Caravaggio, II Parte: Bio-Galería
Su pintura combina la observación realista de la figura humana, tanto en lo físico como en lo emocional, con el uso dramático de la luz, con lo que ejerció una influencia decisiva en la conformación de la pintura del Barroco.
Caravaggio plasmaba una detenida observación anatómica con un uso dramático del claroscuro, que llegaría a ser conocido como tenebrismo. Esta técnica se convirtió en un elemento estilístico dominante, oscureciendo las sombras y transfigurando objetos en brillantes haces de luz.
Expresó vívidamente momentos y escenas cruciales, a menudo con luchas violentas, tortura y muerte. Trabajaba rápido con modelos del natural, prescindiendo de bocetos, para trabajar directamente sobre el lienzo. Su influencia fue profunda en el nuevo estilo barroco que emergió del manierismo y se puede rastrear en las obras de grandes maestros como Pedro Pablo Rubens, José de Ribera, Rembrandt y Diego Velázquez, así como en innumerables artistas de la siguiente generación, que por manifestar su profundo influjo fueron llamados «caravaggistas» o «tenebristas».
Las novedades de la obra pictórica de Caravaggio inspiraron la pintura del Barroco, pero este estilo incorporó el drama de sus claroscuros sin lograr el realismo psicológico.
Con la evolución estilística y los cambios de modas, Caravaggio dejó de ser tendencia, pero el interés por su obra resurgió en el siglo XX, cuando se reconoció su importancia en el desarrollo del arte occidental. André Berne-Joffroy, historiador del arte, afirmó que «Lo que comienza con la obra de Caravaggio es, simplemente, la pintura moderna». Hoy en día, se conservan un número reducido de pinturas, de las cuales menos de 78 son genuinas y el resto se le atribuyen en medio de polémicas y debates.
•
Después de varios años de trabajo, Caravaggio pasó de una ciudad a otra sirviendo a varios señores importantes. Es una persona trabajadora, pero a la vez orgullosa, terca y siempre dispuesta a participar en una discusión o a enfrascarse en una pelea, por lo que es difícil llevarse bien con él. Floris Claes van Dijk.
Excepto en sus principios, Caravaggio produjo mayoritariamente pinturas religiosas. Sin embargo, a menudo escandalizaba, y sus lienzos eran rechazados por sus clientes. Dos de los reproches habituales eran el realismo de sus figuras religiosas rozando el naturalismo temprano, así como la elección de sus modelos entre la gente de más baja condición. En lugar de buscar bellas figuras etéreas para representar los actos y personajes de la Biblia, Caravaggio prefería escoger a sus modelos de entre el pueblo: prostitutas, chicos de la calle y mendigos posaron a menudo para los personajes de sus cuadros.
Para La Flagelación, compuso una coreografía de cuerpos en claroscuro con un Cristo en movimiento de completo abandono y de una belleza carismática. Para el San Juan Bautista con el carnero, muestra a un jovenzuelo de mirada provocativa y en posición lasciva —se decía que el modelo era uno de sus amantes—.La posición de la Iglesia al respecto da testimonio de cierta esquizofrenia: por una parte, este tipo de vulgarización de la religión le interesa mucho en una época en la que la Contrarreforma se extiende por la Italia católica, con el fin de mostrarse bajo una apariencia humana en contraste con la austeridad pregonada por el protestantismo; por otra parte, la representación de los santos bajo rasgos vulgares de muchachos de los bajos fondos, fue juzgado incompatible con los valores de pureza y de santidad quasiaristocráticos que transmitía la Iglesia de aquella época.
Este sentimiento se reforzó por la elección de Caravaggio por el realismo en la ejecución de sus figuras: rechazaba corregir las imperfecciones de sus modelos para representarlos más «bellos» o de un modo más acorde a las visiones que la Iglesia tiene de sus santos. Por ejemplo, la primera versión de su San Mateo y el ángel fue rechazada no solo por la sensualidad del ángel, que fue juzgada como trivial, sino también por la suciedad de los pies del santo, minuciosamente reproducida del modelo, como hemos visto.
La pintura de Caravaggio que causaría el mayor escándalo a los ojos de la Iglesia, fue La muerte de la Virgen, por la representación tan realista del cuerpo de la Virgen María con el vientre hinchado —acompañado de sulfurosos rumores según los cuales el modelo habría sido el cadáver de una prostituta encinta ahogada en el Tíber—. Así, la consideración de la Iglesia católica hacia Caravaggio y sus cuadros oscilará de un extremo a otro de su carrera entre el acogimiento entusiasta y el rechazo absoluto. El pintor encontrará en ella sus mayores protectores —como el cardenal Del Monte— así como a sus más grandes enemigos.
En 1606 asesinó a un hombre durante una reyerta, por lo que huyó de Roma pues las autoridades habían puesto precio a su cabeza. En 1608 se vio nuevamente envuelto en otra riña, lo que se repitió más tarde en Nápoles hacia 1609, ocasionado posiblemente por un atentado en su contra, realizado por sus enemigos. Tras estos incidentes, su carrera fue decayendo, lo que le ocasionó una depresión que degeneró en su muerte dos años después.
La Contrarreforma motivó la necesidad de crear más iglesias para difundir la doctrina, por lo que las pinturas fueron imprescindibles para su decoración; necesitaba buscar un nuevo arte que expresase de mejor forma la doctrina católica en contraposición al protestantismo. Tomando como base las reglas del Manierismo, Caravaggio creó una nueva forma de Naturalismo, en la que combinó figuras creadas con la observación física, dramática y teatral de los objetos, a lo que sumó el aprovechamiento del claroscuro, es decir, el uso de luces y sombras.
En su tiempo, Caravaggio fue famoso, apreciado, reconocido y además ejerció gran influencia sobre sus contemporáneos. Sin embargo, en siglos posteriores su fama fue eclipsada por otros pintores de su época como Poussin, -quien juzgó sin conocerlo que Caravaggio había venido al mundo para destruir la pintura, Rubens o Rembrandt, si bien todos ellos acusaron su influencia en mayor o menor medida.
Con todo , su figura recobró importancia en el siglo XX al estudiarse nuevamente el arte barroco italiano. Desde el estudio del barroco, se pudo apreciar nuevamente al manierismo, y con él a Caravaggio.
Andre Berne-Joffroy, secretario de Paul Valéry, dijo acerca del artista italiano: «Caravaggio comenzó con su arte algo simple, la pintura moderna».
(1571-1592).
►
Caravaggio nació en Milán, donde su padre, Fermo Merisi, trabajaba como administrador y arquitecto decorador del Marqués de Caravaggio, ciudad de la que tomaría el nombre. Su madre Lucía Aratori provenía de una familia adinerada del mismo lugar. En 1576 la familia se mudó a Caravaggio debido a la peste que azotó Milán. El padre de Caravaggio falleció en 1577. La cercanía con las familias Colonna y Sforza ayudó a Caravaggio en su carrera.
En 1584 empezó a trabajar como aprendiz del pintor lombardo Simone Peterzano, quien fue descrito en el contrato como pupilo de Tiziano. Tras concluir su aprendizaje empezó a moverse en el circuito Milán-Caravaggio, y probablemente visitó Venecia, donde debió conocer las obras de Giorgione -Caravaggio fue acusado de copiarlas-, y de Tiziano.
Su familia le mostró el patrimonio artístico y cultural de Milán, su ciudad natal, donde tuvo la oportunidad de conocer la obra La última cena de Leonardo da Vinci. El arte milanés era, en sus propias palabras, «un estilo en el que valoraba "la simplicidad y la atención al detalle naturalista", y que estaba “más próximo al naturalismo de Alemania que a la formalidad y la grandeza del manierismo romano».
(1592-1600)
Hacia mediados de 1592 Caravaggio llegó a Roma, «desnudo y extremadamente necesitado, sin una dirección fija y sin provisiones... además corto de dinero». Pocos meses después empezó el exitoso trabajo que no concluiría hasta dejar Roma. Contactó con Giuseppe Cesari, pintor de cámara de Clemente VIII, «pintor de flores y frutos», que le ofreció trabajo en su taller de pintura. Caravaggio pintó varios cuadros durante esa época, entre los que se incluyen Muchacho pelando fruta -su primera pintura conocida-, Cesto con frutas y Baco, supuestamente un autorretrato realizado tras una convalecencia posterior a su salida del taller de Cesari.
Estas tres obras demuestran una particularidad física —un aspecto de su realismo—, por el cual Caravaggio adquirió renombre: las frutas de la canasta en Cesto de frutas fueron analizadas por un profesor de horticultura, que logró descubrir cultivos particulares en el cuadro: «una gran hoja de higuera, con una mancha causada por un hongo, que parece ser antracnosis».
Caravaggio abandonó el taller de Cesari en enero de 1594, decidido a abrirse paso por sí mismo. Su fortuna económica estaba en su punto más bajo pero fue entonces cuando empezó a forjar importantes amistades, como el pintor Próspero Orsi, el arquitecto Onorio Longhi y el joven siciliano Mario Minniti. Orsi, establecido en las altas esferas de la ciudad, le introdujo con los grandes coleccionistas; Longhi, más hostil, le llevó al mundo de las peleas callejeras romanas, mientras que Minniti le sirvió de modelo y años después, fue su ayudante en Sicilia.
Es su primera composición con más de una figura, en la que muestra a Mario engañado por una niña gitana. Este tema fue un poco nuevo para la sociedad romana y además demostró una increíble influencia sobre el arte italiano, pero eso ocurriría en el futuro, pues en su época Caravaggio lo vendió por una pequeña suma de liras.
Muestra otra poco sofisticada forma en que un chico cae en la trampa de los jugadores de cartas. Es psicológicamente más compleja que sus anteriores obras y por ello fue considerada como su primera obra maestra. Al igual que La buenaventura, fue inmensamente popular, y de ella sobreviven alrededor de cincuenta copias. Más importante aún, fue acogida por el patronato del Cardenal Francesco María Del Monte, en Roma. Para el cardenal y su círculo amante del arte, Caravaggio ejecutó un gran número de obras de cámara.
Una copia de Baco y una alegoría realista:
En esta obra, Mario destaca como modelo. La posibilidad de un ambiente homoerótico de esas pinturas ha sido centro de disputas entre los estudiosos de su figura, desde que esta teoría fue planteada a mediados del siglo XX.
►
Caravaggio adquirió una nueva forma de realismo, pues por primera vez le fueron encargados trabajos religiosos. La Contrarreforma necesitaba adornar sus vistosos templos, y Caravaggio fue uno de los comisionados para ilustrarlos.
La primera de estas pinturas fue, Magdalena Penitente, muestra a la pecadora bíblica abandonando su supuesta vida de cortesana y sentándose a llorar en el suelo, mientras sus joyas aparecen tiradas a su alrededor. «No parece una pintura religiosa del todo, ¿una chica sentándose a llorar en el suelo mientras seca su cabello? ¿Dónde queda el sufrimiento, la redención, la promesa de salvación?».Esto es entendido a la manera lombarda, no tan histriónicamente como los romanos. Este estilo de pinturas fue repetido en sus siguientes trabajos, también eclesiásticos: San Francisco de Asís en meditación, San Francisco de Asís en éxtasis, Los músicos, Descanso en la huida a Egipto, Marta y María Magdalena y David con la cabeza de Goliat. Al ser presentados públicamente, estos cuadros catapultaron la fama de Caravaggio en el pueblo y en el gremio artístico. Pero esta reputación dependía totalmente de los encargos públicos, necesarios para mantener satisfecha a la Iglesia.
En 1599, presumiblemente bajo la influencia del cardenal Del Monte, Caravaggio fue contratado para decorar la Capilla Contarelli, en la iglesia romana de San Luis de los Franceses. Los dos trabajos hechos para este encargo fueron: El martirio de San Mateo, y La vocación de San Mateo, entregados en 1600.
El tenebrismo se mostraba una vez más en estos trabajos, aumentando el claroscuro y un realismo barroco muy emocional. Este claroscuro se realizaba mediante el contraste de luces proyectadas sobre los elementos de la obra, otorgándole mayor importancia a unos sobre otros. De ahí que mediante esta técnica le aplicase cierta esencia tenebrosa a la obra. Fue criticado por su excesivo realismo y por no usar dibujos preparatorios. Mientras que algunos de los pintores italianos aclamaron a Caravaggio por estas obras, que lo encumbraban, siempre desde su punto de vista, como maestro del arte religioso italiano: «Los pintores romanos de la época fueron sorprendidos grandemente por estas pinturas, principalmente los jóvenes. Estos se reunieron en un círculo en torno al pintor, aclamándole como el mejor artista de la naturaleza y considerando su obra como un milagro».
En La vocación de San Mateo, Caravaggio muestra un haz de luz entrando por una ventana, que expresa simbólicamente la conversión de Leví en Mateo. Otras alegorías a la redención del cobrador de impuestos son la bisagra de la puerta sostenida por los ángeles, a partir de nubes u otros artefactos.
Caravaggio siguió haciendo durante algún tiempo encargos religiosos, en los que destacaba la muerte en figuras grotescas de martirios, decapitaciones y asesinatos. Para la mayoría de la gente romana, estas obras aumentaron la popularidad del pintor, mientras que a otros les parecía violento y sin el verdadero sentido de la doctrina católica, por lo que Caravaggio debió retocar o encubrir en algunas pinturas el sentido violento característico de su obra.
La esencia del problema consistía en que Caravaggio tenía una forma bastante explícita de representar el dramatismo, visto muchas veces como vulgar. Justo en ese año surgió el primer gran escándalo de su carrera: Caravaggio debía pintar a San Mateo inspirado para escribir su evangelio, junto a un ángel que supuestamente le dictaría las divinas enseñanzas. Pero Caravaggio, joven y sin experiencia en trabajos religiosos, representó al santo como un hombre viejo, parecido a un jornalero, con la frente arrugada y sosteniendo torpemente el libro, como si estuviese cansado. El ángel fue pintado como un adolescente, casi niño, que llevaba la mano de Mateo cual maestro que enseña a escribir al alumno. Como era de esperarse, la obra fue rechazada por el clero y el pueblo, por considerarla una falta de respeto hacia el santo. Caravaggio debió pintarla de nuevo, ateniéndose a los cánones más ortodoxos de la pintura sacra. El primer cuadro se conservó, hasta que fue destruido en el siglo XX.
De forma similar, La conversión de San Pablo tampoco fue aceptada, pero otra versión pictórica del mismo tema bíblico: La conversión de San Pablo en el camino a Damasco, sí lo fue. La primera mostraba al santo empequeñecido ante el caballo, lo que no gustó al pueblo de Roma. Un soldado y Caravaggio discutieron bruscamente por este tema: «¿Por qué has puesto al caballo en medio y a San Pablo en el suelo. ¿Es acaso el caballo Dios? ¿Por qué?», a lo que Caravaggio respondió: «No, pero el animal está en el centro de la luz de Dios».
Otros trabajos incluyen El entierro de Cristo, la Madonna de Loreto, también conocida como Madonna de los peregrinos, Madonna con el niño y Santa Ana y la Muerte de la Virgen. Las últimas dos pinturas atestiguaron, de forma especial, un recibimiento poco cálido entre el pueblo de Roma.
La Madonna con el niño y Santa Ana, conocida como Madonna dei palafrenieri fue pintada para un pequeño altar de la Basílica de San Pedro, permaneció en su lugar dos días, y fue retirada.
El Secretario de un Cardenal escribió al respecto: «En esta pintura todo es vulgaridad, sacrilegio y disgusto. Una cosa puedo decir, es un trabajo hecho por un pintor que no pinta bien, con un espíritu oscuro y que ha estado alejado de Dios durante mucho tiempo, y también de cualquier otra cosa buena».
La muerte de la Virgen, le fue encargada a Caravaggio por un acaudalado jurista, que pensaba colocar el cuadro en su capilla personal, mantenida por Carmelitas. que lo rechazaron terminantemente en 1606, y el contemporáneo de Caravaggio, Giulio Mancini, recuerda que el hecho que motivó tal rechazo fue que el pintor usó a una reconocida prostituta como modelo para la Virgen; Giovanni Baglione, otro contemporáneo, relata que otro punto por el que la obra no obtuvo aceptación fue que la virgen tenía las piernas desnudas —un problema de decoro en cualquier caso.
John Gash, estudioso de Caravaggio, sugiere que el problema para los carmelitas era que tenían una visión teológica y no estética, y que por ello Caravaggio falló al plasmar de manera errónea la doctrina de la Asunción de María, concretamene, la idea de que la Madre de Dios no murió en forma ordinaria sino que fue llevada al cielo.
El reemplazo para el altar fue hecho por uno de los más conspicuos discípulos de Caravaggio, Carlo Saraceni, en la que mostraba a la Virgen viva y sentada, al igual que Caravaggio, pero en actitud casi moribunda. Nuevamente rechazada, en el trabajo que la sustituyó la Virgen ya se veía siendo llevada al cielo por ángeles.La muerte de la Virgen, fue comprada por el Duque de Mantua por consejo de Rubens, como un obsequio para el monarca Carlos I de Inglaterra. Finalmente entró en la corte francesa en 1671.
Una de las pocas pinturas de carácter secular y no religioso de aquella época fue El triunfo del amor, pintada en 1602 para Vincenzo Giustiniani, miembro del círculo social del cardenal Del Monte. En un diario que data del siglo XII, el modelo es llamado «Cecco», en italiano, diminutivo de Francesco. Posiblemente se trató de Francesco Boneri, artista italiano activo entre 1610 y 1625, y conocido popularmente como Cecco del Caravaggio. La obra muestra un Cupido desnudo, cargando un arco y unas flechas, mientras pisotea los símbolos de las artes, las ciencias y el gobierno. El modelo está desvestido y es difícil aceptar que se trate de uno de sus siervos. El punto culminante que relaciona esta pintura con las religiosas es la intensa ambigüedad con la que el pintor maneja los modelos de diferentes posturas, ya sea sacra o profana.
Caravaggio tuvo una vida agitada. Con una gran capacidad de enfrascarse en riñas; muchas de ellas fueron en los mismos lugares e incluso se le llegó a procesar por esto. La noche del 29 de mayo de 1606 mató, probablemente por accidente, a un hombre llamado Ranuccio Tomassoni. Anteriormente, sus mecenas le protegieron de posibles acciones judiciales. motivadas por riñas, pero esta vez fue diferente.
Con una orden de aprehensión a sus espaldas y fuera de la ley, Caravaggio huyó a Nápoles. Allí, bajo la protección de los Colonna, la autoridad romana veía mermado su poder. Pronto se convirtió en la estrella de la pintura napolitana. En esta etapa realizó Siete obras de misericordia y la Madonna del Rosario, entre otros.
El cuadro de la “misericordia“ es el retablo del altar mayor de la iglesia que se encuentra en la "Pio Monte della Misericordia" en Nápoles. Los "Siete obras de misericordia corporales" se juntan en una única composición . En la parte superior de la pintura, contemplando toda la escena que tiene lugar en la parte inferior, está la Virgen con el Niño acompañado por dos ángeles. En cuanto a los agudos contrastes del claroscuro, se puede interpretar la luz brillante de Caravaggio como una metáfora de la misericordia, que “ayuda al público a buscarla en sus propias vidas”
Con posterioridad a este suceso, Caravaggio permaneció unos meses más en Nápoles y finalmente marchó a Malta, sede de los Caballeros de Malta. Se cree que su viaje fue patrocinado por Alof de Wignacourt, Gran Maestre de la Orden, que colaboró en el indulto del pintor en el caso Tomassoni. De Wignacourt estaba tan satisfecho con el trabajo del pintor que le propuso como Candidato a la Orden.
Así, el 14 de julio de 1608 el pintor fue nombrado Caballero de Gracia y devoción de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, un rango más bajo que el de los caballeros de justicia, que estaba reservado a los miembros de la nobleza, pero que le daba indulgencia suficiente. Uno de sus biógrafos, Bellori, señala que Caravaggio estaba contento con su nueva distinción. Además, se le nombró pintor general de la misma Orden.
Los principales trabajos de esta época fueron La decapitación de San Juan Bautista, la única pintura de Caravaggio con su firma, y Retrato del gran maestre de la Orden de Malta Alof de Wignacourt, así como de otros caballeros.
Las circunstancias que rodean un nuevo y brusco cambio de fortuna del pintor no han sido reveladas del todo, pero se señala que se debió a una riña callejera en la que una casa resultó con serios daños y un caballero fue herido de gravedad. El 6 de octubre de 1608 fue encerrado en las mazmorras del fuerte de San Ángel en La Valeta y, por la subsiguiente investigación de antecedentes, se descubrió la pena de muerte que había recibido en Roma. Se fugó de la prisión y el 1 de diciembre de 1608 fue expulsado de la Orden por «faltas a la moral y ser un miembro non grato».
Tras su huida de Malta, Caravaggio se asentó en Sicilia, con el apoyo de su viejo amigo y discípulo Mario Minniti, quien ahora estaba casado y vivía en Siracusa. Juntos realizaron una gira de trabajo por Siracusa, Mesina y la ciudad capital, Palermo. En esos años Caravaggio continuó realizando trabajos bien pagados, como La sepultura de Santa Lucía, La resurrección de Lázaro y La adoración de los pastores.
Su estilo siguió evolucionando, con la particularidad de que ahora se mostraban en sus cuadros figuras aisladas ante un enorme vacío. «Sus grandes obras sicilianas demuestran sombras aisladas. Al contrario de opacar pobremente a los personajes, la obra sugiere temores y fragilidades del hombre, a la vez que transmite la belleza y sencillez de los humildes, mansos y sencillos, que recibirán por herencia la tierra».
Las críticas contemporáneas han definido al Caravaggio de esa época como hosco e insociable, que dormía armado y estaba inseguro de su suerte. Su vida se vio muchas veces reflejada en su obra, la de ese tiempo es burlona y satírica, especialmente con los pintores locales.
Después de nueve meses en Sicilia, en el verano del 1609, volvió a Nápoles. De acuerdo con una de sus más recientes biografías, en Nápoles estaba a salvo del acecho de sus enemigos, bajo la protección de los Colonna, concretamente la de Constanza Colonna, prima lejana de su antiguo benefactor Filippo I y quien lo albergó e el Palazzo Cellammare. Además, ya había obtenido perdón, gracias al nuevo papa, el cardenal Camilo Borghese -posteriormente Paulo V- y pudo volver a Roma.
En Nápoles realizó La negación de San Pedro y El martirio de Santa Úrsula, su última pintura. Nuevamente, el estilo de Caravaggio evolucionaba.
En El martirio de Santa Úrsula la santa atraviesa uno de los momentos de mayor intensidad, acción y drama en su martirio, cuando la flecha disparada por el rey de los hunos, la hiere en los senos. Todo esto diferencia especialmente el cuadro de otros, caracterizados por la inmovilidad de sus modelos. La vivacidad del cuadro abrió una nueva etapa en la carrera del pintor.
►•►