El día qué nos perdimos nuestro destino, un incansable número de fenómenos, circunstancias, de eventos, surgieron, uno detrás de otro, hasta qué una vez superados, encontramos, uno destinado por nosotros mismos, con esfuerzo, superación y victoria, una detrás de otra, aunque pareciera fracaso, y al extremo máximo de agotamiento, en ocasiones, hasta el punto de tirar la toalla... Nos transfiere de una gran fortaleza, de saber y aprender a soltar el llanto contenido. Siempre hay un aprendizaje qué nos hace llegar a dónde muchos no lo hicieron, transmutación y una experiencia intransferible qué al final nos hace llegar al lugar justo y oportuno a todo nuestros esfuerzos considerado por muchos, insuperables. Por Montse Cobas. Nunca desfallezcáis a vuestros más íntimos y buenos deseos de superación, siempre hay y se da una nueva oportunidad, haciéndola por vosotros mismos, y con ayuda de los qué estén para la Ocasión. Juntos. Siempre bendecidos en el Gran Amor ...
Entra en un mundo real. La otra realidad.