Porque después de haber
saboreado tu piel, memorizado el sendero infinito de tus labios, sembrado
lavandas en tu vientre y nadado como sirena plateada en el mar que se mece en
el horizonte de tus ojos claros…… Nada.
Si, porque luego que tu
boca besara sin fin mi boca, tomando mi cabello como filamentos de la noche
danzando en el cielo azul de tu mirada y derramaras el juramento de amor más casto,
mientras poseías tu delirio, entre mis vainillas blancas, para amarme con la
intensidad que el sol puede llegar a adorar a su íntegra luna, enamorada desde el inicio del universo… de
sus rayos de oro y luz de diamantes. Nada.
Y es que… después de haberse
derretido infinidad de lava en las pretéritas praderas del olvido y fundido dos
almas a través de las entrañas, suspendiendo el tiempo para sin aliento,
acumular estrellas dentro del pecho…… Nada.
Si, y digo… nada, porque luego de mirarnos,
besarnos, acariciarnos y amarnos como sólo nosotros podemos amar… en este planeta,
en virtud del hado escrito con versos en la palma de nuestras manos, …amor de
mi vida… no hay nada…
Y es que… al aquilatar en
mi ser la dicha de ser tuya y que me ames como me amas… me sublima sentir que, de
este mundo, nada más me queda… que morir
en tus brazos.
P-Car