La humanidad comparte el concepto de la muerte como un proceso biológico natural que se manifiesta con el cese de las funciones vitales del ser humano, pero una visión más amplia nos permite concebirla también, como un proceso espiritual mediante el cual el espíritu abandona el cuerpo físico para continuar viviendo en otro plano o dimensión. Las experiencias aportadas por quienes han estado en ese umbral, es decir testimonios que ilustran lo que se denomina "cuasi muerte", afirman que no se siente dolor alguno en ese momento. Lo que sí duele (en accidentes, paros cardíacos, enfermedades, etc.), son las sensaciones nerviosas que la materia consciente aún o semiconsciente, envía al cerebro y este registra como materia. Son estas impresiones nerviosas las que producen dolor, no el desprendimiento del espíritu del cuerpo. Y esto se ha comprobado infinidad de veces en las ya citadas experiencias de cuasi muerte, donde las personas relatan que se ven flotando sobre su cuerpo herido...
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