La Sala IV podría congelar la investigación que se sigue en torno al caso de la Diputada Maureen Ballestero, acusada de utilizar de forma inapropiada fondos públicos (específicamente una avioneta del Ministerio de Seguridad Pública para hacer diligencias personales como recoger su pasaporte o votar en las asambleas del PLN).
Esta situación no puede más que causarnos pesar, pues en ASOJOD somos firmes defensores del imperio de la ley, según el cual, esta se encuentra por encima de todos los ciudadanos y se aplica por igual. Sin embargo, en nuestro país parece haber un código normativo para los unos ciudadanos, con "privilegios" de los cuales no disfrutan los demás. Para unos, sus actos no acarrean consecuencias, sus fechorías no son castigadas y la impunidad y el descaro son los premios que siguen a sus acciones. Mientras tanto, los simples mortales debemos pagar por sus actos, sin poder escaparse del parcializado y torcido brazo de la ley.
Por demás está decir que esta asombrosa noticia sale hasta después de las elecciones, como si hubiese algún tipo de cálculo para no haber afectado a doña Laura ni haberle alborotado el panal a don Oscar. ¿Coincidencia? Quién sabe. Lo que sí sabemos es que mientras persista la impunidad de los "dioses del olimpo", la corrupción y la inseguridad se mantendrán en nuestro país. Si la gente aprende que los actos no tienen consecuencias, no puede esperarse otra cosa que el circo en el que vivimos.
Esperemos que la firmeza y honestidad que la Presidenta Electa nos prometió en campaña sea una realidad, contrario a lo que su mentor, don Oscar, nos regaló por 4 años.
Esta situación no puede más que causarnos pesar, pues en ASOJOD somos firmes defensores del imperio de la ley, según el cual, esta se encuentra por encima de todos los ciudadanos y se aplica por igual. Sin embargo, en nuestro país parece haber un código normativo para los unos ciudadanos, con "privilegios" de los cuales no disfrutan los demás. Para unos, sus actos no acarrean consecuencias, sus fechorías no son castigadas y la impunidad y el descaro son los premios que siguen a sus acciones. Mientras tanto, los simples mortales debemos pagar por sus actos, sin poder escaparse del parcializado y torcido brazo de la ley.
Por demás está decir que esta asombrosa noticia sale hasta después de las elecciones, como si hubiese algún tipo de cálculo para no haber afectado a doña Laura ni haberle alborotado el panal a don Oscar. ¿Coincidencia? Quién sabe. Lo que sí sabemos es que mientras persista la impunidad de los "dioses del olimpo", la corrupción y la inseguridad se mantendrán en nuestro país. Si la gente aprende que los actos no tienen consecuencias, no puede esperarse otra cosa que el circo en el que vivimos.
Esperemos que la firmeza y honestidad que la Presidenta Electa nos prometió en campaña sea una realidad, contrario a lo que su mentor, don Oscar, nos regaló por 4 años.
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