O día hermoso, nubes en el cielo qué se disipan, acompañada con la naturaleza, mi ser resplandece y se relaja, medito y voy al encuentro, del mundo qué no se ve sin embargo se encuentra, estás, tú, yo, todos. Relajada y en armonía, alegre pero neutral, veo lo qué se halla, y empiezo a armonizar, los arboles y su frondoso cuerpo me acompañan, la brisa del viento, todos juntos. Toda energía contraria a lo debido se va disipando, aún cuesta, desequilibrio aumentado, por lo dado, y seguimos con el servicio, a nuestro grupo se nos une, dos abejas, incorporándose muy cerquita, su aleteo me ayuda con el trabajo, la vibración aporta facilidad al desbloqueo y depuración, no hay miedo, sólo compañía, muy acompañada. Es con su ruido. Sigue la tranquilidad, entendiendo, qué todo es ayuda, y qué viene el bienestar, ese qué en ese momento se da. Es el aleteo de la abeja, dos, alrededor de mi cabeza, lo que aúna la limpieza, la transformación, y el ambiente cambia, pues al liberar de...