Hace mucho que no hablo del corto.
Pero es que hay un pequeño problema, es difícil hablar de los festivales de los pueblos de España sin ser un poco mala y sin ofender, (todo esto suponiendo que alguien de la organización de alguno de estos festivales llegara algún día hasta aquí). Es difícil y, además, es aburrido. Así que planteémoslo de una forma divertida y blanca, para todos los públicos, como si esto fuera “el hormiguero”.
Habrá quien diga que los festivales de cortos, se dividen en categorías según su veteranía, el importe que den en premios, su prestigio, etc. Pues bien, para mí los festivales se dividen en dos tipos: los que te pagan el viaje y los que no. Los primeros molan, los segundos no.
Por supuesto, lo digo desde mi punto de vista de quien está dispuesto a irse a donde sea (preferiblemente lugares con playa o casco histórico interesante) con tal de hacer turismo. Sé que desde el punto de vista de la gente de organización pagar los traslados e incluso la estancia de los participantes es, simplemente, imposible. Conozco a varias personas que colaboran en festivales y esto, que así dicho suena muy bohemio y de persona-con-inquietudes-que-utiliza-su tiempo-libre-de-forma-útil, en realidad consiste en verse 900 cortos, en buscar a alguien que diseñe la página web gratis y luego perseguirle para que la entregue a tiempo. El personal de organización de un festival es como el meritorio de producción de cualquier serie, película y hasta de un corto cutre: el que se comen los marrones, el que corta las calles.
Entiendo la falta de presupuesto y asumo que no me van a pagar el viaje pero, si hay tan poco presupuesto, ¿por qué malgastarlo en las empresas de serigrafía? Porque todos los festivales, todos, insisto, y hasta pongo mayúsculas, TODOS se empeñan en llenarte la casa de objetos absurdos. Por alguna ley no escrita que habría que cambiar ahora mismo, insisto, ahí van las mayúsculas: AHORA MISMO, no puedes irte a tu casa sólo con un cheque al portador. No. Vale que si ganas un premio te den un galardón, diseñado por un artista local, y que además siempre pesa más de lo que parece:
Si en vez de "oro por euros" existiera el "metales por euros", yo me forraba.
Pero es que, además, sólo por ir, te dan una cantidad ingente de cosas sobre las que se pueda estampar el logo del festival: bolsas, bolígrafos, gorras y camisetas serigrafiadas, mecheros... Hacen igual que Rafa, mi profesor de claqué, obsesionado con regalarnos cosas sin utilidad alguna ni patrón estético de ninguna clase.
Que lo sepa el mundo, las intenciones no bastan. Un regalo no está bien por el hecho de ser gratis. Está bien si está bien y si no está bien, está mal. ¿Una obviedad? Podría parecerlo, pero no es así. Por eso, en mi lista particular de los detalles con los que los festivales han ido llenando mi casa tengo ciertas preferencias:
- Botella de vino de la tierra (de Medina del Campo), BIEN, es más, MUY BIEN
- Bolígrafo, por supuesto con el logo del festival, que además es calendario, MAL
- CD recopilatorio de música de grupos locales (de Medina del Campo), BIEN (no lo he oído, ni le he quitado el celofán, pero me parece buena idea)
- Mechero con logo de festival, PASE, no fumo, pero siempre está bien tener algún mechero por casa.
- Gorras, bolsas de tela, o camisetas también con el logo del festival. MAL. Como diría mi amiga R. nadie mayor de 5 años debería llevar gorra. Y yo añado a esto que nadie nunca debería llevar ninguna prenda de propaganda, ni siquiera para hacer footing porque, ¿acaso hay algo más decadente que un señor en pantalón corto, todo sudado, con una camiseta de Marlboro y una gorra de su caja de ahorros?
Estos objetos son como la bolsita con peladillas que regalaban en la bodas, bautizos y comuniones. Ese detalle con el que te ibas a casa sin tener nunca intención de guardarlo como recuerdo ni mucho menos de comértelo porque, ¿hay alguien a quien le gusten las peladillas?
Por cierto, seguimos la andadura de festivales. Esta semana nos proyectan en dos, a saber:
-Madridimagen, el día 3 de noviembre a las 11.30 en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense.
- Mostra de curtmetratges de Vilafranca (Barcelona) el 7 de noviembre a las 22.00 en el teatro Municipal Cal Bolet.
Y vosotros, ¿qué detalle guardáis escondido en un cajón para que nadie lo vea?