Dir.: Jason Reitman
Int.: Charlize Theron, Patton Oswalt, Patrick Wilson, Elizabeth Reaser, Collette Wolfe, Jill Eikenberry, Richard Bekins
¿De qué va?: Mavis Gary es una escritora de literatura juvenil que regresa a su ciudad natal para revivir sus días de gloria e intentar recuperar su amor de la infancia, que ahora está felizmente casado y acaba de tener un hijo. Cuando todo parece ir de mal en peor, Mavis se encuentra con un antiguo compañero de clase que tampoco ha superado la etapa del instituto.
Reseña: El tiempo que pasamos en el colegio y en el instituto puede marcar nuestra personalidad de cara al futuro. Los hay que consiguen aprender de los errores y de los traumas vividos, madurando en consecuencia, pero también hay personas que habiendo superado la treintena siguen estancados en la edad del pavo. Es el caso de la protagonista de Young Adult, una mujer autoconvencida de que ha alcanzado el éxito personal y que odia la ciudad donde se crió, pero que en el fondo siente que le falta algo, así que decide llenar ese vacío volviendo con su novio del instituto. En líneas generales, una clásica heroína de la comedia romántica; en profundidad, una víbora ególatra y desastrosa que necesita unas buenas dosis de realidad.
Como hemos visto en anteriores ocasiones, los personajes antipáticos están de moda siguiendo el modelo de la televisiva House. En el caso de Mavis Gary, se trata de un personaje que reúne algunas de las peores cualidades del ser humano, su actitud y acciones son tan desafortunadas que somos capaces de sentir auténtica vergüenza ajena en ciertos momentos, y aún con todo, simpatizamos con ella. Quizás porque podamos ver reflejados aspectos nuestros de los que no nos sentimos orgullosos, o quizás porque podemos llegar a entender por qué actúa de esa manera (la concesión al melodrama que se hace casi al final), o bien porque acabamos compartiendo la visión que tiene sobre su ciudad natal, un lugar desangelado donde el conformismo se ha apoderado de todo el mundo. Evidentemente, Mavis no es un modelo a seguir pero es uno de los personajes femeninos más interesantes y atractivos del cine americano reciente.
Charlize Theron realiza la mejor interpretación de su carrera, sin necesidad de recurrir a maquillajes imposibles para demostrar lo camaleónica que puede llegar a ser. Durante la película, la actriz sudafricana luce realmente atractiva cuando se arregla para reconquistar a su ex-novio, pero también muestra su peor cara para expresar toda esa amargura e insatisfacción que corroe a su personaje por dentro. Theron forma un genial tándem con Patton Oswalt, otro adulto que sigue escudándose en su etapa de instituto para no avanzar, al tiempo que mantienen unas divertidas conversaciones en las que intentan hacer ver el uno al otro lo patéticos que son, y de ahí nace su peculiar conexión.
La dirección de Jason Reitman es sencilla pero bastante eficaz, sobre todo en algunos planos y escenas resueltas de manera original, como esos créditos iniciales en homenaje a los difuntos cassettes. Su trabajo queda supeditado al guión de Diablo Cody, que ha madurado bastante como guionista porque ya no intenta demostrar constantemente lo perspicaz y cool que es como hizo en Juno (película con la que flipo de igual manera). Sigue teniendo sus ingeniosas líneas de diálogo pero mejor repartidas, sustituyendo las carcajadas por humor tan ácido que casi no hace gracia y llegando a su clímax en un feroz desenlace, coherente con lo visto anteriormente, pero contrario a lo que dictan los cánones tradicionales del cine, por ende, tal y como la vida misma.
8’5/10
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