Hoy una reflexión en vista de sucesos, descubrimientos... Hay quienes no aprenden nunca, y siguen y siguen, están dominados por la oscuridad, la que ellos mismos crean, irradiando lo mismo en sus palabras, pensamientos y actos. La mentira es su palabra, el odio y la envidia su energía creada, dominan a los demás y los engañan por su apariencia, incluso pueden inspirar ternura, parecen ind efensos, incapaces de hacer daño. Sin embargo temen a la Luz. Son dominados por su egoísmo y prepotencia, se creen que nunca van a ser descubiertos, y dominan a otros, los atraen con su palabras y muchas veces con su fuerza y poder, que puede venir determinada-o por diversas formas; dinero, puesto que ejercen, superioridad ante personas inexpertas o débiles que muchas veces ellos mismos se encargan de debilitar y atemorizar. Pero qué cuando se dejan ver o son descubiertos, nos vemos en la necesidad de reaccionar, apartarnos y protegernos de ellos. Ser avispados, no confiar ...
Entra en un mundo real. La otra realidad.