domingo, 28 de junio de 2015

Abismaluz (XXVIII)

Benidorm para Amarneciendo


XXVIII

viviría
abismaluz parado de tus besos
hasta aquel domingo de célula


Poesía: Miguel Ángel Andés, Abismaluz (1971)
Dibujo: Miguel Ángel Andés, Benidorm (1974)


Contacto: [email protected]

jueves, 25 de junio de 2015

Amarneciendo (XLIX)


1973-74 para Amarneciendo

Es más bien ahora lo que siempre fui.
Hay demasiados abrazos siempre.
Los poetas se ocupan de todo
inclusive después de nosotros.
Lo cotidiano me embriaga tiernamente
sus ruidosos quehaceres.
Dirijo demasiado mis manos
el amor eterno, y caigo
de nuncas, errante por el sol de la tarde.

Poesía: Miguel Ángel Andés, Amarneciendo (1978)
Dibujo: Miguel Ángel Andés, agosto 1973-74


Contacto: [email protected]

domingo, 21 de junio de 2015

Deshojando (IV)


Madrid 1975 para Amarneciendo



Página 25 del catálogo Reencuentros con Andés

Miguel Ángel Andés
Sin título (XLII)
Técnica mixta sobre tabla 89 x 45 cm. Madrid 1975.
Colección particular. Madrid.

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jueves, 18 de junio de 2015

Abismaluz (XXVI)

muchachas 83 para Amarneciendo

XXVI

has penetrado mi altura
donde ya la luz me ignotaba
haciéndonos de amor sólida sangre
recipiente mutuo, pulso abajo,
donde nunca estuve acariciados


Poesía: Miguel Ángel Andés, Abismaluz (1971)
Dibujo: Miguel Ángel Andés, cuaderno nº 37, serie muchachas, abril 1983



Contacto: [email protected]

domingo, 14 de junio de 2015

Caridad (II)


Miguel y Caridad para Amarneciendo

En la foto de hoy, Miguel aparece con una persona de la que ya hemos hablado en este blog. El pasado mes de mayo, decíamos que Caridad Díaz-Faes fue una de las grandes amigas de Miguel. Podemos afirmar, además, que Caridad fue una amiga de esas que llamamos “de toda la vida”, en el sentido y en la medida de que siempre estuvo a su lado..., antes y después. Digo esto porque ya conté en aquel post que en los años posteriores a la muerte de Miguel tuve la oportunidad de conocerla y hablar en varias ocasiones con ella. Como coordinadora del Grupo Prado de Poesía, Caridad me invitó a algunas reuniones del grupo, aquellas en las que preparamos la exposición, homenaje-póstumo a Miguel, del año 98. Era una mujer aparentemente muy seria, pero a la vez preocupada por las formas y por el fondo, alguien, que a mi me pareció, de muchísima sensibilidad y ternura. 

Mi abuela Saturnina hablaba mucho de ella, y hay que reconocer que Caridad era casi el único referente para la familia, la única amistad de Miki, la cual, en aquellos últimos años más duros para él, siguió llamándole, visitándole y arropándole. En los varios escritos que hemos encontrado entre los papeles de nuestro artista sobre el Grupo Prado de Poesía, podemos constatar hasta qué punto Caridad lo consideraba un miembro importante de aquel colectivo de artistas. Está claro que Miguel Ángel se perdió pocas de sus reuniones-tertulias, tal como atestiguan sus cuadernos de campo desde el año 1985, el de la creación del grupo, hasta el 94.

La foto no tiene ninguna anotación, pero debió de ser tomada aquel mismo año 1994, en que murió Miguel y en un momento en que su enfermedad ya era evidente. Entre esta y aquella otra imagen del año 72, en la que ambos se miraban sonriendo, habían pasado más de veinte años. Es tremendo, a la par que emocionante, ver cómo el tiempo nos va cambiando por fuera; en sus miradas también apreciamos el cambio interior y cómo aquella ternura casi había desaparecido.

Caridad y Miguel para Amarneciendo

Queremos terminar con la transcripción de un poema inédito que Miguel dedicó a Caridad allá por el año 1989. Creemos que el texto (en prosa) resume a la perfección lo que estas dos fotos transmiten. Las palabras de Miguel, manuscritas sobre tres páginas amarillentas de tamaño folio, aparecen encabezadas por un título en letras de imprenta, el cual debió de recortar de algún anuncio publicitario de un periódico de la época y pegó en la primera hoja. Casi con seguridad, nos atrevemos a afirmar que el título proviene del anuncio de unos conocidos almacenes aparecido en el diario ABC en febrero de aquel mismo año. Esta primavera para Amarneciendo



Poema inédito para Amarneciendo 



Miguel parece lamentar no haberlo escrito antes. En una anotación al margen comienza diciendo: “por fin, mi poema a la poetisa y amiga sempiterna CARIDAD DÍAZ-FAES”. Luego, ya en el mismo texto, las referencias a la existencia y a la muerte son constantes. Monmatre, Lautremont, Rimbaud, Terence Stamp, Mastabas... son los otros referentes de su pasado común, algunos de los cuales conocemos y de otros solo llegamos a intuir su significado, aunque está claro que necesitaremos ayuda y una investigación más serena para descifrarlos. Algunos pasajes son impresionantes y en otros se aprecia algo de ironía; pero de lo que no nos cabe duda es que los sentimientos de nuestro artista hacia y por su amiga son dignos de admiración y dibujan a la perfección aquella época, así como la relación que hubo entre ellos:

Esta primavera te vas a enamorar
(Poema nº 4 a Caridad Díaz-Faes, del Libro de poemas dedicado a escritores)

Y la última noticia en tu espejo abandonado y nuestro fatal miedo a los felinos es, en suma, porque son carnívoros como nuestro consecuente terror de nuestra cumbre de homínido a la deriva en el rebaño inexplicable del inconsciente colectivo. ADHERIDA para siempre en el triunfante existencialismo de mi laboratorio de poesía (y he aquí que cualquier complejidad lingüística nos pertenece sobremanera, a través de nuestra saboreada y espejismo subyugante de nuestra carrera existencialista. Ni las fascinantes señoritas de mi metafísica, ni el andante Monmatre del embriagado de existencia de amores imposibles y callejuelas izadas al final del azul comprenderán el avance histórico-geográfico de tu desnudo cuerpo de poesías y verdad donde los besos abandonados perpetúan su capricho).

En esta primavera y de sollozos que no cesan, te vas a enamorar de cualquiera ante tu espejo, de nuestra costumbre de poesía y de búsqueda del conocimiento cognoscitivo, de nuestra insaciable sed de finitud de especie y de historia, de nuestros retratos acontecidos para nuestro asombro para siempre. Y no es que nuestro extraño Lautremont suspirase su: “ah, si el mundo fuese como un inmenso culo”..., y nuestro adorado Rimbaud subrayase su: “ah, y la primavera nos trajo la risa abominable del cretino”...

… sino que tú y yo ante una situación de azar hemos recorrido la realidad mastábica- carnaval urbano de género humano y triunfo de la muerte sin piedad; dantescos y grotescos y valleinclanescos hemos recorrido los rostros sucesivos del infatigable y enigmático Stamp, del teorema de la silenciosa y anhelada existencia.

No recogen mis palabras escritas el silencio de mis palabras habladas de fiel hermosura: la vida es, pues, recorrido morfológico y sustancial de nuestra ubicación correcta y respetuosa  de nuestros allegados específicos MÁS ALLÁ DE LA VIDA Y DE LA MUERTE. Y por último he de decirte que este elocuente poema del ajuste de mi pensamiento histórico, que demostrándome tu afecto con el real afecto que es el dinero, tardaste mucho en la deuda exacta de tus senos prohibidos.


Poema nº 4

FROM MY LIBRO A ESCRITORES
Acrópolis madrileña. MADRID, 27 de febrero de 1989
From my laboratory poems
Miguel Ángel Andés

Título del poema nº 4 a Caridad Díaz-Faes:
"ESTA PRIMAVERA TE VAS A ENAMORAR" o "TERGIVERSACIÓN HACIA TERENCE STAMP"




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miércoles, 10 de junio de 2015

Deshojando (III)


CCII para Amarneciendo

Página 22 del catálogo Reencuentros Andés

Miguel Ángel Andés
Sin título (CCII)
Técnica mixta sobre tabla, 91 x 60 cm. Madrid 1975.
Colección particular. Madrid.


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domingo, 7 de junio de 2015

El laboratorio de poesía


conversación literaria para Amarneciendo


Traemos hoy a Amarneciendo algo que prometimos y de lo que ya hemos hablado e, incluso, compartido en cierta medida. Me refiero a la voz de nuestro artista y a su "laboratorio de poesía". En el vídeo del post del pasado 29 de diciembre, con el que celebrábamos el aniversario de este nuestro blog, podéis escucharnos, a familiares y amigos, recitar algunos de sus poemas, pero también al mismísimo Miguel Ángel. Buscad un rato para disfrutarlo.

Aquel vídeo fue el precioso resultado del fino y espectacular trabajo de Antonio, el marido de Rita, nuestro técnico de vídeo y sonido. En aquel entonces, Antonio solo contaba con una de las cintas de casete del laboratorio de  Miguel, cuya carátula os mostramos hace poco en este otro post, en el cual compartimos una semblanza de Miguel como artista. Allí decíamos que, en sus últimos años, nuestro poeta y pintor había montado su   particular "laboratorio de poesía", un laboratorio que, principalmente, consistía en la grabación de veladas literarias con amigos y familiares de aquella época (1990-1994) celebradas, casi siempre en casa de mi abuela Saturnina, o lo que es lo mismo, el estudio de la calle Caravaca, unas veladas que Miguel dirigía y en las que conseguía hacer leer, declamar, recitar, cantar... a  sus invitados.

Yo había perdido la pista de algunas de esas cintas y fue en la pasada exposición de febrero cuando mi tío Carlos, el hermano pequeño de Miguel, nos dio la sorpresa cuando apareció con cuatro cintas más. Ha sido un disfrute escucharlas y no podemos dejar de agradecer a Antonio la enorme labor realizada al salvaguardar digitalmente esta parte tan interesante del legado de Miguel Ángel Andés.

El audio de este enlace, corresponde a un breve extracto de una de esas cintas titulada "Conversación literaria", en la que los protagonistas somos mi tío Miguel, mi abuela Saturnina, mi mujer Maite y un servidor. Tal como podéis apreciar en la imagen que encabeza este post, corría octubre de 1991 y Maite y yo debimos de aparecer por la calle Caravaca para hacer una visita a mi abuela. La cinta contiene una grabación de casi una hora en la que estamos los cuatro de sobremesa charlando sobre temas diversos. Realmente, a mi abuela se la escucha zascandilear por la casa llevando y trayendo platos, ofreciéndonos cafés y comida para llevar. Con todo, algunas de sus intervenciones en la conversación son geniales. Durante esa hora (o algo más, pues se aprecia alguna parada), mi tío hizo cantar a Maite dos veces la canción de Alfonsina y el mar, sorprendido de que mi querida y portentosa Maite se la supiera de memoria. Añadía que Pepe Utrera, su amigo de aquel entonces, tocaba esta canción de forma maravillosa al piano de Las Cuevas de Sésamo, donde ya hemos contado que se reunía con otros artistas y escritores, pero que no habían conseguido la letra entera. En aquella época, no contábamos todavía con el ordenador ni el móvil para buscar información y eran los libros nuestra fuente fundamental. En esta misma cinta se me puede oír también a mí cantando y recitando poemas de Labordeta y Benedetti. Hay momentos en los que nos poníamos a divagar sobre el origen de algunos poemas que Maite se sabía por su abuela. Miguel quería conocer los detalles de un extenso cuento en verso que Maite también recita y que agradó sobremanera a mi tío a la vez que dudaba si era castizo o arcaico. Hay muchas otras historias en esta cinta, pero quizás el momento más espectacular es el que traemos en el siguiente enlace, cuando Miguel Ángel recita, mitad en italiano y mitad en castellano, el famoso poema de Giacomo Leopardi, El infinito:


Como veis, nuestras risas apagan la de Miguel, que no cesaba de hablar e inquirirnos con sus preguntas pidiendo nuestra opinión sobre algunos poetas, pero también diciéndonos que teníamos que poner más sentimiento a la hora de leer poesía en voz alta. Acto seguido compara a Machado con Leopardi y nos deja clara su predilección por el poeta romántico italiano, el cual por cierto tenía una visión del mundo que creemos que influyó poderosamente en nuestro artista.

La otra gran sorpresa de estas cintas es que en una de ellas Miguel afirma que es la número veintisiete. Sabemos que mi tío hacía copias que luego vendía a las protagonistas y a más gente, pero, de momento, contamos solo con cinco. ¿Qué habrá sido de las otras? Sería un enorme placer contactar con algún poseedor de alguna de estas perlas del legado de Miguel Ángel Andés.


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miércoles, 3 de junio de 2015

Abismaluz (XXIV)


Göterborg para Amarneciendo

XXIV

entraño pulso de ausentes

forjadores perpetuos de oasis
coexisten en mí
abismaluz terrenando
sólida sangre en vértigo


Poesía: Miguel Ángel Andés, Abismaluz, primeras poesías, (1971)

Dibujo: Miguel Ángel Andés. Cuaderno Göteborg, 1975



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