31/10/12

El rincón de Chechu: El artista y la modelo

En la habitación, a mediodía, se refleja el sol a través de las hojas del árbol, haciendo dibujos en las paredes con un movimiento azaroso. Lo que existe más allá llega a la puerta del armario, con mil capas distintas de transformaciones y viajes, desde la estrella que arde: es luz que veo ahora pero se ha perdido en nuestra mediocre percepción del tiempo.

El artista y la modelo3

Nos enfrentamos, así, a un infinito compendio de cambios y realidades que no existen. ¿Qué es lo que yo veo en mi armario? Será un dibujo noble que se mueve, a mi derecha, y me distrae levemente de la escritura; una huella, un cuadro de sombras bailarinas, contorneadas de luz temblorosa. Ahora imaginemos —yo lo escribo—, que un pintor se propone captar el instante y agarra un lienzo, se engancha la paleta en una mano, y dedica su empeño y su genio en transportar la belleza de la luz reflejada en mi pared del armario. Quizá yo escribiendo, vestido de verde y sentado, sea un contrapunto de peso en el cuadro. Quizá elija el asidero de las puertas, por su color diferente justo ahora, para crear tonalidades nuevas. En todo caso, existe un artista a mi espalda que pinta la escena.

El artista y la modelo4

Comienza los trazos (qué técnica utiliza, no importa en este caso) y va componiendo una realidad que ya es paralela a la mía. El hombre, de pie frente al caballete, traduce la luz traducida a lo largo de infinitos cambios. ¿Qué pretende, este pintor? Quizá pudiera pretender una fotografía, un detalle exacto: sería El sol del membrillo, pero en mi cuarto salmantino de mediodía. Quizá se dedique a entender la luz, y pretenda fijar en su lienzo la percepción momentánea y personal del instante: estaríamos, entonces, más cercanos a La habitación. Quizá intenta muchas cosas diferentes, con innumerables sentidos. Sin importar lo que el pintor pretenda, en cualquier caso, el mundo que refleja, ¿es real, o está ya reflejado?

El artista y la modelo5

Sin rozar un mundo de ideas, o de sucesivas proyecciones (pero tocándolo, en fin, porque el mundo está ya inventado y es viejo), vamos a centrarnos en el hombre detrás del caballete. Parece que se demora, y que corrige. Está en absoluto silencio, mirando fijamente no la pared, no la luz a través del aire, sino lo que lo rodea; hace pausas, también, para moverse y fumar de vez en cuando. Yo me distraigo otra vez levemente, porque el pintor tiene el rostro curtido, y mira desde el fondo de un bigote llamativo y blanco. Me produce nervios, el hombre, porque quizá esté pintándome a mí también, y yo escribo, mientras, en silencio, pero haciendo ruido de teclas que, también quizá, le moleste. ¿Pero no le molestará además aquel coche, o la música que viene del cuarto de al lado? ¿No será un bache el ambiente enrarecido, ya que no me conoce de nada? ¿Y el tierno olor a puro? ¿Y el ronroneo acuático del calefactor?

El artista y la modelo

Decido, entonces, pararme y preguntar. Es un pintor ya anciano, deduzco que al final de muchas obras y algunos procesos (terminando, más bien, el proceso suyo que él ha sido). Tiene una camisa sucia, remangada por los hombros, que lo presenta tan leve que parece no pesar en absoluto; el pelo largo, cubriéndole las orejas; un pantalón de pana marrón, algo grande. Es —pienso mientras lo miro— un gran artista. Parece no haber notado que he dejado de escribir y lo miro; él sigue a lo suyo, ahora otra vez tras el caballete. De pronto me digo: ¿Qué concepción tengo yo de este hombre, si sólo por su imagen ya me he creído que es un artista? ¿Qué tiempos y procesos y transformaciones ha sufrido el concepto de hombre creador, para que yo lo tenga asimilado de forma tan fuerte? Ni siquiera he visto aún su cuadro, que parece devorarlo por un momento (es mucho más grande que él, y él lo mira agazapado, como desde una esquina de su cuerpo). Lleva ya un par de horas pintando, moviéndose, haciendo pausas, en la demora. ¿Habrá acabado ya?, me pregunto. ¿Habrá siquiera empezado?

El artista y la modelo2

Entonces ya dejo las teclas, y me vuelvo hacia él, interrumpiéndolo. Le pregunto directamente qué hace, y por qué ha venido a mi habitación, a pintar la luz que se refleja en mi armario a través de los árboles. Él me mira sin importancia, y me dice que hay aquí algo natural, pero no sabe todavía qué es. ¿Y por qué —le pregunto— un cuadro? Quiero hacer mi último trabajo, me responde. El hombre sigue hablando, con la luz bañándole la mejilla izquierda: Todavía no sé cómo será, estoy buscando un detalle. ¿El detalle de la luz?, le respondo. No, dice: La luz todo lo cambia, todo lo moldea, pero es inconstante. Busco —y entonces ya termina— el misterio más allá de ella. En ese momento se nubla el cielo, y ya no hay dibujo en la pared del armario, pero él sigue aquí, se levanta, y encara otra vez el caballete.

29/10/12

La pasión de Carmencita

Poster Blancanieves

Dir.: Pablo Berger
Int.: Macarena García, Maribel Verdú, Sofía Oria, Daniel Giménez Cacho, Ángela Molina, Inma Cuesta, Pere Ponce
¿De qué va?: Carmen es una bella joven con una infancia atormentada por su madrastra, Encarna. Huyendo de su pasado, Carmen emprenderá un apasionante viaje acompañada por sus nuevos amigos: una troupe de enanos toreros.

Reseña: Hace un par de años se anunció el proyecto de sacar una versión muda, española y en blanco y negro del cuento de Blancanieves, pero esas tres cualidades juntas parecían veneno en la taquilla hasta que llegó The Artist y demostró que la nostalgia puede llegar a ser muy rentable. Por si fuera poco, la película es la tercera versión del cuento que se estrena este año y las anteriores tampoco es que nos dejaran con muy buen recuerdo precisamente. No sé si la Blancanieves de Pablo Berger llega en el momento más oportuno o todo lo contrario, pero si se dejan a un lado los prejuicios que puede haber hacia ella descubrirán que es una película con identidad propia y rodada con mucho esmero y talento.

Blancanieves

Blancanieves se nutre de un montón de referentes cinematográficos, culturales y literarios. Seguro que se me escaparon unos cuantos, pero es bastante obvio que en el apartado formal le rinde tributo al cine mundo europeo de la misma forma en la que The Artist lo hacía con el norteamericano, con especial atención a la corriente expresionista, de cuyas fuentes bebe para componer ciertos planos e imágenes de una belleza imponente. Y en cuanto a la narrativa, tiene la esencia tenebrosa y cruel de los cuentos de los hermanos Grimm y se recrea bastante en la parte más tópica del folklore español, con sus sevillanas, corridas de toros y demás, pero lo cierto es que lo hace de una manera nada invasiva ni bochornosa, formando una simbiosis perfecta con la historia.

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Los antitaurinos no tienen por qué poner el grito en el cielo puesto que en ningún momento se hace un ensalzamiento del toreo (ni siquiera hieren a ninguno de estos animales, al menos en los planos que aparecen en el montaje final) y es un tema que está supeditado al corazón de la película, que no es otro que una niña que siente devoción por su padre ausente y que sueña con seguir sus pasos y con ser digna sucesora de su difunda madre. Tanto Sofía Oria como Macarena García brillan con luz propia encarnando a Blancanieves en diferentes edades, pero tampoco se queda atrás su antagonista, una espléndidamente malvada Maribel Verdú que además de encarnar la vileza en estado puro representa, junto al giro final de la película, la frivolidad que tanto gusta en la sociedad española.

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Una fotografía en blanco y negro soberbia, una banda sonora que sirve como complemento perfecto e indispensable de la narración, un reparto capaz de expresarlo todo sin palabra alguna y una historia que pasa de la comedia al drama con soltura y que enriquece para bien el material del que parte son las principales armas de esta Blancanieves, la mejor de las tres versiones que han llegado este año a los cines y con diferencia. Las comparaciones son odiosas, pero en su contra debo decir que no me llegó a emocionar y entusiasmar tanto como The Artist, pero al menos consiguió cautivarme cuando no sentía ningún interés previo por ella, y ahora siento que algunas de sus imágenes perdurarán por siempre en mi memoria cinéfila.

8/10

28/10/12

O.C: Cuando el destino nos alcance (1974)

Poster Soylent Green¿De qué va?: En el año 2022, la población de Nueva York, que cuenta con más de 40 millones de habitantes, vive en condiciones miserables. Para combatir el hambre, la empresa Soylent crea un alimento sintético de concentrados vegetales. Su nuevo producto es el Soylent Green, basado en el plancton, según la publicidad de la empresa, pero el policía Thorn y su viejo amigo Roth sospechan que algo inquietante se esconde detrás del nuevo alimento.

Reputación: Cuando el destino nos alcance (curiosa traducción del título original, Soylent Green) está basada en la novela Make Room! Make Room! de Harry Harrison publicada en 1966. El texto está ambientado en 1999 mientras que la película en 2022, pero ambas fueron construidas bajo el fenómeno de la guerra fría y el auge del comunismo en los países asiáticos, además del miedo de la población americana por la sobrepoblación. La película fue el proyecto nº 101 del actor Edward G. Robinson, y también resultó ser su última aparición en la pantalla grande, ya que falleció tan sólo 12 días después de terminar el rodaje, enfermo de cáncer. Su compañero de reparto, Charlton Heston, y con el que ya había trabajado en Los Diez Mandamientos de Cecil B. DeMille, era el único en el set que sabía que estaba enfermo, y por eso sus lágrimas en determinada escena clave del filme eran auténticas. En lo que respecta al Soylent Green, éste ha tenido un gran impacto en la cultura popular: en series televisivas como Futura o Los Simpsons se le hace alusión en varios capítulos. Además, ha sido título de canciones de varios grupos musicales y ha realizado cameos en videojuegos como Xenogears o Left 4 Dead 2.

Cuando el destino nos alcance

Comentario: Cuando el destino nos alcance es otra de esas películas que ve muy negro el futuro de la humanidad, y no es para menos. La película apunta ideas muy interesantes (y terroríficas) sobre en qué se va a convertir el individuo cuando escaseen los recursos y perdamos nuestra humanidad, con esas mujeres que forman parte del mobiliario, las palas que arrasan con los manifestantes o las cabinas de suicidio asistido. Lástima que lo haga a través de una investigación policiaca deshilvanada, con ecos de cine noir, pero demasiado simple, y que reserve hasta el último momento la gran revelación de la historia, que no lo es tanto porque ya se venía venir prácticamente desde el comienzo. Un filme bastante perturbador que, quizás por sus fallos, no haya aguantado el paso del tiempo tan bien como otras obras de similar temática.

Próximo visionado: Saló, o los 120 días de Sodoma (1975)

27/10/12

Lo que el mar se llevó

Poster Lo imposible

Dir.: Juan Antonio Bayona
Int.: Naomi Watts, Ewan McGregor, Tom Holland, Samuel Joslin, Oaklee Pendergast, Geraldine Chaplin, Marta Etura, Sönke Möhring
¿De qué va?: María, Henry y sus tres hijos pasan las vacaciones de invierno en Tailandia. Una mañana, mientras se encuentran en la piscina, un terrible rugido surge del centro de la tierra. María se queda paralizada por el miedo, al ver cómo un inmenso muro de agua avanza por los jardines del hotel hacia ella.

Reseña: La película española más publicitada del año está basada en una historia real, tal y como lo anuncia la propia cinta en su principio y final, pero si hay que encuadrarla en un género cinematográfico no es otro que el catastrofista, un tipo de película que últimamente se ha centrado más en mostrar las numerosas formas en las que el mundo se puede ir al garete bajo unos efectos especiales abrumadores que en el drama humano que se produce cuando la vida de un grupo de personas da una sacudida y los enfrenta a situaciones al límite. Por fortuna, en el filme de Juan Antonio Bayona se ha cuidado este último aspecto, quizás demasiado.

THE IMPOSSIBLE

Lo imposible comienza presentándonos a la familia cuyo punto de vista compartiremos a lo largo de todo el recorrido por el paraíso tropical convertido en auténtico infierno. Una presentación que no se extiende demasiado para dar paso al tsunami, una auténtica bestia que arrasa con todo lo que se encuentra a su paso y tan bien recreada que parece la auténtica. La que se hizo para Más allá de la vida (Hereafter) es una chapuza digital comparada con ésta, que sumada a los planos, los movimientos de cámara y al terror que nos transmite una entregadísima Naomi Watts se convierte en una de las experiencias más viscerales y sobrecogedoras de la cinematografía reciente.

Lo imposible

La lucha por sobrevivir y ayudar a los demás de María y su hijo mayor (Tom Holland, una revelación) es impactante y cautivadora. Sin embargo, en determinado momento la película cambia de escenario y se siente un tanto estancada por el ansia de sus responsables de ajustarse lo más fiel posible a la historia real (y aún así me imagino que se habrán tomado alguna licencia para aligerar el desenlace). Pero aún peor resulta la machacona utilización de momentos sentimentales arropados por una banda sonora lacrimógena a más no poder para conseguir tocar la fibra del espectador, cuando, en realidad, consigue mejor su propósito en detalles y gestos sencillos, como cierta caricia encima de un árbol, que por su espontaneidad consiguen que se nos empañen los ojos, y no las escenas creadas especialmente para tal fin, que lo lograrán con la mayor parte del público, pero recurriendo a lo fácil.

THE IMPOSSIBLE

Haber escogido a una única familia para mostrar toda la tragedia es un arma de doble filo pues, por un lado, beneficia el componente emocional y evita que la historia se desparrame en múltiples puntos de vista que no interesan, pero por el otro, deja cierta sensación de bienestar engañoso en la platea porque (lo que viene es un tremendo SPOILER si no conocen la historial real) al final todos los componentes de la familia sobreviven y, pese a que la tragedia les dejará una huella imborrable, se van en un avión privado, fueron afortunados. Por tanto, se crea un final feliz, un consuelo, que tapa todo el drama que se siguió viviendo en Tailandia FIN DEL POSIBLE SPOILER.  Concluyendo, Lo imposible tiene una primera hora modélica y una segunda un tanto inferior, y aunque los pros pesan más que los contras, es en última instancia una experiencia arrolladora pero imperfecta.

7/10

26/10/12

Teaser de Iron Man 3: La batería se apaga

Poster Iron Man 3Lleva desde principios de semana en la red, así que todo aquel interesado ya habrá podido verlo ciento y un veces, pero por si acaso hay algún despistado y para dejar constancia de él, aquí viene esta entrada dedicada al primer avance en movimiento de Iron Man 3, la primera película de Marvel que llegará después del ‘Terremoto Vengador’ y que dará por comenzada la Fase 2 que prepara el mismo estudio, que continuará con Thor: The Dark World, Captain America: The Winter Soldier, Ant-Man, The Guardians of the Galaxy y culminará con la secuela de Los Vengadores.


Volviendo al Hombre de Hierro, Shane Black (Kiss Kiss, Bang Bang) es quien se ha encargado de la dirección sustituyendo a Jon Favreau, que de igual forma volverá a repetir encarnado al chófer y guardaespaldas de Tony Stark, Happy Hogan. En esta ocasión, Stark se verá contra las cuerdas cuando se enfrente a un enemigo cuyo poder no conoce límites, el Mandarín, uno de los villanos más míticos y peligrosos del cómic del superhéroe y que, a juzgar por el tráiler, no va a perder brutalidad en su salto al cine bajo la apariencia de Ben Kingsley (La invención de Hugo).

Iron Man 3

Robert Downey Jr., Gwyenth Paltrow y Don Cheadle repiten sus papeles de Tony Stark, Pepper Potts y James Rhodes respectivamente. A ellos hay que sumarles las incorporaciones de Rebecca Hall (La maldición de Rookford), Guy Pearce (Prometheus), James Badge Dale (Shame), Stephanie Szostak (Un lugar para soñar) y el citado Kingsley. El 3 de mayo llegará la película a los cines norteamericanos y como es tendencia con los filmes de Marvel, llegará una semana antes a Europa, el 26 de abril en España. Les dejo con el tráiler, que cambia el humor que caracteriza al Hombre de Hierro por el tono desesperanzador del caballero oscuro:

25/10/12

Yo, yo mismo y el superyó

Poster Looper

Dir.: Rian Johnson
Int.: Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis, Emily Blunt, Jeff Bridges, Paul Dano, Piper Perabo, Pierce Gagnon, Noah Segan, Garret Dillahunt
¿De qué va?: En el año 2072 las víctimas de asesinatos son enviadas a través de una máquina del tiempo al pasado, al año 2042, donde existe una red de sicarios, conocidos como loopers, que se encargan de acabar con ellos y de deshacerse de los cuerpos. Uno de los mejores loopers es Joe, para quien esta profesión sólo supone un trabajo muy bien pagado. Hasta que recibe un objetivo desde el futuro: él mismo.

Reseña: Los viajes en el tiempo conforman uno de los temas más trillados de la ficción tanto televisiva como cinematográfica. El buen uso de estas paradojas espacio-temporales se puede ver reflejado en producciones recientes como Código fuente, Los cronocrímenes o incluso en Midnight in Paris, donde la ciencia ficción es lo de menos. Perdidos podría ser la otra cara de la moneda, pues cuando la serie se metió en estos berenjenales perdió fuelle, retorciendo la ya enrevesada trama en una de sus temporadas más flojas. Y es que cuando juegas mucho con los saltos temporales resulta casi imposible no caer en la contradicción.

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El director y guionista Rian Johnson se adentra con su tercer trabajo en los terrenos de la ciencia ficción, tras su particular y notable ópera prima, Brick, y The Brothers Bloom, que a pesar de contar con gran reparto ni siquiera se ha distribuido en España. La premisa de Looper es muy buena, y compleja, por eso Johnson tiene que recurrir durante los primeros minutos a la narración en off del protagonista para ubicar a los espectadores en este futuro distópico que, como toda buena película de ciencia ficción que se precie, guarda lecturas que la relacionan con la sociedad actual. Lo sorprendente de la película es que llegado a cierto punto corta con todo el tema de los viajes en el tiempo (sin rollos ni explicaciones enrevesadas) y lo convierte en una especie de Macguffin que da pie a una trama que tiene un poco de todo: drama, romance, acción y comedia, y que está cargada de dilemas morales concentrados en el enfrentamiento del protagonista consigo mismo, su ‘yo’ del futuro.

Looper

Al estar tan separados en el tiempo, el Joe del presente no es la misma persona que el Joe del futuro, pero los identificamos como el mismo individuo gracias al nexo establecido entre Joseph Gordon-Levitt y Bruce Willis. Levitt es un actor muy versátil y Willis tiene mucho tirón, pero es algo limitado, así que lo normal es que el primero se amolde al segundo y no al revés. A Levitt le basta una sesión de maquillaje y unos cuantos gestos y expresiones faciales para convertirse en Willis, y sin caer nunca en la caricatura. El veterano actor tampoco se duerme en los laureles, pues realiza una estupenda interpretación que, junto con la de Moonrise Kingdom, confirma que el 2012 ha sido un gran año para él. Cerrando el trío protagonista tenemos a la siempre estupenda Emily Blunt en un rol más importante de lo que cabría esperar y muy diferente a lo que ha hecho anteriormente. Atentos también al pequeño Pierce Gagnon, un robaescenas tremendo.

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Looper es una película comercial de espíritu indie, no tanto por la pose como por su contenido y estilo: los originales planos y composiciones que se marca Johnson, la carga emocional (que no sentimental) de la historia, la cual transcurre en su mayor parte en el campo y a plena luz del día, la ambigüedad moral de los personajes, la acción supeditada a la trama y no al revés… Ignoro si cuenta con los suficientes ingredientes para convertirse en una obra de culto o si sus cabos están peor atados de lo que yo quiero pensar, pero estoy seguro de dos cosas: Rian Johnson es un valor seguro, no hay que perderle la pista, y Looper es de lo más sugestivo y eficaz que nos ha dejado el cine palomitero de este año.

8/10

24/10/12

El rincón de Chechu: Otra vuelta de tuerca

El cerebro de Woody Allen no cabe en una sala de cine.

David V. Couto.


Casi siempre hay un momento en la vida de los genios que rompe con toda su trayectoria anterior, y de pronto el cambio radical en su discurso lleva al espectador a plantearse cómo es posible que se haya vuelto tan diferente, que haya dejado de lado sus señas de identidad, y que traicione así, por la espalda y sin avisar, a todos sus fieles seguidores —y hasta a sí mismo— para dar ese giro inesperado. El público, generalmente, se queda perplejo, y ante la falta de visión ágil y de perspectiva, pone el grito en el cielo o califica de mierda la nueva obra del artista antes idolatrado.

A Roma con amor

A Roma con amor es, a simple vista, una mediocridad que puede revelar falta de chispa y agotamiento en Woody Allen, el definitivo síntoma de que el genio neoyorkino está demasiado mayor, demasiado viciado y falto de ideas como para seguir produciendo las obras a las que nos ha acostumbrado desde hace cuarenta años. Él mismo vuelve a la pantalla, con pelo blanco y sus características hipocondría, falta de inteligencia emocional, asocialidad y cinismo; y se revela, esta vez, como una caricatura barata de lo que eran aquellos personajes tan bien perfilados de sus grandes películas. Bromas que ya no hacen gracia, chistes repetitivos y caídas en tópicos, abuso del lenguaje gestual, del tartamudeo, y unos pantalones grandes que ya no le sientan tan bien como en Misterioso asesinato en Manhattan.

A Roma con amor2

Por otra parte, está el resto de la película, que ya nos viene sonando desde Vicky Cristina Barcelona: gran capital europea y planos de postal turística, con nombre de la ciudad incluido en el mismo título. Yo no sé nada acerca de las obligaciones que Allen pueda tener a la hora de escribir por parte de las productoras. De eso puede hablar mucho más mi compañero Blanch. Pero lo que sí me puedo imaginar es que ante tamaña estupidez contemporánea, en tiempos donde la industria cultural todo lo mueve y no es más que parte fundamental de los sistemas capitalistas occidentales, a Woody Allen puede empezar a darle un poquito de dentera rodar historias de la insulsa vida del siglo XXI.

A Roma con amor3

Las diferentes historias son extrañas, algunas pesadas, y otras simplemente ridículas en su planteamiento y desarrollo, y dan la impresión de haber sido escritas en dos días. Chica —turista americana, ya me dirán— conoce a chico —apuesto y socialista italiano, también me dirán— en un santiamén, se enamoran en tres días y se van a casar. Típico italiano de clase media (Benigni) se convierte en un personaje famoso de la noche a la mañana. Alec Baldwin, arquitecto de fama mundial, se pierde en un barrio y entabla amistad con Jesse Eisenberg, el chico del Facebook, que estudia arquitectura, y que, a su vez, recibe la visita de una amiga pseudointelectual de su novia que le trastoca los planes. Por otra parte, hay una parejita de paletos venidos a Roma desde un pueblo para trabajar, en la que se mete por medio, de un lado, la prostituta espectacular Penélope Cruz, y de otro un actor famoso y un ladronzuelo. Bien. Todo bien mezclado y agitado, sin nexos de unió y cargado de chistes obvios y giros que se sostienen con hilillos. El Woody Allen menos fresco. Una comedia inusitadamente mala para su nivel.

A Roma con amor4

Pero, ¿qué pasa con la sensación constante de que algo subyace? No sé si habrán tenido la misma sospecha. Tras ir pensando en la película en el camino de vuelta a casa, hablé con mi amigo David Couto, y le dije: “Tío, creo que este tipo se está riendo de todo el mundo y acaba de hacer una película mala a propósito. Aunque no estoy del todo seguro”. Él me miró, sonriendo. Y dijo: “Si tú te has dado cuenta de eso, ten claro que él también. El cerebro de Woody Allen no cabe en una sala de cine”. Así que dediqué la noche y este par de días a repasar las situaciones.

A Roma con amor5

Lo normal sería pensar que el “Woody Allen” de la peli es él mismo, es decir, el padre de la turista americana que viaja a Italia a conocer a sus futuros consuegros. Hipocondríaco, ex director de óperas “vanguardistas” —“Hice Rigoletto con los actores vestidos de ratas”, comenta—, asocial y extrañamente idiota, no cuaja. Sin embargo, el que sí se ajusta a las ideas del propio director es Alec Baldwin, arquitecto que se le aparece a Eisenberg para aconsejarle sobre la chica que está conociendo. Un hombre con experiencia y cultura, que sabe mucho de la vida, y que desnuda las carencias de esa mujer pseudointelectual y superficial que con sus tretas —“No ves, se sabe un verso de cada poeta, lo justo para impresionar a los hombres”— va conquistando al pobre chaval.

A Roma con amor6

Luego está Benigni, ese contrapunto pesado y aparentemente crítico con la fama, que reviste la historia de un cansino tono lento y repetitivo. La pareja de paletos está tan tópicamente caracterizada que da vergüenza verlos, y pensar cómo la dirección de vestuario pudo caer en una banalidad tan grande. La puta Penélope, con ese vestido de explosión y esos modales chabacanos, es quizá lo más honesto de la película —la reunión con la alta sociedad, por ejemplo—, aunque también está construida a base de tópicos y frivolidades: “Mis padres eran delincuentes y yo estaba deseando irme de casa”. La relación entre la chica americana y el novio, y los respectivos suegros de ambos, se torna como el choque absoluto entre supuestas “culturas” diferentes, llevado al absurdo más ridículo con todo el tema de la ópera.

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Y claro. ¿Realmente alguien puede pensar que Allen escribiría una historia así, siendo quien es? A lo largo de todo el metraje va dejando pistas que dicen continuamente al espectador: “Cuidado, esto es mediocre, pero lo he hecho a propósito porque no quiero hacer otra película sobre una ciudad, sobre unos personajes tan faltos de verosimilitud como los que estoy planteando”. Todo es una farsa, un ejercicio de dar la vuelta a lo que hace para demostrar que el arte está cayendo en picado hacia ninguna parte, y quizá la sociedad también. La conversación de Benigni con sus amigos a la salida del cine, las frases de Baldwin, la historia de la mujer que viene del pueblo y se va con el actor, el tema de la ducha, el guardia de seguridad que al principio todo lo sabe sobre Roma, el último hombre en la ventana, la aparente crítica a la fama, el paralelismo entre las ruinas romanas y la ciudad actual, las ansias de casarse en una bella plaza de la pareja América-Italia, la ridícula “mujer fatal”, la extrema putez de la puta (¿dónde está Poderosa Afrodita?), la exagerada inocencia del pueblerino, etcétera, etcétera, tópicos y más tópicos, situaciones y personajes mal dibujados, al más puro estilo siglo XXI.

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La dolce vita, en fin, de nuestra época. Woody Allen, cuando evolucionó del cine hecho a base de gags, sufrió un fuerte aluvión de insultos y descontentos (como expresó en Stardust Memories) que lo criticaban por no hacer más comedias. Ahora lleva un tiempo haciendo cine ligero, pero bien formado. Pero está cansado, y ha decidido ridiculizarlo todo. Ha hecho, en definitiva, La dolce vita actual. Y ésta tenía que ser banal, frívola, inconexa, llena de contradicciones y de refritos, porque precisamente los errores de nuestro tiempo son esos, tanto en la vida como en el cine. Y ha tenido el valor y la inteligencia de hacerlo. Estamos ante un nuevo giro, una nueva expresión artística. Otra vuelta de tuerca. Como dice al final el arquitecto Alec Baldwin: “Sí, me he vendido. En los centros comerciales es donde está el dinero. Quizá fue un error”. Bienvenidos todos al centro comercial de nuestro tiempo: Roma. Y además, con amor.

23/10/12

Dispara, corre y pasa de nivel

Poster Resident Evil Venganza

Dir.: Paul W.S. Anderson
Int.: Milla Jovovich, Michelle Rodriguez, Sienna Guillory, Boris Kodjoe, Li Bingbing, Johann Urb, Oded Fehr, Kevin Durand, Shawn Roberts
¿De qué va?: El mortal Virus T de la Corporación Umbrella continúa causando estragos en la Tierra, transformando a la población mundial en legiones de muertos vivientes. La última y única esperanza de la raza humana, Alice, despierta en el corazón de las instalaciones de operaciones más clandestinas de Umbrella, de donde deberá escapar junto a nuevos aliados para salvar al mundo de la destrucción.

Reseña: Quién nos iba a decir hace 1o años, cuando se estrenó una modesta adaptación cinematográfica del videojuego Resident Evil, que sería el comienzo de una muy rentable franquicia cuyos beneficios han ido en aumento con cada nueva entrega y a la que todavía le queda una sexta y, en teoría, última parte (cuando lo vea me lo creo). A estas alturas, a nadie le pilla por sorpresa que no nos encontramos ante la quintaesencia de la ciencia ficción y el terror, pero la diversión que reportan sus dosis de acción desmesurada y ver a Milla Jovovich en su salsa pateando culos y dando piruetas imposibles le merece el visionado a muchos, entre los que me incluyo sin rubor alguno.

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Ahora bien, la poca coherencia e hilo argumental que tenía la saga ya se perdió en la cuarta entrega, Ultratumba, y la sensación de que nos encontrábamos ante un capítulo de transición vuelve a repetirse en Venganza. Se apresuraron en infectar con el virus al mundo entero desde la tercera parte y a partir de ahí estirar la historia se ha convertido en un sinsentido, así que a Paul W.S. Anderson se le ha ocurrido la idea de estructurar la película como si de un videojuego clásico se tratase, con sus niveles, diferentes escenarios, enemigos finales… el beat’em up de toda la vida. El problema está en que tanto el desarrollo argumental como la tensión dramática son prácticamente nulos.

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Si al menos los personajes fueran interesantes, pero son simples avatares. El personaje de Alice no da más de sí, con sus poderes sobrenaturales de quita y pon. Los heredados del videojuego son sus comparsas; mantiene características básicas reconocibles por los fans (indumentaria, nombre y poco más) pero no se diferencian demasiado de los que están de relleno para morir tarde o temprano. La mejor sin duda es Sienna Guillory, que como ya demostró en Apocalipsis, es la que mejor sabe interpretar un personaje de videojuego. La reaparición de viejos conocidos de la saga es curiosa pero bastante desaprovechada, salvo en el caso de Michelle Rodriguez.

ResidentEvil

Resident Evil: Venganza arranca donde terminó la anterior con una de las mejores secuencias de la saga, en la que la acción marcha atrás, la cámara lenta y la música forman un conjunto espectacular. Después, la película no consigue superar ni igualar su prólogo aunque introduzca pasajes con un sospechoso parecido a filmes como Aliens. Ni siquiera su final, otro cliffhanger como de costumbre, es tan potente como el de anteriores entregas por haberse mostrado en algún que otro tráiler. En definitiva, más de lo mismo, un episodio de relleno que antecede al desenlace de esta franquicia que, eso sí, ha conseguido sostenerse por sí misma e incluso retroalimentarse con la saga de videojuegos de la que parte. Al rey lo que es del rey.

4’5/10

21/10/12

Sobre Mary Jane, baja autoestima y una borrachera

Shailene Woodley- Shailene Woodley (Los descendientes) va camino de convertirse en la próxima estrella juvenil de Hollywood con los dos proyectos que tiene en marcha. En primer lugar y a falta de confirmación oficial, parece ser que ya ha firmado para dar vida a Mary Jane Watson en la secuela de The Amazing Spider-Man, que volverá a estar dirigida por Marc Webb y protagonizada por Andrew Garfield y Emma Stone. Además, se ha abierto el casting para buscar a los actores que encarnen al villano (que podría ser Electro) y a Harry Osborn, que fue interpretado en la trilogía de Sam Raimi por James Franco.

Por otra parte, Woodley será la protagonista de Divergent, adaptación cinematográfica de la primera novela de una saga juvenil escrita por Veronica Roth que tiene toda la pinta de ser la sucesora de Los juegos del hambre. Neil Burguer (Sin límites) dirigirá la película ambientada en un mundo futurista dividido en 5 facciones ideológicas: Verdad, abnegación, osadía, cordialidad y erudición. Al cumplir 15 años, Beatrice Prior (Woodley) tiene que elegir a qué facción pertenecerá, al tiempo que se enamora de un chico y esconde un secreto que podría acabar con su vida. Este rodaje no supondrá un conflicto de fechas con el de The Amazing Spider-Man, puesto que su papel en esta secuela será muy escueto, cobrando importancia en la tercera entrega (los fans del superhéroe arácnido bien sabemos por qué).


Ryan Reynolds- Ryan Reynolds (El invitado) también ha sumado dos trabajos a su agenda. El primero es The Voices, comedia negra que dirigirá Marjane Satrapi (Pollo con ciruelos) siguiendo un guión escrito por Michael R. Perry (Paranormal Activity 2) bien curioso: un hombre mata por accidente a una mujer con la que trabaja en una fábrica de accesorios de baño. A partir de entonces empieza a escuchar los consejos de su bondadoso perro y de su malvado gato sobre cómo borrar sus huellas y no ser descubierto. El rodaje arrancará a comienzos de 2013.

El otro proyecto se titula Battle for Bonneville y será dirigido por Jon Favreau (Cowboys & Aliens) con guión de Dan Gilroy (El legado de Bourne). La cinta nos contará la historia real de los hermanastros Art y Walt Arfons, quienes rivalizaron por batir el récord de velocidad terrestre con vehículos impulsados por motores a reacción. Al final resolvieron sus diferencias y unieron fuerzas para alcanzar su objetivo común.


Ewan McGregor- Otro que suma trabajos de dos en dos es Ewan McGregor (Lo imposible). El próximo mes de enero comenzará a rodar en Reino Unido Born to Be King, comedia romántica dirigida y escrita por Peter Capaldi (Strictly Sinatra) a la que también podría unirse Kate Hudson (Algo prestado) si las negociaciones llegan a buen puerto. El filme cuenta la historia de un actor y una actriz (Hudson) que se llevan fatal mientras ruedan una película, algo que podría tener solución cuando aparece un extra (McGregor) que tiene un gran parecido físico con la estrella masculina.

Probablemente, cuando finalice ese rodaje, el actor recientemente premiado en San Sebastián comenzará el de Son of a Gun, thriller dirigido y escrito por el cortometrajista Julius Avery que versa sobre la relación entre el enemigo público nº 1 de Australia (McGregor) y su joven discípulo.


- Aaron Paul (Breaking Bad) ha firmado para protagonizar la adaptación cinematográfica del videojuego Need for Speed, papel para el que había sonado anteriormente Taylor Kitsch. Scott Waugh (Acto de valor) dirigirá el filme siguiendo un guión escrito por George y John Gatins (Acero puro) que llevará la fructífera franquicia de videojuegos de carreras a la gran pantalla. Está previsto que el rodaje comience a principios de 2013 para poder estrenarla en su fecha de estreno programada, el 7 de febrero de 2014.

Aaron Paul


- Anne Hathaway (El caballero oscuro: La leyenda renace) protagonizará The Low Self-Esteem of Lizzie Gillespie, comedia romántica cuyo guión escrito por Mindy Kaling y Brent Forrester (The Office) perteneció a la Black List de mejores guiones sin productor de 2009 y que aún no cuenta con un director asignado. Hathaway encarnará a una mujer con baja autoestima que no tiene suerte con los hombres. Su vida da un vuelco cuando un hombre tremendamente atractivo se interesa por ella, teniendo que superar sus inseguridades para que la relación funcione.

Anne Hathaway


- Michelle Williams (Mi semana con Marilyn) protagonizará Suite Francaise, adaptación cinematográfica de la novela homónima de Irène Némirovsky que será escrita y dirigida por Saul Dibb (La duquesa). El libro se editó en España bajo el título Suite francesa y versa sobre la historia de una joven que se enamora de un oficial alemán durante la ocupación de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, viéndose en la tesitura de escoger entre su país o sus sentimientos. El rodaje se iniciará durante la primavera del año que viene en Londres.

Michelle Williams


- Elizabeth Banks (Qué esperar cuando estás esperando) será la estrella de Walk of Shame, comedia dirigida y escrita por Steven Brill (No tan duro de pelar). La actriz encarnará a una presentadora de noticias que, tras cogerse la borrachera de su vida en una juerga nocturna, debe cruzar la ciudad de Los Ángeles a contrarreloj si quiere obtener un importante ascenso. El rodaje dará comienzo el próximo mes de enero.

Elizabeth Banks


- El director Jaume Collet-Serra y Liam Neeson volverán a trabajar juntos tras Sin identidad en Non-Stop, thriller en el que también se dejará ver Julianne Moore (La sombra de los otros). El argumento se centra en un vigilante aéreo que empieza a recibir mensajes de texto de alguien que afirma estar en su mismo vuelo y que amenaza con matar a todos los pasajeros, por lo que tendrá que identificar al terrorista lo antes posible. El rodaje arrancará el próximo 1 de noviembre con unos nada desdeñables 50 millones de dólares de presupuesto.

Neeson & Moore


Robert Pattinson- Robert Pattinson (Cosmopolis) acompañará a Carey Mulligan en Hold on to Me, proyecto anteriormente conocido como Nancy and Danny. Se trata de una comedia negra dirigida por James Marsh (Project Nim) sobre una mujer fatal (Mulligan) que junto a su novio secuestra y extorsiona al hombre más rico de la ciudad enterrándolo en una caja, momento en el que las cosas empezarán a ir de mal en peor. Pattinson encarnará a un hombre que mantuvo una relación con la mujer hace tiempo pero que no está involucrado en el crimen.


Sienna Miller- Este mes da comienzo el rodaje de Foxcatcher, que ha fichado a última hora a Sienna Miller (En el límite del amor) para que complete el reparto encabezado por Steve Carell, Channing Tatum y Mark Ruffalo. Bennett Miller (Moneyball) dirige este filme que nos contará la historia real de John du Pont (Carell), un millonario que padecía esquizofrenia y que edificó un centro de entrenamiento de lucha libre llamado Team Foxcatcher. Allí fue donde, en 1996, disparó y mató a su amigo David Schultz (Ruffalo), un luchador que había ganado la medalla de oro de los Juegos Olímpicos. Tatum dará vida al hermano menor del asesinado y Miller a la esposa del mismo.


- Finalmente Nicole Kidman no participará en Nymphomaniac, el  filme erótico que ya dirige Lars von Trier (Melancolía) en Alemania, puesto que la actriz aún se encuentra rodando Grace of Monaco. Uma Thurman (Bel Ami, historia de un seductor) ha sido escogida para reemplazarla en un papel pequeño pero sin concretar en esta película dividida en dos partes que abarcará toda la vida sexual de una mujer ninfómana. Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgard, Shia LaBeouf, Jamie Bell, Connie Nielsen y Christian Slater son los principales intérpretes de esta producción.

Uma Thurman


- Terminamos echando un vistazo al teaser tráiler de Carrie, nueva versión de la famosa novela de Stephen King que protagonizan Chloe Grace Moretz (La invención de Hugo) y Julianne Moore bajo las órdenes de Kimberly Perice (Stop-Loss). Se estrenará en Estados Unidos en marzo de 2013, un mes después en España:

19/10/12

El fin del romance

Poster The Deep Blue Sea

Dir.: Terence Davis
Int.: Rachel Weisz, Tom Hiddleston, Simon Russell Beale, Ann Mitchell, Karl Johnson, Harry Hadden-Paton
¿De qué va?: En el Londres de los años 50, Hester lleva una vida privilegiada como esposa de un juez del Tribunal Supremio, sir William Collyer, pero para asombro de todos los que la rodean, deja a su marido para irse a vivir con Freddie Page, un joven ex piloto de la RAF del que se ha enamorado apasionadamente.

Reseña: El cine ha sido uno de los principales impulsores del concepto tan generalizado que tenemos sobre el amor romántico. Por culpa de las películas de Hollywood muchos hemos soñado con un romance de película que supera todas las adversidades y que culmina en un final feliz. Sin embargo, todos sabemos que en la vida real, tal y como dice Angelina Jolie en Sr. y Sra Smith, los finales felices son historias sin acabar. Y es que el amor nos puede traer mucha felicidad, pero el sufrimiento también es algo que va íntimamente ligado a él.

The Deep Blue Sea

The Deep Blue Sea es el melancólico retrato de una mujer que sufre un tremendo mal de amores. Hester Collyer siente por el joven y altivo Freddie Page un amor que jamás ha sentido por su marido, por lo que decide abandonarlo y vivir con su amante con todo lo que conlleva ser una mujer adúltera en los años 50. Sin embargo, sigue sin alcanzar la felicidad que anhelaba porque se siente avergonzada de su decisión y es plenamente consciente de que el hombre que ama nunca la querrá de la misma forma que ella lo quiere a él. Hester intenta recomponer los pedazos rotos de su vida al tiempo que Inglaterra se lame sus heridas tras la 2ª Guerra Mundial (sutil y apropiado contexto), pero a veces se ve muy superada por el dolor que ha causado a su marido y la aflicción de vivir un romance descompensado.

The Deep Blue Sea3

Terence Davies filma con templanza y se vale de la fotografía natural, exenta de luces artificiales, para iluminar los húmedos y fríos espacios donde transcurre la historia de Hester, interpretada por una formidable Rachel Weisz en una de sus encarnaciones más memorables. Weisz se enamora, sufre, llora, se enfada, grita, se desespera, fuma y se enfrenta a la muerte en carne viva, sin caer en la sobreactuación y consiguiendo que empaticemos con su personaje, que a veces parece una adicta al sufrimiento. Simon Russell Beale y Tom Hiddleston encarnan a los dos hombres de su vida y ambos también están estupendos, sobre todo este último. La última escena que comparten Weisz y Hiddleston, en la que los silencios dicen más que las palabras, es una lección magistral de interpretación.

The Deep Blue Sea2

Se le ha achacado a The Deep Blue Sea que hable de la pasión con frialdad, pero personalmente creo que es algo que le viene muy bien a la historia porque su intención no es ensalzar el amor romántico, todo lo contrario: el amor es un arma de doble filo por el que todo el mundo puede resultar herido. Ahora bien, ¿vale la pena arriesgarse por él? Seguro que Hester lo prefirió así antes que pasar el resto de su vida lamentándose por no haberlo intentado, aunque el amor es algo más que pasión tal y como le enseña la propietaria de su vivienda. En definitiva, una película cocinada a fuego lento que deja poso y crece en el recuerdo.

7’5/10