El iletrado desamor

 

Dime…

¿Por cuál abismo constante

sin querer… desciendes?

¿Por el de la desidia?

¿Por el del silencio?

¿Por el de la soledad?

¿Por el del sinsentido?

¿Por el de la tristeza?

¿Por el del hastío?

 

¿Por ese ingente, bestial, feroz

que reúne todo lo anterior

más el abrumador horror

de aún… estar vivo?

 

Si es por este, cariño,

caemos por el mismo.

 

Dime, que deseo liberarme

no sin rescatarte antes…

del mayor asesino en serie

que habita este mundo:

el iletrado desamor.

 

Dime, para encontrar y ceñir tu mano

y hacia otro espacio ¡encumbrarnos!

Salvarnos juntos… ¡amándonos!

 

Viéndonos el alma en profundidad

moradores de una gran estrella

no querremos nunca más

al inmutable barranco

asomarnos siquiera.

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P-Car

 

Paty Carvajal-Chile

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Imagen: de Internet

¿Por qué será?

 

En mis sueños, revoloteas conmigo

cambias colores, con el pincel de tus labios

al tiempo que entonas canciones

de sentimiento eterno.

 

A veces, eres igual a una brisa,

otras, igual a un viento,

y también, a veces

a un remolino.

 

Y yo, siempre soy los árboles

con sus flores que meces

creando un vals.

 

De pronto, todo es dorado

cual crepúsculo de luna y de sol

y te duermes en mí, conmigo,

cual suave niño de terciopelo

que por fin ha perdido

todos sus miedos.

 

Y yo, descanso a tu lado

cual desnudo verano

con piel de océano.

 

Y entonces enroscados

besados enteros de sal y cielo

soñamos

en una inmortal espiral de amor

otro sueño más.

Uno tras otro…

si parecen nunca acabar.

 

¿Por qué será… -tesoro mío-

que al despertar de tantas infinitudes

y descubrirte tibio a mi lado

flotando en linos de silencio

con los ojos aún cerrados

inalterable de paz

te amo…

 aún más?

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P-Car

  

Paty Carvajal-Chile

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Imagen: Aykut Aydogdu

No temas nada

 

Podrán temer las flacas canoas, la ferocidad del mar

y los delgados pétalos, la inclemencia de la lluvia.

 

Podrá el hastío, temerle al cielo y las estrellas

y el odio, al resplandor de una afable mirada.

 

Podrán, si lo provocan en su afán,

todos los empapados amoríos del mundo

temerle a la hambruna y al descuido.

 

Podrá mi palabra, incluso,

temer al beso de tu silencio

y mi permanente temblor,

al ardor calcinado de tu cuerpo.

 

Pero tú… ¡tú tranquilo!

No temas nada, cariño.

Ni al remanso de tu voluble pasión

como tampoco al insistente regreso

del último llanto primerizo. 

 

No obstante las rachas de dolor…

con el irreducible sentir de mi corazón

de toda cerril inercia y cabal olvido

en todo verso mío -tuyo-

¡lo escriba o no!

tu alma por mi alma

protegida siempre va

…amor.

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P-Car

  

Paty Carvajal-Chile

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Imagen: de Internet

No te inquietes

 

No quiero irme al fin del mundo contigo,

ni a la luna, ni a las estrellas.

 

No quiero que insistas

en decirme que soy la más bella

-aunque lo sea-

-aunque no lo sea-

 

No quiero que pienses que

debes regalarme flores.

Las respingadas primaveras

de los turgentes pétalos

pronto flaquean.

 

No quiero que hagas cosas

o pronuncies palabras

extraordinarias.

 

Lo que quiero de ti y contigo

puede sonar muy simple

pero para mi alma

es suficiente.

 

Que estés a mi lado

cuando abra yo mis ojos

y que me des un beso

cuando abras los tuyos.

 

Y que eso se repita

hasta la inmortal muerte.

Preferirnos ambos

a pesar del mundo,

del tiempo, de los cambios

y de cualquier suerte.

 

Más nada, mi amor,

que te deseo natural y libre

que te quiero ver feliz.

 

No te inquietes que

si callado y franco

de vez en cuando

me miras -y sonríes-

sabré que me amas

 

…y que me sigues eligiendo

cada nuevo instante

¡con el alma!

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P-Car

 

Paty Carvajal-Chile

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