La noche del sábado la pasé viendo la gala "Salvemos Eurovisión". Y no es que estuviera enferma, o no pusieran otra cosa o no tuviera la opción de ir al cine. Lo vi porque me apetecía. Y lo disfruté un montón. Y lo digo totalmente en serio.
Alguien, no sé quién, ha llegado hace poco a la directiva de TVE y se ha puesto a tomar decisiones inteligentes, comerciales y apropiadas para "el ente", que no es aquella película de los 70 donde un ser invisible metía mano a Barbara Hershey, sino TVE. Han comprado series de calidad como "Desaparecida" o "Herederos", han programado "Muchachada Nui" y el sábado hicieron una gala sobre Eurovisión sin caspa. O mejor habría que decir que era una neogala con postcaspa, porque aquello era un mejunge con los siguientes ingredientes: Uribarri, Rafaella Carrá, los de Muchachada Nui, Rosa de OT, Bibiana, Boris y los aspirantes a ser el representante para Eurovisión.
Por fin se han dado cuenta de que Eurovisión ya no es ese lugar aburrido donde sólo había dos tipos de canciones:
a) balada romántica con cantante de voz potente, fundamental que de fondo hubiera un par de bailarines haciendo portés. Si el cantante tenía alguna discapacidad: ceguera o parálisis, mejor.
b) canción movidita bailona latina, fundamental que de fondo hubiera un grupo de bailarines sin camisa o bailarinas en minifalda agitando las caderas. El cantante debía ser moreno y racial.
Ahora Eurovisión se ha convertido en un mejunge donde cabe de todo: transexuales, grupos heavy disfrazados de orcos, folclore de países que nadie sabe colocar en el mapa... Tanta mezcla kitsch ha convertido a Eurovisión en un evento friki con fans filogays y a ese público precisamente iba dirigida la gala. Y quién mejor que Raffaella Carrá, icono del mundo gay, del petardeo y de la música disco, para presentarla. Deleitaos con este video de una joven Raffaella actuando en la RAI:
Comentar este video llevaría otro post: el traje de flamenca-coliflor de Raffaella, el maestro de ceremonias-presentador de circo, la coreografía estilo Martes y Trece de esos 30 bailarines que aparecen de golpe, por milagros del montaje, detrás de Raffaella... Me encanta, y lo digo totalmente en serio. El sábado Raffaella volvió a cantar, a bailar, a doblar la columna vertebral hasta formar un ángulo de 90 grados con el suelo y a hablar con un fluidísimo castellano pero con sus típicas meteduras de pata. En un momento cumbre de la postcaspa, apareció en la gala la "pajarraca", símbolo de este año del Sónar y que dijo que no le gustaba la electrónica, que prefería la canción ligera y que por eso quería participar en Eurovisión. Raffaella, muy profesional, saludó a la mascota llamándola "pacarraja".
Las votaciones para elegir al representante español para Eurovisión demostraron que el público también sabía que los tiempos han cambiado. El tercer puesto en votos lo consiguió La Casa Azul, provenientes de la escena indie, iban disfrazados al estilo de la chica que viene del futuro en los anuncios de detergente. Eran la apuesta modernilla. El segundo puesto en votos fue para Coral, solista con vozarrón y balada romántica, al estilo de toda la vida de Eurovisión y la favorita de Uribarri. Ganó Rodolfo Chikilicuatre, el actor de Buenafuente que parodia las canciones del verano con el tema "el chiki-chiki" el de "perrea, perrea" y "lo baila mi mulata con las bragas en la mano". Habrá gente que piense que es un cachondeo enviar a un humorista a Eurovisión, ¿pero qué es Eurovisión sino un pitorreo paneuropeo?
Para los que sean del espíritu clásico de Uribarri, os dejo con un video de la época en la que Eurovisión no dejaba sitio a la parodia. Es del mejor representante y la mejor canción que España ha llevado al certamen: Raphael. Y esto también lo digo totalmente en serio.
¿Cuál es vuestra canción o artista favorito de Eurovisión de todos los tiempos?
Espero vuestras respuestas desde la distancia. Abandono el blog durante 15 días, pero tengo una excusa buenísima, me marcho de vacaciones a Marruecos y esto, también, es totalmente en serio. Nos vemos a la vuelta, besitos a todos.