foto: Andrea Pecchioli Siempre me ha gustado la obra de Jorge Enrique Adoum. Y aunque no lo conozco personalmente (o mejor dicho no lo he tratado, a pesar de haber estado muy cerquita un par de veces), me siento muy cercana a él y a su escritura. Además, una de esas bellas co-incidencias de la vida, fue que alguna vez, en San Francisco, hablándoles de este gran escritor ecuatoriano a Jack y Aggie, y pensado que ellos no sabían de quien les hablaba, resultó que no sólo sabían quien era Jorge Enrique, sino que habían compartido buenos momentos junto a él. Jack me contó que lo habían conocido en Italia, hace algunos años, específicamente en "La casa della poesia", y que habían leído juntos, y que Adoum les había causado muy buena impresión, la de un hombre tranquilo, con tantos y tantos mundos y lenguajes y formas dentro de sí. Con un Ecuador enredado siempre entre los dedos. Cuando regresé de viaje me quedé con la idea de visitarlo, es decir de conseguir su dirección y presentarme para entregarle los saludos de Jack y Aggie y para indicarle un poema que yo escribí luego de un recital que él dio hace un par de años. Es algo que tengo pendiente. Al menos, por ahora, lo presento en esta tierra. Ya era hora.
.
La visita
.(Capítulo de novela)
.
Llamo a la puerta.
-Quién es, pregunto.
-Yo, contesto.
-Adelante, digo.
Yo entro.
Me veo al que fui hace tiempo.
Me espera el que soy ahora.
No sé cuál de los dos está más viejo.
.
Ecuador: .
1. La geografía.
Es un país irreal limitado por sí mismo,
partido por una línea imaginaria
y no obstante cavada en el cemento al pie de la
pirámide.
Si no, cómo podría la extranjera retratarse
perniabierta sobre mi patria como sobre un espejo,
la línea justo bajo el sexo y al reverso:
“Greetings from la mitad del mundo”.
(Niños, grandes ojos rodeados de esqueleto,
y un niño que se llora montañas de siglos tras un burro.)
.
Jorge Enrique Adoum, Curriculum Mortis.
Bio-bibliografía
Poeta, ensayista, dramaturgo y narrador ecuatoriano nacido en Ambato en 1926. Inició estudios de Derecho y Filosofía en la Universidad Central del Ecuador y los terminó en la Universidad de Santiago en Chile, país al que -antes de cumplir los 20 años- se vio obligado a exiliarse por participar en actividades políticas contra el gobierno dictatorial de Carlos Arroyo del Río. En Santiago se relacionó y entabló amistad con Pablo Neruda, quien de inmediato lo nombró su secretario particular. A su regresó a Ecuador en 1948, inició una larga carrera literaria alternando su labor poética con la docencia y la dirección de varias instituciones culturales. En 1963, comisionado por la UNESCO, viajó por Egipto, India, Japón e Israel en un programa de integración de las culturas orientales y occidentales. Posteriormente se radicó en Paris, donde fue, sucesivamente, lector de literatura en español, portugués y catalán para las ediciones Gallimard, periodista de la radio y la televisión de Francia y traductor de la ONU y la OIT.Es autor de más de veinte libros de poesía y ganador de importantes premios, entre los que se cuentan: Premio Nacional de Poesía de Ecuador en 1952; premio "Casa de las Américas" 1960, "Premio Xavier Villaurrutia" de México en 1976, y el "Premio Nacional de Cultura Eugenio Espejo" en 1989, la más alta presea cultural del gobierno ecuatoriano, por el conjunto de su obra. Fue nominado para el Premio Cervantes. Ha cultivado además el teatro, la novela y realizado una notable labor crítica con ensayos sobre los poetas Valéry, Rilke, Eliot, Maiakovski, García Lorca, Hugues y Vallejo, recogidos en Poesía del siglo XX.
.
Entre sus principales obras están: Ecuador amargo (1949), Los orígenes (1952), El enemigo y la mañana (1952), Dios trajo la sombra (1959) y El dorado y Las ocupaciones nocturnas (1961), volúmenes que conforman Los cuadernos de la tierra (1961), notable esfuerzo poético por recuperar las experiencias históricas del hombre ecuatoriano desde sus orígenes hasta los dolorosos tiempos de la conquista y colonización. Con Notas del hijo pródigo (1951), Relato del extranjero (1953), Y me fui con tu nombre por la tierra (1964), Curriculum mortis (1968), Prepoemas en postespañol (1979) y No son todos los que están (1980) mostró esas mismas inquietudes y otras personales, y fue abandonando el exaltado lenguaje poético de su primera etapa en busca de una expresión coloquial de matices variados, aptos para mostrar su visión del hombre contemporáneo. El sol bajo las patas de los caballos (1975) y La subida a los infiernos (1976) son sus aportaciones al teatro, y consiguió un notable éxito con su novela Entre Marx y una mujer desnuda (1976). Entre sus trabajos de crítica literaria se cuentan Poesía del siglo XX (1957); La gran literatura ecuatoriana del 30 (1984); Sin ambages (1989), Texto y contextos (1989); y Guayasamín: el hombre, la obra, la crítica (1997).
.
"(...) acabo de aprender que un grupo puede ser uno
o sea que no estoy tan solo como creía
que me hago compañía sin saberlo
pero mis otros yo me aburren tanto
que siempre vale más estar solo
que mal acompañado (...)"