Pronto sucederá
que al pasar cerca de ti
mis ojos no te adviertan:
mi respiración no se corte
o mi silueta tiemble
ante tu presencia.
Pronto llegarán los momentos
en que los infinitos suspiros contenidos
que amorosamente acuna mi alma
sean inmunes ante tu mirada,
tu cuerpo, tus labios, tus demandas.
Y ante ese todo tuyo
que alguna vez -muchas veces-
lograba paralizar mi corazón
hasta el punto inmediatamente exacto
anterior a la muerte.
Más real que utópico
más cerca que inalcanzable
el tiempo arduo trabaja
en mi emoción, en mi piel,
en mi verso, en mi sueño.
Y no es que
solo he de olvidarte
como volátil se olvida el frío
antes del próximo invierno.
Demasiado pronto… tú
dramáticamente lejos de mis pasos
en un pantano de culpas y sombras
¡serás el mismísimo olvido!
Olvidado,
olvido serás,
olvido…
y nada más.
P-Car