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sábado, octubre 24, 2015

Claudio Magris sobre Kafka (identidad de la frontera)



En una página irónica y sin embargo amable, Kafka narra su encuentro, ocurrido en un tren antes de la Gran Guerra, con un oficial alemán. El oficial es súbdito del imperio germánico, Kafka es súbdito del imperio austrohúngaro, que comprendía numerosas nacionalidades diversas. Los dos se ponen a hablar; en un momento dado, el oficial le pregunta de dónde viene y luego de qué nacionalidad es. Kafka responde, pero el otro no llega realmente a entender cuál es su nacionalidad. Kafka ha nacido en Praga, pero no es checo; es ciudadano austriaco; es judío, pero un judío desarraigado de los orígenes del judaísmo. La identidad de Kafka desorienta al militar, ocasional compañero de viaje. Kafka es en sí mismo una frontera: su cuerpo es un lugar en el que se encuentran, se cruzan y se superponen, como cicatrices, muchas fronteras diversas.
Este episodio es, creo, uno de los muchos que se podrían citar para subrayar un aspecto complejo y contradictorio de la identidad de frontera, la dificultad que experimenta para hacerse entender. La incomprensión acompaña con frecuencia al intelectual o al escritor de frontera, pero tal vez haya también cierta complacencia por su parte en sentirse incomprendidos. Todo esto indica que de algún modo quieren encontrar su identidad auténtica precisamente en esa imposibilidad de ser entendidos.

(Claudio MagrisEscrituras de frontera)

viernes, julio 03, 2015

Diarios - Franz Kafka



(11 de agosto de 1912)

Nada, nada. Cuánto tiempo está quitándome la publicación del librito y cuánta dañosa infatuación ridícula surge al leer viejas cosas con vistas a su publicación. Eso es lo único que me retrae de escribir. Y, sin embargo, en realidad no he logrado nada, la mejor prueba de ello es esta perturbación. En todo caso, ahora, tras la publicación del libro, habré de abstenerme mucho más de revistas y críticas, si no quiero contentarme con hundir solo las puntas de los dedos en lo verdadero. ¡Qué torpe me he vuelto en mis movimientos! Antes me bastaba con decir una palabra opuesta a la dirección del momento para volar enseguida al otro lado, ahora me limito a contemplarme y continúo siendo como soy. 

(Ed. Debolsillo. Barcelona, 2014)

jueves, junio 13, 2013

Lecturas de Sartre


by: Willy Ronis
. Paris, 1956

Miércoles 29

Desde el 2 de septiembre he leído o releído:


El Castillo de Kafka

El Proceso de Kafka

En la penitenciaría de Kafka
El Diario de Dabit

El Diario de Gide

El Diario de Green

Les Enfants du limon de Queneau

Un rude hiver de Queneau

Los números de septiembre, octubre y noviembre de la Nouvelle Revue Française

Mars ou la guerre jugée de Alain

Prélude à Verdun de Romains

Verdun de Romains

Quarante-huit de Cassou

La Cavalière Elsa de Mac Orlan

Sous la lumière froide de Mac Orlan

El coronel Jack de De Foe

Tomo segundo de las Obras de Shakespeare (edición de la Pléiade)

Terres des hommes de Saint-Exupéry

El testamento español de Koestler

Jean-Paul Sartre
 Cuadernos de guerra

29 de noviembre de 1939

miércoles, diciembre 05, 2012

Diálogos - Gilles Deleuze



Tener estilo es llegar a tartamudear en la propia lengua. Y eso no es fácil, pues hace falta que ese tartamudeo sea una propia necesidad. No se trata de tartamudear al hablar, sino de tartamudear en el propio lenguaje. Trazar una línea de fuga. Para mí los ejemplos más evidentes son: Kafka, Beckett, Gherasim Luca, Godard. Gherasim Luca es un poeta grande entre los grandes: ha inventado un prodigioso tartamudeo: el suyo.
[…]
Hay que ser bilingües incluso en una sola lengua, hay que tener una lengua menor en el interior de nuestra propia lengua, hay que hacer un uso menor de nuestra propia lengua. […] Nada de hablar como un irlandés o un rumano hablarían en una lengua distinta de la suya, sino al contrario, hablar en su propia lengua como un extranjero. Proust dice: “Los libros bellos están escritos en una especie de lengua extranjera. Cada cual da a cada palabra el sentido que le interesa, o al menos la imagen, imagen que a menudo es un contrasentido. Pero en los libros bellos todos los contrasentidos son bellos”. Esa es precisamente la buena manera de leer: todos los contrasentidos son buenos, pero a condición de que no consistan en interpretaciones, sino que conciernan al uso del libro, que lo multipliquen, que creen una nueva lengua en el interior de su lengua. También en este caso se trata de una cuestión de devenir. Las personas siempre piensan en un devenir mayoritario (cuando sea grande, cuando tenga el poder…), cuando en realidad el verdadero problema es el de un devenir-minoritario: no aparentar, no hacer o imitar al niño, al loco, al animal, al tartamudo o al extranjero, sino devenir todo eso para inventar nuevas formas o nuevas armas.

Gilles Deleuze, Diálogos (con Claire Parnet).

sábado, noviembre 03, 2012

Álvaro, Bartleby del Sur


Básicamente eso: el graffiti y Álvaro, que es otra forma de fragmento, porque él también se mueve a través de fracciones, recolector de citas a lo Walter Benjamin o hacedor de fragmentos al estilo  Blanchot. Pero Álvaro se define a sí mismo como otro vagabundo del Dharma, una especie de outsider,  un beat perdido en Pudahuel, su barrio, al que el llama el Bronx de Santiago, un observador sin mayores pretensiones: "yo sólo quiero ser un barterbly", dice, y en gran medida lo es. Un barterbly del sur, pienso, pero del sur de la noche. Fue él quien me dio la posibilidad de quedarme en un mini depar que estaba prácticamente desocupado y, según él, sin mucho amor, ya que nadie vive en él, y sin embargo hay una cama, una refri y una biblioteca. ¿Para qué más?.  Cuando se lo agradecí me dijo que se trata de literatura y amistad, como cuando Hume hospedo a Rousseau o Paul Bowles a  William Burroughs. Álvaro me recibió con un resfrío y una fiebre que no se hizo esperar, sin embargo y pese al malestar, las ideas le seguían brotando, y pude conocer mejor su mapa mental. Me habló de su faceta como profesor de historia y de cuando estudió filosofía en Viña (o era al revés), lo cierto es que ambas están presentes, de alguna forma, en sus conversaciones. Su tesis de grado tenía que ver con Hannah Arendt. “Arendt me sirvió para entender el mundo. Y con eso me basta.” Sus palabras me hacen recordar a los tiempos en que Héctor me la descubrió en la universidad, y como le llegué a tener mucho cariño a esa gran pensadora. Por momentos Álvaro  también brinca de un tema a otro, pero sin perder el hilo, todo es una concatenación. "Me gustan los milagros que nadie pueda ver, los milagros invisibles." Lo observo, mueve libros, analiza gente en el metro, va construyendo desde lo más cotidiano su propio pensamiento. "Todo se reduce a la necesidad de ser amado, dice, a la carencia. Me sorprende sus desprendimiento con los libros, me regala uno escrito por su amigo Gustavo Bernal, titulado "La puta gana", en el que Álvaro es uno de los protagonistas, pero con otro nombre.  Me regala también otros libros: "La idea de decadencia en la historia occidental" de Arthur Herman, "Antología de la poesía norteamericana" (con traducción de Ernesto Cardenal) y "La Praga de Kafka" de Klaus Wagenbach. - ¿Y éste por qué me regalas?, pregunto. ¿Estás seguro? -Te lo regalo porque sé que un día viajarás a Praga, responde, yo no


jueves, abril 26, 2012

Franz Kafka



“Cada uno tiene en su interior un mordaz diablo que le echa a perder las noches, y eso no es ni bueno ni malo, sino que es la vida. Si no se lo tuviera, no se viviría…” 



(Kafka en una carta a Minze Eisner)

lunes, abril 02, 2012

El pueblo más cercano - Franz Kafka



Mi abuelo solía decir:
-La vida es asombrosamente corta. Ahora, al recordarla, se me aparece tan condensada que, por ejemplo, casi no comprendo cómo un joven puede tomar la decisión de ir a caballo hasta el pueblo más cercano, sin temer (y descontando por supuesto la mala suerte) que aun el lapso de una vida normal y feliz no alcance ni para empezar semejante viaje.

("La condena")
Traducción de J. Rodolfo Wilcock

domingo, abril 01, 2012

Franz Kafka



Nosotros fuimos expulsados del Paraíso, pero el Paraíso no fue destruido. La expulsión del Paraíso fue una suerte, en un sentido, porque si no hubiésemos sido expulsados, habría tenido que ser destruido el Paraíso.

Franz Kafka, Cuadernos en octavo, 1918

lunes, enero 16, 2012

Franz Kafka



“A partir de cierto punto, ya no hay regreso posible. Ese es el punto que hay que alcanzar.”


 (Aforismos de Zürau)

sábado, noviembre 05, 2011

Prometeo - Franz Kafka

Prometeo encadenado
by Christian Schussele


Sobre Prometeo informan cuatro leyendas: según la primera, por haber traicionado a los dioses ante los hombres fue encadenado al Cáucaso, y los dioses enviaron águilas que le devoraban el hígado en perpetuo crecimiento.
Dice la segunda que, retrocediendo de dolor ante los picos despiadados de las aves de presa, Prometeo fue incrustándose cada vez más profundamente en la roca, hasta formar un todo con ella.
Según la tercera, en el decurso de los milenios se olvidó su traición, los dioses olvidaron, las águilas olvidaron, y él mismo olvidó.
Según la cuarta, se sintió cansancio de aquello que había perdido todo fundamento. Se cansaron los dioses, se cansaron las águilas, la herida se cerró cansada.
Quedó la montaña de roca, inexplicable. La leyenda intenta explicar lo inexplicable. Como se origina en un motivo de verdad, debe finalizar nuevamente en lo inexplicable.

Prometeo, Franz Kafka
Traducción: Alejandro Ruiz Guiñazú

martes, julio 26, 2011

La puerta de la ley


Anthony Perkins interpretando al señor Josef K. (Franz Kafka) en "El proceso", película dirigida por Orson Wells en 1962.

jueves, junio 30, 2011

Franz Kafka en 13 estaciones de metro

Un maravilloso e inspirador proyecto en la Ciudad de México, donde la lectura es de un promedio de 2. 7 libros al año por persona, se plantearon el reto de que los usuarios lean al menos un cuento completo de Kafka, mientras viajaban en el metro.

miércoles, mayo 04, 2011

Correo en el desierto

photos by CBC
Desierto Mojave.  Arizona. 2011


Me encantan las cartas, los buzones, las postales. Me encantan los desiertos, los espejismos, los parajes salvajes. Luego de ver esta escena me pregunto con qué frecuencia llega aquí el cartero. Y quién viene a este buzón a retirar correspondencia. Recuerdo aquella frase que Kafka le escribió a Malena, precisamente en una carta:  "Los besos por escrito jamás llegan a su destino: se los beben los fantasmas por el camino".



sábado, noviembre 27, 2010

Extrañezas compartidas

foto by Jorge Andrés Gómez
Quito 2010

Leo fragmentos de las cartas que Kafka le escribió a Felice Bauer y me identifico de inmediato cuando dice: "Vivo con mi familia, entre seres excelentes y dignos de ser amados, como un extraño entre extraños.". Ya no he tenido grandes contratiempos en mi hogar, pero eso se debe a que  he aprendido a compartir lo estrictamente necesario. Sé que el momento en que hable con mi voz desnuda, revelando mis verdaderos pensamientos y deseos, nuevamente empezarán los problemas. Últimamente me he sentido más tranquila, a pesar del trabajo excesivo, sin embargo me acosa una sensación extraña de estar y no estar al mismo tiempo, y no sólo en mi casa sino en todos lados. Pero debo reconocer que durante todo este tiempo sólo una persona no ha dejado que me ganen mis ansiedades y obsesiones. Jorge Andrés ha sabido estar en sintonía conmigo y se ha interesado en todos los detalles que ocurren en mi vida. Sus cartas me han llenado de mucha luz, y ha cerrado las ventanas para que mis ecos no se escapen, concediéndoles un valor especial a esos pensamientos que para otros podrían apenas ser  luciérnagas retorciéndose en medio de una fogata a la que nadie más asiste. Me gusta además el talento que tiene con la pluma y el pincel, y que me haya permitido ser testigo de aquella hermosa carta que su madre le escribió antes de morir. (La visita a Little S. es una cita pendiente con la pasividad de los muertos y la seducción que guardan los cementerios). Hoy el sol se intensifica por momentos, y eso duele. A veces me provoca ensimismarme completamente, huir hacia el campo con mis libros, mi máquina y mi diario. Un lugar donde no hayan relojes que me apunten una y otra vez, recordándome que mis pasos en este mundo ya están contados. 

viernes, mayo 07, 2010

Alta cultura (poesía y publicidad) - Andrés Neuman

El otro día me topé con una tienda de ropa de moda llamada Kafka. El nombre me chocó, no sólo por la banalización de la cultura (o cultura-costura), el mercadeo de las referencias intelectuales, bla, bla, bla. Sino porque además, ya puestos a darse aires culturales para vender pantalones, habría sido mejor buscar un apellido de resonancias menos grises y sórdidas que las del pobre Kafka (que, por añadidura, era un hombre de aspecto corriente y anodino). Algo así como Ropa Wilde, Chaquetas Byron o Camisas Rimbaud. Estas no muy profundas reflexiones me llevaron a recordar un viejo anuncio de la televisión argentina que, durante toda mi infancia, me tuvo engañado respecto al nombre del que más tarde sería mi pintor predilecto: sobre un fondo de palmeras y arena dorada, unas frondosas muchachas promocionaban la moderna línea de bañadores Paul Klee. Marca que a su manera, al evocar la originalidad cromática de Klee y el diseño de la Bauhaus, sí daba en el clavo.

Puede que alguno se eche las manos a la cabeza. Pero oigan, siendo prácticos, sería preferible que los poetas del mundo reemplazasen por un tiempo a los publicistas (que ya bastante se han aprovechado del lenguaje poético) y pusieran los nombres en su sitio. Así al menos las empresas no cometerían torpezas pseudoeruditas como ponerle Kafka a una línea de ropa juvenil, que sería tanto como decir Balneario Kafka ("para relajarse y gozar del ocio en familia"), Bombones Cioran ("sus momentos más dulces") o Moda Infantil Nietzsche ("y que sus niños luzcan alegres y tiernos").

En fin, como los tiempos aprietan y los derechos de autor no dan para gran cosa, ahí van mis humildes sugerencias: Agua Mineral Goethe ("para llegar a viejo en plena forma"). Audífonos Beethoven ("porque los sordos también escuchan"). Rifles Hemingway ("y sea usted también protagonista"). Tranquilizantes Kant ("para alcanzar la justa medida de las cosas"). Leche Desnatada Vermeer ("¡y qué bonito envase!"). Preservativos Schubert, que murió de sífilis ("para dar ejemplo"). Bombillas de Bajo Consumo Rembrandt ("porque la luz también es una obra de arte"). Televisores Digitales Huidobro ("¡alucina con las imágenes!"). Lencería Femenina Stravinski ("para que tú también consagres la primavera"). O Compresas Juana de Arco, Juguetes Didácticos Wittgenstein, Clínica Bukowski, Gimnasio Marinetti…

Líricos señores del marketing, por favor, escúchenme. Tengo un montón de ideas. A buen precio. Les dejo mi número y mi correo. Por si acaso. Son ustedes muy amables.

Fuente: El Correo Digital. Bilbao. 2006-05.15

lunes, diciembre 07, 2009

Luis Scafati: dibujante, escultor y viajero sedentario

Tenía pendiente hablar sobre él. Descubrirlo ha sido una de las alegrías que me ha dado este blog. Luis Scafati (Argentina, 1947) llegó a mi tierra firme hace unos días (no sé cómo ni por qué referencia), recorrió los contenidos y dejó un comentario en una de mis entradas con una frase que me llamó la atención y al mismo tiempo me invitó a visitar su sitio. Al parecer Luis había encontrado afinidades en esta tierra virtual y ahora yo tenía la oportunidad de merodear su vida. Cuando entré a su página y bitácora me llevé una grata sorpresa, el desconocido lector resultó ser un tremendo artista (aunque en su sencillez el preferiría llamarse artesano) y además un hombre que proyectaba una fuerza especial en su rostro, en sus dibujos y en sus palabras.
Lo primero que vi en su blog fue el título de su última entrada: Viajero Sedentario. Me sedujo el título por su aparente contradicción, y también porque yo misma estoy enamorada de uno: Mark, quien únicamente viaja a través de los libros. Luis Scafati ha viajado incontables veces en persona y a través de sus dibujos, algunos de los cuales han sido impresos en estampillas del Correo Argentino y enviados a todas partes del mundo. Dice Luis:

"Paradójicamente soy un viajero sedentario, mejor dicho quienes viajan son mis dibujos, sobre todo si están impresos en una estampilla. En varias oportunidades el Correo Argentino me encargó dibujos para sus sellos postales, retraté algunos ídolos populares, como la gran Nini Marshal o Luis Sandrini, también dibujé a Roberto Arlt y a don Ata. Si bien hoy es casi un recuerdo eso de pasar la lengua por el dorso de una estampilla para adherirla a un sobre, imagino alguna de estas imágenes que estuvieron en un papel sobre mi mesa de dibujo, en un lugar remoto del planeta. Hace poco un amigo me contó que encontró en un restaurante de Finlandia un ejemplar del Martín Fierro que ilustré y no pudo dejar de asombrarse. Sagitario, mi signo en el zodiaco, se caracteriza por ser muy viajero, creo que no se equivocan, aunque me cuesta salir de mi estudio."
Lo que más me gustó fue la sencillez con la que Luis acompaña los fragmentos de su obra, volviéndolo tan próximo, tan cercano. Además, repito, de la maestría de sus dibujos. Su mensaje me llegó al filo de una noche más solitaria y azul que de costumbre, y en la que él -sin saberlo- me hizo compañía a través de un par de entrevistas suyas cuyas respuestas me parecieron muy lúcidas, interesantes, francas y certeras.
Séguí explorando y me encontré que Scafati había ilustrado libros como La Metamorfosis de Kafka (traducción y prólogo de César Aira), La ciudad Ausente de Ricardo Piglia, El pequeño Quijote ilustrado, Hesse para principiantes, El Gato Negro y otros relatos de terror de Edgar Allan Poe, Narración de Arhtur Gordom Pym del mismo Poe pero con traducción de Julio Cortázar, Drácula, entre otros libros valiosos como uno que integra las listas de mis favoritos: Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki (cuyo descubrimiento se lo debo a Mark y el haberlo adquirido, a mi amigo Pepe Pereza). Luis Sacafati además ha colabarado los más importantes periódicos y revistas nacionales y extranjeras. En 1981 obtuvo el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional de Dibujo (galardón más alto que se le puede otorgar a un dibujante en la Argentina). Desde 1969 expone regularmente pinturas, acuarelas y dibujos en museos y galerías de arte en varias partes del mundo. En setiembre de 1992, el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza organizó una exposición retrospectiva que abarcó cien de sus obras. En 1995 realizó una muestra de dibujos y acuarelas en Franckfort, auspiciado por el Consulado argentino en Alemania.Muchas de sus obras integran la colección permanente de importantes museos: Sívori en Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes, el museo Rómulo Raggio, el Museo de Arte Contemporáneo, House of Humour and Satire den Bulgaria, Collection of Cartoon en Suiza, University of Essex en Inglaterra.Luis Scafati es además conocido como ilustrador de una extensa lista de libros de reconocidas editoriales. En 1986 se edita "Tinta China" que reúne una selección de trabajos publicados. En 1989 editorial Punto Sur edita "El Viejo Uno Dos" libro de dibujos eróticos, hoy agotado. En 1992 aparece "Mambo Urbano", libro que ilustra mitos y costumbres de Buenos Aires. En 1995 Worcel Producciones editó el video "La Metamorfosis" basado en una serie de dibujos sobre una obra de Franz Kafka. También ha incursionado en el dibujo animado, por encargo de Unicef. Esposo de otra grande ilustradora: Marta Vicente. Actualmente vive y trabaja en Buenos Aires.
Desde ya me declaro una seguidora de los fragmentos de su vida y de sus obra. No he podido evitar imaginar algún día un libro mío ilustrado por él, quién sabe... soñar no cuesta nada. Bienvenido, estimado Luis. Llevas por sangre tinta negra ¿Cómo no sentirme feliz de encontrar a alguien así? Siéntete en casa, que acá también todo late.

miércoles, junio 03, 2009

Franz Kafka - Sobre el arte de escribir (fragmentos)

(Praga, 3 de julio de 1883 – Austria, 3 de junio de 1924)
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¡A tu memoria!
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20 de agosto de 1911
Tengo la desgraciada creencia de que no tengo tiempo ni para el más mínimo buen trabajo, pues en verdad no dispongo de tiempo para una historia, tal como debería hacerlo. Pero luego creo de nuevo que mi viaje resultará mejor, de que tendré mejor capacidad de captar cuando un poco de escribir me haya agilizado, y así lo intento denuevo. (T. 59)
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Kafka a Oskar Pollak [Praga, 9 de noviembre de 1903]
Las cosas que quería leerte y que te enviaré, son fragmentos de mi libro El niño y la ciudad, que yo mismo sólo poseo en fragmentos. Si te los quiero enviar, tendré que copiarlos, y eso exige tiempo. Por consiguiente, con cada carta te iré enviando algunas hojas (si no viera que el asunto está adelantado visiblemente, se me pasarían pronto las ganas en ello); tú las podrás leer en su contexto. La primera pieza te llegará con la próxima carta. Hace tiempo que ya no se ha escrito nada. Con ello me pasa lo siguiente: Dios no quiere que yo escriba, pero yo tengo necesidad de hacerlo. Así se produce un constante tira y afloja, pero en definitiva Dios es el más fuerte, y hay en ello más desgracia de lo que puedas imaginarte. Hay en mi interior muchas fuerzas atadas a una estaca de la cual nazca quizás un verde árbol, mientras que liberadas podrían ser útiles a mí y al estado. Pero con quejas no se desprende uno de ruedas de molino, y menos aún cuando uno les tiene cariño (B. 20 s.)
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Kafka a Oskar Pollak [Praga, principios de 1903]
De entre ese par de millares de líneas que te entrego, quizás haya unas diez que todavía podría tolerar; los toques de trompeta en la última carta no eran necesarios, en lugar de la esperada revelación te envío garabatos infantiles... La mayor parte me resulta repelente, lo digo abiertamente (por ejemplo La mañana y otras cosas); me resulta imposible leer esto por entero y me contento si aguantas alguna lectura aislada. Pero debes recordar que yo comencé en una época en la que se "creaban obras" cuando se utilizaba un lenguaje ampuloso; no existe peor época para el comienzo. ¡Y yo que estaba tan emperrado por las palabras grandilocuentes! Entre los papeles hay una hoja en la cual están apuntados unos nombres especialmente solemnes, escogidos del calendario. Necesitaba dos nombres para una novela, y por fin elegí los subrayados: Johannes y Beate (Renate ya me lo habían birlado, por su gorda aureola de prestigio). Resulta casi divertido. (B.K. 57 s.)
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Kafka a Oskar Pollak [Praga], 6-IX [probablement 1903]
Te prepararé un paquete, en el cual estará todo lo que he escrito hasta ahora, mío o de otros. No faltará nada, excepto las cosas de infancia (ya ves, la desgracia me persigue desde pequeño), aquello que ya no poseo, lo que considero sin valor para el contexto, los proyectos -que son países para quien los tiene y arena para los demás - y por último aquello que no puedo enseñarte ni tan sólo a ti, pues uno se estremece cuando queda desnudo y otro le va palpando, aunque esto lo haya pedido uno de rodillas. Por cierto, este último medio año apenas he escrito. Así que todo cuanto queda, no sé cuánto es, te lo daré en cuanto me escribas o digas un "sí" a lo que te pido. Se trata de algo especial, y aunque yo sea muy torpe para escribir tales cosas (muy ignorante), quizás ya lo sepas. No te exijo que me des una respuesta sobre si sería una alegría esperar aquí o si se pueden encender hogueras de buena gana, ni quiero saber tampoco qué opinas de mí, pues esto te lo habría de sacar con tenazas. Quiero algo más fácil y más difícil, quiero que leas estas hojas, aunque lo hagas con indiferencia y a regañadientes. Porque hay entre ellas cosas indiferentes y que repugnan. Resulta que lo más querido que tengo -y por ello lo quiero- sólo está frío, a pesar del sol; y sé que dos ojos ajenos harán que todo sea más cálido y vivo cuando lo contemplen. Solo escribo más cálido y vivo, pues esto es segurísimo, dado que está escrito: "Hermoso es el sentimiento independiente, pero el sentimiento que contesta produce mayor eficacia". Pero por qué hablar tanto, no -tomo un trocito (porque puedo más de lo que te doy- sí, un trocito de mi corazón, lo empaqueto con cuidado en un par de hojas escritas, y te lo doy. (B. 18 s.)
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Franz Kafka, Escritos sobre el arte de escribir. Madrid. 2003.