Una vez hubieron terminado bajaron las escaleras rápido, sobre todo Alma, pues le asustaba la sensación que tenía ante el hecho de pensar que tenía que salir a la calle. Va, vámonos. Apresuro a sus padres. Una vez hubo bajado, los espero en el último rellano. No quería salir sola. Juntos salieron fuera. Los tres en sus regazos portaban bultos de libretas y libros. Alma apresuro el paso. Quería salir lo antes posible de allí. No le gustaba lo que sentía. En su interior se adueñaba la inquietud. Conforme se iba alejando. Cuanto más cerca estaba del coche, más tranquila se sentía. Sus padres iban a la vez acelerados, pues Alma los llevaba prácticamente al troten. Cuando llegaron al coche, guardaron los libros en el maletero y se dispusieron a volver a casa. Alma estaba deseosa. Al entrar en el vehículo sintió un profundo alivio. De camino a casa, recordaba el día que había pasado cargado de emociones y de sensaciones para ella totalmente inexplicables. Dejándole una ...
Entra en un mundo real. La otra realidad.