La estilista de Miguel Bosé es daltónica.
Mis Navidades están vacías, sin rumbo y en el lodo (que dirían los Panchos) desde que no están Martes y Trece. Yo necesito una dosis de humor y surrealismo para afrontar los empachos y mareas humanas de estas entrañables fechas.
Pero todo es alegría y alboroto porque, amigos, este año he tenido mi dosis de absurdo en forma de tornado de tiburones. Sí, echaron por la tele "Sharknado", una película que, desde ahora, debería ser emitida todas las Navidades, ¿y por qué? Hay van 10 razones como diez soles ordenadas rollo 40 principales:
10. Seguir la carrera de Ian Ziering, aka el rubio de Sensación de Vivir
Mientras sus compañeros de reparto se conforman con protagonizar alguna tv movie de esas que emite Antena 3 a mediodía, Ian Ziering se ha "reinventado". Ya sabéis, reinventarse es la forma eufemística para referirse a que no encuentras trabajo de lo tuyo y te lanza a lo que sea, en su caso, se ha reconvertido en stripper. No sé qué fue antes, si el huevo o la gallina, si "Sharknado" le empujó a cambiar de profesión o fue a la inversa. Sea como sea, el rubio stripper es el héroe de esta película. Un antihéroe, más que nada porque está divorciado y se lleva mal con sus hijos, pero que por lo demás hace de todo: surfea, pega tiros, escala... es un hombre del Renacimiento.
Aquí, Ian inmovilizando con una mesa al tiburón que se ha metido en su salón.
9. Descubrir a grandes profesionales, como su guionista, Thunder Levin.
Thunder ("Trueno", me juego una tableta de turrón de praliné a que es un nombre artístico, y en realidad se llama John, Frank o, como mucho, Stephen) es un guionista personal, fiel a su universo y a sus gustos. Lo que pasa es que su mundo no es propio del cine de arte y ensayo, lo suyo es la serie Z. En su haber peliculones como "Apocalipse Earth", con Richard Grieco (el hombre con las cejas más depiladas de todo Hollywood) o "Mutant vampire zombies from the hood".
8. Un argumento disparatado
Ya lo dicen en una de las míticas líneas de diálogo de la película "si ya han llovido percas alguna vez, por qué no tiburones", y en eso precisamente se basa el argumento de la película. Un tornado absorbe una zona del océano con tiburones y los lleva hasta Los Ángeles. Los tiburones caen del cielo (vivos y con hambre) y devoran a la población.
7. Muertes ridículas
Hay muchas, el nivel es alto (parezco un juez de "La voz"), pero mi muerte ridícula favorita de toda la película es la de un profesor infantil al que el rubio de Sensación de vivir rescata de un autobús escolar, junto a todos los niños. Ya rescatado, el profesor dice: "Mi madre siempre dijo que Hollywood me mataría", dicho esto le cae un edificio encima y muere. Y yo digo: Ole.
6. Efectos especiales a la altura del último video de Locomía
El mismo estudiante de primer año de posproducción digital que hizo esto:
se ha ocupado de los efectos de "Sharknado".
5. Que verla mola, pero verla comentándola en las redes sociales mola todavía más.
Porque, asumámoslo, no es una película compleja, de esas que si te levantas a hacer pis, vuelves y ya no sabes qué está pasando. Gran parte de su encanto está en que inspira a ese humorista que todos llevamos dentro, y las redes sociales se llenan de chistes y de parodias a costa de la película.
4. Que es espectacularmente absurda
Al principio de la película (no es un spoiler), comienza la tormenta sobre Los Ángeles. Esta tormenta es tan salvaje que hace que una noria se salga de su eje y ruede por la ciudad.
Por supuesto hay más momentos absurdos, pero no os los desvelaré todos, mejor os veis la película.
3. Líneas de diálogo inolvidables
Tras matar a ese tiburón que se ha colado dentro de la casa de la ex del rubio de Sensación de Vivir, el salón ha quedado inundado y lleno de sangre. ¿Y qué dice Ian Ziering al verlo? Pues que "parece ese momento del mes".
2. Un clímax insuperable
El "y de ahí para arriba" es el concepto que subyace detrás de toda película de acción. Si el héroe empieza rescatando a un niño, más vale que acabe rescatando, por lo menos, a toda una escuela de huérfanos minusválidos, o menudo bluff.
Por eso "Sharknado" acaba en alto. Un tiburón se ha tragado (así, de un bocao) al interés amoroso del protagonista, una chica muy joven que responde al nombre de "Nova" y que odia mucho a los tiburones porque uno se merendó a los abuelos que la criaron. El héroe (recordemos, el rubio de Sensanción de vivir) coge una sierra mecánica y cuando un tiburón va a caer sobre él, él se deja tragar y, desde dentro, lo abre.
Fíjate tú qué suerte tiene que ese tiburón, de entre todo el tornado de tiburones, resulta ser el mismo que antes se tragó a la moza de buen ver y de pasado tortuoso. Ian Ziering rebana el lomo del tiburón y sale, vivito y entero, aunque algo sucio, del estómago del tiburón, seguido de la moza de buen ver.
Qué. Cómo os habéis quedao.
1. Que te lo pasas pipa viéndola
Y por eso declaro a "Sharknado" mi nuevo clásico navideño.
Y vosotros, ¿sois más clásicos y preferís ver "Qué bello es vivir"?, ¿o acaso es que sois fans de Pablo Alborán?