Afuera del Paris Casino & Hotel.
Las Vegas, 2011
"Platón había condenado las apariencias porque no eran más que copias de un modelo o de un original trascendente. Ahora bien, en una sociedad que ya no se guía por referencias trascendentes y fijas, las apariencias son menos copias que ficciones realistas, dice Ehrenberg. Ficciones realistas digo yo, que recrean lo real en una nueva composición, que traducen al mundo de lo real en una realidad mundana donde ya no pasan las cosas con la misma crueldad real, la misma profundidad dolorosa, en otra edición puerilizada y lenificada. Se trata de un nuevo mundo más fácil de habitar, un nuevo espacio más soportable, recreacional más que existencial, dirigido a pasar el tiempo y no a cargar con él. (...) Lo mismo que pasa con la reproducción de París en el Casino París de las Vegas, lo que allí se encuentra no es el París real sino el signo inofensivo del París de la Torre Eiffel, la visión idealizada, fotoseriada de la realidad de la urbe."
De Fiestas, juego y ocio en la Historia. Ediciones Universidad Salamanca. 2003.