Al Profesor Doctor en Medicina y Química Hans Selye (1907-1982) y a sus investigaciones en el campo de la endocrinología - una de las mentes más lúcidas del siglo XX - le debemos la acuñación del término "estrés" y su conceptualización teórica. "Estrés" palabra hoy en boca de tantos, pero aún sin reconocer los efectos nocivos para la salud, que produce la continua exposición al estrés.
Una de las características básicas de la supervivencia de los organismos vivos ha sido siempre la capacidad de respuesta al detectar los cambios en el entorno y poder reaccionar de modo apropiado, protegiendo la vida. Las tres formas de reacción básicas son la de lucha, fuga e inmovilidad. Llamaremos a los cambios en el entorno "estímulos" o "estresores". Sin estrés no hay vida, esto quiere decir que un determinado grado de estrés se necesita para vivir, como cuando realizamos un deporte ( sin llegar a la exageración enfermiza) a este estrés bueno, lo llamamos "eu-estrés".
Por el contrario, cuando el estímulo o estresor supera nuestra capacidad de respuesta, este estrés es malo y lo llamamos "di-estrés", a secas "estrés" o "síndrome general de adaptación". Este estrés malo pasa por tres etapas que repercuten en el cuerpo, desencadenando una serie de reacciones fisiológicas y químicas que lo preparan para la acción:
Las tres etapas son: 1- Alarma: ante un peligro ( estímulo, estresor) el individuo animal o persona, se pone en estado de alerta máximo. Su sistema nervioso autónomo, que es independiente de su voluntad y de ahi el nombre, a través del sistema simpático, produce una alta secreción de catecolaminas, como por ejemplo, las hormonas adrenalina y nor-adrenalina, que son volcadas al torrente sanguíneo con la finalidad de preparar a los órganos del cuerpo aumentando su capacidad de respuesta. El rostro empalidece ya que la sangre es enviada a los órganos vitales para aumentar, por ejemplo, la capacidad pulmonar. Por eso, el varón tampoco puede tener erección ya que la sangre se retira del pene, al no ser éste un órgano de importancia vital. Los latidos del corazón aumentan, el pancreas produce mayor cantidad de glucosa para aumentar la tonicidad muscular y el funcionamiento cerebral y asi sucesivamente.
2- Resistencia o adaptación: es la prolongación y hasta exposición crónica del estado de alarma en la que el individuo moviliza aún más recursos hasta llegar a la fase siguiente.
3- Agotamiento: fase en la que se agotan las reservas y al hacerlo, lleva a la enfermedad e incluso a la muerte. Por ejemplo aquí aparecen: ataques cardíacos, arritmias, úlceras estomacales, intestinos irritables, asmas, etc.
Causas del estrés no nos faltan en la actualidad que nos toca vivir y las tenemos de todo tipo: Físicas ( predisposición genética, congénita) Psíquicas y sociales (por dificultades de la personalidad, crisis vitales: como el fallecimiento de un ser querido, o relaciones interpersonales conflictivas) Ambientales societarias (problemas económicos: despidos, jubilaciones, paro o cambios sociales y tecnológicos: desastres nucleares) Ambientales físicos (microorgansmos patológicos, inclemencias del tiempo: terremotos, tsunamis, innundaciones)
No todos reaccionamos de la misma manera ante situaciones de estrés prolongado: hay personas que resultan menos vulnerables que otras, porque se posicionan de manera positiva: ante un problema, ayuda siempre ver los cambios como desafios que enfrentar o lecciones que aprender y /o tener un buen soporte social. Pero a todos nos afecta de una manera u otra y cuanto mayor sea el tiempo de la exposición al estrés peor será para nuestro organismo, ya que todos sin excepción, venimos al mundo dotados con un monto de energía limitado, por nuestra propia condición humana.
Por eso, la mejor forma de superar esta exposición al estrés es evocando la respuesta de la Relajación, que es la operación contraria a la de huir o pelear y que se puede evocar de forma consciente. Para llegar a reconocer la importancia de esta respuesta y los beneficios para la salud, la medicina tuvo que cambiar del paradigma biomédico organicista (causa/efecto y división cuerpo/mente) al paradigma pluricausal holístico cuerpo-mente. Esto es, considerar y reconocer que nosotros somos una unidad en la que no podemos separar la mente de nuestro cuerpo, puesto que ella forma parte de él y que una enfermedad tiene causas múltiples.. Hoy sabemos también a ciencia cierta que la forma en como percibimos la realidad y la forma en que pensamos, influyen en nuestra salud para bien o para mal.
Es muy larga la lista de profesionales que han impulsado las Ciencias de la Salud en este sentido. Aquí doy solo algunos ejemplos: En España, contamos con las invaluables contribuciones del Dr Juan Rof Carballo, quien escribió extensos tratados de medicina psico-somática (mente.- cuerpo) difundidos por sus discípulos A. Fenandez Cruz y Francisco Martinez Lopez. En Estados Unidos: El Dr. Herbert Benson, MD cardiólogo, Presidente del Instituto para la medicina mente-cuerpo de la Univ de Hardvard. El Dr David Felten, Prof. de Neurobiología y Anatomía en la Escuela de Medicina de la Universidad de Rochester (El y su esposa, la Dra. Suzanne Felten descubrieron que los sistemas nervioso e inmunológicos están unidos por fibras nerviosas o sea que están en contacto y que el cerebro tiene influencia directa sobre el sistema inmunológico, algo que inmunólogos habían venido observando pero que no habían relacionado). El Dr. Kabat. Zinn, Médico fundador y director de la Clínica para la reducción del estrés en el centro médico de la Universidad de Massachusets, mundialmente conocido por su trabajo en el que utiliza la meditación consciente para ayudar a los pacientes que sufren tanto de dolores crónicos como de trastornos relacionados con el estrés. Los enfoques multimodales para el tratamiento del estrés de los Dres. Mardi J. Horowitz en EEUU o Roberto Kertesz y Bernardo Kerman en Argentina. También en los Congresos Internacionales de Psicología Cognitiva como el que se realizó en Gotemburgo, Suecia, en 2005 y al que asistieron El prof. Dr Aaron Beck y el Dalai Lama, se presentó data que avala la importancia que ejercen las técnicas de relajación y meditación en la salud. Lo dicho, la lista es muy larga y cada vez más.
Como evocamos de respuesta de la Relajación: El primer paso, es prestar atención a como respiramos. Generalmente utilizamos solo un tercio de nuestra capacidad pulmonar. El aire que inspiramos debe llenar nuestros pulmones, tanto que el abdomen “sale” hacia adelante. Tenemos que concentrarnos en como entra el aire y llena los pulmones, lo retenemos un segundo o dos y exhalamos lentamente. Esta respiración la repetimos unas cinco veces. Cada vez más lento. Cada vez, mejor y sentimos como nos calma, inspirando por la nariz y exhalando por la boca. En realidad, asi deberíamos respirar siempre. Cuando aprendemos a usar toda la capacidad pulmonar, al repetir el ejercicio, nos vamos acostumbrando a respirar de esta manera.
El segundo paso es estando recostados comodamente ir observando nuestro cuerpo y sentir donde concentramos la tensión: ¿en el pecho? ¿ en el abdomen? ¿en la espalda?. Vamos recorriendo mentalmente todo nuestros órganos al tiempo que prestamos atención a la respiración. Imaginarnos una luz blanca que va entrando en nosotros con cada inspiración y va llenando todo nuestro cuerpo y como, con cada exhalación, exhalamos tensión.
Los pasos siguientes tienen que ver con distíntas técnicas de meditación consciente; todas buenas, pero lo esencial y absolutamente necesario es evocar primero, esta relajación.
Contribución a la revista
"El Espolón" Nro 7 de Antonio Aguilera y asoc. Autor del Blog
Literatura Revulsiva.