La grave crisis económica que padecemos ha dado lugar a que las habituales fuentes extranjeras de financiación se retraigan y se amplíen peligrosamente las restricciones del mercado interbancario. Y todo esto, claro está, es fruto de la elevada falta de confianza en la capacidad de recuperación de la economía en España. La mala gestión que ha hecho el Gobierno de la crisis, ha contribuido de manera notable en la generación de esa desconfianza. Perdió el tiempo miserablemente, primero negando la crisis y después, cuando ya no era posible negarla, resistiéndose a adoptar las medidas oportunas para frenar a tiempo los estragos que producía.
Los bancos y las cajas de ahorro se vieron obligados a suscribir excesiva deuda pública española, lo que ha dado lugar a que estas entidades financieras necesitaran de manera apremiante tener acceso a importantes cantidades de dinero para su desenvolvimiento rutinario y normal. Como las entidades financieras habituales y el mercado interbancario ya no sueltan ni un euro, las entidades financieras españolas hay veces que se encuentran en auténticas situaciones de emergencia. Para salir del paso, los bancos y las cajas de ahorro han tenido que recurrir, de forma masiva, al Banco Central Europeo (BCE) en busca de financiación. A finales de junio pasado, la deuda de la banca española con el Banco Central Europeo ascendía ya a la nada despreciable suma de 126.300 millones de euros.
Según datos del Banco de España, desde el mes de junio de 2009 hasta junio de 2010, la deuda de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo subió nada menos que un 78,6%. Aunque se trata de un porcentaje sumamente elevado, no es tan llamativo como el producido entre los meses de mayo y junio del año actual. Solamente entre mayo y junio últimos, ese porcentaje alcanzó nada menos que un 47,5%. Son cifras que rompen todos los moldes y lastran la marcha normal de nuestra economía. Estos datos del Banco de España nos dan una idea clara de las enormes dificultades de las entidades bancarias españolas a la hora de encontrar quien les preste dinero.
Que los bancos y cajas recurrieron, de forma masiva, al Banco Central Europeo durante el último año y de manera más destacada en los meses de mayo y junio pasados, lo demuestra este hecho: de todos los fondos que el Banco Central Europeo puso a disposición de la banca europea, la banca española se ha quedado ella sola con la cuarta parte de los mismos. El reconocimiento expreso de la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, no deja lugar a dudas. En la presentación de los resultados del primer semestre, confesó haber acudido al Banco Central Europeo en busca de dinero para poder invertir y obtener así alguna rentabilidad.
Es cierto que el Banco Central Europeo es el primer organismo interesado en que las economías de la eurozona funcionen y así hagan frente oportunamente a sus pagos. Pero este endeudamiento excesivo de las entidades bancarias españolas, combinado con la estratosférica deuda del Estado y el déficit público, debilitará a los bancos y a las cajas y los españoles seremos cada vez más pobres.
Barrillos de Las Arrimadas, 19 de julio de 2010
José Luis valladares Fernández
Los bancos y las cajas de ahorro se vieron obligados a suscribir excesiva deuda pública española, lo que ha dado lugar a que estas entidades financieras necesitaran de manera apremiante tener acceso a importantes cantidades de dinero para su desenvolvimiento rutinario y normal. Como las entidades financieras habituales y el mercado interbancario ya no sueltan ni un euro, las entidades financieras españolas hay veces que se encuentran en auténticas situaciones de emergencia. Para salir del paso, los bancos y las cajas de ahorro han tenido que recurrir, de forma masiva, al Banco Central Europeo (BCE) en busca de financiación. A finales de junio pasado, la deuda de la banca española con el Banco Central Europeo ascendía ya a la nada despreciable suma de 126.300 millones de euros.
Según datos del Banco de España, desde el mes de junio de 2009 hasta junio de 2010, la deuda de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo subió nada menos que un 78,6%. Aunque se trata de un porcentaje sumamente elevado, no es tan llamativo como el producido entre los meses de mayo y junio del año actual. Solamente entre mayo y junio últimos, ese porcentaje alcanzó nada menos que un 47,5%. Son cifras que rompen todos los moldes y lastran la marcha normal de nuestra economía. Estos datos del Banco de España nos dan una idea clara de las enormes dificultades de las entidades bancarias españolas a la hora de encontrar quien les preste dinero.
Que los bancos y cajas recurrieron, de forma masiva, al Banco Central Europeo durante el último año y de manera más destacada en los meses de mayo y junio pasados, lo demuestra este hecho: de todos los fondos que el Banco Central Europeo puso a disposición de la banca europea, la banca española se ha quedado ella sola con la cuarta parte de los mismos. El reconocimiento expreso de la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, no deja lugar a dudas. En la presentación de los resultados del primer semestre, confesó haber acudido al Banco Central Europeo en busca de dinero para poder invertir y obtener así alguna rentabilidad.
Es cierto que el Banco Central Europeo es el primer organismo interesado en que las economías de la eurozona funcionen y así hagan frente oportunamente a sus pagos. Pero este endeudamiento excesivo de las entidades bancarias españolas, combinado con la estratosférica deuda del Estado y el déficit público, debilitará a los bancos y a las cajas y los españoles seremos cada vez más pobres.
Barrillos de Las Arrimadas, 19 de julio de 2010
José Luis valladares Fernández