Franco Buffoni nació en 1948 en Gallarate, provincia de Varese, y vive en Roma.
En 1989 fundó y desde entonces dirige la publicación semestral de teoría y práctica de la traducción literaria titulada Testo a fronte (Marcos y Marcos, Milán). En calidad de editor ha publicado en Mondadori Poeti romantici inglesi (2005), en Marcos y Marcos los volúmenes de Ritmologia (2002) y La traduzione del testo poetico (2004), y en las ediciones del Istituto Poligrafico dello Stato los dos volúmenes de teoría de la traducción Traduttologia I y Traduttologia II.
Obtuvo el Premio Nacional de Traducción de la Presidencia de la República Italiana de 1993 y el Premio a la Cultura de la Presidencia del Consejo de 1998. Desde 1994 colabora con la Dirección General del Libro y los Institutos Culturales (Servicio de Promoción del Libro y la Literatura) del Ministerio de los Bienes y las Actividades Culturales. Ha sido representante del gobierno italiano en Bruselas en calidad de experto, en los proyectos Arianne y Cultura 2000. Es miembro de la comisión nacional para los Premios de Traducción.
Ha publicado, entre otros, los siguientes libros de poemas: Suora carmelitana e altri racconti in versi (Premio Montale, Guanda, 1997), Songs of Spring. Quaderno di Traduzioni (Premio Mondello, Marcos y Marcos, 1999), Il profilo del rosa (Premio Betocchi, Mondadori, 2000), Theios (Interlinea, 2001), Del maestro in bottega (Premio Pavese, Premio Pascoli, Empiria, 2002) y Guerra (Mondadori, 2005).
Es periodista, articulista y catedrático de Crítica Literaria y Literaturas Comparadas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cassino, Frosinone.
EL PERFIL DEL ROSA y otros poemas
Traducción de
Celia Filipetto
I
Soy el lobo de todos
gritaba corriendo escaleras abajo
la mañana del día de Navidad,
y en la última bola reflejado
el rostro demasiado cercano
era monstruoso, de par en par la boca
de niño que espera.
II
El grito al alba del cerdo
verticalmente atado
traspasaba los valles,
degollado hasta desangrarse
para el postre de enfermos y puérperas.
El grito al alba en noviembre en febrero
despertaba a las niñas las inducía
a crecer sujetando las alas de la gallina
mientras la abuela le cortaba las patas
para hervirla viva.
III
Puesto en la maceta sin raíces
cortado con la hachuela desprendía
olor a resina y monedas
de chocolate. Después, por San Antonio
amarilleaba en el jardín
en el rincón donde quemaban las hortensias.
Y en el parqué juego de palitos chinos
con las agujas de pino.
IV
Desde un minuto antes del toque del sanctus
tenía validez el precepto, se podía
llegar incluso mediado el sermón
o salir después del padrenuestro,
lo que de veras contaba era el instante
de la transustanciación.
Y debíamos mirar fijo un momento
la hostia y el cáliz y bajar enseguida la vista
abriendo ligeramente las manos, de rodillas.
De pie, al fondo, con los rezagados,
los del barbero en tercera fila,
las manos cruzadas a la espalda,
movían los dedos entre abrigos desabrochados.
V
Quisiera hablarle a esta foto mía junto al piano,
al niño de once años y pómulos rubicundos
decirle que no conviene acalorarse tanto
en los juegos con los primos,
seguirlos y hacer diana con ladrillos
en las dalias de los vecinos
no por diversión
sino para sentirte de veras parte de la panda.
¿De veras parte?
Quisiera decirle, déjalos correr
a ellos y sus blancos,
vuelve tranquilamente a tus dibujos
a los mapas por terminar,
ganarás tú. Deberás sufrir.
EL DEDO DE STEFANO...
El dedo de Stefano en China
bajando de los altiplanos al mar Amarillo
cuéntame de los piratas me dice,
explícame por qué
les cortan los deditos
a los niños como yo.
LA PREVENCIÓN
Se dedicaba con método a su salud
con el rigor del buen filólogo a sus lemas
se hacía sin falta esa gammagrafía
la ecografía prostática los tacs multicolores
y análisis de sangre con profusión de sangre
en el centro médico polivalente
octogésima planta de la torre B
el once de septiembre a las ocho y cincuenta
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