sábado, 26 de marzo de 2022

Catalina de Salazar y Palacios. Esposa de Miguel de Cervantes

Últimos momentos de Miguel de Cervantes. Víctor Manzana y Mejorada. 1856. MNP (En depósito en otra institución.)

“Pintado por Manzano a sus 27 años, y presentado a la Exposición Nacional de 1858, el cuadro representa uno de los episodios más rememorados de la vida de Cervantes, cuando "Después de recibir la Extremaunción escribe al Conde de Lemos la dedicatoria de su novela Persiles y Sigismunda", como se aclara en el catálogo de dicha exposición. En efecto, tras haber concluido su última novela Trabajos de Persiles y Sigismunda el 2 de abril de 1616, el ilustre escritor cayó enfermo de hidropesía y, tras un breve viaje a Esquivias aprovechando una transitoria mejoría, quedó definitivamente postrado en cama en su casa de Madrid, desde donde expresó su deseo de besar la mano de quien había sido durante mucho tiempo su protector. 


De regreso a la Corte tras haber sido relevado de su cargo de gobernador de Nápoles, el Conde de Lemos desatendió la petición del ya moribundo Cervantes, quien el 19 de abril escribió al noble una dedicatoria de su última obra, en forma de carta. Tras haber redactado también en esos días su testamento, en el que encargaba dos misas en sufragio de su alma, el autor del Quijote moría el 23 de abril de 1616."

(El mundo literario en la pintura del siglo XIX del Museo del Prado, Madrid, Centro Nacional de Exposiciones y Promoción Artística, 1994, p.130-131, nº4).

Cervantes, en sus últimos días, escribe la dedicatoria del Quijote al conde de Lemos. 1883. Óleo sobre lienzo, 300 x 450 cm. No expuesto

“Representa los últimos momentos del escritor Miguel de Cervantes (1547-1616), cuando ya postrado y asistido por su confesor, Francisco García, y su esposa, Catalina Palacios, dedica su última obra, Los trabajos de Persiles y Sigismunda, a su protector, el conde de Lemos.

El cuadro participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884 (núm. 525), en la que obtuvo la segunda medalla. En el catálogo de la muestra se describía con el siguiente texto: "Puesto ya un pie en el estribo y en las ansias de la muerte, etc.".

(Díez, José Luis (dir.), Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado: catálogo general, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2015, p.446).

• • •

No deja de ser curioso un cierto paralelo -que no parece casual-, entre los testamentos de Catalina de Salazar con respecto a Cervantes, y el de Shakespeare, con respecto a su esposa Anne Hathaway. 

En 1610, Catalina Salazar, dejaba a Cervantes: “la cama en que yo muriere, con la ropa que tuviere”. Mientras que, Shakespeare lega a su esposa, en 1616, “su segunda mejor cama”. 

Al contrario de lo que podría parecer, la cama a que se refiere el Bardo, sería la del matrimonio, puesto que, de acuerdo con la costumbre, la “primera”, se reservaba a los invitados. En resumen, ambos legan la cama a los respectivos cónyuges, lo que no deja de ser curioso si consideramos la distancia, en muchos sentidos, entre Esquivias -Toledo-, y Stratford-upon-Avon. ¿O, quizá no era tanta?

Casa de Shakespeare y Casa de Salazar Palacios

Testamento de Catalina de Palacios y Salazar, mujer de Miguel de Cervantes: “la cama en que yo muriere, con la ropa que tuviere”.

Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Comunidad de Madrid: AHPM, TOMO 1459, fols. 36r-38v (1ª foliación). Protocolo del Escribano Baltasar de Ugena. Escribano del Rey. Catalina de Salazar murió en Madrid en 1620, y fue enterrada en el mismo convento que su marido. Diez años antes había estipulado en su testamento su deseo de ser enterrada en Esquivias, junto a su padre. Tampoco se olvida de Miguel de Cervantes, a quien le deja su cama y "demás bienes muebles que yo tuviere [ ... ]. Esto sin que se le pida cuenta al dicho mi marido por el mucho amor y buena compañía que ambos hemos tenido" (fol. 38r).

Shakespeare’s will as seen by the human eye (470nm spectrum) – all text is visible on all three pages (Crown Copyright The National Archives, Image created by the British Library Board).

La Tercera Página del testamento de W. Shakespeare

Existen numerosos documentos relacionados con Catalina de Salazar, pero, en realidad es muy poco lo que nos aclaran acerca de su personalidad, su carácter, sus actitudes, etc., al igual que ocurre con tantos asuntos relativos a Cervantes.

Nacida (bautizada) en Esquivias, Toledo, el 12.11.1565,  falleció en Madrid, el 30.10.1626.

Catalina contaba entre sus antecesores algunos conocidos servidores de monarcas y prelados, y, de hecho, incluso tenían escudo de armas.

Escudo de Salazar y Vozmediano.

Andando el tiempo, Hernando de Salazar Vozmediano y Catalina de Palacios y Salazar tuvieron cinco hijos, de los cuales, Catalina fue la segunda. Sus hermanos fueron, Nicolás, Gonzalo, Francisco y Fernando.

Catalina fue bautizada en la Iglesia Parroquial Santa María, del Lugar de Esquivias.

Registro de bautismo de Catalina de Salazar y Palacios. Al margen: Catalina.

 “En xii de noviembre de myl y quinientos y Sesenta y cinco años el Reverendo Señor Pedro de Huete cura teniente del dicho lugar batizo una hija del Señor Hernando de Salazar Vozmediano y de la Señora Catalina de Palacios Su muger cuyo nombre fue Catalina y el Señor Cura pregunto a los que la traían a bautizar que a quyen Señalavan Por conpadres que la saquen de pila los quales Respondieron Que al Reverendo Señor Juan de Palacios el Qual la tuvo de Pila otrosi el encargo el parentesco espiritual conforme al Santo concilio tridentino siendo testigos Pedro de Gamboa e Alonso palomo e Baltasar Ximenez Vezinos del dicho Lugar de Esquivias. Pedro de Huete"

El 6 de febrero de 1584, falleció su padre, Hernando de Salazar y Vozmediano, dejando la hacienda familiar sumida en múltiples deudas.  Catalina tenía entonces 18 años.

A finales de aquel mismo año, 1584, fallecía en Madrid Pedro Laínez, esposo de Juana Gaytan, escritor e íntimo amigo de Cervantes. La viuda se fue a vivir Esquvias, con unos tíos, y allí volvió a casarse, dos meses después, con Diego de Hondaro. Fue a través de Juana Gaytán, como Cervantes conoció a Catalina Salazar.

A mediados de septiembre de 1584, Catalina, soltera, de 18 años de edad, conoció a Miguel de Cervantes cuando este acudió a la casa de Juana Gaitán, con la intención de recoger un poemario, "el Cancionero", del que era autor su difunto amigo, y encargarse de su publicación, como le propuso Juana Gaitán, a cuyo efecto, firmó un poder, fechado en 22 de septiembre de dicho año, sábado, en presencia del Procurador Ortega Rosa, llegado de Madrid expresamente para este acto. Hay que decir, que el citado Cancionero no se publicó hasta 1951, por J. de Entrambasaguas.


Pero, fue entonces, sin duda, cuando Juana Gaitán presentó a Catalina, al futuro autor de Don Quijote, y fue esta la razón por la que tres meses después, Cervantes y Catalina se casaron, en la Parroquia de Santa María de la Asunción del Lugar de Esquivias, aunque no se celebraron sus velaciones, de conformidad con lo ordenado en el Concilio de Trento, según se demuestra posteriormente.

Desposorios de Cervantes y Catalina. 

Al margen: Miguel de Servantes con Cathalina Palacios: "En 12 de diciembre (1584) El Reverendo Señor Juan de Palacios tiniente desposó a los señores Miguel de Zerbantes vezino de Madrid y doña Catalina de Palacios vezina desquivias testigos Rodrigo Mexia Diego Escribano y Francisco Marcos. El Doctor Escrivano."

En las Actas de boda halladas en los archivos parroquiales del Lugar de Esquivias, no figuran familiares de los contrayentes, pues solían firmar testigos de la parroquia, para dar fe de la ceremonia, de acuerdo con la normativa de Trento (1545/1563).

El matrimonio se alojó en principio, en la casa de la familia de Catalina, donde aún vivía su madre. Un año después; el día 2 de diciembre de 1585, Cervantes ya estaba en Sevilla, como se constata por un documento firmado por él, por el que declara haber recibido 204.000 maravedís, prestados por Gómez Carrión, con la condición de devolverlos en el plazo de seis meses.

Un dato curioso e interesante, por razones no estrictamente literarias, sino artísticas, como veremos, es que el día 26 de diciembre de 1585, se casaron, en Esquivias, Gonzalo de Guzmán y Salazar, hijo de una prima de Catalina, con Elvira Dávalos y Toledo, sobrina del cura de Santo Tomé de Toledo, don Andrés Núñez de Madrid, quien poco después encargaría al Greco, la ejecución de la famosísima obra: el Entierro del Conde de Orgaz -pintado entre 1586 y 1588-, una “coincidencia” que nos haría pensar en ciertas posibilidades que relacionarían al escritor con el pintor, ya que, tanto Cervantes, como Andrés Núñez de Madrid, coincidieron en el evento.

El 16 de enero de 1586, se celebraron finalmente, las Velaciones de Cervantes y Catalina, en la iglesia de San Martín de Madrid, de la que Cervantes había sido parroquiano.

29 de marzo de 1586: Catalina de Palacios, madre de Catalina de Salazar, vende un majuelo (viñedo de cepa) para ayudar a Cervantes a liquidar la deuda que había contraído en 2.12.1585.

Unos meses después, el 9 de agosto de 1686 se formalizaba la Carta Dotal entre Miguel y Catalina, según la cual, el escritor aportaba los 100 ducados que había prometido. Un documento, nos hace saber que la madre de Catalina, otorgó un amplio poder en favor de Miguel de Cervantes, su yerno, para que pudiera decidir y llevar a cabo, cuantos negocios precisara en nombre de la familia de Salazar y Palacios, sobre las propiedades de la misma.

Firmas de Cervantes y Catalina en la Carta Dotal

Primera separación prolongada de Miguel y Catalina y posible inspiración para un personaje cervantino.

El 23 de abril de 1587, pernoctó en el Lugar de Esquivias la comitiva Real que llevaba las reliquias de Santa Leocadia, enviadas desde la ciudad belga de Saint Ghislain, a Toledo. 

Entierro de Santa Leocadia, de Cecilio Pla, presentado a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887. Museo del Prado.

Leocadia, nacida en Toledo, había recibido el martirio en esta ciudad, durante las persecuciones del emperador Diocleciano, a principios del siglo IV. En el lugar donde estuvo su casa natal se erige hoy la iglesia que lleva su nombre, pero sus restos tuvieron una vida azarosa. Se pierde su pista con la invasión musulmana para reaparecer en Oviedo a principios del siglo IX. Trescientos años después, fueron llevadas a Cambrai (Bélgica), de donde salieron en 1587 -momento en que nos hallamos-, para ser depositadas, definitivamente, en la Catedral de Toledo.

El Rey, que había pasado la Semana Santa en El Escorial, volvió a Madrid con el Príncipe para llevar a su hermana la emperatriz María y a su hija la infanta Isabel Clara Eugenia a ver y autorizar la entrada de Santa Leocadia en Toledo. El primer día de jornada se alojaron en Móstoles, después tuvieron novena en Illescas el 24 de Abril, víspera de San Marcos, y en la fecha inmediata continuaron el viaje y llegaron a la Ciudad Imperial. Astrana Marín.

Miguel pudo conversar con muchas personas, amigos o conocidos, unos de la Corte, otros de Sevilla u otras partes. Supo entonces que Felipe II decidía acometer su proyecto, madurado ya por el marqués de Santa Cruz, de invadir Inglaterra. Había nombrado por proveedor general para abastecer a la flota al consejero de Hacienda Antonio de Guevara, quien debía tener su centro y residencia en Sevilla. [...] La necesidad de acopiar enormes cantidades de víveres para la escuadra, promovió un vasto movimiento de personal. Guevara no pudo trasladarse tan pronto como quisiera a la ciudad del Betis, y delegó en el alcalde de la Audiencia de los Grados, licenciado Diego de Valdivia. Miguel vio posibilidad de colocarse en comisiones para servir aquellos abastecimientos, o porque conociera a Guevara, que habría ido con la Corte a Toledo, o porque tuviese en Sevilla personas de influjo, como Tomás Gutiérrez, con Diego de Valdivia, nombre que inmortalizó luego en El Licenciado Vidriera, y a Sevilla dispuso de repente su viaje.

Como no le daba tiempo a ir a Esquivias a despedirse de su esposa y volver, y como la ausencia había de ser larga, el día 28, acompañado del sobrino de aquélla, Gaspar de Guzmán, que le sirvió de testigo, extendía en Toledo, ante el escribano Ambrosio Mejía, amplísimo poder a doña Catalina de Salazar y Palacios en los términos siguientes:

Carta de poder de Cervantes a su esposa. (II de III.)

Sepan quantos esta carta de poder vieren, como yo, Miguel de Çervantes Saabedra, vecino del lugar desquivias, jurisdicion desta çibdad de Toledo, otorgo e conozco que doy e otorgo mi poder cunplido, bastante, segun que le tengo y de derecho se rrequiere y mas puede y debe valer y liçencia e facultad bastante en forma, a vos doña Catalina de Salazar y de Palaçios, mi muger, que estais avsente, especialmente para que por mi y en mi nonbre y en el vuestro podais demandar, rreçibir, aver e cobrar todos e qualesquier maravedis, pan, trigo y çevada y otras qualesquier cosas que a mi o a vos son e fueren devidas e perteneçientes por qualquier persona o personas vecinos de qualesquier partes, ansi por obligaçiones, çedulas, conoçimientos e quentas de libro, o sin ellas, como en otra qualquier manera, e de lo que rreçibieredes e cobraredes podais dar e otorgar vuestras cartas de pago y finiquito y lasto, que valan como si yo las diese e otorgase siendo presente; y para que podais vender e vendais qualesquier vuestros bienes e mios, ansi muebles como rrayzes a las personas e por los preçios que quisieredes, etc. etc. etc.

Firma de Cervantes en el poder a su esposa. Toledo, 28 de Abril de 1587.

A partir de estas fechas, Cervantes se halla normalmente de viaje por Andalucía Entre tanto, Catalina hacía lo que llamaríamos vida social, asistiendo a bautizos, desposorios, etc.

A mediados de junio de 1587, fallece Aldonza de Cárdenas, de 16 años, hija de Isabel de Cárdenas, prima de Catalina. Aldonza se halla muy unida a Juana Lorenzo. 

Parece evidente que ya tenemos aquí, cierta inspiración, al menos del nombre, que daría origen a un conocido personaje cervantino -o quijotesco-, ALDONZA LORENZO.

Catalina asiste y colabora en ceremonias religiosas, siempre haciendo constar que es la esposa de Miguel de Cervantes.

El 30 de abril de 1588, falleció doña Catalina de Palacios y Salazar, su madre, a la edad de 45 años, siendo enterrada el domingo uno de mayo en la iglesia parroquial del Lugar de Esquivias, aunque, por la situación caótica que sufría esta familia, no pudieron pagarse los legados que dejó mandados en sus últimas voluntades. 

Miguel de Cervantes llegó a Esquivias a mediados del mes de junio, permaneciendo en el Lugar más tiempo de lo habitual desde que fuera nombrado Comisario General de Abastos.

Mientras tanto, las visitas que hace Miguel de Cervantes a la Corte, son cada vez más espaciadas en el tiempo. Cuando estas se producen, al hallarse Esquivias en el Camino Real de Madrid a Toledo, Cervantes permanece allí dos o tres días, tanto a la ida como al regreso, partiendo de nuevo a Andalucía.

El 31 de julio de 1590, Cervantes otorga un nuevo poder en favor de su esposa Catalina, y también de su hermana Magdalena de Cervantes, en el que las hace constar como "vezinas de Madrid". Con este poder, Cervantes se asegura de que no falten recursos para estas familias, en su ausencia, al conceder a su esposa y hermana suficiente capacidad de obrar. Cabe también pensar que Catalina se hallaba viviendo en esas fechas en Madrid, en la vivienda de Magdalena de Cervantes.

Leonor de Cortinas, madre de Cervantes, se hallaba enferma, a primeros de octubre de 1593 Miguel va a Esquivias, y de allí parten él y Catalina a Madrid. El 18 de octubre de dicho año fallece Leonor de Cortinas, siendo enterrada al día siguiente en la iglesia de San Martín de Madrid, de la que era parroquiana. 

Pasados unos días, Cervantes vuelve Sevilla para continuar con su trabajo de Recaudador de Impuestos para la Casa Real, no sin antes manifestar a su esposa su deseo de dejar dicha ocupación en el menor tiempo posible.

Las criadas que tuvo Catalina de Salazar y Palacios, representaron un gran apoyo moral para ella, dadas las prolongadas ausencias de su esposo: María, Isabel y Lucía hicieron más llevadera la vida. 

Uno de los hechos luctuosos que más afectó a Catalina por entonces, fue la muerte de su tío, el cura, Juan de Palacios, "En cinco días del mes de maio de 1595 años fallescio Juan de Palacios clérigo presvitero. Vezino deste lugar de esquivias..."

Días después llegó Cervantes a Esquivias, para asistir a la ceremonia por la que Francisco de Salazar, su cuñado, iba a tomar los hábitos sacerdotales.

A partir de esta fecha, Cervantes permanecería más tiempo en el Lugar de Esquivias, pues ya había dejado su trabajo de Comisario General de Abastos y de Recaudador de Impuestos para la Casa Real, no obstante verse obligado todavía a aclarar las cuentas de lo recaudado, y entregado al mercader Simón Freire de Lima, para que este lo hiciera llegar a la Casa de su Majestad.

Cervantes vuelve a viajar a Sevilla, para aclarar al juez que llevaba el caso la liquidación de los ingresos que hizo en el año 1592, razón por la que no asistió al entierro de Alonso de Salazar y de Guzmán, hijo de Isabel de Cárdenas, prima de Catalina, el 13 de febrero de 1596. 

1597, agosto, hasta el 28 de abril de 1598

Se ordena a Cervantes rendir cuentas de la comisión de 1594 y es enviado a prisión durante siete meses en la Cárcel Real de Sevilla; donde escribiría el Quijote como novela corta. Cuando sale de prisión; la resolución de su asunto, resulta todavía muy incierta.

El 12 de mayo de 1598 fallece Ana Franca, la madre de Isabel Saavedra, tenida por hija de Cervantes y no de su esposo; un asunto, quizás, del que también hay todavía mucho que aclarar.

A finales de febrero de 1599, abandonando la cárcel de Sevilla, Cervantes llega a Esquivias. A partir de esta fecha, él y Catalina permanecerían juntos, salvo los viajes puntuales que realizara Miguel para resolver asuntos personales sobre el litigio que le llevó a ingresar en la cárcel de Sevilla, y otros relativos a las obras teatrales que tenía publicadas.

Así, Cervantes retoma en Esquivias la redacción del Quijote, que "engendró" en la cárcel de Sevilla "donde toda incomodidad tiene su asiento y todo triste ruido hace su habitación". En el sosiego que representa su estancia en el Lugar, expresa en sus papeles los detalles de una novela basada en los antiguos caballeros andantes, dándole un importante giro al incorporar al personaje de un escudero, así como del empleo de otro lenguaje, dejando de lado el rancio castellano "que nos tiene anquilosados en el tiempo". [No sé de dónde procede esta cita.]

A mediados del mes de julio de 1600, llega la noticia de que Rodrigo de Cervantes, hermano de Miguel, había sido herido por un arcabuzazo que recibió en la Batalla de las Dunas, en Flandes, donde se hallaba prestando sus servicios en la milicia, pero lo único que pueden hacer en la familia de Cervantes, es esperar las noticias que pudieran llegar sobre su estado de salud. [Se sabe que, posteriormente, sabido ya su fallecimiento, su hermana reclamó sus pagas atrasadas, que, al parecer, jamás llegaron.]

Fernando de Salazar y Palacios

El 19 de agosto de 1600, el hermano pequeño de Catalina, Fernando de Salazar y Palacios, toma el hábito de la Orden de los Franciscanos en el Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo, bajo el nombre de fray Antonio de Salazar, con la asistencia de Cervantes y de toda la familia de Catalina en dicho Acto.

Fernando, al entrar en la Orden Franciscana, renunció a su herencia, disponiendo que esta fuera repartida entre sus hermanos Catalina y Francisco "por iguales partes, tanto al uno como al otro", y también manda: "...que no se pida cuenta a doña Catalina de Salazar y a Miguel de Zerbantes, su marido, de la administración que han tenido de los bienes de mis legitima materna y paterna del tiempo que la han tenido de lo que toca a los frutos della, porque se lo perdonó.../... y para cumplir y pagar y ejecutar este mi testamento y lo en el contenido, dejó y nombro por mis albaceas y testamentarios y ejecutores del, a los dichos Miguel de Zerbantes y Francisco de Palacios y a cada uno y cualquiera dellos por si in solidum, especialmente que por mi y en mi nombre y como yo mesmo, representando mi propia persona, luego como hiciere profesión en el dicho monasterio, se puedan entrar y apoderar, y entren y apoderen en todos y de todos mis bienes, y vendan y rematen dellos los que fueren necesarios en publica almoneda o fuera della, y recibir los maravedis por que los vendieron..."

En el otoño de 1600, llega la noticia de que, el 2 de julio pasado de 1600, había fallecido Rodrigo de Cervantes, como consecuencia de las heridas recibidas en Flandes.

Catalina de Salazar, el 27 de enero de 1602, asiste al bautizo de María, hija de Bartolomé de Uxena y Ana de la Peña, siendo los padrinos, Miguel de Cervantes y Juana Gaytán:

Bautismo de María. Padrinos Cervantes y J. Gaytan.

Al margen: María. “En el Lugar de Esquivias a veynte y siete días del mes de enero año de mill y seiscientos y dos años el Doctor Alonso de la Peña cura de la Yglesia del dicho lugar babtizó a María hija de Bartolome de Uxena y ana de la Peña su muger fueron compadres Miguel de Cervantes y doña Juana Gaitan encargoseles el parentesco espiritual testigos Antonio de Vivar Salazar y Juan de Salçedo vecinos del dicho lugar y lo firme. El Doctor Peña.

No obstante, Catalina sigue teniendo una actividad acorde con su condición, actuando como madrina de diversos bautizos, en cuyos registros aparece siempre como Catª, o, simplemente, Cata.

Bautismo de Juan Martín. Madrina Catalina [Catª] y Cervantes. 10.2.1601

Bautismo de Ana. Madrina Catalina [cata]. 12.9.1601

La Corte se traslada a Valladolid

A finales del verano de 1604, Cervantes y Catalina se trasladan a Valladolid. La Corte de su Majestad, el 10 de enero de 1601, se había asentado a esta ciudad, quedando la vida de Madrid ciertamente apagada, por lo que, a finales del verano de 1603, las hermanas de Miguel de Cervantes, Magdalena y Andrea, junto con la hija de esta, Constanza, y una criada de Magdalena, de nombre Isabel, se habían trasladado a la ciudad del Pisuerga, manteniendo el contacto con la Corte, motivado por el oficio de costureras de las hermanas de Cervantes. Todas estas personas, además de Juana Gaytan, Diego de Ondaro, Luisa de Montoya -viuda del cronista Garibay-, junto con sus hijos mozos, Luis Esteban y Luisa, se hospedaron en una vivienda de 2/3 plantas, en cuyo bajo había una taberna, en la calle Rastro de los Carneros, a orillas del río Esgueva, afluente del río Pisuerga.

Isabel de Saavedra

Antes de trasladarse a Valladolid, Cervantes reconoce a Catalina que la criada de Magdalena, de nombre Isabel, bautizada el 9 de abril de 1584, es hija suya, de unos amores que tuvo con Ana de Villafranca, o Ana Franca, casada con Alonso Rodríguez, y que regentaron una taberna en la calle de Tudescos de Madrid. Le dijo también que, con objeto de no tener que hacer una curadoría de la ascendencia de esta niña, se formalizó un contrato entre Magdalena de Cervantes y la citada Isabel, a la edad de 15 años, cuando quedó huérfana, a la cual Miguel otorgó el apellido de Saavedra. En el citado contrato, consta: "...de fecha once de Agosto de 1599, por tiempo de dos años, por veynte ducados en el dicho tiempo durante el cual servirá a doña Magdalena de todo lo que mandare dentro de la casa e le acompañara a servirla bien e fielmente, y la dicha doña Magdalena le ha de enseñar a hazer labor y a coser, e darla de comer y beber, e cama e camisa lavada, e hazella bien tratamiento, y obligo a la dicha su menor a que no se irá ni ausentará de su casa y servicio, y si se fuere o ausentare lo haga de servir en adelante el tiempo que faltare..."

Hasta esta misma fecha, Isabel de Saavedra igualmente desconocía la paternidad de Miguel de Cervantes, por lo que el ambiente familiar no fue todo lo placentero que cada uno pretendiera. No obstante, Catalina, merced a la educación recibida, asumiría el conocimiento de la hija de su esposo, no poniendo trabas a su relación, sabiendo, como ella sabía: "que las manchas del pasado se limpian con el paso del tiempo". 

Don Quixote de la Mancha. I Parte

Cervantes había terminado la primera parte de Don Quijote y estaba a la espera de obtener de la Casa Real la licencia para imprimir por si o por otros el libro titulado "El Ingenioso Hidalgo de la Mancha", que fue por fin aprobado a mediados del mes de diciembre de 1604.

Varios son los acontecimientos que se suceden en el año de 1605 en el entorno de Miguel y Catalina:

-A finales del mes de enero sale de la imprenta de Juan de la Cuesta, de Madrid, para ser vendido en las librerías de Francisco de Robles, Don Quijote de la Mancha, con un éxito impredecible. La familia de Cervantes son el centro de atención del mundo cultural de la época.

-A finales del mes de marzo, fallece Diego de Ondaro, quedando Juana Gaytán viuda de nuevo.

-El 8 de abril, nace el infante Felipe, que reinaría como Felipe IV, con el repique de campanas de todas las iglesias de la ciudad, durante toda la noche.

-Procedentes de Inglaterra, se esperaba llegaran a Valladolid una comitiva compuesta de unas 700 personas, entre los que podría hallarse William Shakespeare, para firmar, con la Casa Real de España, los acuerdos de paz, tras las batallas habidas entre ambos países.

-Cervantes está terminando la novela "El coloquio de los perros", basada en una conversación entre los perros -Cipión y Berganza- que se hallan esculpidos en la fachada del Hospital de la Resurrección, de Valladolid, muy próximo a la vivienda ocupada por Cervantes y su familia.

-El 15 de mayo, Catalina recibe una nota de su hermano Francisco, donde le comunica que se halla postrado en cama con unas fiebres, por lo que, Catalina, acompañada por una criada, se traslada al Lugar de Esquivias. De esa forma se alejaba, momentáneamente, del enrarecido ambiente en el que se había convertido la convivencia, recayendo sospechas sobre todas las mujeres que en el mismo edificio vivían.

-El veintinueve de mayo, se celebró el bautizo del Príncipe, con grandes fiestas en su honor, haciendo representaciones por la calle con los personajes principales de la obra de Cervantes: Don Quijote, Sancho Panza y Rocinante. 

-El veintisiete de junio, ante la vivienda ocupada por Cervantes en Valladolid, en el puentecillo del río Esgueva, es herido de muerte Gaspar de Ezpeleta, siendo este atendido por Cervantes y las mujeres de la casa. El alcalde Villaroel, influido por la calidad social del agresor y por la insidiosa declaración de otros vecinos, ordenó que Cervantes y sus mujeres, pasaran a disposición judicial, permaneciendo toda la noche en prisión. Tras la declaración -y todas las evidencias en contra-, fueron puestos en libertad.

Una vez que Francisco de Salazar y Palacios se halla repuesto de sus dolencias, el 7 de junio de dicho año de 1605, Catalina volvía a Valladolid. 

La Corte vuelve a Madrid, y pasados unos días, Cervantes y su familia hacen lo mismo.

Isabel de Saavedra, inesperadamente, se desposa con Diego Sanz del Águila, persona de la cual no hay referencias.

A mediados de noviembre de 1606, Cervantes y Catalina llegan a Esquivias, donde Miguel vuelve a escribir.

A finales de 1607, Isabel de Saavedra da a luz una niña, que es bautizada con el nombre de Isabel, convirtiendo a Cervantes en abuelo; pero, -Isabel mantiene una relación extramatrimonial con Juan de Urbina, casado, secretario de los Duques de Saboya-.

Unos meses después fallece Diego Sanz del Águila, por lo que, Cervantes concierta el matrimonio de Isabel con Luis de Molina, a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero, previo a lo cual firmaron un documento que comprometía a ambas partes a cumplirlo. En las velaciones de dicho matrimonio, actuaron Cervantes y Catalina: "En el dicho dia (01-III-1609), por decreto de su Señoría Ilustrísima, el Sr. Cardenal de Toledo, vele a Luis de Molina con doña Isabel de Saavedra. Padrinos Miguel de Cervantes y doña Catalina de Salazar, etc."

8 de junio de 1609, Catalina recibe el hábito de la Orden Tercera de San Francisco, no claustral. [Tiene ahora 44 años y Cervantes, 61].

9 de octubre de 1609, fallece Andrea de Cervantes, hermana de Miguel, de forma repentina, siendo enterrada en la parroquia de San Sebastián, de Madrid. Queda su hija Constanza al cargo y custodia de Miguel de Cervantes y Catalina de Salazar.

En la primavera de 1610, fallece también la nieta de Cervantes, Isabel Sanz Saavedra, cumplidos los dos años.

Probablemente impresionada por aquellos fallecimientos, el 16 de junio de 1610, Catalina redacta el que sería su primer testamento:

"Item mando a María de Uxena, mi criada [...], de Esquivias, todos los vestidos de seda y otros cualesquiera y el manto que tuviere y camisas el día que yo muera, y esto la mando por el mucho amor que la tengo por el tiempo que me sirvió siendo niña, y ruegue a Dios por mi alma.../

Item mando que quando Dios sea servido de me llevar desta presente vida, mi cuerpo sea llevado al Lugar de Esquivias, [...] y me entierren en la sepoltura de Fernando de Salaçar Bozmediano, mi padre, que está en el coro de la iglesia del dicho lugar junto a la grada del altar mayor de la dicha iglesia, que está con su losa… 

Item mando al dicho Miguel de Zerbantes, mi marido, la cama en que yo muriere, con la ropa que tuviere, con más todos los demás bienes muebles que yo tuviere, eçebto lo que mando al dicho mi hermano, esto sin que se le pida quenta al dicho mi marido, por el mucho amor y buena compañía que ambos hemos tenido…/ 

Item mando al dicho mi marido una tierra de una aranzada, que llaman el Herrador, por sus días, y después venga al dicho mi hermano Francisco de Palaçios, y después de sus días la goze la dicha iglesia [...]. Y en caso que dicha iglesia no quiera açebtar lo susodicho, que es majuelo o tierra, es mi voluntad de mandárselo al hospital de pobres del dicho lugar con la dicha carga, y se ponga en la dicha tabla con la otra cláusula”.

Resulta evidente por lo leído [añade aquí el autor de la Cronología] en este testamento, que Catalina tiene muy en cuenta que Cervantes no reciba algo que después pueda transmitir a su hija Isabel de Saavedra. 

Por otro lado, Catalina manda ser enterrada en la iglesia de Santa María del Lugar de Esquivias, en sepultura de sus padres. Evidentemente Catalina no tenía otra referencia más próxima para poder decidir donde ser enterrada. Miguel aún vivía y no era cuestión de averiguar donde querría que se le enterrara al fin de sus días. Bien es cierto que en abril del pasado año de 1609 Cervantes también había entrado en la Orden de San Francisco, igual que Catalina y Andrea, dos meses después. Por último, el hecho de ser la primera citada, María de Uxena, parece mostrar, que la sentía más próxima que a otras/as familiares políticos. 

Cervantes y Catalina se mudaron de casa varias veces en esos años, hallándose Miguel cada vez más próximo a sus contertulios de la Imitatoria de Madrid -adonde también algunas veces le acompañaba Catalina-, así llamada, por cierto, porque se creó en Madrid, a imitación de las de Italia.

El 28 de enero de 1611, fallecía en Madrid Magdalena de Cervantes a la edad de 67 años. A partir de esta fecha, al no tener ningún vínculo que les obligara a permanecer en Madrid, Cervantes y Catalina, en compañía de Constanza que ya no se separaría de ellos, trasladan su residencia a Esquivias, donde sigue viviendo Juana Gaytan, desde 1605, cuando volvió de Valladolid.

En su estancia en el Lugar de Esquivias, Cervantes asistía a la tertulia del Mesón de la Plaza, que en esas fechas regentaba Simón Hernández, padre de Juan y de Susana, de tan grato recuerdo para Cervantes y Catalina. En dicho Mesón, conoce a Pedro Alonso (del Quijote), que hacía labores de gañán en la hacienda de Catalina; El Vizcaíno, que seguía regentando la Posada; el morisco Ricote (del Quijote); Sancho, hijo de don Hernando de Gaona y de doña Luisa de Godoy y Quixada, y otros vecinos del Lugar, con quien Cervantes charlaba. 

Y cuando Miguel volvía a casa, escribía.

A finales de enero de 1612, la familia Cervantes vuelve a Madrid, a la calle de las Huertas, donde Cervantes entra en contacto con las academias de moda y con los círculos literarios y cortesanos de la Corte.

En agosto de 1613, salen de la imprenta las Novelas Ejemplares y después, El Viaje del Parnaso, que al fin se atrevió a realizar Cervantes, en verso.

Cervantes, al parecer, tenía relativamente avanzada la Segunda Parte del Quijote, cuando salió la edición apócrifa del Quixote de Avellaneda. A partir de esta fecha, retoma -y probablemente, altera, dadas las circunstancias-, su Segunda Parte, aunque por entonces, estaba dedicado a la redacción del Persíles.

Así, en agosto de 1614, Cervantes entrega al impresor Juan de la Cuesta, la Segunda Parte de Don Quixote, iniciando los trámites de solicitud de las aprobaciones y tasas pertinentes. En esta edición, Cervantes escribe una frase, que pone en boca de Don Quixote, para ensalzar a Dulcinea, que algunos investigadores mantienen que se refería a su esposa Catalina de Salazar:

“puesto que la contemplo como conviene que sea una dama que contenga en si las partes que puedan hacerla famosa en todas las del mundo, como son: hermosa sin tacha, grave sin soberbia, amorosa con honestidad, agradecida por cortés, cortés por bien nacida...”.

Después cae enfermo y, a primeros de marzo de 1616, él y Catalina vuelven a Esquivias. 

Prólogo del Persiles

Su salud no mejora; la sed que padece no puede ser saciada: "Esa enfermedad es de hidropesía, que no la sanará toda el agua del mar Océano que dulcemente se bibiere..." Así pues, a mediados del mes de abril de 1616 emprenden regreso a Madrid, dejando constancia de ello en el Prólogo del Persiles y Sigismunda

"Sucedió, pues, lector amantísimo, que viniendo otros dos amigos y yo del famoso Lugar de Esquivias, por mil causas famoso, una por sus ilustres linajes y otra por sus ilustrísimos vinos..." [de donde Astrana Marín deduce que tenían más lustre los vinos que los linajes]. 

Ya en Madrid, a primera hora del 18 de abril, Catalina acude a la parroquia de San Francisco, a requerimiento de Miguel, consciente de que llegaba su hora, para que le fuera administrada la Extremaunción, en plenitud de sus facultades mentales.

Al día siguiente, 19 de abril de 1616, con ayuda de Catalina, Cervantes redacta la dedicatoria al Conde de Lemos de "Los Trabajos de Persiles y Sigismunda. Historia Setentrional".


Y el 22 de abril de 1616, fallece Miguel de Cervantes. 

Es enterrado el día 23, hallándose junto a él, su esposa, Catalina de Salazar y Palacios, Isabel de Saavedra, su hija, Francisco de Salazar, Fernando de Salazar, Constanza, Juana Gaytán y Luis de Molina, así como sus contertulios de la Imitaroria de Madrid.

Han pasado 31 años de aquel 12 de diciembre de 1584, en que se desposaron Cervantes y Catalina en la iglesia de Santa María del Lugar de Esquivias. 

Pasados unos días, Catalina, en compañía de su hermano Francisco, gestiona con el librero la publicación de la obra póstuma de Cervantes: Los trabajos de Persiles y Sigismunda, permaneciendo Francisco al lado de su hermana hasta finales del mes de julio de dicho año, en que regresó al Lugar de Esquivias.

Catalina no volvió nunca más a Esquivias, por lo que, Francisco, que se desenvolvía muy bien en esos cometidos, se trasladaba con frecuencia a Madrid, para gestionar todo lo concerniente a las publicaciones de Miguel de Cervantes. 

El 21 de septiembre de 1624 fallece y es enterrada Constanza de Ovando -que se hallaba al cargo y custodia de Catalina-, hija de Andrea de Cervantes y, supuestamente, de Nicolás de Ovando, a la edad de 59 años. Se hallaban presentes, Francisco de Salazar y Palacios y Luis de Molina.

Muerte de Catalina

Acta de defunción de Catalina de Salazar y Palacios

Catalina de Salazar murió diez años después que Cervantes; el 30 de octubre de 1626 en Madrid, siendo enterrada el día 31 de dicho mes. En su Acta de defunción, leemos:

"Doña Catalina de Salazar. Viuda. Murió en la calle de los Desamparados en 31 de Octubre de 1626 Años. Recibió los Santos Sacramentos de mano de Carlos Manrrique. Testo ante Alonso de Valencia signo su firma en veinte de este presente mes y Año = Enterrose en el convento de las Trinitarias = y mando le dijesen Trecientas Misas del Alma, y funda una memoria. Albaceas Luis de Molina y Francisco de Palacios que Vibe en la misma casa".

En su segundo testamento, de 20 de octubre de 1626, ante el escribano Alonso de Valencia, Catalina de Salazar mandaba ser enterrada en sepultura junto a su esposo, "...por el mucho amor que se tuvieron en vida...", en el Convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid. Nombró por sus albaceas a Luis de Molina, esposo de Isabel de Saavedra, la hija de Cervantes, y a Francisco de Palacios, hermano de Catalina de Salazar y Palacios que ejercía su labor pastoral en el Lugar de Esquivias.

● ● ●

En la redacción de su testamento de fecha 16 de junio de 1610, Catalina mandaba: "Item mando al dicho Miguel de Zerbantes, mi marido, la cama en que yo muriere, con la ropa que tuviere, con más todos los demás bienes muebles que yo tuviere, eçebto lo que mando al dicho mi hermano (Francisco), esto sin que se le pida quenta al dicho mi marido, por el mucho amor y buena compañía que ambos hemos tenido...Y en su segundo testamento, de 20 de octubre de 1626, Catalina manda ser enterrada "en el Convento de las Trinitarias de Madrid, en sepultura de Miguel de Cervantes, por el mucho amor que nos tuvimos en vida...". 

Es un hecho que, a pesar de que Cervantes, “abandonara” aparentemente, el hogar conyugal tres años después de la boda, no dejó de acudir al Lugar, y que a partir de febrero de febrero de 1599, el matrimonio ya no se volvió a separar.

● ● ●

Terminaremos aquí, prácticamente igual que empezamos; citando testamentos.

En definitiva; parece claro que Cervantes tuvo que abandonar el domicilio conyugal ante la necesidad de encontrar un empleo, que, como sabemos, lo encontró, pero en Sevilla, donde posteriormente hubo de permanecer, al ser encerrado en prisión por desajustes en sus cuentas. Una retención que resultaría muy valiosa para la concepción de su inmortal obra. 

Hay que considerar, por cierto, que sus salarios llegaban tarde, o nunca y que él, no hace falta expresarlo de otra manera; necesitaba comer, por lo que resulta probable, que se auto concediera algún adelanto, para salir de agobios; adelantos, que posteriormente, no tenía medios para reponer. 

Aun así, como se ha visto, él siguió acudiendo a Esquivias regularmente, junto a su esposa, como demuestran los documentos en los que juntos participan en bautismos, así como el hecho de que cuando se trasladó a Valladolid, tras asentarse allí la Corte, Catalina estaba con él. 

Sin embargo, tal vez lo más convincente en el sentido de que siempre hubo buena relación entre ellos, no es su actitud, ni su testimonio, sino el de Catalina, expresado claramente, en sus dos testamentos, en los cuales declara positivamente, sin dubitaciones:

1) ...por el mucho amor y buena compañía que ambos hemos tenido.

2) A pesar de que anteriormente había mandado ser enterrada en Esquivias, junto a su padre, en el segundo testamento manda que sea junto a su esposo, "...por el mucho amor que se tuvieron en vida...", en el Convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid. 

¿Parecería exagerado deducir que el matrimonio Cervantes-Salazar, mantuvo una relación, cuando menos, suficientemente respetuosa y cordial, por parte de ambos? Estos matices afectivos no aparecen explícitamente en los registros, pero, esto no significa que no los haya. 

Fachada norte del Convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid.

“La Orden Trinitaria a la cual debió principalmente su rescate.”

Placa dedicada a Cervantes, realizada por Ponzano, en la fachada de la calle Lope de Vega.

● ● ●


jueves, 10 de marzo de 2022

EL SUEÑO ANTÁRTICO II

5 de Marzo de 2022

Encuentran en la Antártida, a 3.000 m. de profundidad, el “Endurance”, a bordo del cual se intentó realizar el “Sueño Antártico”, hace 107 años. 

Una recopilación de las primeras informaciones publicadas.

Las imágenes más impactantes. 

Antecedentes: Robert Falcon Scott. El sueño Antártico, 11 de Octubre de 2015:

https://atenas-diariodeabordo.blogspot.com/2015/10/robert-falcon-scott-el-sueno-antartico.html





● ● ●

9 de Marzo de 2022

Endurance: hallan en la Antártida tras 107 años el barco del explorador Shackleton, uno de los mayores naufragios de la historia.

Jonathan Amos. Corresponsal de Ciencia de la BBC

IMAGEN, FMHT / NATIONAL GEOGRAPHIC

Estas son las primeras imágenes del Endurance. En ellas puede apreciarse el nombre del barco tallado sobre la popa.

Los científicos han encontrado y filmado uno de los mayores naufragios jamás descubiertos, 107 años después de su hundimiento.

El Endurance, el barco perdido del explorador antártico Ernest Shackleton, fue hallado el fin de semana en el fondo del mar de Weddell, una amplia porción del océano Atlántico Sur en la Antártida.

El barco fue aplastado por el hielo marino y se hundió en 1915, lo que obligó a Shackleton y a sus hombres a realizar una asombrosa huida a pie y en pequeñas embarcaciones.

El video de los restos del barco muestra que el Endurance está en excelentes condiciones.

A pesar de que ha estado hundido a más de 3.000 metros de profundidad durante más de un siglo, se ve prácticamente igual que el día en que se hundió en noviembre de 1915.

Sus maderas, aunque quebradas, todavía están muy unidas, y el nombre, Endurance, es claramente visible en la popa.

"Sin ninguna exageración, este es el naufragio de madera de mayor calidad que he visto en mi vida, con diferencia", dijo el arqueólogo marino Mensun Bound, quien forma parte de la expedición responsable del descubrimiento y ahora ha cumplido una ambición soñada en su carrera de casi 50 años.

"Está bien erguido sobre el lecho marino, intacto y en un estado de conservación brillante", dijo a la BBC.


El Endurance quedó atrapado en el hielo marino durante meses antes de hundirse en las profundidades del mar en 1915.

El proyecto para encontrar el barco perdido fue realizado por el Fideicomiso del Patrimonio Marítimo de las Malvinas/Falklands (FMHT, por sus siglas en inglés), utilizando un rompehielos sudafricano, Agulhas II, equipado con sumergibles operados a distancia.

El líder de la misión, el veterano geógrafo polar John Shears, describió el momento en que las cámaras se posaron sobre el nombre del barco como "asombroso".

"El descubrimiento de los restos del naufragio es un logro increíble", agregó.

"Hemos completado con éxito la búsqueda del naufragio más difícil del mundo, luchando contra el hielo marino en constante cambio, ventiscas y temperaturas que descienden a -18ºC. Logramos lo que mucha gente dijo que era imposible".

IMAGEN, FMHT / NATIONAL GEOGRAPHIC: El rompehielos sudafricano Agulhas II tuvo condiciones de hielo favorables en un entorno hostil.

¿Dónde se encontró el barco?

El Endurance fue avistado en el mar de Weddell a una profundidad de 3.008 metros.

Durante más de dos semanas, los submarinos peinaron un área de búsqueda predefinida, investigando varios objetivos interesantes, antes de finalmente descubrir el lugar del naufragio el sábado, el centenario del funeral de Shackleton.

Los días transcurridos desde el descubrimiento se han dedicado a hacer un registro fotográfico detallado de las maderas y los escombros circundantes.

El naufragio en sí es un monumento designado bajo el Tratado Antártico internacional y no debe ser trastocado de ninguna manera. Por lo tanto, no se han traído artefactos físicos a la superficie.


¿Qué pudieron ver los submarinos?

El barco se ve muy similar a cuando fue fotografiado por última vez por el camarógrafo de Shackleton, Frank Hurley, en 1915.

Los mástiles están en la parte de abajo, el aparejo está enredado, pero el casco es bastante coherente. Algunos daños son evidentes en la proa, presumiblemente donde el barco que descendía golpeó el fondo del mar. Los anclajes están presentes. Los submarinos incluso vieron algunas botas y vajilla.

"Incluso se puede ver el nombre del barco - E N D U R A N C E - [resistencia, en español] arqueado en la popa, bajo el coronamiento (un pasamanos cerca de la popa). Y debajo, bien audaz, está Polaris, la estrella de cinco puntas, a la que el barco debe su nombre original", dijo Mensun Bound.

"Hay que ser de piedra para no sentirse conmovido al ver esa estrella y el nombre sobre ella", señaló.

"Puedes ver un ojo de buey, que es el camarote de Shackleton. Y en ese momento, sientes en la nuca el aliento de aquel gran hombre".

IMAGEN, FMHT/NATIONAL GEOGRAPHIC

Organismos filtradores han colonizado los restos del naufragio, pero no hay gusanos comedores de madera.

¿Qué vida marina hay en la nave?

Curiosamente, los restos del naufragio han sido colonizados por una gran cantidad de organismos, pero no del tipo que los consumiría.

"Parecería que hay poco deterioro de la madera, lo que infiere que los animales masticadores de madera que se encuentran en otras áreas de nuestro océano no están, tal vez sorprendentemente, en la región antártica libre de bosques", comentó la bióloga polar de aguas profundas Michelle Taylor, de Universidad de Essex (Reino Unido).

"El Endurance, que parece un barco fantasma, está salpicado de una impresionante diversidad de vida marina de aguas profundas: ascidias, anémonas, esponjas de diversas formas, estrellas de mar y crinoideos (relacionados con erizos y estrellas de mar), todos se alimentan en las frescas aguas profundas del mar de Weddell".

IMAGEN, SPRI/UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE. Shackleton (dcha.) observa los restos de su barco justo antes de que se hundiera en las profundidades.

¿Por qué este barco era tan preciado?

Hay dos razones.

La primera es la historia de la Expedición Transantártica Imperial de Shackleton. Se dispuso a hacer el primer cruce terrestre de la Antártida, pero tuvo que abandonar la búsqueda cuando el barco de la expedición, el Endurance, quedó atrapado y luego agujereado por el hielo marino.

A partir de entonces, todo fue cuestión de supervivencia. Shackleton, de alguna manera, logró poner a sus hombres a salvo; en su escape, el explorador angloirlandés tomó un pequeño bote salvavidas a través de mares feroces para buscar ayuda.

La otra razón fue el desafío mismo de encontrar el barco.

El mar de Weddell está prácticamente cubierto de forma permanente por un espeso hielo marino, el mismo que rompió el casco del Endurance.

Acercarse a la supuesta ubicación del hundimiento es bastante difícil, sin importar si se puede realizar una búsqueda. Pero aquí también radica parte del éxito del proyecto FMHT.

El mes pasado se registró la extensión más baja de hielo marino antártico jamás registrada durante la era de los satélites, que se remonta a la década de 1970. Las condiciones fueron inesperadamente favorables.

Falklands Maritime Heritage Trus/PA Media/dpa/picture Alliance El buque sudafricano de investigación polar y logística S.A. Agulhas II en la expedición de búsqueda de los restos del Endurance.

IMAGEN, FMHT/NATIONAL GEOGRAPHIC. Uno de los sumergibles regresando a la superficie después de una inmersión en el fondo del mar de Weddell.

El Agulhas concluyó el estudio de los restos del naufragio y partió del sitio de búsqueda el martes. El rompehielos se dirige a su puerto base de Ciudad del Cabo.

Pero la intención es llamar al Territorio Británico de Ultramar de Georgia del Sur, donde está enterrado Shackleton.


"Presentaremos nuestros respetos al 'Boss' (el jefe)", dijo Shears, usando el apodo que la tripulación de Endurance tenía para su líder.

GETTY IMAGES: Shackleton está enterrado en la estación ballenera Grytviken, en Georgia del Sur. Todas las imágenes de los naufragios son cortesía del FMHT y National Geographic.

● ● ●

Una expedición científica ha encontrado el Endurance, el barco naufragado del explorador británico Ernest Shackleton. La embarcación se hundió en 1915, por el hielo marino que la bloqueó y hundió en el mar de Weddell. Shackleton y su tripulación de la conocida como Expedición Imperial Transatlántica, que aspiraba a ser la primera en atravesar por tierra la Antártida.

“El Independiente”, 9-3-2022

Cien años después de la muerte del explorador, la expedición científica Endurance22, ha dado con los restos del barco. Ha sido localizado en el mar de Weddell a 3008 metros de profundidad dentro del área de búsqueda definida por el equipo de expedición antes de partir de Ciudad del Cabo, y aproximadamente a cuatro millas al sur de la posición registrada por el capitán Frank Worsley en su hundimiento. La misión científica estaba en las aguas investigando los efectos del cambio climático en la zona y aprovecharon la tecnología y el despliegue de medios científicos para localizar el pecio.

“Nuestros objetivos para Endurance22 eran localizar, inspeccionar y filmar los restos del naufragio, pero también realizar importantes investigaciones científicas y ejecutar un programa de divulgación excepcional”, afirma Donald Lamont, presidente de Falklands Maritime Heritage Trust, la organización que ha promovido el descubrimiento. 

El pecio encontrado está protegido y no se puede tocar, por eso de momento, sólo se han tomado imágenes que prueban el gran hallazgo. “Estamos abrumados por nuestra buena fortuna de haber localizado y capturado imágenes de Endurance”, afirma Mensun Bound, director de Exploración de la expedición. “Este es, con mucho, el mejor naufragio de madera que he visto en mi vida. Está erguido, bien orgulloso del fondo marino, intacto y en un brillante estado de conservación. Incluso puede ver «Endurance» arqueado en la popa, directamente debajo de la barandilla de popa. Este es un hito en la historia polar”, añade.

«Se buscan hombres para peligroso viaje. Salario reducido. Frío penetrante. Largos meses de completa oscuridad. Constante peligro. Dudoso regreso sano y salvo. Honor y reconocimiento en caso de éxito”. Este fue el anuncio que Ernest Shackleton publicó en la prensa para reclutar a la tripulación de su primera aventura en la carrera por la conquista del polo sur: la Expedición Nimrod (1907-1909). Fue la primera de las tres expediciones que Shackleton realizó en la Antártida. Aunque la gloria por la conquista del polo se la llevó Roald Amundsen en 1911, Shackleton fue uno de los aventureros más importantes de aquellos años.

Ernest Shackleton (izquierda) junto a Robert Falcon Scott (centro) y Edward Wilson en la Antártida en noviembre de 1902. (El Independiente).

La Nimrod fue la primera misión dirigida por el irlandés, bajo bandera británica la expedición batió el récord del momento quedando a 97 millas del polo sur, lo que le valió el título de Sir. Su segundo intento para llegar al polo sur todavía se recuerda hoy. Viajaba en el Endurance pero el barco se vio atrapado en una banquisa de hielo que fue aplastando lentamente el casco hasta hundirlo. La expedición permaneció en el hielo durante dos años. La determinación de Shackleton salvó a los 28 hombres de su expedición. Abandonaron la banquisa en los botes salvavidas hasta la isla Elefante, deshabitada. Una vez allí Shackelton y cinco de sus hombres se subieron de nuevo a un bote y navegaron 1.300 kilómetros, durante 16 días, para buscar ayuda.

El Endurance semihundido en la banquisa de hielo. (El Independiente).

El explorador nunca pudo llegar al polo sur como quería, la tercera aventura le costó la vida cuando sufrió un ataque al corazón de camino, una vez más, al continente helado. La personalidad y el liderazgo de Shackleton es un caso de estudio en las escuelas de todo el mundo.

“Esperamos que nuestro descubrimiento involucre a los jóvenes y los inspire con el espíritu pionero, el coraje y la fortaleza de aquellos que navegaron en el Endurance a la Antártida. Rendimos homenaje a las habilidades de navegación del Capitán Frank Worsley, el capitán del Endurance, cuyos registros detallados fueron invaluables en nuestra búsqueda para localizar los restos del naufragio”, ha declarado Mensun Bound. El trabajo y la misión del Endurance22 se convertirá en un documental que recoja las hazañas de Shackleton y la de los científicos que han conseguido dar con el barco hundido.

● ● ●

WHA/United Archives International/imago Expedición Imperial Transantártica de Ernest Shakelton de 1914-1917.

Press Association/PA/empics/picture Alliance: Una fotografía de linterna de invierno que muestra los enormes bloques de hielo que amenazaban con aplastarlo. El barco se hundió finalmente el 27 de octubre de 1915 tras dos meses de presión constante de los témpanos de hielo.

● ● ●

La última vez que se intentó localizar el mítico barco "Endurance" fue en 2019 y no tuvo éxito. La causa principal fue que el barco encargado de realizar tal tarea quedó "encallado" en las placas de hielo del Mar de Weddell. Fue en este mar donde el barco tripulado por Ernst Shackleton se hundió y desapareció hace hoy 107 años.

Sin embargo, el pasado febrero, una expedición financiada por el Fideicomiso del Patrimonio Marítimo de las Malvinas se embarcó de nuevo en su búsqueda. Una operación que ha resultado todo un éxito.

Y es que, el 9 de marzo, la Endurance 22 (que así se llama la expedición) confirmó que había localizado los restos del mítico navío. Fue a tan sólo seis kilómetros de distancia de donde el capitán del barco dijo que se había ido a pique, el capitán Worsley. Lo más destacable es que la profundidad a la que se ha encontrado el Endurance es de 3008 metros.

Los miembros de la operación de rescate están realmente emocionados y sorprendidos. Tal y como relata el director encargado de la expedición, Mensun Bound, es "el mejor naufragio para un barco de madera". Las temperaturas bajo cero del agua del Mar de Weddell han propiciado esta la "intacta" conservación del Endurance.

¿Cómo, cuándo y por qué se hundió el Endurance?

Hace un siglo, cuando en 1914 comenzaba la I Guerra Mundial, Ernst Shackleton embarcó en el Endurance. Su objetivo (y el de su tripulación) era llegar a la Antártida y recorrerla a pie. La meta fue propuesta después de no poder alcanzar la de ser el primer hombre que llegara al Polo Sur. Ese que hito ya había sido realizado tres años antes (1911) por el noruego Roald Amundsen.

«Sin exagerar, este es el mejor naufragio de madera que he visto en mi vida, por mucho. Está erguido, orgulloso del fondo marino, intacto y en un brillante estado de conservación. Es un hito en la historia polar»

La expedición falló en su propósito de recorrer el continente austral. Sin embargo, este viaje está considerado como una de las mayores hazañas humanas en la exploración polar. No tanto por lo que consiguieron, sino por todas las tempestades y dificultades que vivieron y que lograron superar.

El grupo organizado por Shackleton, cuyo nombre oficial era el de "Expedición Imperial Transantártica" estaba formada por dos barcos. El Endurance era el encargado de llegar al punto desde donde se empezaría la marcha por la Antártida. El otro, el Aurora, había de esperar y facilitar la aventura a la expedición en el otro punto del continente.

Sin embargo, el 19 de enero de 1914, una banquisa impidió que Shackleton y su tripulación consiguieran su objetivo. El Endurance quedó atrapado en este gran bloque de hielo. Las diferencias de temperaturas con el paso de las estaciones hicieron que el barco empezará a partirse y a hundirse. Once meses después, en noviembre, se desapareció totalmente en el Océano Antártico.

Lo más impresionante de este hecho es que todos los tripulantes del barco sobrevivieron. De ahí la fama y el reconocimiento de la "Expedición Imperial Transantártica" y de sir Ernst Shackleton, este histórico explorador. El equipo acampó durante varios meses (hasta abril aproximadamente) en una gran banquisa de hielo flotante, esperando a que esta se acercara a tierra firme.

El tiempo.es: Islas Georgia del Sur. Fuente: Pixabay

Cuando consiguieron estar lo suficientemente cerca de territorio firme, remaron en los botes que habían salvado durante el naufragio del Endurance por las congeladas aguas de la zona. Cinco días después, consiguieron su objetivo y llegaron a Isla Elefante. Tras esto, varios de ellos decidieron emprender un viaje de 1400 kilómetros para llegar a las Islas Georgias del Sur. Este es, precisamente, el lugar desde donde había salido el navío Endurance originariamente.

En mayo, tras una serie de imprevistos, tormentas y vientos huracanados, Shackleton y el resto de los miembros del bote consiguieron llegar a al archipiélago. Desde allí, enviaron un ballenero británico y un escampavías chileno para rescatar al resto de los miembros de la expedición. Tanto los del Endurance, como los del Aurora, que también había sufrido estragos. Por increíble que parezca, nadie murió.

¿Quién fue Ernst Shackleton?

De la misma manera que existió una época conocida como "la fiebre del oro", también existió una "fiebre de exploración polar". Formalmente, a esta parte de la Historia se le conoce como "Edad heroica de la exploración de la Antártida". Se extendió desde finales del siglo XIX hasta principios del XX (década de los años 20).

De todas las figuras reconocidas dentro de esta era, Sir Ernst Shackleton se ha convertido en una figura "mítica". En 1909, este explorador anglo-irlandés realizó una marcha por la Antártida que le llevó al punto más meridional de la región jamás conocido. El punto estaba en la latitud 88° 23′ S, a unos 190 km del Polo Sur. Este hito le otorgó el título de Sir, otorgado por el Rey Eduardo VII.

¿Dónde está el Mar de Weddell? El mar que se tragó el Endurance

Cuando hablamos del Mar de Weddell, lo hacemos de una gran parte del océano Atlántico Sur. Dado que es la parte de este océano que rodea a la Antártida, también se le conoce como Océano Antártico.

Este mar tiene una anchura máxima de unos 2000 km, cubriendo un área de 2,8 millones de km². Fue allí donde fracasó la expedición de Sir Ernst Shackleton y su barco, el Endurance.

El tiempo.es: Imágenes satélite del mar de Weddell. Fuente: Google Earth

● ● ●

Shackleton, del Endurance al Polo Sur

EXPEDICIÓN ANTÁRTICA

(LA VANGUARDIA/HISTORIA Y VIDA)

A menos de 200 kilómetros del Polo Sur, en el mar de Weddell, quedó atrapado para siempre el Endurance. Y sus ocupantes comenzaban una durísima travesía

Salen a la luz los restos del Endurance, el barco que llevó a Shackleton a la Antártida

"All Safe, All Well", "Todo seguro, Todo Bien", supuestamente representa el regreso de Shackleton a la Isla Elefante, en agosto de 1916. El fotógrafo Frank Hurley modificó una fotografía de la partida del James Caird en abril para crear esta imagen.

CRISTINA SÁEZ. 09/03/2022

Aquella mañana de 1914, el anuncio publicado en el periódico comenzó a correr como la pólvora. Todo Londres hablaba de él y comentaba su osadía, o tal vez locura. "Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".

Sir Ernest Shackleton, que por entonces ya gozaba de popularidad como explorador, hacía así pública su decisión de partir de nuevo hacia el continente blanco, la Antártida, con la intención de atravesarlo a pie, por primera vez, desde el mar de Weddell hasta el de Ross, pasando por el Polo Sur. Una travesía de 3.300 km.

Y mediante aquel reclamo en el diario pretendía reclutar a su tripulación. Corrían tiempos de guerra. En Europa aumentaban las tensiones entre naciones y todo apuntaba a que Gran Bretaña, tarde o temprano, acabaría entrando en la Primera Guerra Mundial. Pero, además, desde principios de siglo había otra lucha en marcha: la batalla por la conquista de los Polos.

En agosto, días antes de que estallara el conflicto bélico, el explorador, con una tripulación de 27 hombres y 68 perros, zarpó a bordo del Endurance. Sin embargo, la expedición sería un fracaso. Los aventureros ni siquiera llegaron a pisar el continente que pretendían atravesar. A solo 160 km del punto de destino, el barco quedó atrapado entre los hielos del mar de Weddell. Once meses después, destrozado por la presión, acabó hundiéndose.

El Endurance hundiéndose entre el hielo en 1915. Dominio público

Sus 28 hombres terminaron en tres pequeñas barcas sobre un iceberg a la deriva. A partir de ese momento comenzó la verdadera aventura, de resistencia frente a la adversidad y de supervivencia. Con ella concluiría una etapa de la historia, la de la Edad Heroica de las expediciones polares.

El Marino Mercante

Ernest Shackleton soñaba con pasar a la historia como la primera persona en pisar el misterioso continente blanco. Por eso, y a pesar de los deseos de su padre, que pretendía que estudiara medicina, participaría en numerosas travesías comerciales hacia Asia oriental y América. Acumuló tantos conocimientos sobre el mar que, en 1898, con solo 24 años, fue ascendido a capitán.

En 1900, mientras estaba de permiso en Londres, le llegó su oportunidad. El capitán Robert Falcon Scott estaba organizando la Expedición Nacional Antártica. Shackleton le escribió en cuanto lo supo y, cuatro días más tarde, se presentó en persona para hablar con los oficiales de la expedición. Quería ir al Polo Sur y no cejaría en su empeño.

Primer Intento

Consiguió partir junto a Scott en la histórica expedición del Discovery, pero la aventura terminaría para él a mitad de viaje: contrajo el escorbuto y cayó gravemente enfermo. Scott temió por su vida y decidió mandarlo de vuelta a casa en otro barco.

Sin embargo, a Shackleton no dejaba de rondarle por la cabeza la idea del Polo Sur. Con la determinación de alcanzarlo, a principios de 1907 encaminó sus pasos hacia la Real Sociedad Geográfica, en Londres, para solicitar su apoyo y el patrocinio del rey. Lo que no sabía este capitán inglés es que en aquella misma estancia se encontraban los noruegos Roald Amundsen y Fridtjof Nansen, quienes se adelantarían en sus planes de llegar al corazón del continente austral.

Nimrod: segundo intento

En marzo de 1907, en un artículo en el Geographical Journal, Shackleton desgranaba su objetivo: alcanzar el Polo Sur geográfico y el Polo Sur magnético, para lo cual en el viaje le acompañarían tres geólogos, David, Mawson y Priestley.

Con el apoyo del industrial Beardmore y de la Real Sociedad Geográfica, Shackleton partió en julio a bordo del Nimrod. En enero de 1908 alcanzaba el mar de Ross y se convertía en el primer barco en conseguir tal hazaña sin quedar aprisionado en el hielo. Pero la euforia que hasta aquel momento los había acompañado se esfumó al llegar a bahía de las Ballenas. La gruesa capa de hielo y los peligrosos y gigantescos icebergs a la deriva les detuvieron y les cortaron el paso hacia tierra firme.

Con el estado del barco cada vez más lamentable, Shackleton decidió emprender el rumbo hacia el oeste, hacia la bahía de McMurdo Sound, y esperar a que pasara el invierno austral y mejoraran las condiciones atmosféricas. Con la llegada de la primavera la expedición se puso en marcha. Shackleton, Adams, Marshall y Wild se dirigirían hacia el Polo Sur en un viaje de 1.700 millas, mientras que David, Mawson y Mackay, en un recorrido de 1.260, tratarían de alcanzar el Polo Sur magnético. Los equipos correrían suertes muy distintas.

The Terror: perdidos en el hielo. HISTORIA Y VIDA

Expedición de Ernest Shackleton (Photo by Ernest Shackleton/Getty Images). Otras Fuentes.

En septiembre, la expedición liderada por David, sin experiencia en exploraciones polares, partió hacia el Polo Sur magnético y alcanzó su objetivo en enero. Al equipo de Shackleton, en cambio, más experimentado, las cosas no le fueron tan bien. La escasa visibilidad dificultaba el avance, y además los hombres debían ir sorteando las grietas que se abrían repentinamente en el hielo.

Dos meses después aún les quedaban por delante 205 millas hasta el Polo Sur y estaban débiles, hambrientos y con las extremidades al borde de la congelación, por lo que en enero de 1909 decidieron emprender el camino de regreso. Al menos habían registrado el punto más lejano al sur alcanzado por el ser humano, 88º 23’ de latitud sur y 162º de longitud, a solo 97 millas de distancia del Polo.

El reto final

"Desde el punto de vista sentimental, es el último gran viaje polar que puede emprenderse. Será un viaje más importante que ir al Polo, y creo que corresponde a la nación británica llevarlo a cabo, pues nos han derrotado en la conquista del Polo Norte y del Polo Sur. Queda el viaje más largo e impresionante de todos: la travesía del continente", escribió Shackleton, que consideraba que recorrer la Antártida a través del Polo, aparte del valor histórico de la gesta, sería de suma importancia para la ciencia.

Tendrían que atravesar unas 1.800 millas, 3.300 km, la primera parte de los cuales, desde el mar de Weddell al Polo, transcurriría por territorios inexplorados. Ernest pretendía que un equipo formado por glaciólogos y geólogos estudiaran las formaciones del hielo y las montañas de la Tierra Victoria y realizaran observaciones magnéticas.

● ● ●

Descubrimiento de la Antártida: una aventura llena de intereses

XAVIER VALLS SOLER

Los preparativos del viaje comenzaron a mediados de 1913, aunque no se hizo público hasta pasado medio año, cuando Shackleton insertó su anuncio en el periódico. Días después había recibido más de 5.000 solicitudes, a partir de las cuales escogió tan solo a 27 hombres para que lo acompañaran en aquella misión.

Consciente de la repercusión que había tenido la documentación gráfica de anteriores exploraciones antárticas, fundó la compañía TransAntartic Film Sindicate Ltd., con cuyos derechos pretendía financiar en parte su expedición. Ernest se puso en contacto con el fotógrafo australiano Frank Hurley, que había participado con anterioridad en una expedición a la Antártida dirigida por el explorador australiano Douglas Mawson, y lo contrató para que documentara el viaje.

Ernest H. Shackleton (1874 - 1922).  Propias.

Y en agosto de 1914, justo el día en que estalló la Primera Guerra Mundial, el Endurance, la nave comandada por Shackleton, zarpó del puerto inglés de Plymouth, viajó hasta Buenos Aires y de allí hasta la costa de la isla Georgia del Sur, donde tuvo que detenerse durante un mes a causa del mal tiempo. En diciembre llegaba la hora de partir de nuevo. Shackleton ordenó levar anclas y el Endurance puso rumbo sureste. Avanzaba con suma lentitud, debido a que tenía que sortear cuantiosos bloques de hielo que en ocasiones le impedían el paso y le obligaban a variar la ruta.

A principios de 1915 arribaron a la Tierra de Coats, que no era otra cosa que enormes acantilados de hasta 20 metros de altura cubiertos de hielo, lo que hacía imposible el desembarco. A medida que siguieron acercándose a su destino, el hielo se fue haciendo cada vez más denso y espeso, hasta que en pocas semanas el Endurance quedó completamente aprisionado en una placa de hielo sobre el mar de Weddell y comenzó a vagar a la deriva en esa masa helada.

Lo peor estaba por llegar. Los expedicionarios tuvieron que enfrentarse a las condiciones extremas del invierno austral y, en primavera, las aguas libres formaron grandes crestas de presión en el hielo de hasta cuatro metros de altura que empezaron a amenazar el navío y a presionarlo. En octubre, ante la evidencia del desastre, Shackleton ordenó a su tripulación que desembarcara. Poco después, el mar engulló por completo la nave, tras 281 días atrapada en el hielo.

Los 28 hombres establecieron un campamento a media milla del naufragio del Endurance. Lo llamaron Campamento Océano. Algunos días después reanudaron la marcha en un nuevo intento frustrado, porque el hielo estaba demasiado blando e imposibilitaba el avance. Tuvieron que acampar hasta que, al cabo de dos meses, se encaminaron sobre la banquisa a la isla de Paulet, a 346 millas de distancia. Arrastraban consigo los tres botes que lograron salvar del naufragio, por lo que la travesía fue muy lenta. Fue entonces cuando a Shackleton se le ocurrió situarse sobre una gran masa de hielo y dejar que las corrientes marinas los condujeran hacia el norte.

Pero aquella masa que hacía las veces de barcaza comenzó a fragmentarse en la primavera de 1916. Los expedicionarios tuvieron entonces que echar al agua los botes rumbo a la isla Elefante. Tras siete días de peligrosa navegación arribaron a su destino. Shackleton sabía que si se quedaban allí estarían perdidos. Ninguna nave llegaría jamás a aquella pequeña isla para rescatarlos, así que urdió un plan: escogió a cinco experimentados marineros para que lo acompañaran en busca de ayuda a los centros balleneros de Georgia del Sur y convenció al resto de hombres para que se quedaran en aquella playa esperándolos.

Recuerdos de la Antártida

En mayo, aquella expedición desembarcaba milagrosamente a salvo en una playa de la costa meridional de Georgia del Sur. El paisaje frente a sus ojos era espectacular: picos helados y glaciares; al otro lado, la bahía de Stromness y la estación ballenera. Y pocos meses después, a finales de agosto, a bordo del remolcador chileno Yelcho, Shackleton conseguía llegar finalmente a la isla Elefante. A medida que se aproximaba el barco, Ernest contaba en silencio a los hombres que se arremolinaban en la playa. Cuando estuvo cerca gritó: "¿Estáis todos bien?". "¡Todos a salvo, todos bien!", le respondieron. Habían sobrevivido en la isla 105 días.


Posiblemente, esta sea la aventura más importante de cuantas se han vivido en los Polos, y quizá también de la historia de la navegación. La expedición de Shackleton fue un desastre, no reportó beneficios materiales ni supuso tampoco un avance científico. Pero el hecho de que sobrevivieran todos los participantes durante tres años fue un triunfo, una victoria del hombre sobre los elementos gracias a la solidaridad y el espíritu de lucha.

Tras regresar a Inglaterra a mediados del año siguiente, Ernest Shackleton estaba personalmente a la deriva, alcoholizado y en bancarrota. Volvió a convocar a los tripulantes del Endurance con la intención de regresar a los hielos antárticos. Sin embargo, su corazón no podría soportar una nueva aventura. Zarpó de Londres en otoño de 1921 y al llegar a Río de Janeiro sufrió un ataque cardíaco del que logró recuperarse. Poco después, en enero, con el frío arreciando de nuevo, otro infarto conseguía derribarlo definitivamente. La tripulación emprendió el regreso a Montevideo. Su viuda prefirió que el cuerpo de Shackleton reposara en Georgia del Sur, junto a los balleneros noruegos.

Shackleton abandona el Endurance


Ernest Shackleton (1874-1922) retratado en 1921 por Reginald Eves. NPG. Londres

● ● ●