Los babilonios fueron posiblemente los primeros en regular la medicina por ley. En la excavación de 1901 en Susa o Suza (antiguo Elam, actual Irán) dirigida por el comisionado por el Gobierno francés Jacques de Morgan (1857-1924), fueron descubiertos 3 fragmentos de diorita
con escritura cuneiforme que formaban un pilar de 2, 1 metro de altura,
que podemos observar en la foto de cabecera de esta entrada. La estela
está actualmente alojada en el Museo del Louvre (con replicas en otros
museos). Este es el famoso código de Hammurabi quien reinó en Babilonia entre los años 1792 y 1750 aEC (antes de la era común), siguiendo la cronología media. La parte superior de la estela muestra al rey Hammurabi. recibiendo del dios Sol y de la Justicia Shamash,
la comisión de escribir las leyes. El texto entero fue traducido por uno de los
miembros de la expedición, el renombrado dominico asiriólogo francés, padre Jean Vincent Scheil (1858-1940).
El código datado 1754 aEC aborda
más abajo, con un total de 282 leyes, el procedimiento legal a la hora de aplicar sanciones por acusaciones
injustas, testimonios falsos e injusticias cometidas por jueces. Además,
establece leyes sobre derechos de propiedad, préstamos, depósitos,
deudas, propiedad doméstica y derechos familiares; establece también tarifas para diversos servicios en el comercio y en la salud. Con
respecto a la medicina y a la labor de los médicos 11 leyes hablan de
lo que un médico debía cobrar por determinados trabajos y cuales eran
sus responsabilidades. Por ejemplo, el código especifica que si un
médico ha realizado una operación quirúrgica en un noble con una lanceta o cuchillo de
bronce y salva su vida, debe recibir 10 shékels, el equivalente a 450
días de trabajo de un carpintero. En cambio por salvar la
vida de un plebeyo debía cobrar 5 shékels y por la vida de un esclavo, 2
shékels. Si el médico había realizado una operación en un noble y
causado su muerte, se le debía amputar una mano. Malos resultados de
encantamientos y conjuros no tenían consecuencias para él médico
porque se consideraba que el paciente se enfermaba por causa de su
propia maldad, pero en cambio, si el médico operaba, era su
responsabilidad. Un dato más, los patrones estaban obligados a pagar
por el cuidado sanitario de sus esclavos.
El
hecho de que se estipularan honorarios a los profesionales sanitarios,
se regularan los estándares de tratamiento monitoreándose los
resultados, se aseguraran los derechos de los pacientes, etc, etc,
hacen de este uno de los sistemas sanitarios más antiguos del mundo.
En 1853 en Nínive -cerca de la actual Mossul (actual Irak) fueron halladas por la expedición arqueológica de Sir Austin Layard, de quien ya hablé aquí, unas 20.000 tabletas de arcilla con escritura cuneiforme, de entre ellas, 660 abordaban temas de Medicina,
algunas hacían referencia a textos muy antiguos, tanto como 2150 aEC.
Las tablillas se encuentran alojadas en el Museo Británico.
Al
igual que los egipcios, los babilonios y asirios describían los
síntomas, daban el tratamiento e incluso aventuraban el pronóstico.
Distinguían tres clases de profesionales de la salud:
Baru: sacerdote, médico y astrólogo al servicio del rey quien le pagaba un salario fijo. Atendía a los pacientes de forma gratuita. Hacía los diagnósticos y pronósticos.
Baru: sacerdote, médico y astrólogo al servicio del rey quien le pagaba un salario fijo. Atendía a los pacientes de forma gratuita. Hacía los diagnósticos y pronósticos.
Ashiru: brujo que utilizaba encantamientos, ensalmos y conjuros y trabajaba en estrecha relación con los Asu.
Asu:
Médico de atención primaria, administraba remedios, cataplasmas,
vendajes, practicaba cirugía con lancetas o cuchillos afilados.
Las
heridas eran lavadas con agua y cerveza. Los cataplasmas eran hechos
con pino machacado, ciruelas, mosto de vino y estiércol de cocodrilo.
Existe una lista de 230 de estos medicamentos en la farmacopea asiria. Como también conocían el proceso de la destilación, hacían esencias de distintas clases, como la de cedro que era buena contra la alopecía (caída de cabello), granos, seborrea, etc. etc. además era un buen desinfectante y repelente de mosquitos.
En la próxima entrada sobre Arqueología y Medicina, nos vamos a China.... y luego, a India.