Ya escribí hace años una
entrada con algunos aforismos del escritor rumano E. M. Cioran. En este enlace
pueden acceder a ella. Aquí dejo otras muestras de su genio, de su capacidad de
sintetizar en pocas palabras complejas perplejidades de su atormentada mente.
Pesimista radical, es capaz de provocar sugerentes interrogantes en cada uno de
sus aforismos con precisión y crudeza. Lúcido, desesperado, irónico, cínico,
desquiciado. Las citas que muestro pertenecen a su libro “Ese maldito yo”.
El hombre es libre, salvo
en lo que posee de más profundo. En la superficie, hace lo que quiere; en sus
capas más oscuras, “voluntad” es un vocablo carente de sentido.
En el límite de la noche. Nadie ya, sólo la irrupción de los minutos. Cada uno de ellos fingiendo acompañarnos y esfumándose luego – deserción tras deserción.
Habría que estar tan poco al corriente de todo como un ángel o un subnormal para creer que la calaverada humana puede acabar bien.
Toda vida es la historia de un hundimiento. Si las biografías son tan cautivadoras, es porque los héroes, al igual que los cobardes, se fatigan innovando en el arte de besar el suelo.
Si no quieres sucumbir a la rabia, deja tranquila tu memoria, renuncia a hurgar en ella.
Lo que sé arruina lo que deseo.
Hay algo de charlatán en todo aquel que triunfa, sea en la materia que sea.
Asombrosa falta de necesidad: la Vida, improvisación, fantasía de la materia, química efímera.
No vengarnos sólo nos halaga a medias, puesto que no sabremos nunca si nuestro comportamiento no ha sido dictado por la nobleza o por el amilanamiento.
Entre la exigencia de ser claro y la tentación de ser oscuro, imposible decidir cuál merece mayor consideración.
En el límite de la noche. Nadie ya, sólo la irrupción de los minutos. Cada uno de ellos fingiendo acompañarnos y esfumándose luego – deserción tras deserción.
Habría que estar tan poco al corriente de todo como un ángel o un subnormal para creer que la calaverada humana puede acabar bien.
Toda vida es la historia de un hundimiento. Si las biografías son tan cautivadoras, es porque los héroes, al igual que los cobardes, se fatigan innovando en el arte de besar el suelo.
Si no quieres sucumbir a la rabia, deja tranquila tu memoria, renuncia a hurgar en ella.
Lo que sé arruina lo que deseo.
Hay algo de charlatán en todo aquel que triunfa, sea en la materia que sea.
Asombrosa falta de necesidad: la Vida, improvisación, fantasía de la materia, química efímera.
No vengarnos sólo nos halaga a medias, puesto que no sabremos nunca si nuestro comportamiento no ha sido dictado por la nobleza o por el amilanamiento.
Entre la exigencia de ser claro y la tentación de ser oscuro, imposible decidir cuál merece mayor consideración.