La primera vez que mi empresa juntó centros pequeños en una gran oficina, comenzó mi recorrido por los autoservicios, no pienso decir los años que llevo “disfrutando” de ellos, soy masoquista lo justo.
Lo cierto es que entonces al tener jornada partida, sólo se desayunaba, eso sí, unos desayunos muy generosos que se componían además de la típica bollería, de suculentos fritos, bocatas fríos y calientes, raciones de callos, tortilla, etc., pero lo que recuerdo de un modo especial son los mesies (monsieur), nunca entenderé el porqué de ese vocablo francés para denominar algo tan rico ¡Que tiempos aquellos!
No los había a diario, creo que los preparaban 2 ó 3 veces por semana, eso sí, había tortas por llegar a tiempo.
Yo entonces llevaba una bata blanca, nos obligaban por el tipo de trabajo, pero no servía para nada ya que te subías las mangas y en la camisa te llevabas muy bien puesta la tinta china, la tempera, el carboncillo y todo aquello que sin querer formaba parte de tu vestuario, aunque tú no quisieras.
Al principio de los siglos usabamos uniforme, al llegar al nuevo centro empezamos a utilizar nuestra propia ropa, no hemos vuelto a utilizarlo aunque algunos tampoco estamos ya dentro de ese gran edificio, se ha vuelto a quedar pequeño, pero seguimos con autoservicio... es lo que hay.
Este rollo es para decir que cuando alguien decía “que hoy toca... ” salias zumbando y ni bata ni nada impedía que llegaramos a tiempo de comernos un par –como mínimo- de mesies (messieurs).
Hace unos días, después de preparar un pan de molde, recordé estos sencillos fritos y me apeteció aprovechar mi molde para hacerlos.
Los ingredientes:
- Pan de molde (sin corteza)
- Jamón de york
- Queso, hoy de La Serena
- Leche
- Huevos y pan rallado para el rebozado
Siempre paso un pincel con leche por uno de los lados del pan, poco para que no se deshaga.
Preparo unos sencillos sándwiches de jamón y queso.
Los corto en cuadrados o triángulos y los sujeto con un palillo.
Para la besamel:
- 1 litro de leche, más o menos
- 2 ó 3 cucharadas de harina
- 2 chalotas muy picaditas
- Pimienta blanca, nuez moscada y sal
Preparo la besamel que dejo cocer un buen rato, cuando está y sin apagar el fuego pero eso sí, a fuego lentísimo, introduzco los mesies con cuidado procurando que queden bien cubiertos y los voy dejando en una fuente untada con aceite.
Cuando están bien fríos los rebozo como si fueran croquetas, pasándolos por huevo y pan rallado.
Los frío en aceite bien caliente, procurando que no se requemen y los dejo escurrir sobre papel de cocina. Se pueden comer en frío, pero ni punto de comparación tomarlos cuando menos, templados.
Así de simples y así de ricos, espero que os gusten, a mi me encantan.