- Vaga.
A ver, que es una forma de hablar.
- Es que vas por ahí provocando.
Ay, de verdad, qué público tan puñetero tengo. Ya me gustaría a mí tener una audiencia rendida a mis pies, pelota, que besara el suelo que piso, al estilo de los fans de Miguel Bosé. Sí, he visto el especial de Nochebuena de Miguel Bosé para la 1, con Miguel Bosé vestido de payaso Micolor y cortes entre canción y canción en los que los amigos famosos de Bosé le hacían tal masaje que solo podía ser comparado con los masajes con final feliz.
Os pongo un ejemplo.
- Qué manera de alargar un post.
Te quieres callar.
A ver. Por dónde iba. Ah, sí, Miguel Bosé en Nochebuena. Y sus
A ver. Por dónde iba. Ah, sí, llamadme vaga, pero...
- Vaga.
Y dale. Llamadme vaga, pero voy a hacer el típico post resumen del año. Eso sí, paso de la típica lista de libros, películas, series y demás. Mi resumen (o es que no habéis leído el título) es de imágenes. Y, en un alarde de originalidad, entre ellas no está el Ecce Homo de Borja, del que estoy más harta que del anuncio de Campofrío. Este no es un resumen de noticias, ni es un ranking de popularidad, ni un compendio de anécdotas simpáticas son, simplemente, las imágenes que se me han quedado grabadas este año.
Como ella:
Shim a Lan, la tiradora de esgrima que durante varias horas ocupó la pista, llorando como una magdalena por una injusta decisión arbitral que la dejó fuera de la lucha por las medallas. Y ahí se quedó, en estado de shock, con el público jaleándola, hasta que lograron convencerla para que se fuera. La imagen de la frustración, y de la injusticia, porque las olimpiadas, como todo en la vida, no siempre son justas.
Y hablando de injusticia (es que hilo temas que es un primor).
- Porque tú lo digas.
Esto también es muy injusto:
Baby Rihanna
Pero no todo van a ser imágenes de deprimirse. El 25 de septiembre, mientras en el Congreso los diputados votaban cosas importantísimas, y en el exterior se montaba la de San Quintín, un camarero de los de toda la vida (de los que sirven en los bares de viejo y en las cafeterías tradicionales tipo Nebraska, de esos) se enfrentaba a los antidisturbios por albergar en su cafetería a los jóvenes que huían de las porras.
Pero la imagen del camarero de la cafetería Prado en plan La libertad guía al pueblo no es la que más me llegó. La que me pareció entrañable a más no poder fue la del día siguiente. Y la semana siguiente. Cuando la gente se pasaba por la cafetería Prado a hacerse fotos con el camarero y, de paso, darle las gracias.
Durante el verano, como todos los veranos, hubo montones de incendios y ahora, en invierno, como todos los inviernos, nos olvidamos. Pero han pasado cosas como ésta:
Y no he elegido la foto más impactante, que la hay, con cadáveres de animales en medio de bosques quemados que vete a saber si algún día se repoblarán o si se recalificarán para construir chalets adosados en ellos.
- ¿Y el Ecce Homo no lo pones?
Pues no.
Por cierto, "Lo último que hago para el Notodo" ha ganado su primer premio. Una mención especial en el festival Menudo Cine de San Juan de la Rambla.
¡Yuju!