Hay, hay, hay, cantaba la niña. En la mañana, toda decidida. Hay, hay, hay seguía cantando. Todos los días en la adversidad. Más todos los días siempre lo mismo. Hasta que un día, se le preguntó. ¿Que pasa ñiñita, que es lo que hay? La niña miro y contesto... Si yo lo supiera se iría el tormento. ¿Tormento tú? Es tiempo de alegría en tu existir. Si ahora tienes congoja en tu vivir... que tendrás en tu madurez. Pues fácil mi gran señor... Tendré andado cientos de condiciones. Haciendo de mi dolor, montones de superaciones. Siendo lo sufrido hoy mi fortaleza del futuro. Más si usted quiere hoy saber, cual es mi condición, Yo se lo diré sin divagación. Pues no tengo problema en comunicarlo. Algo es... lo que me incomoda. Al ver la probabilidad de que me suceda. Un futuro lleno de responsabilidad, al dejar mi niñez en un trayecto alzado. No quiero dejar mi inexperiencia e inocencia, para pasar a una lucha con prudencia. O...
Entra en un mundo real. La otra realidad.