El accidente de Pierre Levegh en la vigésimo tercera edición de las 24 Horas de Le Mans [Le Mans 1955 en dibujos animados], no sólo significó el abandono de la competición por parte de Mercedes-Benz, sino que también supuso la retirada definitiva de un proyecto que estaba llamado a seguir cosechando éxitos en la categoría de 2L de la prueba gala.
Es una historia poco conocida pero no deja de ser relevante. Estamos en plena posguerra y la escasez de gasolinas y aceites agudizan la creatividad de los ingenieros dedicados al automovilismo deportivo. Por otro lado, La Sarthe, lo hemos contado muchas veces, tiene como ingrediente principal la larga recta de Les Hunaudières en conjunción con la de Mulsanne y, obviamente, para un vehículo menos musculado que los Aston Martin, Jaguar, Mercedes-Benz o Ferrari, todo pasaba por ofrecer una menor resistencia al avance.