Pintura del Buda como el ganso de las plumas de oro en las Cuevas Ajanta
Erase una vez unos padres con sus tres hijas que vivían en una pequeña cabaña en el bosque, pues eran muy pobres. Y un día, el padre les dijo a su esposa y sus hijas: «Buena esposa, buenas hijas, debo abandonaros por algún tiempo. Pero volveré cargado de riquezas y cosas bellas. Mis hijas tendrán muchas alhajas para ponerse en el pelo, y todas vosotras seréis felices». Dichas estas palabras, el padre emprendió su largo viaje. En su camino, atravesó de noche un bosque y se encontró con un hada. — ¿ A dónde vas, viajero, a estas horas de la noche? —le preguntó ésta. — V o y a buscar fortuna —contestó. Sin otra palabra, el hada levantó su varita y le golpeó en el hombro con ella, convirtiéndolo en un ganso con plumas de oro.
El pobre padre, transformado ahora en ganso, voló a la rama de un árbol y se dijo: «¿Qué puedo hacer por mi familia ahora? No soy más que un ganso, no puedo ir en busca de riquezas y mi esposa y mis hijas son muy pobres». Estos eran sus pensamientos mientras estaba posado sobre la rama del árbol, y estaba terriblemente triste. Pero, de pronto, miró hacia abajo y se vio reflejado en una charca que había dejado. «¡Mis plumas son de o r o ! » , exclamó, sacudiendo sus alas con júbilo. Y se fue volando hasta la pequeña cabaña en la que su esposa y sus hijas esperaban. « ¡ M a d r e ! , se acerca hacia aquí un ganso de oro», exclamaron las hijas.
Posándose frente a la puerta, el ganso les habló así: «Buena gente, sé que sois pobres, pero, ved, mis plumas son de oro». Y, cogiendo una pluma de su dorso, se la ofreció diciendo: «Coged esta pluma, pues, y vendedla. Yo vendré de nuevo más adelante». Y dicho esto se volvió volando al bosque.
La esposa vendió la pluma y recibió mucho dinero por ella. Y cada vez que éste se terminaba, el ganso volvía y les daba otra pluma. Pero un día la madre les dijo a las hijas: «Hijas mías, puede que este ganso un día se vaya y no vuelva jamás. La próxima vez que venga, hemos de arrancarle todas las plumas». Las hijas lloraron amargamente al ver esta muestra de ingratitud. Pero, con todo, cuando el ganso volvió, su madre lo agarró y le arrancó todas las plumas. Despojado de su plumaje, el ganso no podía volar, y su egoísta mujer lo metió en un tonel y apenas le daba que comer. Pero las plumas que ella arrancó se volvieron blancas como las de cualquier otro ganso, pues el hada las había hechizado, con un hechizo que les hacía volverse blancas si alguien en alguna ocasión se las quitaba.
Después de haber vivido algún tiempo de este triste modo en el tonel, las alas del ganso se volvieron a poblar de blancas plumas. Y entonces se marchó volando, muy lejos, hasta un bosque en el que todas las aves eran felices, y vivió feliz con ellas por siempre jamás.
Monasterio Budista en las Cuevas Ajanta
Distribución de las cuevas Ajanta
Las
cuevas de Ajanta son aproximadamente 29 monumentos rupestres budistas
excavados en la roca en el estado de Majarashtra en la India. Las cuevas incluyen pinturas y esculturas talladas en la
roca y es uno de los mejores ejemplos de arte indio antiguo conservado,
particularmente por las pinturas o esculturas expresivas que presentan emociones a través del
gesto, la postura y la forma.
Estas
cuevas se construyeron en dos fases, la primera fase comenzó alrededor
del siglo II aEC, mientras que la segunda fase se construyó alrededor de
400-650 EC. El sitio está protegido por el Servicio arqueológico de
la India, y desde 1983, las cuevas de Ajanta han sido declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En toda la India hay aproximadamente 1500 construcciones de monumentos en roca. Al igual que en Petra, Jordania, estos se esculpen de arriba hacia abajo y no al revés.
Cueva 13
Las
cuevas de Ajanta constituyen antiguos monasterios y salas de adoración
de diferentes tradiciones budistas que han sido talladas en las rocas conforme a la creencia de que las cuevas excavadas por el hombre tenían la misma sacralidad que las naturales.
Las cuevas también presentan pinturas que representan las vidas pasadas y los renacimientos del Buda, pinturas de las fábulas Jataka y esculturas talladas en la roca de deidades budistas. Los registros textuales sugieren que estas cuevas sirvieron como un retiro monzónico para los monjes, así como también un lugar de descanso para los mercaderes y peregrinos en la India antigua.
Las cuevas también presentan pinturas que representan las vidas pasadas y los renacimientos del Buda, pinturas de las fábulas Jataka y esculturas talladas en la roca de deidades budistas. Los registros textuales sugieren que estas cuevas sirvieron como un retiro monzónico para los monjes, así como también un lugar de descanso para los mercaderes y peregrinos en la India antigua.
Cueva 4
Las
cuevas de Ajanta se mencionan en las memorias de varios viajeros
budistas chinos a la India en la época medieval, igualmente las menciona un funcionario mogol de la era del Emperador Akbar a principios del siglo XVII. Las grutas estaban
cubiertas por la jungla hasta que fueron descubiertas accidentalmente en 1819 por un oficial británico
colonial durante una cacería de tigres.
Hall budista en la Cueva Cave 26 de Ajanta, Foto por Robert Gill, c:a 1868
Cueva 9
Cueva 17 con pintura del Jataka (fábula) del Elefante blanco
Cueva.... con pintura de Buda como.... en una fábula Jakaka
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Las fábulas
Jātaka constituyen un voluminoso cuerpo de literatura nativa de la India, datado 400 aEC, en verso, sobre
los nacimientos previos de Gautama Buda tanto en forma humana como
animal. El Bodhisattva puede aparecer como un rey, un
paria, un dios, un elefante, pero, en cualquier forma, exhibe alguna
virtud e interviene en diferentes situaciones para resolver los problemas y llegar a un final feliz. La finalidad de estos poemas es la de inculcar valores morales. Como toda fábula, estas son pedagógicas y dejan siempre una moraleja.
En el budismo Theravada, las fábulas Jātakas conforman un apartado del Canon Pāli. El Tipitaka o Tripitaka (del pali ti, "tres" + pitaka, "cestos o canastas"), conocido también como el Canon Pali, es la colección de los antiguos textos budistas escritos en el idioma pali, que constituyen el cuerpo doctrinal y fundacional del budismo theravada.
En el budismo Theravada, las fábulas Jātakas conforman un apartado del Canon Pāli. El Tipitaka o Tripitaka (del pali ti, "tres" + pitaka, "cestos o canastas"), conocido también como el Canon Pali, es la colección de los antiguos textos budistas escritos en el idioma pali, que constituyen el cuerpo doctrinal y fundacional del budismo theravada.
El círculo de vida de Buda
Cueva 19
El viernes que viene, las Cuevas Ellora
Imágenes de la red. Fuentes enlazadas en el texto.