25 de mayo de 2008

Monsieur o "mesies"

Un detalle


La primera vez que mi empresa juntó centros pequeños en una gran oficina, comenzó mi recorrido por los autoservicios, no pienso decir los años que llevo “disfrutando” de ellos, soy masoquista lo justo.

Lo cierto es que entonces al tener jornada partida, sólo se desayunaba, eso sí, unos desayunos muy generosos que se componían además de la típica bollería, de suculentos fritos, bocatas fríos y calientes, raciones de callos, tortilla, etc., pero lo que recuerdo de un modo especial son los mesies (monsieur), nunca entenderé el porqué de ese vocablo francés para denominar algo tan rico ¡Que tiempos aquellos!

No los había a diario, creo que los preparaban 2 ó 3 veces por semana, eso sí, había tortas por llegar a tiempo.

Yo entonces llevaba una bata blanca, nos obligaban por el tipo de trabajo, pero no servía para nada ya que te subías las mangas y en la camisa te llevabas muy bien puesta la tinta china, la tempera, el carboncillo y todo aquello que sin querer formaba parte de tu vestuario, aunque tú no quisieras.

Al principio de los siglos usabamos uniforme, al llegar al nuevo centro empezamos a utilizar nuestra propia ropa, no hemos vuelto a utilizarlo aunque algunos tampoco estamos ya dentro de ese gran edificio, se ha vuelto a quedar pequeño, pero seguimos con autoservicio... es lo que hay.

Este rollo es para decir que cuando alguien decía “que hoy toca... ” salias zumbando y ni bata ni nada impedía que llegaramos a tiempo de comernos un par –como mínimo- de mesies (messieurs).

Hace unos días, después de preparar un pan de molde, recordé estos sencillos fritos y me apeteció aprovechar mi molde para hacerlos.

Los ingredientes

Los ingredientes:

- Pan de molde (sin corteza)
- Jamón de york
- Queso, hoy de La Serena
- Leche
- Huevos y pan rallado para el rebozado

Siempre paso un pincel con leche por uno de los lados del pan, poco para que no se deshaga.

El montaje

Preparo unos sencillos sándwiches de jamón y queso.

Las porciones

Los corto en cuadrados o triángulos y los sujeto con un palillo.

Para la besamel:

- 1 litro de leche, más o menos
- 2 ó 3 cucharadas de harina
- 2 chalotas muy picaditas
- Pimienta blanca, nuez moscada y sal

Preparo la besamel que dejo cocer un buen rato, cuando está y sin apagar el fuego pero eso sí, a fuego lentísimo, introduzco los mesies con cuidado procurando que queden bien cubiertos y los voy dejando en una fuente untada con aceite.

La besamel

Cuando están bien fríos los rebozo como si fueran croquetas, pasándolos por huevo y pan rallado.

El rebozado

Los frío en aceite bien caliente, procurando que no se requemen y los dejo escurrir sobre papel de cocina. Se pueden comer en frío, pero ni punto de comparación tomarlos cuando menos, templados.

El emplatado

Así de simples y así de ricos, espero que os gusten, a mi me encantan.

19 de mayo de 2008

Unos días por Galiza

Petín y el Sil

Esta foto es el fondo de pantalla de mi ordenador. Una vista de el río Sil y sus islas, al fondo en lo alto de la montaña la Iglesia de Santa María, en lo alto San Paio, un poquito más abajo Mones y a la derecha, escondidas entre los árboles, las casitas del barrio de Petín donde nací ¿A que es precioso?

Mis cuatro días en Galiza no me han dejado tiempo para cocinar, por eso hoy os cuento de forma breve lo que ya sé, pero que en estos viajes redescubro de forma intensa, mis raíces, las que nunca he olvidado, y de las que me enorgullezco cada día.

Plaza Quintana

Santiago nos recibió con lluvia, esa lluvia que le aporta un color especial y algo bastante inusual, calles vacías. Poco puedo añadir yo a lo mucho que ya se ha escrito sobre esta bella ciudad, tan sólo añadir que me emociona recorrerla otra vez, abrazar al Santo, comprar acibeche y por supuesto tarta de Santiago cubierta con su almendra laminada, que como siempre he ido a buscar a la pastelería-panadería Carral porque me parece una de las mejores ¡Ah! Y he comido de todo, faltaría más.

Mi calle

He aprovechado también para hacerme una foto debajo de “mi calle” y no he quedado nada mal a pesar del viento ¿verdad?.

Un poco de viento

No podía faltar una visita a ese Océano maravilloso, y como no podía ser de otro modo comer pescado ¿dónde? En O Grove, en Crisol, un lugar que me encanta.

O Grove

Lo mejor de este viaje ha sido conocer a una amiga, Pilar la lechuza. Habíamos quedado en tomar un café si me pasaba por A Coruña, y realmente lo único que me apetecía era conocernos (A Coruña ya la conocía).

¿Un café? ¡Ja!

Siguiendo las indicaciones que me dio por teléfono llegamos sin ningún problema hasta cerca de su casa, al poquito llegó a buscarnos y no dejó que nos fuéramos sin comer, y ¿dónde comimos? En su casa, con su familia, que fue tan maravillosa como ella.

Comimos estupendamente, que tontería estoy diciendo, como si pudiera ser de otro modo, un caldo de grelos delicioso y un jarrete con patatas con su salsita, no se como explicaros como estaba aquello, o sí puedo, rico hasta decir basta.

Después de unas horas charlando sin parar, con ella y su contrario Domingo, ¿qué decir de Domingo? es una persona excelente, es amable, simpático y un artista, vaya, que vale su precio en oro; nos bajamos a dar un paseo por los alrededores de la ría, un lugar precioso, lleno de verde, con A Coruña al fondo. Un sitio ideal para vivir, y donde Jon, ese precioso perro tiene la suerte de corretear y disfrutar de su vida.

Lo cierto es que tanto Jóse como yo nos sentimos muy afortunados por haber compartido unas horas con ellos.

Pilar, quiero darte las gracias de todo corazón, por como os habéis portado con nosotros, por abrirnos las puertas de tu casa sin saber como eramos, por tu regalo que me emocionó profundamente y que ocupa ya un lugar preferente entre mis libros, acompañados desde ayer por una graciosa lechuza.

Petin

Al día siguiente, como no, pasamos por Petín y compré harina, ¡Sí! Harina de la panadería del pueblo, y poco más, todo cerrado, fiesta en Galicia, Día de la letras gallegas. Pero me he traído unas berzas de las que me regala Ovidia para hacer un buen caldo, y un buen puñado de frejoles para otro, de momento, todo bien limpio y escaldado duerme en el congelador hasta que le llegue su turno.

Intentaré ponerme al día rápidamente, aunque entre semana me resulta muy complicado.

11 de mayo de 2008

Cheesecake

el detalle

¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿En que lugar me enamoré de …?

No tengo respuesta para tanta pregunta, lo cierto es que no se en que momento llegó esta tarta a mis manos.

Lo más probable es que muchos tengáis una receta igual o parecida, pero para mí, y lo repito, “para mí” es la tarta de queso más rica, de las que además de conocer, he probado.

Es verdad que muchas recetas son parecidas, yo tengo varias, pero esta tiene un no se qué… un qué se yo… que me fascina.

Confieso públicamente que todo aquello que se pueda comer y que lleve queso en su elaboración, o más fácil, cualquier tipo de queso con pan, me priva. Lo admito soy quesoadicta.

base de galleta

Los ingredientes para la base de galleta:

- 25 galletas tipo María
- 90/100 g de mantequillas
- una cucharada de azúcar

Mezclo bien la mantequilla blandita con la galleta que he molido y el azúcar.

Fondo de molde

Con esta mezcla cubro el fondo de un molde, redondo desmoldable, lo aplasto bien procurando dejar toda la superficie bien lisa, y lo meto al horno a 170º unos 10 minutos más o menos, procurando que no se queme.

Preparando el relleno

Para el relleno:

- 600 g de queso cremoso
- 250 g de azúcar
- 3 huevos enteros más una yema
- el zumo de medio limón
- las semillas de una rama de vainilla.

volcar la mezcla

Mezclo todos los ingredientes con la batidora. Cuando está bien cremoso lo vuelco con cuidado sobre la base de galleta que ya tengo fuera y lo vuelvo a meter de nuevo al horno que tengo encendido a 170º y lo dejo unos 45 minutos, al menos en mi horn, aunque siempre compruebo con un palillo. La pongo sobre la placa, no sobre la rejilla, porque estos moldes a veces dejan escapar un poco del contenido, y este mío no iba a ser una excepción.

tarta cocida

La retiro del horno y dejo que se enfríe un poco.

Mientras preparo la cobertura de mermelada:

- 1 tarro de mermelada de fresa o de frambuesa, o de arándanos
- 3 hojas de gelatina neutra

Paso por un colador la mermelada, esta de hoy de fresa, para que no tenga ningún resto de pepitas, y la caliento en un cazo. La gelatina, que se estaba hidratando en agua, la escurro bien y la añado al cazo con la mermelada caliente, remuevo bien para que se disuelva totalmente.

cubrir con mermelada

La vuelco sobre toda la superficie de la tarta y la guardo en el frigorífico hasta que se enfríe totalmente.

la tarta

La desmoldo con cuidado, abriendo poco a poco el molde, y con más cuidado le retiro la base metálica para poder pasarla a una fuente donde poder cortarla sin ningún problema.

el emplatado

Ha salido muy rica, hasta yo, saltándome toda mi dieta, me he comido una generosa ración, y no siento ningún tipo de remordimiento.

4 de mayo de 2008

Valdemanco y mi pan “cannella” con frutos seco

Toceado

El pasado 13 de Abril pasé el día en Valdemanco aprendiendo a hacer pan del caserito, y nunca mejor dicho, porque realmente aprendes a prepararlo de una forma totalmente artesana, te das cuenta que sirve cualquier harina, que se puede cocer en cualquier horno y que cualquiera puede prepararlo, hasta yo.

Esta vez me ha hecho compañía mi cuñada Paqui, que, aunque al principio no estaba muy convencida volvió encantada y deseando hacer su propio pan en casa, que por cierto preparó al día siguiente.

Nada más llegar a Valdemanco sólo me faltó llorar ¡mi cámara de fotos! Se me olvidó en casa, pero ahí estaba Juan intentando animarme, Paqui también lo intentaba pero ni por esas, en ese momento me sentía fatal, yo quería alguna foto para poder compartir alguna con todos vosotros.

Al ratito aparece Juan con su cámara que me ofrece amablemente para que la utilice durante el curso, no tengo palabras para agradecerle el detalle, pero si lee estas líneas, que espero que así sea, quiero que sepa que me pareció un gesto importante, que se lo agradezco de corazón así como lo pronto que me envió todas las fotos a mi correo. No me salieron muy bien que digamos, lo que a mí me demuestra que sólo se hacer fotos algo decentes con mi cámara.

Pan amasado

Yo quería haber salido por lo menos en una, así que cuando me toco amasar le dije a Paqui que hiciera una, y la hizo, claro que la hizo, pero a Juan y a mi brazo a la izquierda de la foto. Sí, soy yo misma, la de la chaquetita azul y la pulsera de acibeche remangada ¿A que salgo mona?

Pan cocido

El curso estuvo genial, ameno y entretenido, como esperaba, creo que todos los participantes teníamos las mismas ganas de aprender el arte de hacer pan en casa.

Pan de pimentón

Por cierto ya tengo fecha para el próximo Curso de Quesería , Julio.

No tengo demasiadas fotos de mi primer pan, no tenía muy claro como saldría, estaba más preocupada de si lo amasaba bien, si subía o no, si estaba bien cocido, si se doraba o se quemaba, que sé yo. Pero viendo que el resultado es aceptable y que es ideal para tomar por lo menos con queso cumplo mi promesa de dedicárselo a Mónica, y es por ello que tengo el honor de llamarle Pan “cannella” con frutos secos.

Los ingredientes aproximados:

- 600 g de harina
- 30 g de levadura fresca
- 350 ml de agua tibia
- sal
- nueces, pasas y nueces de macadamia.

He seguido las normas fundamentales, mezclo la harina con la sal y hago un hueco en el centro, añado el agua templada con la levadura disuelta dentro, mezclo bien, amaso sobre la mesa, añado los frutos secos bien picados y sigo amasando, lo dejo tapado con un paño bien limpio y algo húmedo en lugar templado o lo que es igual, en la cocina. Dejo leudar el tiempo necesario, lo vuelvo a amasar por segunda vez, lo coloco en la bandeja del horno y lo dejo dentro del mismo en la parte baja para que vuelva a leudar.

Mi pan

Lo he cocido en el horno a 170º -180º en la parte baja y con fuego arriba y abajo.

Cocido

Admito que ha salido rico y que me siento satisfecha del resultado

Ahora el pan ya forma parte de mis obligaciones semanales, o mejor dicho, obligación de fin de semana, aunque más que obligación es como un juego, es pensar que le añado hoy para que sea diferente, azúcar, aceite, leche, frutos secos... es fantástico.