an

Mostrando entradas con la etiqueta pepsiquiatria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pepsiquiatria. Mostrar todas las entradas

30 diciembre 2024

"Esto es ridículo", una frase para casi todo últimamente [Ya lo dijo Vivian Gornick en "Apegos feroces"].

"Fierce attachments" ("Apegos feroces")
de Vivian Gornick es uno de esos libros que tiene todos los ingredientes para que me guste [autora judía neoyorquina, verbosa y feminista]. Sin embargo, me ha costado empezarlo: lo he tenido en casa tal vez un año, hasta me lo llevé de paseo a Vietnam (allí lo leyó el Peda, a mí no me dio tiempo) y al final, este mes de diciembre fue su San Martín. La principal razón de mi gato-y-ratón con este libro ha sido una de las palabras de su título: "attachments" (apegos). Este sustantivo me hace martillar el revólver al leerlo o escucharlo porque se suele usar mal: cuando lo constato, con dificultad contengo la urgencia de disparar. En estas memorias (porque este es el subtítulo de la novela, "a memoir"), "apego" está mal usada, por supuesto, pero por lo menos no la repite demasiadas veces, en contra de lo que yo predecía. Y en compensación, la otra palabra del título, "fierce" (feroz) es un adjetivo que me encanta: me lleva a la infancia (¿quién teme al lobo feroz?), a atroz (otra palabra que mola) y a Trasmoz (un pueblo con brujas, qué más se puede pedir a un pueblo?).

Este libro fue publicado en 1987, antes de que se usara el término “autoficción” para indicar despectivamente “algo que ha escrito una mujer tomando elementos biográficos” (como si no escribiéramos tod@s desde la biografía). Podría haber escrito más sobre política, Nueva York o el proceso de escritura, pero Gornick se centra en el tema “relaciones”. Divertida, feminista, socialista, a reventar de ideas… a ver si lo consigo explicar.

La madre
Cómo no, su madre es la típica mamma judía con todos sus estereotipos. Empecemos con el chiste clásico: qué le dice una madre católica y una judía a su hijo tarambana? La católica: "si haces X, te mato". La judía: "si haces X, me mato". En psiquiatría hasta hace poco se trabajaba mucho el concepto de "Alta Emoción Expresada" (High Expressed Emotions) como, si no causante, sí factor relevante para el desarrollo de enfermedades mentales severas como la esquizofrenia. Supongo que para los pobres anglosajones todas las familias de origen cultural católico o judío seríamos "alta emoción expresada", pero no por ello tenemos más incidencia de psicosis -aunque el concepto de judío neurótico nos lo ha machacado Woody Allen durante décadas. En fin, que la madre de Gornick es la sede de la Alta Emoción Expresada.


Y es un personaje de esos para hacer libro fórum: el Peda opinó que "es malísima" pero yo a ratos me reía con ella (el libro tiene bastante humor, ese factor tan bienvenido en la literatura). "Huérfana! ay, Dios, eres huérfana!", gritaba a intervalos regulares en el velatorio de su marido señalando a su hija, en el que la madre adoptó siempre el papel central. O cuando le intentan vender otra religión por la calle: "Joven: soy judía y socialista, creo que eso es ya suficiente para una vida, ¿no?"

Cuando habla con su hermana, la conversación es "agresión entretenida de observar". Con extraños puede ser seductora y encantadora de serpientes cuando quiere, pero este encanto es "peligroso y del que no se puede confiar". Es narcisista de alto nivel, y sin ningún tipo de auto-conocimiento: "¿haces esto para ponerme triste?" (no, mamá, el mundo no gira alrededor de ti, lo hago porque quiero).

Lo que hace cuando se queda viuda a los 50 también habla mucho de ella: toma la decisión activa de no recuperarse nunca de esa pérdida -simplemente, no le da la gana. Gornick se maravilla de que "nunca se cansase, inquietase o aburriese de esa seriedad" y pienso que es lo contrario de lo de un personaje de Isabel Allende que "no tenía paciencia para la tristeza". Siempre recuerdo esta frase leída hace 30 anios porque creo que te cae la lotería si eres así [algún beneficio tenía que tener la impaciencia]. Y no creo que esto implique que hayas querido menos que alguien que se mete en ese exceso performativo: la madre de Gornick llega a casa y se echa en el sofá con las luces apagadas, adopta una nueva manera de estar en el mundo tras ese evento. Y si alguna vez alguien le sugería que su actitud resultaba opresiva a los demás, se sorprendía: hay una metáfora fantástica cuando la madre abraza a la autora demasiado fuerte contra su pecho y Gornick dice: "tenía problemas para respirar, pero ahí estaba segura".


Eso sí, tiene claro que su hija va a tener educación, y cuando alguien le pregunta qué cree que va a sacar en claro su hija de ir a la universidad afirma "no lo sé, es lista y se merece una educación. Esto es América. Las chicas no son vacas en el campo esperando emparejarse con un toro". Claro que a cualquier pico le sigue su valle: cuando la autora vuelve de clase hablando con la jerga de los estudiantes de literatura, su madre no la entiende: "Habla inglés en esta casa!". Gornick queda estupefacta, porque no era tan complicado: todo lo que tenía que hacer su madre es "adorar en lo que yo me estaba convirtiendo, pero ahí estaba ella: rechazándolo".

Para mí la anécdota que mejor resume su narcisismo y egocentrismo es esta: Gornick da una charla ante una gran audiencia entre la que está su madre que es un éxito. Al día siguiente, cuando ve a su madre por primera vez tras el evento, Gornick la mira llena de expectación, esperando oír lo bien que estuvo en la charla pero su madre abre la boca, toda ilusionada y suelta: "¿Sabes con quién soñé anoche? Con Fulanita!" y comienza un largo monólogo sobre Fulanita en el que Gornick ya directamente disocia y supongo ve pasar su vida por delante. Esta divergencia de prioridades nos ha pasado a tod@s, en distinto grado y con distintos temas, algunos menores. Pero si cuando un libro te toca muchísimo y el recomendado te dice "meh, sin más", y ya casi físicamente te duele, no digamos en temas más personales, y venidos de tu propia madre.



Ah, y cómo no: su madre también destroza los libros que ella le recomienda. El patrón es siempre comenzar con un "escucha...", al que sigue un "¿Qué me puede enseñar este autor que yo no sepa? Nada". Gornick psicoanaliza el proceso y concluye que cuando su madre no entiende algo siente miedo y lo refleja siendo hipercrítica y desdeñosa.

Psicoanálisis y otras malas hierbas
Una bonita interpretación la de arriba, a saber si cierta. Para escribir no necesitas ser psiquiatra, ni siquiera psicólog@ [aunque con Franzen a veces me pregunto si ha hecho un curso de ccc], pero necesitas tener un mínimo de nociones sobre el alma humana, que Gornick desde luego tiene. Además, como buena persona dedicada a las “liberal arts” en Nueva York, Gornick ha estado en psicoanálisis (de ahí ha cogido prestado el concepto innombrable del título) y hace bastantes interpretaciones que se nota que vienen de ahí. 

Pero una cosa es una interpretación psicoanalítica sacada de tu kipá, y otra un concepto estudiado por la neurosicología. Por ejemplo, en un momento describe que de repente, se siente increíblemente triste (usa "miserable, desolated, defeated, speechless", todas en una misma frase-y decir que se queda sin palabras alguien con tantas como ella, es decir mucho). Esto que está describiendo es un NAT (Negative Automatic Thought o Pensamiento Negativo Automático). Los NAT son pensamientos que pasan rápido por nuestra mente, instigados por elementos que no nos damos ni cuenta, pero que te dejan con una sensación negativa. En terapia, te ayudan a intentar desentrañarlos, pero si tienes un mínimo de introspección sobre ti misma, lo puedes hacer tú. A mí es un concepto que me resulta muy útil y lo uso cuando Mini me dice que de repente está triste y no sabe por qué... entonces hacemos de investigadoras para ver qué ha pasado en el último rato que ha podido activar un NAT. El NAT es un concepto que viene de neuropsicología, una disciplina seria que nada tiene que ver con esoterismos como el psicoanálisis, pero entiendo que la población general se líe.  


Gornick según Gornick
Con la personalidad de Gornick me resulta a ratos muy fácil identificarme: ella no sueña "con amor o con dinero, sino con ella misma dando charlas elocuentes que llevarían a diez mil personas a sentir sus vidas, y a actuar". Aborrece cocinar: "no podía asumir su valor social" [creo que cocinar y comer está sobrevalorado - "dijo ella enmedio de Navidades"]. Y aprecia ir bien vestida, pero no soporta comprar y siempre lleva la misma ropa, en contraste con otras mujeres que planean lo que lucen- coincidimos también en ese tema.

Su expresión más habitual es "¡Eso es ridículo!", aplicable a casi todo [la entiendo: yo ya he tenido mi oportunidad de esoesridículo esta misma mañana leyendo un artículo de un "tren de lujo de Donosti a Santiago que dura 7 días comiendo tipo Michelín al módico 18.500 euros por pareja"-si vas sola, 16.000]. Necesito esa camiseta ya: “ESTO ES RIDÍCULO”.


Relaciones amorosas
Gornick tiene un ensayo titulado "El fin de la novela de amor" que leeré, y habla mucho de amor y sexo en estas memorias. El Amor con mayúsculas parece hacer sido el motto de la vida de su madre, que aunque "no odiaba el sexo, parecía que simplemente lo soportaba", como muchas mujeres de esa generación.

A los 16, la virginidad de la autora "estaba bajo cerco", o sitiada, ella en las trincheras. Al poco tiempo de casarse con un pintor, se da cuenta de que él era un ser sin palabras (qué sorpresa en un artista visual), mientras que a ella le sobran - para criticar, analizar, diseccionar. Ella adora la claridad de pensamiento y él, la revelación mística: ¿qué podía ir mal? Su madre no había aprobado que se casara con un "goy" (no judío): me parto cuando Gornick le dice: "pero mamá, no éramos comunistas?". Describe muy bien el proceso degenerativo de la relación, desde la "horrible amabilidad" (quién no dice más por favor y gracias cuando está enfadado?) hasta la "consideración forzosa". Y la mejor reflexión: lo que les mantuvo juntos más tiempo es que, lo que era en realidad "tensión", ellos lo llamaban "intensidad" [ah, la importancia de la narrativa, la historia que nos contamos a nosotros mism@s de lo que sea].

También describe otras dos relaciones intensas que tuvo con un par de tipos muy diferentes: uno se enloquece con la religión del psicoanálisis y me he reído porque durante unos párrafos he estado preguntándome si estaba psicótico o era solo jerga psicoanalítica. El psicoanálisis se convirtió en "el gran drama de su vida. Absorbió su lenguaje y sus verdades como leía Gran Literatura: se hizo sabio, pero al vacío". El otro era un sindicalista con el que, si no fuera por el pequeño detalle de que estaba casado, hubiera tenido una relación muy chula: "él nunca dejaba de llevarle la vida a la puerta de su casa" ("he never stopped delivering life to me, for me, at me"). Ah y olvidé el otro nimio detalle o nube en la relación: el sindicalista le entra a una amiga de Gornick y cuando ella le confronta el tipo sale con que el amor "es una relación adversaria. No hay amistad en el amor". Gornick se revuelve, "si el amor es solo apego romántico, que se joda", para llegar a la conclusión de que era inevitable que, al final, ella se convirtiese en la mujer engañada también.

Total que los hombres estaban "asustados de una mujer como ella". Ella buscaba hombres con “la combinación de vulnerabilidad y fuerza adecuada para poder generar aquello de la tensión sexual”. Resumiendo, un fracaso: “si eran listos, su apariencia era rara, si eran viriles, eran estúpidos”. Más introspección: si un hombre era "bajo o tonto o sin educación o extranjero, me sentía lo suficientemente superior como para arriesgarme a la ternura". Con potenciales parejas que crees tu inferior, tienes la libertad de mostrarte más como eres y de cometer errores. Es fascinante lo del balance de poderes en las parejas.



New York, NewYork
Ya he comentado que claro que el libro es Nueva York, pero podría haberlo sido mucho más. Gornick-niña va en bici por el Bronx Park East, o de adolescente se sienta en el borde de la ventana, con sus pies colgando en la escalera de incendios. El tráfico, el ruido, la urgencia de Delancey Street. Enfrentarse al "outpouring of lovely human bustle at noon, a density of human appetites and absorptions" en Lexington Avenue. Todas estas imágenes me han traído a la Nueva York de las pelis con el Rhapsody in Blue de George Gershwin del comienzo de "Manhattan" de Woody Allen y el puente de Williamsburg de fondo y me han puesto aún más expectante en el cuenta-atrás del super-regalo de Mini este año. En 46 días estaremos paseando por La Gran Manzana, y prometo buscar algunos de los lugares vibrantes, urgentes, confusos, llenos de palabras e ideas que son y que describe Gornick. Si me la encuentro le diré que no ha usado bien el concepto "apego" pero que, por favor, siga siendo tan feroz.

Lean “Apegos feroces”, no lo dejen tanto tiempo como yo.

04 diciembre 2024

"La vegetariana" de Han Kang: tu cuerpo como arma

Algo me dice que hoy me va a salir un divague raro: va sobre "La vegetariana" de Han Kang, la coreana que solo tiene un año más que yo y ya acaba de hacerse con el premio Nobel de literatura, la muy odiosa. Lo presiento raro no porque la novela sea rara y esto un homenaje, sino porque rehúso contarla [ohmygot cuántas críticas, hasta en el Guardian que he dejado en el segundo párrafo porque veía que la resumían: críticos, get a grip, una review no es un resumen]. Intento no hacerlo nunca -y si se me escapa, aviso-, pero es que en este caso ni siquiera puedo hablar de sus temas [tal vez se entenderá luego].  Aspiro a que esto sea una anotación para recordar que leí "La vegetariana" -serlo es algo a lo que también aspiro, pero oh, la carne es débil- aunque me encantaría que me saliera algo oscuro y extraño, como le salió a Han Kang. Pero para eso hay que valer, me falta tormento y tontería: veremos. 

Antes, una cosa: toda la familia de Kang está relacionada con la literatura: son escritores su padre y sus hermanos, crítico su ex, con su hijo tenía una librería en Seúl. Esto solo lo digo por la ilusión que les habrá hecho a todos este premio, apuesto a que no lo esperaban, aunque este libro ya había ganado el Booker Internacional 2016. Y debe ser muy merecido, a tenor de lo exaltada que está la crítica [aunque generalmente solo resuman], pero yo solo digo que no me ha pasado como con Olga Tokarczuk (Nobel 2019) y "Los errantes": con este inmediatamente entendí. Y me reafirmé con "Sobre los huesos de los muertos". Aquí, no sé, pero no voy a ser tan ingenua de pensar que estas cosas se deben a razones únicamente literarias. 

Y ya por sacarme esto de encima cuanto antes: la traducción es a killer. En serio: es insportable leer traducciones y no me cansaré de decirlo y me podéis llamar loquesea y trolearme en vuestras mentes. Un ejemplo: "trasero". ¿En serio? O sea, es un libro lleno de drama, bilis, oscuridad, simas, color violeta, cuerpos, y para describir donde la espalda pierde su nombre se dice "trasero"? No voy a hacer yo de traductora, pero es que hasta culo hubiera quedado mejor, por no hablar de nalgas y hasta glúteos: ¿no sabe el traductor que "trasero" es irónico en castellano?

Sensación "otro planeta" me pasa con los orientales, tal vez por eso he leído pocos. No me gustó Murakami, y en el divague de "El templo del pabellón dorado" de Yukio Mishima lanzo la hipótesis de por qué tengo buenos recuerdos de otro libro suyo (resumen=la edad, estaba en mi veintena) y con el del pabellón se vuelve al estado natural de las cosas: me ha vuelto a parecer una jirafa cuadrada. Pues bien, Kang es marciana, como se esperaba. 

No voy a hablar de temas subyacentes porque serían muy manidos, casi da verguenza [que si patriarcado feroz, que si capitalismo extremo, que si Greg Samsa, que si Bartleby]. La percha que usa es para mí extra dolorosa, porque leer el tratamiento de la enfermedad mental en literatura lo tiende a ser, aunque esta frase me gusta: "irse sola al otro lado de los límites tras haber hundido su vida en un lodazal.". Hay gente que lo hace bien, no sé, Plath, Franzen, o Foster Wallace -el pobre, tan en primera persona, y también Sylvia, pero no es fácil. Y me exaspera lo del trauma: debe ser terrible tener una enfermedad mental hoy en día y que no te hayan abusado de niño, porque parece que todo se explica por esa palabra, "el trauma". Es perezoso hacerlo y da mucha pereza leerlo -o verlo en el cine, ay, pobrecito Joker. Dejad de hacerlo, ya hay suficientes: escribid de alguien neurótico hasta la médula nacido en una familia que se quiere, de un psicópata más frío que el pescado cuyos padres eran buena gente, de alguien con depresión clínica al que todo le fue bien. Existen, de verdad. Y sí, da mucho más vértigo asomarse a esas mentes, porque plantean dudas mucho más incómodas. Pero va, dejad el trauma, que ya aburre. 



No ha sido todo el rato así: tiene tres partes y en la primera [채식주의자] leo intentando abrazar la marcianidad con algo parecido al interés. Un personaje -sorpresa, un señoro- es desagradable, y se le enseña, como corresponde, el dedo corazón: bien hecho, aplaudo, hay que sacar más ese dedo a pasear sobre todo metafóricamente.  Y sí, lo compro: el propio cuerpo puede ser un campo donde luchar ciertas batallas, lo saben muy bien las anoréxicas que ya existían antes de Instagram y la tele: antes eran monjas iluminadas. Mi cuerpo contra__________ (añádase aquí lo que convenga). En esa parte frases como estas me animan a seguir leyendo: "¿Qué es lo que cortaré con mi cuerpo que me estoy poniendo tan afilada?" o "Tu propio cuerpo es lo único a lo que le puedes hacer daño. Es lo único con lo que puedes hacer lo que quieres. Pero ni eso te dejan hacer". 

En la segunda [몽고반점] ha sido algo mucho más visual ["Más que despertar deseo, era un cuerpo que apetecía quedarse contemplando"], un recreo de imágenes que he construido en mi cabeza con las pinceladas que da Kang y me ha quedado bastante bien. Igual estaba aún bajo el influjo de Garro y sus  "lianas y hojas carnosas", pero ha sido un festival, algo así como el invernadero de nenúfares que hay en Kew Gardens mezclado con chocolate que se derrite sobre una fresa. Debo estar muy mal porque el sexo descrito, supongo que con intenciones de asquear y sentir rechazo, medio me ha puesto. 

La tercera parte, [나무 불꽃],ya con el tema sanatorio á la Cucko's nest se encuentra con "La mujer habitada" de Gioconda Belli, como que no, claro que hay perlas como el psiquiatra que se enoja con los pacientes que no evolucionan como él querría: me he reído y es que hay pacientes que solo van a fastidiar. 

Con esta frase, que no sé de qué parte es termino: "El tiempo, que es un torrente ecuánime hasta la crueldad, se llevó en sus aguas su vida". Y con su título: es tan bonita esta grafía que estoy considerando leerlo en coreano...


 채식주의자 

17 noviembre 2024

Supremacistas blancos y otros amigos de los niños (Y se acaba "Unic@")

Hay un grupo en los EE.UU., los “supremacistas blancos”, que ha contribuido en estas últimas elecciones a dar el poder a Donald Trump. Sería interesante que todos ellos pudieran leer el último capítulo de “Unique”, o aunque fuera mi pequeño resumen.



Sí, todos venimos de Africa
Los humanos modernos se originaron en África hace unos 300.000 años y en los últimos 80.000 se expandieron por el globo, adaptándose a todos los medios -desde los polos hasta el desierto. En los últimos 12.000 años se pasó de ser cazadores-recolectores a dominar la agricultura y la ganadería. Recuerdo los capítulos de Sapiens (otra serie que encantó a los divagantes de la época) en los que Harari hablaba de las sucesivas revoluciones de la humanidad: 
1. La Revolución Cognitiva (que empezó hace unos 70.000 años)
2. La Revolución Agrícola (que empezó hace unos 12.000 años)
3. La Unificación de la Humanidad
4. La Revolución Científica (que empezó hace unos 500 años)



Presión selectiva
Las adaptaciones de los que se asentaron en zonas frías fueron distintas de los que en los trópicos, por ejemplo. Los distintos ambientes en los que distintas poblaciones han vivido han dado lugar a que haya "presiones de selección natural" para ciertos rasgos. Por ejemplo: generalmente la enzima lactasa -que metaboliza la lactosa- decrece cuando los humanos dejan de amamantar. Los grupos que domesticaron ganado de adaptaron de adultos a metabolizar también la leche por el proceso citado de "presión selectiva" (los que se adaptaban, sobrevivían y transmitían sus genes).  Esta adaptación ocurrió bastante rápido (en unos pocos miles de años) y en distintas zonas: a esto se le llama “evolución convergente” (esto de la lactosa pasó convergentemente en África y Oriente Medio).

Sin embargo, otras veces diferentes poblaciones expuestas a la misma presión ambiental ven diferentes variedades genéticas. Dos poblaciones que viven a gran altitud han desarrollado distintos genes protectores del mal de altura: los tibetanos o los que viven en las Montañas Simien en Etiopía, que son estas:



Estos son dos de los cada vez más ejemplos que tenemos de variedades de genes adaptativos que se han identificado para distintas “presiones ambientales en las poblaciones locales”. Estas adaptaciones sólo aplican a uno o a pocos genes. ¿Puede esto pasar en la herencia poligénica? (cuando hay varios genes implicados, como la altura o todos los cognitivos conductuales).

Hoy se sabe que hay una adaptación poligénica de la altura entre europeos, pero es un efecto débil. Y todos los rasgos cognitivo-conductuales tienen un componente heredable (~50%) que siempre incluye una pequeña contribución de un montón de genes.

La genética de poblaciones es necesaria para combatir a los racistas
Todo esto lo estoy explicando como contexto de lo que viene ahora, porque la ciencia de la variación humana a través de distintas poblaciones se sigue usando para racionalizar el fanatismo racista. La “genética de población” ("population genetics") se ha usado para justificar barbaridades como la esclavitud, el holocausto, el colonialismo, y suma y sigue. 

Así que, ¿por qué no olvidar la “population genetics”? Pues porque nos puede ayudar a entender la evolución humana, ayudarnos con avances médicos, y… porque la necesitamos para refutar las teorías racistas.

Lo primero: las categorías raciales con constructos sociales
En primer lugar, las categorías raciales son constructos sociales y culturales, y cambian de país a país. Por ejemplo aquí en el UK cuando rellenamos formularios de etnicidad hay unas categorías muy distintas a los EE.UU. porque reflejan su pasado colonial (indio, pakistaní, bangladesíes etc). Estas clasificaciones son ideológicas, económicas y políticas. Por tanto estas categorías son culturales-biológicas y la mayoría de la variación de los rasgos ocurren entre una “raza” más que entre dos distintas. 

En el censo brasileño puedes elegir tu etnicidad entre branca (blanca), parda (multirracial), preta (negra), amarella (asiático) e indígena. La mayor parte de la gente que en EE.UU. se definirían como negros se llamarían “pardos” en Brasil. Curiosamente, en Brasil si todos tus ancestros son del oeste de África pero eres pobre te defines como “preta” y si más afluente “parda”. Estos son solo un par de ejemplos para que se entienda la complejidad.

Y ahora hemos pinchado en hueso: la inteligencia
Nada levanta más ampollas que el tema inteligencia en los distintos grupos. Nota: la inteligencia cristalizada = el conocimiento que tienes del mundo, tanto datos como procedimientos, y la fluida = la habilidad de resolver problemas nuevos sin necesitar conocimiento acumulado. 

Los Coeficientes Intelectuales (CIs) tienen una parte heredada y otra que no. Hay identificadas mutaciones de genes que afectan al cableado y función eléctrica del cerebro-por eso aquella persona piensa más rápido que tú. 

Hubo una época, en los 60, en los que se estudió comparativamente el CI de irlandeses e ingleses. Los segundos tenían de media 15 puntos más. Algunos académicos, incluso el famoso psicólogo Eysenck, dijeron que esta diferencia era por genética. Veamos:
  • En primer lugar, sabemos que una estimación del componente heredable de un rasgo sólo es válido para la población en la que se estudió - o sea, ese componente heredable no nos dice nada sobre el origen de la diferencia entre esas dos poblaciones. 
  • En segundo lugar, lo que pasó con los años es que con mejora de la nutrición, la salud y el nivel de vida de un país empobrecido como Irlanda, el CI de ambos países se ha equiparado. Claramente ahí está el componente no genético (el hambre) que diferenciaba a las poblaciones. 
Por eso mismo, el componente heredable del CI es más alto en las clases medias o profesionales que en los pobres, porque el ambiente está en contra de que los pobres alcancen su potencial. Lo mismo que ocurrió con Irlanda-Inglaterra ocurrió en USA con los CIs de los blancos y los negros. Desde 1965, los segundos han mejorado mucho pero aún no han alcanzado a los blancos, debido a las diferencias sociales, que parece van a permanecer con más fuerza tras lo votado.

Así que, igual que empezamos el resumen de este libro, vamos a terminarlo en relación con el CI: es el resultado de factores hereditarios, no hereditarios y el aleatoria desarrollo del cerebro. Igual que no hay diferencia entre las razas en el CI, tampoco la hay entre ningún rasgo cognitivo o de conducta. No: los asiáticos no son genéticamente más listos, ni los africanos más vagos ni los finlandeses más trabajadores. La poblaciones con menos CI no han alcanzado su potencial, y así es como comenzábamos esta serie.

Corolario
La gran variabilidad en preferencias y comportamiento de los humanos es una fuerza, no la usemos para dividir, ni para mirar por encima del hombro a otras culturas, a otras personas. Los pobres no es que lo sean porque son menos listos, sino porque no pueden alcanzar su potencial genético. Las mujeres, las personas homsexuales, interexo y transgénero son objetificad@s y sufren discriminación. Todo tiene, además del ambiente en el que creces, un componente biológico, lo que comes, cómo duermes, cómo recuerdas. 

Decidir qué es innato y qué es social lleva separando a la derecha y a la izquierda desde hace más de 150 años. Si la política es "el arte de la felicidad humana" como leí una vez, si va de intentar mejorar las vidas de la mayor parte de las personas (cada uno desde su filosofía), lo primero sería asegurarse de que las necesidades básicas están cubiertas para que todas y todos puedan conseguir su “potencial genético”. Y luego entender, ambas corrientes, que casi nada es "todo innato" o "todo social" sino, en distinto grado, la combinación de ambos salteado por esa aleatoriedad de los procesos biológicos que hacen que todos seamos "unique".

16 noviembre 2024

¿Madrugador@ o trasnochador@? ("Uni@"-7)

Hoy vamos a ver cómo nuestros patrones de sueño también son únicos y cómo influyen en nuestro estado anímico, creatividad y habilidad para la resolución de problemas. Y también nuestros sueños, pero en lugar de ciencia he acabado yéndome por una tangente personal que os podéis saltar sin miedo ni culpa.

¿Cuál es tu cronotipo?
El cronotipo se refiere a la propensión de un individuo a dormir a una determinada hora. Todos conocemos a gente que están más alerta y activos por la noche (los búhos) o por la mañana (las alondras), y todos estamos en un punto de ese espectro. Pero los que están en los límites, las alondras extremas y los búhos extremos parece que viven menos: tienen más posibilidades de morir jóvenes porque es difícil encontrar un horario de trabajo que se adapte a estos extremos y una falta de sincronización entre tu cronotipo y tu trabajo está relacionado con complicaciones de salud: mayor incidencia de diabetes tipo 2, cáncer, enfermedad cardiovascular etcétera.

Tal vez por ello, o porque los factores biológicos que influyen en el cronotipo cambian con la edad, hay menos extremas alondras y extremos búhos entre la gente mayor. Los adolescentes y universitarios son los que tienen el cronotipo más de búhos -recuerdo aquellas noches hasta las mil de esa época. Y las mujeres tenemos unos cronotipos un poco más tempranos que los hombres hasta los 40 pero después un poco más tardíos. Yo que era un búho razonable en mi juventud (nunca extremo), ahora soy una alondra pesadísima. Los fines de semana lo canalizo yéndome con la bici cuando aún no han puesto las calles, pero llevamos ya un par en el que es de noche! Intolerable. 


Los desórdenes
Llevado aún a más extremos, las alondras pueden sufrir  el Familial Advanced Sleep Phase Syndrome (FASPS), en el que la gente se cae dormida a las 7 pm y están fresquísimos a las 4 am, y la mayor parte de sus ritmos corporales están movidos 3 horas para adelante. Este es un rasgo genético dominante (o sea, con que te pase tu madre o tu padre un gen, lo tienes). Aunque no todos los alondras tienen mutaciones genéticas. 



Otro desorden del sueño que también va en familias es el Short Sleep Duration, gente suertuda que con 6 horas ya tienen bastante y están tan frescos al día siguiente. Estudios han demostrado que el 50% de la variación de la duración del sueño y el 90% del sueño inquieto son heredables. 

Factores culturales

Hasta aquí los factores biológicos (como diría Lady Gaga “Born this way”), pero el cronotipo también está influenciado por factores culturales: los belgas y  los australianos tienen la hora de irse a dormir más temprana de todos (sobre las 22:30) mientras que los españoles, los brasileños y los italianos tienen la más tardía (0:00). Sorpresa sorpresa.


Ahora culpamos a las pantallas y a los teléfonos móviles de nuestros problemas de sueño (vía la luz que nos echa en la cara) pero esto no es nada nuevo: ya Henry Thoureau se fue a Walden porque le echaba la culpa de su insomnio “a los trenes y a las fábricas”. Por cierto, no funcionó.


Historiadores del sueño han encontrado que en la época pre-industrial se hacía lo que se llamaba “dormir segmentado”: la gente se levantaba a mitad de noche, comía, hablaba, incluso pasaba a casa del vecino. Como esto no ha sido replicado en sociedades preindustriales de hoy en día, tal vez no sea cierto pero lo que sí se sabe es que los preindustriales tenían su cronotipo una hora más adelantada que nosotros 


Hay una falta de correlación que sugiere que el cronotipo y la duración del sueño están controlados en distintas partes del cerebro.


He de decir que cada vez que he escrito cronotipo quería escribir cronopio (💓).





Relojes internos, ritmos circadianos

La realidad es que seguimos al ciclo solar. Pero no solo los humanos, también las plantas (la luz da energía para la fotosíntesis), los animales y hasta las bacterias: todos sincronizamos nuestros ritmos biológicos con el ciclo solar. De día necesitamos su calor y de noche necesitamos que no nos dé su luz porque es el momento de la división celular (en la que se replica el ADN y ese proceso deja al ADN sensible al daño por la luz) y su reparación, porque los fotones también pueden dañar a los organismos. 


Y en los humanos, no es solo el sueño y la vigilia lo que está alineado con el ciclo solar, sino también la temperatura corporal, el comer & digestión, la concentración, la secreción de hormonas, el crecimiento, el estado emocional.


Aunque nos metiéramos en una cueva a oscuras estos ritmos que acabo de describir continuarían, aunque algo desincronizados del reloj del mundo externo. Por cada 24 horas en la cueva, tu hora de dormir se retrasaría 20 minutos. 


O sea, hay un reloj interno* por todo el cuerpo que requiere información de exterior para mantenerse sincronizado. Como este timekeeper interno dura aproximadamente, pero no exactamente, 24 horas, se le llama reloj “circadiano” (del latín circa=aproximadamente y diano-día). 


(*)El master cronometrador del cerebro se llama Núcleo Supraquiasmático y está en el hipotálamo. 



Fases del sueño

Esta parte es un mero repaso de las fases del sueño, que como los cronotipos también varían según la etapa de la vida. Hay 50% REM en niños y se acaba con 15% en ancianos.


Seré muy breve, seguid el gráfico:




  • Empezamos la noche con 4 fases de sueño no REm (fase del I al IV, desde soñoliento hasta profundo)

  • Luego REM

  • Y vuelta a noREM (del I al IV)

  • Y REM (Más largo). 

  • Y vuelta a noREM

  • Y REM (aún más largo)


Una buena noche de sueño tiene como 4-5 ciclos de noREM-REM. REM predominan en la segunda parte de la noche. Antes se creía que solo se soñaba en REM pero ahora se sabe que esto no es así. En REM el cuerpo está totalmente muerto, uno se mueve (como 40 veces por noche) en el no-REM. Solo se puede dormir REM en horizontal. El cerebro manda señales a los músculos de movimiento, pero están bloqueados a nivel del tronco del encéfalo (fallos en este bloqueo dan lugar al "desorden del comportamiento del sueño REM" (individuos violentos de noche), en contraposición con sonambulismo que ocurre en la fase no-REM. En REM sube la respiración, pulsaciones, presión arterial y respuesta sexual. En REM el EEG parece que está despierto (“sueño paradójico”).


Y claro, habla de patologías del sueño como la narcolepsia y cataplexia, pero no me meto en ello.


Que los sueños, sueños son

Termina con los sueños, los que son como hebras que ocurren en la fase I, muy al principio, o los más complejos o “sueños narrativos”. Todo el mundo sueña, incluso los que no se acuerdan y Linden te da técnicas para recordarlos, porque si los escribiésemos nada más despertar, recordaríamos muchos más.


No dice nada de algo que me ocurre a mí: a veces, algo pasa durante el día que me recuerda un sueño. De repente, me doy cuenta que he tenido muy presente a una persona, por ejemplo, y es que he soniado con ella. También suelo procesar mucho de lo que me ha pasado durante el día, y aunque un observador externo no vería la relación, yo a veces sí. 


Uno de mi sueños favoritos fue uno en el que iba volando y a veces bajaba a ras de suelo, cerquita del césped, una gozada. También me gustan los que me han despertado a carcajadas. Hay algunos sueños recuerdo desde niña, en concreto uno de miedo tras escuchar la canción “Prepárate, va a estallar el obús” en el que nos iba a caer una lámpara gigante encima (el obús) a los asistentes que llenábamos un teatro o similar, y yo me escapaba y pasaba a una sala con un Cristo crucificado que lloraba y sudaba sangre - casi peor, reconozcamos. 


Como me obsesionó bastante este sueño, cuando vino un psicólogo que hablaba muy lento y muy bajo al colegio a pasarnos un test cognitivo de esos, pensé, esta es la míá. Así que en la sesión de feedback, en la que se supone que él me iba a decir si era de ciencias o letras, yo -claramente influenciada por “la interpretación de los suenios freudiana” y sin tener ni idea de la vida- le conté al pobre mi historia y a ver qué me podía decir, si era capaz de interpretar mi sueño (como quien le pregunta a una pitonisa con su bola de cristal). El pobre hombre balbuceó y por fin dijo: “ese sueño me indica que vas a perder la fe”. Mira tú qué visionario: y el pobre solo empleado por ese cole de monjas de una ciudad de provincias.


Disculpas por haber terminado el divague científico con estas notas personales, más reprobables aún porque como dijo Chuck Palahniuk en su libro para aspirantes a escritores: "Nunca escribas sueños". Pero bueno, es que ya estoy en “holiday mood”: esta es la penúltima entrega de esta serie y mañana terminamos con otro tema controvertido, como algunos de los que hemos tocado esta serie: si tienen base científica las razones biológicas que usan los racistas, esos seres entrañables.


15 noviembre 2024

Eres lo que comes ("Unic@"-6)

Nuestras preferencias en cuanto a comida son también una gran marca de nuestra individualidad. Los pandas no pueden diferenciarse entre ellos por eso ya que solo comen bambú, pero los humanos somos “generalistas” en ese tema: nos hemos adaptado a comer muchas cosas según lo que hay en la zona que vivimos. Pero aún hay más factores.

Los cinco sabores básicos
Tenemos cinco sabores básicos que se detectan en unos 10.000 sensores en las papilas linguales:
  1. Agrio: Todo el sabor agrio viene del mismo producto químico, el protón libre (H+): eso es lo que hace al vinagre o al limón saber así. Hay un receptor para el sabor agrio. Es un sabor aversivo. Puede indicar fermentación (leche agria) o fruta verde, que sería difícil de digerir. 
  2. Dulce: Hete aquí un sabor que encontramos placentero desde la cuna.  Todo el sabor dulce viene de un pequeño número de moléculas de azúcares naturales (glucosa, fructosa, sacarosa) con similar estructura química y en menor grado de los carbohidratos. 
  3. Umami: Es el sabor del aminoácido L-glutamato, que se encuentra en comidas con sabor como de carne (caldo de vaca, algunos pescados, setas, tomate, parmesano) y muchos fermentados (salsa de soya, miso, leche materna). También nacemos para que de serie nos guste el umami. Todo el sabor de umami viene del L-glutamato
  4. Salado: Esto gusta hasta un punto, pero mucha sal da repulsión, porque nuestro cuerpo puede sobrevivir solo con sodio entre ciertos valores. Todo el sabor salado viene de Na+ (iones de sodio).
  5. Amargo: la mayor parte de los químicos que saben amargo son producidos por toxinas vegetales que las plantas fabrican para protegerse de insectos (cafeína en los granos de café, isotiocianatos en el brócoli) o bacterias. Por tanto, la mayoría de los animales estamos programados para rechazar el sabor amargo. Los bebés no necesitan aprendizaje para esto: dales algo amargo y podrán esa cara. Como el amargo puede venir de cientos de moléculas químicas que no están estructuralmente relacionadas, necesitamos muchos receptores (tenemos 25 vs. 1 del agrio, recordemos) para detectar todo ese montón de químicos que debemos evitar.


Supertasters, tasters, nontasters (superdegustadores, degustadores, no-degustadores)
Como aquí estamos hablando de individualidad, veamos cómo los sabores de arriba son disfrutados o tolerados más por ciertas personas. 
  • Las personas con muchas papilas gustativas son más sensibles al sabor amargo- no les gustan las verduras porque tienen muchos químicos amargos. Una investigadora los llama “supertasters” (superdegustadores) y son el 25% de la población. También tienen más alta sensibilidad al dulce, salado, umami o más números para sufrir con el picante (esta soy yo). La mayoría son “picky eaters”, o sea, especiales con lo que comen y suelen decir no a los sabores fuertes para evitar la sobreestimulación. 
  • Otro 25% son “nontasters” (no degustadores), que pueden degustar ciertos químicos amargos, pero su sensibilidad general al amargo está disminuída. 
  • El 50% restantes son los “tasters” (degustadores), están en medio. A los que les gustan los sabores fuertes que disfrutan de más comidas es más posible que sean “tasters” que “nontasters”.
Esto del gusto también interactúa con la personalidad (los "Big 5 de la personalidad" se describieron hacia la mitad de este divague), así que un supertaster (con muchas papilas gustativas) que tiene rasgos de personalidad como “búsqueda de la novedad y el riesgo” podría disfrutar de la comida de sabor fuerte, aunque la encuentre apabullante.  Sí, porque los humanos nos hemos adaptado mucho al medio en cuanto a lo que se refiere a comidas, y hemos logrado disfrutar incluso aquellas que nos causan algo de dolor. Prueba a darle pimientos picantes a otros animales: no se acostumbran. Nosotros podemos aprender a sobreponernos a nuestras aversiones innatas, a cosas con olores cuyos químicos nos podrían indicar que algo se está pudriendo, o que nos podría dar una infección bacteriana como ciertos quesos o la cerveza.



Influencias en las preferencias de comida
1. Genética
Hay un montón de genes que son expresados en las células de los receptores de sabor, pero no son toda la historia: solo el 30% en la variación en la preferencias de comidas en adultos era heredable.

2. Momento vital
?Alguien recuerda cómo de pequeña odiaba una comida (la sopa, el pescado) y luego te ha acabado gustando? La percepción del sabor también depende del estadio de tu vida.

Por ejemplo, el azúcar, cuanto mayor te haces, más te empalaga algo muy dulce; los niños, por no hablar de los bebés, toleran el dulce mejor, pero va a la inversa con lo amargo. A medida que envejecemos tenemos menor sensibilidad a los cinco sabores. Las mujeres encontramos lo amargo más fuerte que los hombres.

3, Aprendizaje
A medida que descubrimos nuevos sabores, desarrollamos asociaciones, positivas y negativas. El café sabe amargo, pero luego da un subidón, así que acaba gustando. El kéfir sabe agrio, pero sabes que es bueno para tu microbiota, y te adaptas, y te acaba gustando. Eso sí, la identificación del sabor y la reacción emocional al sabor son procesadas separadamente.

4. Aspectos no relacionados con el sabor de la comida, como su olor, vista, cómo cruje, textura.



El olor, aquello tan evocador
El capítulo sigue con el tema del olor y es bastante complicado en cuanto a su fisiología, así lo único que diré es que hay variación entre individuos en la agudeza sensorial del olor pero hay aún más variación en la respuesta a olores individuales.


Una de las cosas más curiosas del capítulo es la respuesta de diferentes personas al olor de la orina después de haber comido espárragos. Por lo visto hay gente  que no lo huele (“anosmia de los espárragos”), luego la mayor parte de la gente que no nos parece agradable y por fin, gente como Proust, al que le gustaba (la nueva magdalena de Proust?). Parece que hay una potencial contribución genética a este rasgo.





Corolario
La comida que nos gusta es algo profundamente cultural, pero en este capítulo hemos visto que también tiene sus explicaciones biológicas. Durante nuestra vida estamos continuamente aprendiendo y desaprendiendo asociaciones entre olores y gustos, y tenemos reacciones a sabores asociados con momentos felices o también a algo que nos hizo sentir enfermos. Usamos la comida como marca de inclusión o de exclusión a nuestra sociedad ("qué asco, comen cerdo, o perro, o insectos").  Pero debemos recordar que las ideas culturales sobre los olores, por ejemplo, ha cambiado durante la historia y hay algunos que en su día fueron aceptables y hoy no, y vicerversa. Somos lo que comemos y yo después de este capítulo me he confirmado como super-taster que ha tenido éxito forzándose con ciertas cosas pero que nunca disfrutará del amargo: solo a fuerza de mucho persistir he conseguido disfrutrar de aquella versión de cerveza de menú infantil llamada Coronita...



14 noviembre 2024

De cómo influye nuestra biología en cómo formamos relaciones románticas y sexuales ("Unic@"-5)

Eres lo que amas
La terminología de la orientación sexual (que no de la identidad sexual, de la que hablamos ayer), gay, hetero, bisexual, puede ser confusa porque, ¿cómo aplicarla a las personas trans, o a l@s ocasionales? Los investigadores -siempre intentando encontrar términos neutros, recordemos el "relaciones sobrepuestas" en lugar de la cargada "infidelidad", uno de los viejos divagues de más éxito- ahora usan "androfilia" (alguien que ama a los hombres), "ginefilia" (a las mujeres) y "ambifilia" (hombres y mujeres). 

Pero hay muchos más conceptos: hay gente que se define “pansexual” (sin límites en las opciones sexuales), “demisexual” (solo atraídos sexualmente por personas con las que tienen un vínculo sentimental), heteroflexible (algo de relaciones homosexuales pero mayoritariamente heteros), oportunistas (o desesperados: los que tienen relaciones con alguien de su mismo sexo en la cárcel o en un internado), asexuales (no tiene atracción sexual por nadie)... vamos, hay tantos que hasta se han planteado hacer una matrix en la que poner tu identidad en abscisas y tu preferencia en ordenadas (yo siempre muy a favor de cualquier matrix). 



Datos
En USA, aprox. 1% de la población masculina es homosexual y 0.5% de la femenina, y los porcentajes se invierten para bisexualidad. El resto son heteros o de esos grupos que he definido arriba.

Política
Para gran parte de la derecha, la homosexualidad es una decisión moral dañina, tomada usando tu libre albedrío y que por tanto no merece protección con derechos civiles. Para gran parte de la izquierda, lo opuesto. Para aprobar el matrimonio gay en USA se usó el argumento de que la orientación sexual es inmutable, por tanto, el matrimonio de personas del mismo sexo es la única vía para este compromiso. Sin embargo, esa preferencia no es tan inmutable: aunque para los hombres la orientación sexual suele determinarse en la juventud y no suele cambiar, para las mujeres es mucho más variable: “la fluidez sexual femenina”.


¿Qué razones da hoy la ciencia para explicar tu orientación sexual?
La orientación sexual no tiene que ver con cómo te educan. Funciona como el resto de rasgos del comportamiento que hemos visto en divagues pasados de esta serie sobre la individualidad: se puede ver cierto efecto de tus padres en muchos comportamientos en los primeros años, pero luego desaparece.  O sea, no: esas mujeres asertivas no son la razón de hijos gays. 

Lo que sí que se ha encontrado es que si eres hombre y tienes un hermano mayor, tienes más posibilidades de sentir atracción sexual por los hombres. Pero si estás esperando una explicación psicoanalítica, no va por ahí: estos bebés tienen de media (siempre, siempre de media) menor peso en su nacimiento, y la explicación podría ser la respuesta inmune de la madre a las proteínas masculinas (presumiblemente las codificadas por el cromosoma Y). Los anticuerpos que ha segregado la madre, en el siguiente embarazo masculino cruzan la placenta e influencian el crecimiento fetal y su cerebro. Lo siento por los esotéricos, pero la biología lo explica (o explicará) todo.

Entonces, ¿es la orientación sexual heredable? Lo que se ha encontrado es que la variación genética (recordemos: en poblaciones, no en individuos) es un factor más, con un efecto algo mayor en los hombres, pero no lo explica todo. Habrá individuos que lleven variantes genéticas que expliquen toda su orientación sexual, habrá otros para los que su orientación sexual no sea en absoluto genética, y luego el resto de combinaciones en el espectro. Importante: como el resto de los rasgos del comportamiento, no hay un gen único y específico que determine la orientación sexual humana. Hay muchos otros genes que parecen tener una pequeña contribución, pero no tenemos una lista ni nada que se le parezca.

Luego, demos paso a nuestras sospechosas habituales las hormonas. Ya hablamos en el divague anterior de lo que pasa a los fetos femeninos cuando se les expone en útero a mucha testosterona: sus cerebros son masculinizados y luego reportan mayor atracción por mujeres (el 21%) vs.  el 1.5% en la población general de mujeres. Recordemos también del otro capítulo cómo los niños tienen más posibilidad de jugar a lo bruto y que les atraigan los juguetes inanimados (coches) y la niñas de ser menos agresivas y elegir muñecos o animales. Los niños que mostraban más juego típico de niñas luego se encontró que tenían más posibilidades de sentirse atraídos sexualmente por hombres y las niñas que jugaban como chicazos, por chicas.

La conclusión es que algún tipo de combinación entre experiencia social, genes, hormonas, inmunidad y otros factores biológicos que aún no conocemos influencian el circuito cerebral relevante para los comportamientos típicos-de género, de los cuales la orientación sexual es solo una pequeña parte.



¿Qué dice la ciencia de tu postura favorita?
Pues tampoco hay evidencia genética por la que la gente prefiera unas u otras prácticas sexuales,  de lo que sí hay es de patrones de personalidad -estos sí que los encontramos algo explicados en la genética- que pueden influir. Por ejemplo, tomenos prácticas como el sadomasoquismo o fetichismo. Factores de personalidad  como la impulsividad, la búsqueda de sensaciones, facilidad para obsesionarse y gusto por el riesgo, sí que podrían estar relacionados con ciertas prácticas en los límites de la campana de Gauss. 



Y biológicamente, tal vez ciertas mujeres les guste más el cunnilinguus que a otras porque tengan más terminaciones nerviosas en su clítoris que el grueso de la población, luego que tengan más placer cuando esta parte es estimulada… pero todo esto es especulativo. 

A mí personalmente me interesaría mucho entender lo que pasa por las cabezas de gente que se mete en prácticas sexuales límites de dominación y sumisión, llegando a hacerse mucho daño físico. En el UK, por ejemplo, no existe el consentimiento legal para eso: que alguien te dijera que sí no te exime del castigo en ciertos casos severos. Recordemos que además, no todas las fantasías sexuales se tienen por qué llevar a cabo: ahora estoy haciendo un curso de cine español en el Instituto Cervantes y hace cuatro semanas, cuando vimos Buñuel, me recordaron su fetichismo con los pies, las medias y los zapatos, del que hablé en mi divague de "Viridiana"- leedlo pero por si acaso, él decía:

"Yo no soy fetichista del pie, pero en muchas películas mías sale mucho el pie. Algunos críticos me llaman "pedófilo"... Ya desde La edad de oro, donde la protagonista chupaba el dedo gordo del pie de una estatua... Todos somos un poco fetichistas. Aunque algunos exageran... Puedo tener esa obsesión, como la de los insectos... En realidad, los pies y los zapatos, de hombre o de mujer, me dejan indiferente. Me atrae el fetichismo del pie como elemento pintoresco y de humor. La perversión sexual me repugna, pero puede atraerme intelectualmente".

O sea, que no tenía intenciones de llevarlo a cabo, que un buen freudiano diría que sí, pero que le daba miedo admitírselo, pero está claro que hay cosas que podemos pensar y están bien en ese "mundo de las ideas", pero que de hecho, no querríamos hacerlas. 

Meter las feromonas de la atracción en un frasco de perfume
Linden termina el capítulo intentando explicar por qué nos atraen unas personas y no otras, porque se sabe que aunque nuestros requerimientos sobre el papel en principio sean unos ("alto, rubio, ojos azules"), luego podemos fliparnos con alguien en las antípodas ("tirando a bajo, pelo castaño, ojos marrones") que no los tenga y quedar indiferente con alguien que los tuviera. 


Las feromonas son unas moléculas que se han encontrado en animales que instigan un determinado comportamiento en otros animales; por ejemplo, las hormigas segregan una feromona que indica al resto el caminito que han de seguir (¿creíais que hablaban como en "Antz" o qué?).  

Aunque en la facultad nos daba mucha risa, lo cierto es que aún no hay evidencia de la existencia de feromonas humanas. Incluso el famoso experimento de la “camiseta sucia” (un grupo de chicas tenía que oler camisetas de chicos tras dos días de llevarlas) y elegían como las mejores la que tenían un MHC (un parámetro relacionado con el sistema inmune) distinto del suyo (se hipotetiza porque aquí los futuros hijos tendrían mejor inmunidad) no ha sido totalmente replicado. 

Lo más parecido a feromonas que podríamos tener los humanos es el olor que segregan las glándulas de Montgomery en los pezones: cuando lo huelen los bebés de tres días, encogen los labios, sacan la lengua y buscan, como para succionar. Ya veis: nada demasiado emocionante aunque a los fabricantes de perfume les encantaría que se encontraran estas feromonas de la atracción sexual para poder meterlas en frasquitos para dar aún más la turra en el mes de diciembre. 


Así que como aún no hay respuestas, igual a esta pregunta de por qué nos atraen unos y no otros todavía podamos contestar románticamente: que es por “ese algo” inexplicable. Mi nada romántica conclusión es que porque algo no se pueda estudiar -temas éticos, o dificultosos- no quiere decir que no haya una explicación biológica. La hay, pero no tenemos acceso a ella. Todavía. Y, sobre todo, que la haya no descarta que podamos vivir y experimentar esa magia de la atracción, el enamoramiento y el deseo.