La Noche había sido larga, interminable, tormentosa. Se despertó completamente transpirado. Su corazón palpitaba muy a prisa, la boca completamente seca. Se levantó a tientas, hasta prender la luz que tenía al lado de la cama.
Otra vez, el mismo recurrente sueño... mas que sueño...pesadilla.... Se hallaba en un oscuro callejón corriendo detrás de una mujer de larga y espesa cabellera cobriza, vestida con una túnica de gasa blanca... casi a punto de alcanzarla, ella se daba vuelta sugestiva..... en ese preciso instante, comenzaba a caer en un oscuro pozo...... hasta hacerse añicos en el piso............ entonces despertaba.
Fue a la cocina, abrió la heladera y se sirvió un vaso de cerveza y encendió un cigarrillo. Salió al balcón, la brisa que corría esa tibia noche estival, le hizo sentirse mejor.
Comenzó, casi sin percatarse de ello, a meditar sobre su vida. La luna, la pálida luz de la luna, comenzó a despertar sus recuerdos......
Había alcanzado la cima de su carrera médica, como jefe del Departamento de Cirugía Cardiovascular del Hospital Manchester, EE UU. Era miembro de la Sociedades Americana y Británica de Cirugía Cardiovascular. Había sido condecorado como miembro honorario, con la orden británica al mérito por servicios prestados a la Corona. Y lo tenía todo....... O eso creía..... Pero ¿era así? ..... ¿Qué oscuridad lo atormentaba?
Ahí estaba ella, la mujer que aparecía en sus sueños.
_ Acércate_ le dijo con voz dulce...... Acércate.... recorre conmigo este sendero, atrévete a descender a la profundidades del abismo..
_ ¿Qué quieres de mi? ¿¿¿¿Quién eres????
_ Alejandro, no tengas miedo, ven......
Y lo tomó de la mano.
Y vió su propia imagen como en un espejo reflejado en el hilo de luz lunar que golpeaba en la baranda del balcón. Vio cómo había traicionado a todos cuanto le habían una vez amado. Vió cómo no acudió a atender a su madre enferma, porque estaba muy ocupado en un Congreso. Vió como abandonó a Isabel, la que había sido su novia tantos años, siempre con falsas promesas de un amor que nunca concretó. Vió como la obligó a que abortara ese hijo que llevaba en el vientre, ya que se interponía en su carrera, porque en ese entonces tenía que viajar a Londres a operar a un miembro de la familia real...Vió como ella, cansada y herida, finalmente lo abandonó . Vió cómo engañó al que había sido su mejor amigo, cuando le robó los créditos de la investigación que habían comenzado juntos.
_ ¿A dónde te han llevado todos estos hechos, Alejandro?
_ He logrado el éxito en mi carrera. Soy mundialmente famoso... ¿te parece poco? ¡Llegué a amasar una fortuna! Me solicitan, por mi pericia como cirujano, en todas partes. Coordino varios equipos. ¡¡¡Tengo mi cátedra en la Universidad!!!
_ ¿Y con quién compartes la vida?
Alejandro no pudo contestar........
_ ¿Y que has hecho con aquellos que te amaron?
_ Era necesario. No podía detenerme. Tenía que alcanzar la meta.
_ ¿Y a dónde te ha llevado ese camino?
Alejandro comenzó a llorar amargamente. El dolor se agolpaba en su pecho. Se contorneaba al liberar las emociones tanto tiempo aprisionadas.
Y entonces comprendió.........
_ La esencia del Ser es el amor_ le dijo la mujer. ¿A quién has amado?
_ No tuve tiempo. Tenía que alcanzar el éxito, pero ahora me doy cuenta de que eso sólo era un espejismo. Me siento vacío........ mi alma está quebrada.
_ Acepta tu sombra, concíliate con ella. Para poder cambiar, primero es necesario que reconozcas lo que debes modificar. Y hecho ésto......... renace al amor...
_ Pero...¿cómo puedo amar?
_ Comienza por amarte a ti mismo, a aceptarte, comienza a amar la vida, a la naturaleza, a tus pacientes, a tus colaboradores. Renace, renace.......
_ ¿Y cómo?
_ Ese es un proceso lento y largo, pero enriquecedor....... ya verás.......
Alejandro volvió en sí del trance, estremecido miró a su alrededor....... estaba sólo..... Pero... ¿con quién había hablado? ¿Quién era esa enigmática mujer? ¿ A dónde se había ido?
La noche se hizo día, se levantó de la silla en la que había quedado dormitando, con una extraña sensación........ sin explicárselo, sintió que era Uno con el Universo y por primera vez, sintió que estaba vivo.
Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia.
© Myriam Goldenberg