miércoles, 2 de julio de 2014

Desde la tribuna: ¿matriz energética?

El presidente de la República ha optado por la racionalización de la energía.  Dicen que el PAC ya definió la matriz energética, que el presidente se ha echado un pulso con el ICE, Recope y el aumentador y que lo único que atinan a decir es que hay que bajar impuestos.  El presidente también ha expresado que no autorizará la exploración de petróleo.

Por otro lado, el aumentador acaba de aprobar aumentos en el precio de la electricidad y, además, los aumentos en la gasolina no cesan.

Lo que nuestra sociedad necesita es energía abundante, buena y barata.  Lo deseable es que dejemos de ser importadores de energía y nos pudiésemos convertir en exportadores de energía.

La energía hidroeléctrica apenas alcanza a un 15% de la utilizada y no parece ser la llave inmediata para dar el importante salto.

¿Bajar los impuestos?  No andan tan perdidos los poco imaginativos burócratas que lo recomiendan.  Si quitamos impuestos a los derivados de petróleo y a la electricidad, podrá esta última venderse un poco más barata.  Recordemos que una buena parte de la electricidad es producida por plantas que consumen derivados del petróleo.  Lo que pasa es que si en la actualidad quitáramos los impuestos, sería como halar la cobija para otro lado, dejando descubiertos a otros sectores importantes.

Ello por cuanto, sin que sea el punto central de este artículo, vivimos una de las más serias crisis financieras del Estado costarricense.  Hay un serio déficit fiscal que resulta en un endeudamiento diario de más de tres mil millones de colones. 

En todo, la solución a los elevados precios de la energía eléctrica no pasa necesariamente por el tema de los impuestos  (por supuesto que sin negar su impacto, sin renunciar a la denuncia por el desvío de los fondos a otras cosas, sin dejar de pregonar que el gasto público es desmedido e injustificado). 

La deseable electricidad barata tiene un par de obstáculos más serios que la angurria fiscal:  el monopolio de Recope y el monopolio del ICE.  Dos gigantes públicos, burocráticos, pesados e inútiles que no hacen bien las cosas.  Uno empeñado en la refinería china y el otro nos tiene aún con los malos recuerdos de Alcatel, Erickson y demás corruptelas, ambos llenos de privilegios, gollerías y planilla excesiva.

El ICE se ha empeñado en impedir cualesquiera otras participaciones privadas en la generación eléctrica.  Ello cercena las posibilidades de la sociedad costarricense e impone esquemas anacrónicos y limitantes. 

Es irracional cerrar los caminos del desarrollo y la útil participación de la iniciativa privada en la cogeneración eléctrica.  Quedamos limitados a la proverbial inutilidad del ICE y a sus engañosos números, que conculcan libertades y desarrollo.

Por otra parte, la limitación jurídica y política, ideológica y burocrática a formas de apertura para que la sociedad y la iniciativa privada participen en diversas formas de generación eléctrica, aprovechamiento de las diversas fuentes y formas y las posibilidades de proveer la abundancia e incluso tener oportunidad de exportación constituye, sin duda alguna, una tragedia nacional.  Es la expoliación del futuro a todos los costarricenses, la condena a ser importadores de energía y postración de la industria nacional.

Todos los sectores productivos requieren energía, desde el escritor que utiliza apenas la luz hasta el que se sirve de la computadora, desde quien manufactura productos hasta el exportador de software, desde el trabajador de turismo hasta agricultor.   Limitar la producción de energía a la estulticia burocrática y monopólica significa perder la carrera de la competitividad.  No hay posibilidad de suplir con imaginación y esfuerzo las falencias que impone el monopolio, el costo de la energía y el desposicionamiento económico que todo ello supone.  Es una guerra perdida.
 
¿Ahorrar y racionalizar la energía?  ¡Claro que se puede!  Pero a costa de producir menos, negarse a competir y optar por actividades que no requieran energía.  Tal exportemos unos futbolistas ahora que Pinto y nuestros jugadores han tenido tan buen desempeño en el Mundial pero …. de ahí no pasaremos.   

Hay que permitir la exploración de las fuentes de energía que la sociedad requiere, hay que aprobar nuevos esquemas de explotación y hay que permitir que participe la sociedad y la iniciativa privada en este asunto.  Tenemos que convertirnos en exportadores de energía y exportarla junto con todo el valor agregado que podamos.  

Sin abundante energía, sin buena energía, sin energía barata no somos opción para más empresas, no tenemos oportunidad de competir y tendremos como fomentar el desarrollo.

Federico Malavassi Calvo   

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