free probando cremas y perfumes y eyeliners, vagando por los pasillos (oliendo fenomenal) en busca de un Pret abierto inexistente a esas horas y cuando por fin me sentaba en uno de esos bancos a mirar el blog ("nunca viajo sin mi diario, bla-bla" gracias Oscar), un tipo guapísimo a mi lado -que casualmente era editor-in-chief de Eland Books (editorial de viajes) y había estado leyendo por encima del hombro- me decía que cuándo podía dejar mi trabajo para dedicarme de lleno a la escritura de viajes para su editorial. El había pensado que mi primer destino fuera Kalymnos, la isla griega donde transcurre el libro que ve en mis manos, que yo podría escribir una suerte de "Kalymnos y el Dodecaneso, 50 años después", desde el porche de una coqueta vivienda rústica en la montaña con el mar entrando por mis ventanas y la sandía a espuertas y entonces algún aguafiestas le daba a ese molesto timbre del avión y me despertaba en la terrible realidad. Que no era otra más que el punto de partida: para evitar la fila de los taxis había que correr como alma que lleva al diablo al expreso de la medianoche como una Cenicienta cualquiera porque los príncipes, si existen, no nos interesan: semos republicanas y cargamos todos esos otros fardos terminados en -ista como buenas mujeres jóvenes y modernas que escribimos diarios que solo interesan a gente con algún tipo de patología. Total que lo del domingo fue épico a muchos niveles, pero no nos adelantemos. 

Pantalón camuflaje con colcha
Volvamos al jueves cuando, para empezar un finde de emociones fuertes, es Fashion quien me viene a recoger al aeropuerto (Roc, en la siesta). No la puedo criticar en lo de la conducción porque a mí tampoco me gusta ir por vías con igual o más de tres carriles cuando no conozco el camino, pero por lo menos yo sé aparcar en cordón - Fashion (no rían) solo trabaja la batería. Al salir, esos momentos de confusión por el móvil (dónde estás, dónde es arriba, respecto a qué es abajo: un infierno encontrarse) y en un punto le digo: "eres la persona azorada vestida color camel?" (y cómo no: no tiene pérdida). Volver a casa es el segundo cachondeo porque tanto hablar pierde la ronda que nos lleva a casa en cómodos 15 minutos y terminamos enmedio de la ciudad - un poco más y saludamos a Colón. Por lo visto, este trayecto le dio más tarde boca seca y dolor de cabeza. 

Menos mal que en la puerta de casa estaba Roc con su padre esperándome con esa sonrisa por la que yo, mato. De entrada, así como tú mandas a tu hija a un intensivo de inglés, Roc había tenido esa semana un intensivo de "tía"  en prepación para mi visita y este finde ha sido la apoteosis. Se despertaba, y lo primero que decía era "tía". Veía mi taza, y  "tía". Ahora que me he ido, "tía" señalando a la tetera y supongo que pronto con todas las cosas que me he olvidado allí, como una pulsera, las gafas de sol, el cepillo de dientes (diría Freud que quiero volver pronto). Como le gusta mucho ver esos albumes familiares también dice con toda claridad "tata" cuando ve a Mini y el nombre familiar del Peda. Y por supuesto, abuelos varios y otros tíos de otras ramas que son buena gente pero ni de lejos se acercan a la simpatía y glamour de la familia pedalista. 

Además de un cuñado, 
 JAL es el (no tan)  "Joven Artista Local"
Así que como se ve, los mojones del desarrollo del lenguaje van avanzando, aunque mucho más en comprensión que en expresión. Entender, lo entiende todo y muchas cosas en inglés (siempre pensé que lo de las "guarderías bilingues" es una chorrada), pero yo creo que es por "The very hungry caterpillar". Este es un cuento clásico inglés que le pasé de Mini en el que un gusanito se va comiendo toda suerte de frutas. Así que el otro día jugábamos a que nos trajese una fruta o verdura de juguete de su famosa cocina y se las sabía todas, incluso la berenjena (esta no sale en el gusano, pero se la dibuja su padre). Como JAL debió ser marinero en otra vida, le nombra todos los peces en cuentos de motivo marítimo  ("Sharing a shell" o "The singing mermaid", también de Mini) y ya conoce las barracudas, el pez globo, las medusas y otras variedades que yo nunca seré capaz de reconocer: siempre me ha admirado gente de mi edad -o sea, no una madre- que vaya a la pescadería y sepa nombrar algo más allá del besugo. Una vez vi un poster en un restaurante con imágenes del orden de 40-50 peces que se comen con sus nombres y casi me mareo. Tal vez mis problemas estén relacionados con que vine joven a este país y en inglés solo he logrado aprender dos o tres pescados y no sé su equivalencia al castellano [que en todo caso, da igual porque como digo, no sabría identificar en la tienda]. Vale, cod es bacalao pero, qué pinta tiene un bacalao fresco? No sé: Roc sabrá. 

Pasaron las navidades:
da igual
Otra pequeña (gran) traición de Roc es que le encantan los pajarrakos (culpemos a sus padres que ponen miguitas de pan para que vengan "petirrojos" -dijo Fashion, que se destapa ahora como conocedora del tema?-  a la terraza). El divagante que no me conozca en la vida 2.0. no sabrá que yo detesto a las aves porque no es algo que yo valga divulgando, no vaya a ser que en el futuro cada vez más próximo de una sociedad totalitaria me hagan lo que al pobre Winston en la Habitación 101. Pero Roc los llama "tetés", y su amor se extiende a todo lo que tenga un apéndice enmedio de la cara de buen tamaño, e.g. le encanta un peluche que es un muneco de nieve porque la nariz es una zanahoria y le parece un teté, y también muerde narices (aseguro).

Escuela de sirenas,
con bikini prestado

También fui a la clase de natación. Alguien recuerda la última vez que me tuve que salir porque a mitad de sesión vio a su madre en observadores y se puso a llorar? Ahora totalmente feliz y tirando a kamikaze: salta al agua como un loco, bucea, coge ranas de velcro y las pega en otro sitio.... lo único que no le gusta es la "relajación" del final con unos espejos. A saber a qué reflejo condicionado responde, voy pensando, a la vez que estudio el perfil sociodemográfico de los "papis de Penguins". Según Fashion, son todos ex-pats, porque los catalanes de esa zona están todos en sus casas de la Cerdanya el fin de semana. Eso sí, todos vuelven el domingo por la mañana porque petan la parroquia, venga a salir familia numerosa tras familia numerosa de la Santa Misa, los niños con sus chaquetas con cenefas y vestidos de nido de abeja, y los papis con una estética de cazador austriaco. Tal vez no llevan a los críos a nadar porque son del opus y enseñar las carnes es pecado. 

Cuatro días no dan para mucho, pero aún así algo me han sacado los padres de la criatura, incluyendo "recados" en aquel infame centro comercial (por cierto, a alguien más le parece un atraco 26 euros por cambiarte la pila del reloj? No sería más normal 6? En Londinium me pidieron £35 y casi les abofeteo, pero igual la equivocada era yo?) o hasta un rato me dejaron suelta para ver a mis amigos Dp y Xavi solo "para el aperitivo". Sí, la cosa comenzó bien y civilizada, quedando en una librería como acostumbramos, pero me terminaron liando para comer. Siempre se tocan ciertos temas rituales, libros, viajes pasados y futuros (Xavi se va a Australia y Nueva Zelanda y no entiende que no me llame ir a ver tribus-intenté explicarle), nuestro ryad comunitario, el transiberiano, gente común... En un punto, por razones que no vienen al caso -o vendrían, pero luego decís que me extiendo-  subimos a uno de esos maravillosos pisos del Eixample de pasillos inmensos habilitado a co-working (y por lo que sea, había estado en otro por la mañana) donde Dp me presentó a un diseñador gráfico y me describió como otra "letraferida", que es una palabra que me encanta, para que me explicara cómo se hace el diseño de libros. Miró el mío (en inglés) y el de Dp ("Maniac" de Labatut, en castellano) y nos explicó esas cosas de los guiones que separan párrafos y habló de "gramajes" y otras cosas de interés. 

Co-working 1 en Eixample

Co-working 2 más sencillo

Y ahora descanso, divagantes, con sección fotográfica porque los jekes y sus amigos me llevaron a tomar algo al "Jazz Bar "de Casa Fuster, un hotel modernista maravilloso donde me hubiera quedado horas y horas con mi libro (la próxima espero que me lleven a la piscina de la terraza).

La entrada, hacia el otro lado estaban los lacayos,
vestidos como tal (como a las tribus, no les fotografío)

Cómodas no parecen, pero la estética me puede


En pleno Jazz Bar



Explorando

Sencilla columna


El sofá de Cruella de Ville






Y también hubo parque infantil con su antropología asociada, y chocolate a la taza y lecturas de cuentos, y de repente, tenía que volver a Londinium. Lo que me lleva, full circle,  al principio del divague cuando llegué al aeropuerto, pensando que volaba a las 21:20 pero, oh destino:  enseguida la pantalla, con gran indiferencia avisa de retraso de 80 minutos. En esas circunstancias, lo mejor es sentarse a hacer tu propia admin (o sea, hablar con las amigas) mientras el teléfono carga, nunca se sabe lo que puede durar la noche. Nota: tal vez algún divagante empiece a sospechar que estos retrasos se acumulan ya en mi reciente historial (recordemos el mensis horribilis octubre: las cuatro horas hacia Barna cuando fui milenial o las nosecuántas a St. Ives) y que no sós vos, shoy sho. Whatever.

Fantasía

Nadie daba dos duros porque ese vuelo saliera finalmente -no se puede aterrizar demasiado tarde, me vi de vuelta chez jekes- pero ya en el aire, cuando empecé a hacer mis cálculos de hora-de-llegada me di cuenta de que, estando el la fila 25 no tenía ninguna chance de coger ese último tren de las 23:56. Pero, quién es una mujer de recursos? Tras pedir el combinado "humus con picos camperos" (festival del ultraprocesado ese carrito de avión), les pregunté a los azafatos si había "finger" o escalera para salir. Los pobres, aún recuperándose de que alguien, por fin, tras sus catorce anios en la compania hubiera pedido "humus con picos camperos", me informaron que no lo sabían aún pero que "a ver si me parecía bien" pasar a primera fila.  Parecerme bien, dicen: mi júbilo no alcanzó al de cuando llegó el anestesista de la epidural en el parto, pero por ahí. Y no es que Vueling tenga primera clase tipo Emirates, pero esos asientos son lo más parecido en una Low Cost, y además solo había una persona dormida en ventanilla, vs la pareja que veía una peli terrible a mi lado en la 25. Antes de sentarme, me di la vuelta como Amelie en el cine, y aparte de la mía, no había una sola luz de lectura: todo el pasaje iba o dormido o en sus pantallas.  Esa oscuridad de avión siempre me da buen rollo, es para mí vuelos transcontinentales en los que vas a la aventura, así que ese rato tuvo algo de mágico, a la vez que de cierta trepidation. 

El combo que les quitan de las manos

Y el resto es épica: cuando abrieron la puerta, había finger y salí volando, pero el empleado del aeropuerto que las abrió me dijo que por mucho que corriera, él me tenía que abrir las siguientes, y algo exclamé que el hombre echó a correr como mi liebre y me las abrió, y partir de ahí comenzó a sonar Vangelis, y quemé pasillos, pasé las puertas, bajé rampas, llevando la respiración como cuando hacía resistencia en el cole, puse el pasaporte del lado equivocado en la máquina un par de veces, y a la tercera se abrió el sésamo, y seguí corriendo, y por fin llegué a la estación donde aún me sobraron dos minutos.  Dos minutos para establecer si me estaba infartando, o solo que no sentía el corazón por el dolor tras el esternón de los no-entrenados. Cuando llegué a casa, aún me quedaban cinco páginas de mi libro que tuve que acabar circa las 2 am, todavía con cosquillas detrás del esternón, y la certeza de que al día siguiente, me dolería hasta el aura. Porque un finde de emociones fuertes te deja agujetas hasta el miécoles.

El expreso de la medianoche

14 noviembre 2023

Milennials, farándulas varias, servicios de canguro, fotos random.

Creo que debería iniciar un nuevo distintivo en el divlog titulado "querido diario",  como aviso para divagantes (y si no interesa, te vistes y te vas: no questions asked). Porque este divague, que ha empezado como el rutinario bimensual "desarrollo del bebé" (relato costumbrista de mis visitas al sobrinísimo en Barna que por lo menos se lee Fashion) se ha tornado "mis encuentros con los milennial", mi "prácticamente paso al estrellato", mi "encuentro con lo paranormal en un teatro",  mis fotos porque sí. Vale: mi, mi, mi, mi... yomimeconmigo, pero esto es un blog personal y los que nos dedicamos a la farándula, la política, el arte, el fashion, el poderío y el bloguerío tenemos un grado de narcisimo mayor que la población general, dicen. Entren bajo su propio riesgo y callen para siempre. 

Horas y horas en el Pret de Gatwick: haciendo amigos
No seamos drama queens:
en peores plazas hemos toreado
que  en el Pret de Gatwick
Empecemos: después del vuelo transatlántico que supuso viajar en tren a Cornwall, ya nada me impresiona. Así que el jueves 26 que volaba a Barcelona a las 16:30, el hecho de que Vueling se retrasara hasta las 20:00 casi ni me tocó. Al final, estaba en el Pret  (ahora viene bien haber dedicado aquel párrafo a este sitio), con la suscripción del Peda y la de G que implica una fuente de tés casi inagotable, con wifi y enchufe, al que conecté mi portátil y un libro, que acabo de empezar y además me gusta. No habíá que subir y bajar de ningún medio de transporte ni se requerían médicos de urgencia: vida me sonreía. M
e puse a escribir y de hecho el divague de St. Ives lo escribí y publiqué desde allí.

Por supuesto, durante esas breves horas se acaba "conociendo gente" (ya no soy la socialité del pasado, ahora la norma que mueve mi vida suele ser "dejadme en paz", pero aún así). La estrella de mi evening fue una chica de 30 argentina (que luego resultó ser canaria) con la que empezamos con "me echas un ojo al ordenador" mientras íbamos a pedir (ella también tenía ordenador y suscripción a Pret) y terminamos en la misma mesa. Y oh loado lo que aprendí. 

Restos del disfraz de Halloween
(iba de araña)

Esa tarde con ella, no di abasto: primero me pasó una página en la que hay entradas gratis para trabajadores de la seguridad social (ella es enfermera), me pasó la reclamación a la compañía (que le había escrito su chat GPT , que se sabe hasta la ley europea que nos amparaba), logré yo entonces bajarme el susodicho chat (hasta ahora no lo había conseguido) y me abrió los ojos al "vale de comida" que nos darían, con solo mostrar nuestras tarjeta de embarque, a las dos horas. En serio: se pasaron las casi cuatro horas volando, a la vez que varadas en tierra. Mientras tanto, aquella tarde era la fiesta de Halloween de la guarde de Roc y ahí va una foto de otro día...

Asistencia a diversas performances
En la radio
El 27 de octubre es el cumple de Fashion y ella había arreglado que toda la familia (se incluyen los chicos, Ku y Roc) 
fueramos como espectadoras a un programa de RAC1 que hace Marc Giró, con el que nos reímos mucho (ya conté cómo le conocí aquí). Pensábamos que habría un cristal entre el estudio y el populacho, pero qué va: entramos y ahí en pleno estudio, con un crío de año y medio que, el pobre, quedó tan en shock que ni respiró en toda la hora. En el público había otras seis personas: un par de chicas también de cumple, un psicólogo de Mallorca que fue "objetivizado" por Marc (parece que lo hace en cada programa, una especie de venganza por lo que hemos sufrido las mujeres y también porque a Marc el objetivizar a una mujer le debe interesar negativo), y un chico joven con un bolsito de Prada y su suegra. Marc le dijo: "ay Prada, antes la clase media empobrecida podíamos compranos un Prada quedándonos dos meses sin comer, pero hoy está imposible". Cuando nos conoció a nosotros quiso saber quién era cada cual "pues este es Roc, y es mi cumple y ...", Y tras un barrido a los que queda claro son los padres les dice, mirándome: "Y esta qui es, l'avia?" (la abuela). Desde ahí, un cuesta abajo: nos llamó "unas pijas simpatiquísimas de Vetusta" (nunca nadie nos describió mejor), le dijo a Fashion "que vaya más" como "amiga de Marc" y yo que a la próxima, a la tele. Nos hicimos un montón de fotos, nos reímos mucho, ya venida arriba le invité a Londinium y ambas le confesamos nuestro amor y status de fans.  Ya he contado en otros divagues que me da algo de palo conocer a "famosos" porque he tenido experiencias que han sido un poco bajona, pero Marc es verdaderamente muy majo, lo que escuchas por la radio o ves, así fue. 

Viva Fashion-
spoiled con tarta cuqui

Empoderadas en acción
El sábado fuimos las chicas al teatro del Mago Pop (quienquiera que sea) a ver a las "empoderadas". Esto fue cosa mía: uno de los podcasts que escucho son estas chicas periodistas culturales que hacen humor feminista. El podcast es "Deforme Semanal" y dan buenas referencias de lectura o cine y dicen cosas como "cuando conoces a un tío y te causa un seísmo interior, que sabes que desesperadamente es el hobre para ti, ahí no es" con las que me río. Y en el teatro nos reímos, cantamos (el "Common People" de Pulp entre otras) y tenemos unos selfies en los que sale la señora octogenaria que estaba sentada detrás: era real o un espectro? Tenía el pelo azul y no se reía: si no fuera porque estuve ahí con mi hermana, ahora dudaría de si existió o fue un daguerrotipo. Muy grande: yo a los ochenta quiero estar al día de todo como ella. Y lo del color del pelo, estoy en camino.

Receso en palacio para cambio de pañal
Roc: antes muertas que sencillas


Canguro de luxe de Roc
Roc con pijamas rosas de su prima:
muero de amor
El sábado por la noche Fashion y Kuniado se fueron por ahí de pareja y me quedé de nanny de Roc. Con todas las prevenciones porque parece que, aparte de la guarde y sus abuelos, nunca se había quedado con nadie e iba a llorar o montarme el fin del mundo. Se me dieron todo tipo de indicaciones: dale un bibe a media tarde o se pondrá irritable, no-lo-bañes que pesa mucho para sacarlo hay una técnica, mira que no se ahogue en la cena y ya lo dormiremos nosotros al llegar porque nunca nadie, aparte de su madre, ha logrado dormir al pequeño Damien. 

Qué puedo decir: que la tarde-noche fue un éxito. No lloró en ningún momento la ausencia de sus padres, lo bañé sin ningún problema con el juego de Moby-Dick que incluye Ahab, barco y ballena [sí, soy una nerda], cenamos [ambos fans de la granada], jugamos [múltiples juegos educativos, han de ser de madera, dicen los padres orgánicos], cocinita [que como buena TOC insisto en ordenar] y leímos cuentos. Ya sabe extrapolar a los animales de un cuento a otro, o sea, ya sabe lo que es un gato aunque esté dibujado de formas muy diferentes. Le puedes preguntar dónde está el pájaro (en su idioma, el "teté"*), el perro, el gato, la bruja, que lo señiala todo diciendo claramente "AHÍ!". Si no sabe algo, pone las manitas así hacia arriba y hace un ruidito tipo "wey?". (*)Nota: es muy gracioso cuando los críos empiezan a hablar y se inventan palabras que no tienen que ver ni por el forro con la original (teté?) y que pasan a ser de toda la familia. De Mini recuerdo el famoso "titibala" que pasó a ser el "bala" -por chupete

Los padres no aprobaron el peasoplástico rojo,
regalo de gente de otra generación
Mención especial aquí para unos libritos que son "introducción a la música clásica" que suenan al poner el dedito [tiene toda la colección]: hay uno por cada principal compositor ("El meu primer Bach"), otro de mujeres músicas, otro de música barroca, otro de clásica de Navidad, otro de ópera... El aria de "La reina de la noche" de "La flauta mágica" particularmente le encanta (yo inicié mi campaña de la "Habanera" de la mejor ópera, ji). Ahora, en un punto de la noche encuentro la gallina de los huevos de oro del cuidado de Roc: abro mi lista de Spotify (los divagantes ya saben que es la mejor lista ever) y le digo, "bailas?"

Libro musical y juguete
plasticorro infiltrado de Mini
Me mira interesado, lo cojo y vamos bailando juntos por la habitación. Enseguida descubre el espejo: quién es ese niño con la abuela aquella moviéndose (tan bien) ahí enfrente. Doy pasitos adelante, hacia atrás (con lo cual desaparecemos, aparecemos) y le encanta. Saltamos y se muere de risa. A tan joven edad y ya ha captado que ciertas canciones son macarras y hay que mover la cabeza así tipo rock&roll ("The ballad of Chasey Lane"): solo le falta ponerse los dedos de cuerno en la frente con la lengua fuera. En otras levanta el brazo, como si estuviera en un concierto. Me río mucho con sus caras: hace tiempo que no me reía tanto. Al cabo de un rato me doy cuenta de que pesa casi 12 kg y que mañana voy a tener agujetas. Da igual: YOLO, como le dijo su madre al día siguiente: "es que a tu tía siempre le ha gustado mucho bailar". Pasado un rato (ambos sudando, cada canción es mejor que la anterior) veo en el reflejo que... se le están cerrando los ojos!! Es posible? Lo he agotado? Nos vamos a la cama, caemos uno encima de la otra y... efectivamente, está frito. Les pongo un wa a sus padres: no montéis jaleo al entrar, lo he noqueado. Ja: Roc 0- Di 1.

Aquella noche no fue necesario
el cuento de buenas noches


La tarde de las librerías
Como ya conté en el divague de la Casa Usher, cuando recogí a Roc de la guarde (no puedo explicar la ilusión que hace que me reconozca  y se alegre, con lo poco que nos vemos) me lo llevé de librerías. en el Re-read de Muntaner le compré un libro de "l'avia va de viaje" (o algo así), que parece que le encanta porque salgo yo, la abuela, siempre de viaje. En la misma calle hay un palacete, pero no me enrollo...

"Mi fantasía textual es que
me comas y punto"


Al lado de la librería está el
Palau del Marquès d’Alella

No somos vampiros

Los jardines: esplendor
del primer cuarto del SXX


Repelentes padres artísticos y manitas
Y el resto de los días de mi estadía en la península os lo dejo en imágenes, no sin antes explicar la de abajo, que me causa particular dolor. Resulta que en la guardería ya han empezado con lo que era el mayor terror en mi familia: las manualidades. Me refiero aquí a mi familia nuclear, porque está visto que en mi familia extensa hay gente que destaca: primero fue Lisi, mi padre, que me hacía toda la marquetería y conectores eléctricos cuando yo iba a las monjitas y ahora ha retomado el batón el padre de Roc, que no ostenta el título de Kuñado Universal por nada (y además es diseñador, creativo, original, manitas). En fin, que había un concurso para hacer algo del otoño,  con boniatos y castañas, y se marcó lo de abajo. 

Por supuesto, ganaron el concurso, y lo de mi dolor lo entendería cualquiera que pasara por este divlog cuando yo contaba las muchas mierdas que presentamos por Mini durante la primaria: una espada de cartón cuando los romanos (alguien presentó un Coliseum con luces y todo), una bombilla infame cuando los "inventos victorianos" (hubo puentes de suspensión), o la "colonia marciana" cuando yoquesé. Mi hija ya ha crecido con estas taras, luego quién le pueda exigir que no vaya a Oxbridge. Una nota de desesperanza: seguiremos retransmitiendo aquí en el divlog los distintos repelentes trabajos del padre de Roc. 

Humillando al resto de padres


Y ya me voy, en serio... ahora solo fotos.


Fuimos en bici hasta el hotel este

Y Roc se durmió a la vuelta en marcha
(un cuadro: Kuniado Universal sujetándole la cabeza)



Esto en un sitio que me llevan
a comer arroz


En el que hago lo que ellos llaman
"fotos pajarrakas" (d'auteur, digo yo)

Vale, está movida pero indica una transición:
ese desierto desemboca en la muy noble, muy leal, etc Vetusta


En Vetusta pasé fugazmente, luego
de incógnito. Breve visita al
museo de arte contemporáneo


Exposición pajarraka 1

Exposición pajarraka 2

Y qué chulos los Pablo Serranos:
otro día hago un "special"



Como diría Mark Twain, no tuve tiempo de escribir un divague corto, así que escribí uno largo. Again.