La encontré una tarde de lluvia y poesía,
solitaria, en el bullicio de un bar,
sentada, supuse, ante una taza de té.
Vestía de negro y parecía perdida
buscando el camino de vuelta
entre el humo azul de su último cigarrillo.
Pensé: me gustaría ser su ángel de la guarda.
(Hablando de amor con el cobrador del frac, Editorial Alhulia, 2004)
Erin Memento, cuatro impulsos y una puerta abierta al futuro
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A propósito de su nuevo trabajo, *Carretera fantasma*, con colaboraciones
como la de Enrique Bunbury, Barbi Recanati o Sarria, Carlos H. Vázquez
aborda a...
Hace 2 horas
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