martes, febrero 28, 2017

Buscadora de silencios

Como rocío al amanecer,
para ser, necesito de silencios.
Silencio original, selecto y brutal.

Romántica emancipada
busco nutrirme del silencio
que no calla el habla al amar.

O de aquel que me expulsó
a verbalizar ira y compasión
fuera del agua primogénita.

Espero algún eclipse volver
-por un instante mágico quizás-
al momento cero
en que el útero me acogió
y conocí el mutis primero:

Silencio carcelario, de tapias blandas.
Silencio culto, de lenguas incultas.
Silencio sagrado, de luz incauta.
Silencio, silencio, puro y cabal.

Gracias a esa danza sensorial
en un oscurecimiento de mi vida
benévola fue la calma de mi sueño
en que, un silencio sabio del cielo
sanó la afonía de mi corazón y cuerpo.

Y porque del mal silencio, ninfa renací,
procuro aquel, florecido de versos
que, si mis ritos fustigan la cábula,
en mansedumbre global, fuerte exclama,
lo inaugural y mejor de mí.



P-Car


sábado, febrero 25, 2017

Ese algo

Como un solitario llegaste a mi puerta, como un ángel dormiste en mi cuerpo, como un hombre modulaste un te amo, como un príncipe me hiciste feliz. Demasiado pronto, como un ladrón robaste mi sueño y como un miserable… partiste sin mí.

Desde entonces, las horas son barcas invisibles a la deriva de un mar sin azul. Abro mis ojos y respiro -sí, estoy consciente que aún vivo- pero adherida a tu ausencia y con el alba en mis pupilas, mi realidad lentamente oscurece, por no encontrarle sentido a la luz.

¿En dónde estás tripulante sin puerto, nómada sin mapa, corazón sin legado?¿En qué jardines has sembrado tu esencia ambulante?...¿en qué cenas de velas, tus historias han sido platillo de anhelos desorbitados?...¿en qué altares, has dado significado perenne a algún paraíso terminal?...¿en nombre de qué culto has configurado tus raíces de aire?...¿has oficiado alguna plegaria por tu mayor pecado?: sustraer amor sin pretender amar.

Sé bien que me amaste, sé que a otra, no amas. También sé que los recuerdos no han sido borrados por frivolidades, ni por los fríos temporales de los inviernos, ni por el humo de tus cigarrillos antes del descanso. Y es que, entre nosotros, no hay olvido posible, porque lo nuestro tiene ese algo que no caduca con el devenir, el clima, la distancia y el tiempo.

Vayas donde vayas y estés con quien estés, tu luna extática soy. Porque sin conciencia, tu búsqueda tiene mi nombre y lo que hayas, puede parecer símil, pero no tiene mi aroma desnudo, la danza de mis yemas, mi cadencia al amarnos, el arcoíris en mi retina al contemplarte y el aterciopelado recorrido virtuoso de mis besos y palabras, desde tus oídos a tu alma.

Lo sé, lo sabes… Pero, por tu obcecación, intuyo seguirás explorando en cada ángulo y vértice de otras pieles y frases, buscando el ritmo moderno de una perfección a la venta, que al final siempre daña. Todo terminará en el gong final, cuando, desde una altura mayor a las hipótesis astrales, se te develará la verdad. Eso… solamente yo lo sé.

Seguir así, será tu elección, al tiempo que mi invalidez -o iluminación- es contener en mi núcleo… ese algo… que me hace extrañarte y querer verte vagabundo entre las estrellas, las mismas que cada noche hacen brillar nuestro nido, como si aún estuvieses aquí. Te extraño yo, te extrañan ellas, te extraña todo lo que está adentro y pegado a mí.

Si ese algo tuyo y mío, es más poderoso que tu sofisticado objetivo, ven a mis brazos, pero no lo hagas producto de algún fracaso o rechazo, por sentirte enfermo y cansado o porque se te antoje soñar por un rato. Otra huida sería mi muerte, la última, la muda e irreversible. La que no puede perdonar porque es… de la que jamás se vuelve.

Si quieres cruzar mi umbral porque me extrañas, tu piel lo implora y tu plenitud lo necesita, pon la brújula hacia mi vida, pero que sea con un amor puro, junto a una abundante fe en que, cada día, juntos montaremos momentos infinitos en la construcción de un siempre. 

Si no, mucha suerte. Que el destino nos perdone, el cielo nos ampare y el Creador nos juzgue. No hay triunfador ni vencido, si no estamos juntos, ambos perdemos. Sin rencor, sin pendientes, triste y cristalina te digo: sé feliz. Aquí amor, dejaste tu fruto, porque en mí late ese algo tuyo que me fecundaste y que celosa atesoro en el seno de mi alma.  


P-Car


jueves, febrero 23, 2017

Mi cruz

Silenciosa he venido.
Una estela de instintos
me trajo a tu nido.

Vengo de lejos
desde la huérfana distancia
donde pernocta un verso.

Esta noche me he fugado de mi misma, si…
en un lapsus distraído del tiempo
para contemplarte un instante
en la verdad de tu sueño.

Y descubrir, quizás…
y comprender, tal vez…
el sacramento de tu soledad.

Al ver tu rostro indefenso
y mi cruz aferrada a tu pecho
suavemente te abrazo
mientras lindante  
la luna y la brisa
acarician un sauce.

Por un solo momento
retórica y sensorial he vuelto
pero al sentirte frío
-y aún, un poco mío-
quiero quedarme.

Lo haré mi amor, si… lo haré
hasta que sola, el alba me lleve
al rincón lacrado y seguro donde
el sueño es amnesia
lo viable, el olvido
y mi cruz eres tú.

Lo único endémico es que
al palmar el suspiro de la aurora
mi confinada alma
que irrefutable, te extraña
…más te amará.




P-Car


domingo, febrero 19, 2017

¡Cuántas!

Cuántas veces dije (¡cuántas!)
que por sobre la intolerancia y el temor,
las risas huecas
las miradas sin luz
y los halos de oro en reinos sin Dios…

Digo, por decir algunas, de una infinidad,
que la vida misma, tarde o temprano
o justo a tiempo, solemne te dicta
a modo de sermón o sentencia.

Continúo:
…que, por muy encima de todo orden,
de las fronteras o cualquier resistencia
(oh, cuántas veces lo dije ¡cuántas!)
que sentir y dar amor
es la única dicha y riqueza.

De tu tálamo al cielo,
de la galaxia al universo,
de tu silencio a mi soledad,
de lo finito a la eternidad
-el amor, solo el amor, siempre el amor-
es lo más importante.

Ay amor… cuántas, cuántas





P-Car


miércoles, febrero 15, 2017

Recomencemos

Nunca pensé que llegarías a mí
con tu corazón así de débil
y tu alma, llorando.

Menos imaginé que
tus lágrimas fuesen  
gotas de agua bendita
que curarían tus yerros.

No, no me mires así, que,
en un instante derribas
el juramento que hice a mi vida.

Ay, no puedo más
presiento explotarán
los diques de mi sangre
y el piélago de mi alma.

Detén tu llanto misionario.
Ven y abrázame fuerte.

Busquemos el sol y la luna
tras los nubarrones de la soledad
y con lías de piel, bordemos
un cielo nuevo.

Inhalando estrellas…
desnudémonos.

Dejemos que la luminiscencia
-fascinantemente lento-
recorra nuestras cimas eróticas
en las planicies de los sentidos.

Rasante y profundo
-infinitamente intenso-
sin reservas, sin más demora…
amémonos ahora.

Amor… recomencemos.


P-Car


martes, febrero 14, 2017

Enamorada de tu luz

Cuando te vi, supe que algo brillaba en ti, solo para mí. Ese algo se pendió cual estrella, en el cielo de mi mente, donde existen los pensamientos más secretos y sublimes.

Solo te pensaba, te pensaba, te pensaba. Y, sin pensar en que en nada más pensaba, te seguía pensando, total y plenamente enamorada.

Pasaron los años, cambiaron muchas cosas. Hoy, nuestros cabellos están blancos, nuestros cuerpos curvados y disminuidos. El entorno no es como antaño, la velocidad del tiempo es más rápida y hay tantos afectos que se han ido. Pero algo no cambia ni cambiará y es que yo, como el primer encuentro, te sigo contemplando.

Te agradezco por ser y existir, por dormir abrazado a mí y que nunca hayas dejado de sonreír al ver mi rostro cada mañana. Por juntos haber recorrido un largo camino y por ser la luminosidad que me guía.

Hace medio siglo, en aquella tarde hermosa, supe que tenías guardado un brillo que nació para extasiar mi alma. Cuando hoy te observo, así mis ojos estén ya cansados, aún veo esa luz y aún, la siento solo mía.

Ambos fuimos bendecidos por estar unidos y por saber que moriremos al mismo tiempo. Porque si tú mueres primero, yo moriré en vida. Y si yo muero antes, haré un acuerdo con el cielo, para llevarte conmigo. Y si aún tengo visión después de la muerte, seguiré siguiendo tu luz y seguiré enamorada infinitamente.


Amor, gracias por todo, gracias por tanto. Te amo, ya sabes cuánto.


P-Car




Día catorce

No me hace sentido lo ilógico.

¿Por qué es viscoso y pesado
lo que es más vacío e invisible?
Los silencios y las ausencias.

¿Por qué es tan incipiente y lento
lo que es más urgente y requerido?
La amnesia del cuerpo
y el olvido del alma.

¿Por qué el amor no siempre tiene la cadencia
de un violín bajo la luna -en medio del océano-
si se celebra el día catorce de un nuevo febrero?

¿Alguien puede argumentar una respuesta?

O quizás seas tú… si…
tú, tú, tú -y nadie más-
quién me regalé un consuelo:
rosas rojas en tu mano zurda
y en la sagaz, mi sonrisa de vuelta
si danzas conmigo, hasta que amanezca.



P-Car




947

Déjate amar así

Escuchando esta música venida del más allá y tus ojos destellando, en el lente fotográfico de mi memoria, puedo escribir, desde lo hondo de mi ser, los sentimientos más arraigados, frágiles, poderosos y, a la vez, increíblemente hermosos.   

Con cada compás, mi espíritu libera versos a la danza del viento, con la esperanza que, en el imán azul de tu mirada, bajen a tus horas vacías y le hagan el amor a tu alma, hasta hacerla estremecer de gloria.

Déjame amarte así -déjate amar así- que el amor, así sea uno, cuando es auténtico, no es de una sola manera, es de muchas formas bellas y ésta es la mía. Hazla tuya con el corazón llano y dejemos que, en lo que dura este día hasta el fin del ocaso, el mundo también lo viva. 



P-Car




Perfección

Mi amor es perfecto porque te amo imperfecto:
Iracundo, obsesivo, intolerante, creído, callado.

Mi amor tiende a ser tontamente no perfecto,
si mi zona imperfecta, piensa en que cambies.

Mi amor es perfecto, así tú no lo seas, ni yo lo haya sido,
porque te amo como eres y me amo así, enamorada de ti.

Mi amor dejaría de ser perfecto, si escuchara a otros
y dejase entrar a lo nuestro, al imperfecto del olvido.

Mi amor es perfecto, porque todo amor verdadero lo es
y tú, ser imperfecto, eres mi inentendible delirio porque…

eres un niño cuando me buscas,
eres vulnerable cuando me extrañas,
eres intenso cuando me miras
eres dulce cuando me besas,
eres mi ángel cuando duermes,
eres mío cuando soy tuya.

Con ambos polos de tu totalidad,
tú… hombre imperfecto
eres perfecto para mi alma
y yo…
no te cambiaría por nada.


P-Car




Día del amor

Hoy 14 de febrero, esta pantalla se llenará de corazones e inspiración. Con versos de mi alma, celebraré este día y como siempre... dedicados especialmente al sentimiento de amor, que es la luz y la fuerza de nuestra esencia. 
Feliz día de San Valentín queridos amigos y amigas, les deseo lo más bonito en este día. 

Paty


lunes, febrero 13, 2017

Acróstico a Josefina, mi dulce amada nietecita nacida el 26 de enero

Jugando con una estrella
Oscilando vi su esencia.
Supe que algo lindo sucedería
Ella me contó que tú vendrías.
Fantaseé con tu carita y risa
Inventé primaveras nuevas.
Nada cercano ni suficiente
Alguien superior llegó a mi vida.


Tu abuela Uba

P-Car



950

viernes, febrero 10, 2017

Morir en tu beso

Si por una razón celestial tuviese que morir hoy
y cerca de mi hora, un ángel me ofrendara un deseo
-un único, especial y último sueño del alma-
sin dudar un ápice, pediría me llevase a tu lado
para dejar caer mis ojos estando en tus brazos
e irme al más allá murmurando “amor, te amo”
con lo más prístino, de un beso tuyo en mis labios.


P-Car


miércoles, febrero 08, 2017

Inercia y tiempo

Quise ser el silencio y no gastar mis labios en nada que no fuese mantener el sabor de tus besos.

Quise cubrir de negro mis ojos y que ni un resplandor perturbara en mis iris, la visión virtual de tu rostro.

Quise que nunca más el viento rozara mi piel, para sostener en mi cuerpo, la ritualidad de tu tacto.

Quise en mi instinto, guardar tu sexo y que las crías vírgenes de tu deseo, me inundaran el corazón.

Quise ser tu universo y crear en tu memoria, momentos invencibles, que nadie, nadie pudiese reemplazar.

En tus brazos quise, distraer la inercia y congelar el tiempo, para que nunca sucediera algo raro o llegase alguien que no fuese tú y yo.

Es lo único que no logré. Todo del cielo me fue dado, menos tu permanencia.


P-Car

sábado, febrero 04, 2017

Si la providencia...

Si mi necesidad tuviese colores
en cada nirvana del alba
un arcoíris nos haría uno.

Si mi clamor fuese el viento
rompería los silencios todos
gritando tu nombre al olvido
en cada explanada y recodo.

Si mis palabras fuesen ángeles
el cielo revestiría de alas blancas
para que con tus cegados ojos vieras
-y con tu corazón sintieras-
un milagro de ternura irrepetible.

Si la imposibilidad fuese…
Si la fatalidad no pudiese…
Si de verdad, el amor triunfara
todo lo mío tendría sentido.

Ay, si la providencia alentara
que tu devenir volviese…

Y si el infinito fuese nuestro holograma
a la hora bendecida de estar en tus brazos
de tu arena sería el oleaje de mi mar
de tus sentidos, mi natividad
y del firmamento en tu mirada,
sería eternamente mi alma.



P-Car