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sábado, 5 de septiembre de 2020

SEMBLANZA DEL PADRE CASTELLANI – ROQUE RAÚL ARAGÓN




Apertura de las "Jornadas de Celebración del P. Castellani" que se desarrollaron los días 14 y 15 de agosto de 1993 en Bella Vista, Buenos Aires.

jueves, 2 de julio de 2020

lunes, 20 de marzo de 2017

ROMA AL DESCUBIERTO




De la conferencia de Mons. Marcel Lefebvre durante el retiro sacerdotal en Econe, el 14 de septiembre de 1987 (La Resistencia Católica Nº 13, IX, Lima, Perú, 1989):


domingo, 12 de junio de 2016

LA SINAGOGA DE SATANÁS EN GUERRA CONTRA DIOS Y LA IGLESIA




Imperdible disertación de D. Gil de la Pisa presentando su libro “La Piedra Roseta de la Ciencia Política”. La filosofía de la Historia se basa en la ley de la historia: la guerra a muerte entre las dos ciudades: la ciudad de Dios y la ciudad de Satanás. Tenemos que estar en una de las dos ciudades. Dios y la misión providencial de España. Odio de la Sinagoga de Satanás (o el Supremo Poder sin Rostro) contra España y América. Los Protocolos de los Sabios de Sion y su clave de interpretación de la historia moderna. No se trata de antisemitismo sino de antisionismo, desenmascarando el pequeño grupo que posee los gobiernos y riquezas del mundo. El ejemplo de García Moreno, genio de la política, contra estos, mártir asesinado por la masonería. Las siete notas clave en que se basa la Sinagoga de Satanás y lo que debemos hacer para oponernos a ella.

viernes, 22 de enero de 2016

MONS. FELLAY: INCREÍBLES PALABRAS SOBRE FRANCISCO, EL GRAN DESTRUCTOR DE LA IGLESIA


"TENEMOS AL PAPA, YO DIRÍA, DE NUESTRO LADO"

Mons Fellay, exultante, hablando de "nuestro querido Santo Padre".




FUENTE Nota: El título del video dice "conferencia de prensa", pero eso es falso porque no hubo miembros de la prensa, sino sólo James Vogel, director del Angelus Press, de la FSSPX. Al final, el mismo Vogel invita "a los que pagaron" (!) a la reunión de "conozca y salude" a Mons. Fellay.

Palabras de Mons Fellay desde 1:14:12: 

Algunas veces nuestro querido Santo Padre dice cosas que pueden ser realmente decepcionantes, sin embargo, en otras ocasiones ha sido muy claro en estos puntos, muy claro: “no recibirán perdón de los pecados si no se arrepienten, si no tienen contrición de los pecados”. Es muy claro.

Pregunta: Hablando del Papa Francisco, la jurisdicción delegada que fue concedida a los sacerdotes de la FSSPX en el motu proprio acerca del “Año de la Misericordia”, ¿es un signo de que el Santo Padre quiere resolver el estatus canónico de la Fraternidad?

Eso creo. No es una delegación. Es el poder ordinario de escuchar confesiones. Comúnmente estos poderes son dados a los sacerdotes por el obispo. El obispo local da la misión a los sacerdotes para escuchar confesiones. Nosotros lo obtuvimos directamente del Papa, por encima de los obispos. Es algo muy especial. Es raro. Él puede hacerlo. Y diría que hay elementos más raros, pero si usted es lógico, tiene que concluir que el hecho que el papa haya dado a todos los sacerdotes de la Fraternidad este poder ordinario de confesar, significa, al mismo tiempo, que ha removido cualquier clase de sanciones (*). Ambas no pueden ir juntas. Si un sacerdote está suspendido tiene precisamente prohibido escuchar confesiones, no tiene poder de absolver, entonces cuando el papa dice "les doy este poder", al mismo tiempo él debe haber removido la posible. Nosotros cuestionamos eso, pero ellos en la Iglesia afirman que tenemos alguna sanción. 

No pueden estar juntas las dos. Es interesanteY creo que es razonable pensar que si el Santo Padre hizo este gesto es porque tiene algo en mente. No puede ser algo que viene de la nada. Otra vez, es difícil de explicar porque por un lado él hace tantos reproches a la gente que insiste en la doctrina, a la gente que no quiere que las cosas cambien -incluso muy duras palabras, las últimas fueron muy duras- pero al mismo tiempo y cuando las dice hasta pensamos que son para nosotros (ríe), pero debo decir que no estoy seguro. Me lo pregunto. En Roma me dicen: "no sabemos" (ríe) ¡Es loco! me dicen "no lo tome a mal, -me dicen los prelados- tal vez se está dirigiendo a los americanos conservadores" ¡No lo estoy inventando: es real! Al mismo tiempo que culpa a los que tienen esta actitud tradicional, no hay ninguna duda que se ha involucrado muy personalmente en nuestro caso. Nos conoce de cerca. Y la manera que se comporta hacia nosotros nos hace pensar que es simpatía. Parece contradictorio, no puedo explicar más que eso. Realmente yo esperaba una condenación pero es lo contrario que está sucediendo. 

domingo, 17 de enero de 2016

miércoles, 25 de noviembre de 2015

MONSEÑOR FAURE HABLA SOBRE NUEVO SEMINARIO DE LA RESISTENCIA




(Conferencia de 18-11-15 en St. Catharines, ON, Canadá)

No es fácil en estos tiempos dar buenas noticias, es por eso que cuando podemos hacerlo, lo hacemos:

Ustedes conocen la situación de la Fraternidad, la cual se quiere reintegrar a la iglesia conciliar. Pero en Francia tenemos la comunidad de los Dominicos de Avrillé, 11 sacerdotes, dos de los cuales ustedes vieron acá en los últimos meses, que vinieron a impartir un retiro espiritual con el P. Zendejas. Y Esta comunidad fue formada principalmente en Ecône, con Mons. Lefebvre, y mantiene la fidelidad a la fe, a los papas del pasado, que, desde la revolución francesa, condenaron los ideales liberales y masónicos: igualdad, libertad y fraternidad, tomadas por el concilio.

Tenemos un grupo que en unanimidad, todos ellos, mantienen la fe, el buen combate, gracias a Dios. Es así que pensamos que debíamos empezar un seminario, y ahora tenemos 8 seminaristas, tres de ellos franceses de buenas familias, fieles del monasterio de los dominicos, un italiano, un inglés, uno es monje de Brasil (del Monasterio de Dom Tomás) y otro joven más de Croacia, quien pasó alrededor de 4 años en el seminario de la Fraternidad de Zaitzkofen en Alemania.  

Los seminaristas, todas las mañanas a las 8 de la mañana, después de misa, después de la meditación y la oración de Prima, van con los dominicos, donde reciben una muy buena formación. Tienen tres cursos en la mañana y uno o dos en la tarde. Luego vuelven al seminario. Tenemos un buen cocinero croata (es maestro de canto también). 

Entonces lo que quiero decir es que está muy bien organizado, tenemos un muy buen seminario. Tenemos las mismas horas que en Ecône, pero claro que los cursos, aunque están en el centro del pueblo de Avrillé, sólo les toma de 6-7 minutos en llegar al Monasterio, por lo que es muy fácil, e incluso muchas veces usan bicicleta. Creo que todo va muy bien, creo que es providencial, es la voluntad de Dios.

Tenemos 3 franceses, mientras que la Fraternidad solo tiene 4 jóvenes franceses en su seminario y uno de ellos casi viene con nosotros. Y tal vez vendrá después. Si Mons. Fellay hace este acuerdo con los modernistas de Roma, entonces es muy probable que recibamos más jóvenes de Francia, es por eso que estamos buscando una casa más grande para el próximo año. 

Cuando Mons. Lefebvre empezó el seminario en los ‘70, había 7 o quizá 9 seminaristas. Vinieron porque era un buen seminario, pero no entendieron el combate, y al final del año solo quedaron dos: el P.  Aulagnier y el P. Tissier de Mallerais, que hoy es Mons. Tissier. Entonces, creo que, por la gracia de Dios, tendremos un mejor resultado al final de año, porque -por supuesto- los jóvenes que vienen al seminario de la Resistencia saben por qué vienen a este seminario, pues ellos pueden ir al Seminario de la Fraternidad, o de San Pedro, o del IBP... hay muchas opciones. Pero ellos vienen de familias que entendieron el problema, la situación, y decidieron quedarse con nosotros.

Y entonces tenemos muchos signos en contra, pero tenemos todavía más signos a nuestro favor: las personas que permanecen fieles a la obra de Mons. Lefebvre y entienden, que aman la Verdad y son fieles a Nuestro Señor. Entonces tenemos confianza.

Debemos pedir la bendición de la Virgen María para que nos ayude, porque Nuestro Señor dice que sólo los que permanezcan fieles hasta el fin, sólo ellos se van a salvar.

Trataremos de ser fieles y pediremos esta gracia y la bendición a Nuestra Madre, la Santísima Virgen María.

Buenas noches.
____________________________________________

Contacto con el seminario:
Email: [email protected]
Dirección postal: 1, the small path Guard, 49240, Avrillé, France.
Teléfono: 09 83 90 56 09

  

viernes, 19 de junio de 2015

HABLA MONS. FAURE - CONFERENCIA EN PARÍS, MAYO DE 2015






"este es el viejo plan del Card. Ratzinger: la única manera de desintegrar a los integristas es reintegrarlos"

Visto en RECONQUISTA (EXTRACTO)

¿A qué se debe la crisis que sufrimos hoy en la Fraternidad? Mons. Lefebvre debía buscar buenos administradores y los encontró: el P. Schmidberger, Mons. Fellay, los ecónomos, de manera general. Y trabajaron bien, realizaron un trabajo inmenso en unos cuarenta países. Los resultados eran buenos. El drama: mientras Mons. Lefebvre vivía, todo iba bien. Pero una vez que partió, el elemento humano empezó a hacer estragos. Este sacerdote y este obispo eran muy buenos administradores, tenían una buena formación, se les enseñó el catolicismo liberal, el modernismo, pero cuando ellos se enfrentaron a Roma (los cardenales, la Basílica de San Pedro, etc.), se sintieron impresionados. Porque Roma es muy hábil, tienen una experiencia milenaria. Y en Roma se encuentran los más astutos.

Uno de los nuevos “amigos en Roma” de Mons. Fellay es sin duda el Card. Castrillón Hoyos, que es un hombre muy hábil. Cazador notable. En su pared tiene las cabezas de unos 15 fundadores o responsables de grupos tradicionalistas, Monasterios, y la diócesis de Campos. Esta diócesis era muy importante, y una vez muerto, Mons. de Castro Mayer fue traicionado por 25 sacerdotes y toda la diócesis.

Ya en 1992, ya había contactos con Roma. Por ejemplo, el P. Aulagnier, que es muy amigo de Dom de Lesquen, quien ayudó a Dom. Gérard a unirse a Roma. Luego en 1994 el GREC, los contactos con el embajador de Francia en el Vaticano, el señor Pérol, que falleció y su esposa continuó su trabajo. Podemos pensar también que el embajador de Francia en Roma conocía a un cierto Card. Ratzinger, quien es la cabeza pensante en el Vaticano. Él es el jefe de orquesta. Es él. Cuando se habla del Card. Ratzinger como “conservador” es que es muy inteligente, él hizo la guerra a muchos conservadores. El libro de Mons. Tissier “La Extraña Teología de Benedicto XVI” muestra las enormidades, incluso las herejías del Papa Benedicto XVI. Por ejemplo, dice que “la Cruz no es un sacrificio expiatorio”. Incluso Lutero reconocía que la Cruz era un sacrificio expiatorio. En este sentido, Lutero era más católico. Pero Benedicto XVI es un alemán y tenía amigos, profesores, etc. que el P. Schmidberger conoció. Dirán que invento, que digo cosas, pero un sacerdote italiano dijo que el P. Schmidberger dijo esto en Albano, que cada año enviaba un ramo de flores al Card. Ratzinger. Por eso, cuando el Card. Razinger se convirtió en Papa era “ahora o nunca”.

¿Cuántas veces se le reprochó a Mons. Lefebvre de crear un cisma? Y ahora es el argumento principal: “La Fraternidad, a fuerza de vivir como si el papa no existiera, como si no hubiera papa, terminaremos por ser cismáticos, teniendo una mentalidad cismática”.

El P. Nely, en el fatídico mes de junio de 2012, dijo que “el problema es que tenemos una generación que va creciendo dentro de la Tradición y que vive como si no hubiera papa, terminaremos teniendo una mentalidad cismática y por eso es urgente arreglar las cosas con Roma”.

En cuanto al P. Schmidberger, él visitaba Francia (ya no era Superior General) y le dijo a los sacerdotes lo que también me dijo a mí en Argentina: “Padre, usted reconoce como yo que en la Iglesia nuestra situación no es normal”. Este es el discurso que ha sido repetido muchas veces. Como el P. Thuiller, que dijo “Bien, de acuerdo, Roma, la Iglesia actual, los oficiales no son perfectos. Pero nosotros tampoco lo somos, también tenemos defectos, nuestra situación canónica” [este sacerdote es ex vicario de San Nicolas de Chardonnet, ex asistente del director del Instituto Universitario San Pío X, ex capellán de Civitas y ex profesor dogma en el seminario de Ecône. Dejó la FSSPX y el año 2012 fue nombrado Secretario Privado del arzobispo de París y miembro del Consejo de Formación de los diáconos permanentes. Nota del blog]


El P. Thuiller (segundo de derecha a izquierda) con los Padres Bouchacourt, de Tanoüarn y Thouvenot.



Entonces el P. Schmidberger le dijo esto a todos los sacerdotes de Francia. Y como todos los sacerdotes tenían una reacción, se daba cuenta de cuál es su posición. Así supo quiénes eran los duros y quienes los débiles. Y todo esto, evidentemente, forma parte de un plan. Plan que se lleva a cabo desde hace quince años. Se escogen entonces a los más débiles como superiores, los que comparten las ideas del superior, o los nombran como priores. Frecuentemente jóvenes sin experiencia, como es el caso ahora del director del Seminario en Australia, y últimamente tuvimos al P. de la Motte que se unió a la Diócesis de Versalles. Es evidente que los nombramientos y las mutaciones son extremadamente importantes para una congregación, especialmente en la situación que atravesamos.

Es así como el último Capítulo (yo he asistido a todos los Capítulos de la Fraternidad) fue una orquesta muy bien organizada. Yo tenía esperanzas en Mons. Tissier de Mallerais, Mons. de Galarreta, el P. Jorna, y este último acabó (con) la Declaración Doctrinal de Mons. Fellay del 15 de abril de 2012, pero desgraciadamente estaba perfectamente programado, organizado hasta los más mínimos detalles. Y allí comprendí cuál fue la situación de Mons. Lefebvre y de sus amigos durante el concilio, como lo explica Ralph Wiltgen en su libro “El Rin desemboca en el Tíber”: los obispos del Rin tenían medios de difusión muy importantes y por consiguiente una gran mayoría que se inclinaba del lado de la autoridad, del lado del Papa.

Podemos imaginar que los romanos dicen “estos tradicionalistas son muy numerosos”, trataremos de frenarlos, de liquidarlos. Y este es el viejo plan del Card. Ratzinger: la única manera de desintegrar a los integristas es reintegrarlos. Necesitaban entonces diplomáticos para tratar con los tradicionalistas. Y han encontrado al hombre: el Card. Castrillón Hoyos. Él se convirtió en el interlocutor privilegiado ante el Card. Ratzinger. Yo me encontré con el P. Ortiz hace tres o cuatro meses en Bogotá y me contó lo siguiente: el Card. Castrillón era obispo de Pereira, en donde vivía la hermana de Mons. Lefebvre. La señora T. y su esposo tenía una empresa muy importante y construyó una iglesia para sus obreros. Se le pidió al obispo que viniera a bendecir la iglesia. El Cardenal Castrillón dijo que no agradecería al señor T. por la iglesia, pues la construyó con el dinero que robó a sus obreros. Teología de la liberación. Y luego reencontramos a este personaje transformado en semi-tradicionalista, muy amable, amante de la tradición,  que celebra la misa tradicional de vez en cuando, y he aquí que se han anexado a casi todos los jefes de grupos tradicionalistas. Como a todo buen cazador, le gusta coleccionar cabezas. Ya tiene muchas pero la falta una: la cabeza de Mons. Fellay. Pero “¡todavía tenemos la misa, no es cuestión de ceder, no, no hemos cedido en nada!”  decía, por ejemplo, Dom Gérard. Mas luego el mismo Dom Gérard tuvo la mala idea de concelebrar la misa con Juan Pablo II. Y fue la misa del modernista, la misa de Lutero la que concelebró.

Una cosa es segura: si hay algo que exigen es el silencio. El silencio sobre la Misa y el silencio sobre el concilio. Y esto es lo que está sucediendo en la Fraternidad. Ayer escuchaba de un padre de familia de Chile (que decía) que hace mucho no escuchan hablar sobre la crisis en la Iglesia. Y esto sucede en muchos prioratos. Pero la profesión de la Fe Católica exige para todos los obispos, sacerdotes, fieles, etc., la condenación de los errores. Monseñor Lefebvre nos advirtió: habrá lobos disfrazados de ovejas. Y también hemos visto pastores que se han transformado en lobos, particularmente en la historia que nos ocupa.

No juzgamos las responsabilidades, las intenciones. Pero debemos juzgar si alguien es un pastor o un lobo disfrazado. Y tenemos el deber de gritar ¡el lobo! Sobre todo los pastores, es su deber elemental. Y esta es la crítica que hacemos a Menzingen y a Mons. Fellay.

miércoles, 27 de mayo de 2015

HABLA MONSEÑOR FAURE



CONFERENCIA DE MONS. FAURE EN NAMUR (BÉLGICA) EL 17 DE MAYO DE 2015




En 1989 dijo Monseñor Lefebvre: Yo espero y estoy seguro que el Superior General de la FSSPX (el P. Franz Schmidberger en ese entonces), no hará ningún compromiso con el Vaticano.

Fíjense en las palabras utilizadas, es un poco curioso: yo espero, yo estoy seguro… o uno espera o está seguro ¿no es así?

Se temía la reelección del P. Schmidberger como superior. Exactamente un mes después de la muerte de Mons. Lefebvre, (Mons. Lefebvre murió el 25 de marzo de 1991) un mes más tarde, el 10 de mayo de 1991, el P. Schmidberger hará obligatorio la foto del papa Juan Pablo II en las sacristías de la Fraternidad. ¿Por qué no lo hizo seis meses antes? Son pequeños detalles así. El P. Schmidberger me dijo una vez: “Padre, usted reconoce en todo caso que no estamos en una situación normal respecto a la Iglesia” ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que debemos esforzarnos por normalizar nuestra situación y ser reintegrados a la Iglesia.

Podemos decir, imaginemos por ejemplo que una agencia de prensa vaya a hacer una entrevista a unos náufragos que están en un bote salvavidas, y les dice ¿Pero qué hace usted en una pequeña barca en medio del océano? ¿No le parece que usted se encuentra en una situación anormal?  Pero, ¿cómo regresar al navío que se hunde para tener una situación normal?

Cuando el Titanic naufragó, forzosamente hubo que refugiarse en botes salvavidas. Esto hizo la Fraternidad. Frente a una situación anormal de la Iglesia la Fraternidad debió ponerse a salvo. Frente a una situación totalmente anormal, es normal encontrarse en la situación en que se encontró Mons. Lefebvre y los Tradicionalistas.

Monseñor Lefebvre aconsejó la lectura de ciertos libros. Especialmente “Historia del Catolicismo Liberal” por el P. Barbier que apareció en 1924. Este libro es muy importante: Monseñor Lefebvre dijo “si yo hubiera releído este libro (lo volvió a leer poco tiempo antes de su muerte) en el momento que fundé el Seminario (de Ecône), yo probablemente hubiera dado una formación un poco diferente a mis seminaristas, una formación más anti-liberal y más anti-modernista”.

El P. Barbier hace una introducción en donde narra la historia del catolicismo liberal desde su aparición en 1830 con Lammenais, que decía que la Revolución francesa había levantado el estandarte de la libertad, y la Iglesia Católica desaparecerá si no hace lo mismo. Esta es la idea del Vaticano II.

El Catolicismo está en abierta contradicción con el liberalismo. Si buscamos las palabras “catolicismo liberal” en la enciclopedia o en internet, por ejemplo en Larousse dice: “es el Papa León XIII en 1892 que ha invitado a los católicos de Francia a reconciliarse con la República francesa, que comenzó a darle vida al catolicismo liberal”. Este fue un error político del Papa León XIII, en el plano doctrinal no hay nada que decir, pero en Francia fue mal tomado porque la mayoría de los católicos eran monarquistas. Los católicos eran 80% o 85% en Francia. Los diputados hubieran sido católicos, el presidente católico, etc. ¿Por qué en países de gran mayoría católica tienen gobierno anticlerical, masón? “Es necesario destruir el trono para luego destruir el Altar”. Una vez que tienen los masones el poder político, han pasado a atacar la Iglesia, las escuelas, las universidades, enseñando ideas masónicas de libertad, igualdad, fraternidad, y terminaron por invadir toda la sociedad y luego los seminarios. Los jóvenes que venían de familias burguesas y liberales fueron a los seminarios con estas ideas. Y poco a poco fueron ganando puestos en la jerarquía hasta que se apoderaron del papado. Y esto sucedió a la muerte del Papa Pio XII, triunfando en el concilio Vaticano II.

Monseñor Lefebvre decía que era muy importante estudiar esta historia de la Iglesia desde la Revolución francesa y un poco antes. Porque nos damos cuenta que finalmente a lo que nos enfrentamos hoy es exactamente lo mismo, estamos en el mismo combate.

Cuando vemos que esos católicos liberales están ahora en los puestos de mando de la Iglesia, es necesario resistir. Y ahora están hablando de reintegrarnos a esa iglesia conciliar que se ha apoderado del poder, que ocupa los puestos de autoridad. Y es por eso que Mons. Lefebvre hablaba de dos Romas: la Roma Eterna, la Roma Católica, y también la Roma de hoy en día, neo-modernista, liberal, neo-protestante, que quiere imponernos la nueva religión del concilio Vaticano II.

martes, 14 de octubre de 2014

MONSEÑOR LEFEBVRE CONDENA A MONSEÑOR FELLAY Y LA NEO-FSSPX





Ocurre con Monseñor Lefebvre como con el Padre Castellani, y en general con todos aquellos grandes hombres que han generado controversia a su paso, no dejando a nadie en la indiferencia. Así con el gran maestro argentino (sí, que aunque al que tilden así sea el masonazo de Sarmiento, ese título le corresponde con todas las letras al Padre Castellani), es levantado como bandera o hecho de los suyos por tradicionalistas, por los línea-media, por los nacionalistas católicos, por conservadores o líneas-media bastante resabiados de liberalismo, por algunos conservadores conciliares y hasta por algunos progres, pues parece que a todos ellos pudiera sindicarse, según las propias necesidades. Del mismo modo ocurre con Monseñor Lefebvre, que es usado como bandera o justificación tanto por los acuerdistas semi-liberales o liberales de la Neo-Fraternidad, que niegan, olvidan u ocultan las cosas que dijo, muchas de las cuales incluimos en este artículo; como por los sectarios y farisaicos sedevacantistas dogmáticos, que gustan de dar orgullosamente lecciones a todo el mundo pero olvidan que Mons. Lefebvre también dijo: “Evitemos las tomas de posición extremas que no corresponden a la realidad sino a aprioris, que perturban inútilmente las conciencias sin ilustrarlas. Evitemos el celo amargo que condena San Pío X en su primera encíclica (…) Nos es imposible aprobar la actitud de los que sólo tienen palabras amargas para su prójimo, juzgándolo temerariamente y sembrando así la división entre los que sostienen un mismo combate”.

Unos y otros conforman una falsa, una hábil y tramposa dialéctica que no conduce a nada. Por eso siempre es bueno tener presente a Monseñor Lefebvre y considerar y entender sus luchas, su saber aprender de los errores, su hidalguía, su firmeza y su humildad, en un equilibrio desgastante por mantenerse ajeno a las mismas tentaciones que hoy nos acechan, pero que contribuyó a hacer resistir la verdadera Religión católica hasta nuestros días.

Veamos ahora de qué manera oblicua la Neo-FSSPX sitúa la posición de Mons. Lefebvre con respecto a Roma, para mediante éste justificar su postura acuerdista o de armisticio con los modernistas romanos.

Cita el P. Bouchacourt en un editorial de la revista Iesus Christus (N° 136, Julio/Agosto de 2011) con esta introducción un sermón de Monseñor Lefebvre de fecha, préstese atención, febrero de 1983:

“Animado de este mismo espíritu, un hijo eminente de la Iglesia y digno sucesor de los Apóstoles, Monseñor Marcel Lefebvre, viajó incesantemente de Ecóne a Roma y viceversa para intentar convencer al Papa y a la Curia de que volviesen a la Tradición, sin querer jamás romper con la Sede de Pedro. He aquí lo que predicaba el 26 de febrero de 1983 en el Seminario de Zeitzkofen antes del ordenar al Padre Ceriani y a algunos otros diáconos:

“(...) Algunos miembros de la Fraternidad, desgraciadamente, pensaron que no había por qué ir a Roma, que ya no tenía que haber más contactos con los que hoy marchan hacia el error, sino que había que abandonar a todos los que han adherido al Concilio Vaticano II y sus consecuencias. Y por eso mismo, porque la Fraternidad siguió manteniendo contactos con Roma y con el Papa, prefirieron abandonar la Fraternidad.
“Eso nunca ha sido lo que la Fraternidad hizo, ni ha sido nunca el ejemplo que he creído deber dar. Por el contrario: no dejo de ir a Roma. Sigo manteniendo contactos con el Cardenal Ratzinger, a quien ya conocéis, con el propósito de que Roma vuelva a la Tradición. Si creyese que el Papa ya no existe, que ya no hay Papa, ¿para qué ir a Roma? Y entonces, ¿cómo esperar que Roma vuelva a la Tradición? Porque es el Papa el que debe hacer que la Iglesia retorne a la Tradición. A él le toca esa responsabilidad. Si hoy en día por desgracia se deja arrastrar por los errores del Vaticano II, esa no es razón para abandonarlo. Muy por el contrario: debemos poner todo nuestro esfuerzo en hacerlo reflexionar sobre la gravedad de la situación, hacer que regrese a la Tradición y pedirle que haga volver a la Iglesia al camino seguido durante veinte siglos.
“Sin duda algunos me dirán (como dicen los que se han alejado de nosotros):
«¡Es inútil, perdéis el tiempo!». Lo que sucede es que no tienen confianza en Dios. ¡Dios todo lo puede! Desde el punto de vista humano, realmente es decepcionante, pero debemos orar, orar doblemente por el Papa, para que Dios lo ilumine, para que finalmente abra los ojos, para que vea los desastres que se expanden en la Iglesia. Debemos orar para que los seminarios se llenen como están los nuestros, para formar nuevamente sacerdotes que celebren la verdadera Misa y canten las glorias de Dios, como lo hizo Cristo en la cruz, y para que continúen el Sacrificio de la Cruz.
“¡He ahí porqué voy a Roma! Así es la Fraternidad”.

Termina el P. Bouchacourt:

“Este es también el camino que sigue su sucesor, Monseñor Fellay, tras la desaparición de nuestro fundador. Como somos hijos de la Iglesia, no podemos resignarnos a ver que la Tradición sea expatriada de su seno”, etc.

Contrariamente a lo anterior, afirmó Mons. Lefebvre en una entrevista a Fideliter en enero de 1991: “Nuestros verdaderos fieles, aquellos que han comprendido el problema y que justamente nos han ayudado a seguir la línea recta y firme dela Tradición y de la fe, temían las tratativas que hice en Roma. Me han dicho que era peligroso y que perdía el tiempo.” En definitiva y por lo que citaremos a continuación, Mons. Lefebvre admitió que esos fieles esclarecidos tenían la razón y él había estado equivocado, pero tuvo la humildad para rectificar el rumbo de la nave antes de que se estrellara, lo contrario de lo que está haciendo Mons. Fellay y sus secuaces que han procedido a acallar y perseguir a quienes quisieron hacerlo entrar en razón y advertir de estos peligros y en definitiva de la traición al resto de los fieles.

El antiguo Superior de Distrito de Sudamérica, siguiendo la posición de los Superiores de la FSSPX, trampea los hechos y en definitiva, lo que ocurrió luego. Porque allí no se terminó todo, y no fueron las citadas las últimas palabras de Monseñor Lefebvre con respecto a las relaciones con Roma.

En principio, cualquiera puede darse cuenta que en esos cinco años transcurridos, entre 1983 y 1988, en que Mons. Lefebvre con la mejor buena voluntad continuó yendo a Roma, se fue tejiendo la trampa en la que finalmente cayó al firmar el protocolo de acuerdo el 5 de mayo de 1988, y de lo que gracias a Dios a las pocas horas de hacerlo se arrepintió y reconoció su error.

De modo tal que puede decirse que la cita que incluye el entusiasmado y dialoguista Padre Bouchacourt es un a priori más producto de la buena voluntad que del conocimiento práctico de aquellos con quienes estaba tratando. La lección muy clara es: quien tiene tratos con gente tramposa, termina cayendo en su trampa. Y si esto le ocurrió nada menos que a Monseñor Lefebvre, quien como fundador de la congregación tenía mayores gracias que ninguno, ¿por qué no iba a ocurrirle lo mismo a Monseñor Fellay, o acaso hay que pensar que este último está más capacitado que Mons. Lefebvre para eludir las trampas de los modernistas romanos?

Y en consecuencia también se puede concluir que, si a Mons. Lefebvre le fue mal con las autoridades romanas, por el hecho de afirmar claramente la verdad católica, en cambio a Mons. Fellay no deja de irle cada vez mejor, porque luego de tantos años manteniendo relaciones ni lo han excomulgado ni lo han atacado, sino que lo reciben con toda cordialidad. 

Veamos ahora las declaraciones de Mons. Lefebvre posteriores a las citadas por el P. Bouchacourt, las de sus últimos años y que puede decirse que son su testamento, su posición final y definitiva basadas en su experiencia de varios años teniendo relaciones con las autoridades vaticanas. No son citas aisladas  tomadas de aquí y allá sino que forman un cuerpo coherente de indeclinable defensa del Reinado Social de Cristo. Nuestros comentarios van entre paréntesis y en rojo.




Carta a Juan Pablo II, 2 de junio de 1988

“Teniendo en cuenta el rechazo a considerar nuestras peticiones, y siendo evidente que el objetivo de esta reconciliación en absoluto es el mismo para la Santa Sede y para nosotros, juzgamos preferible esperar tiempos más propicios al regreso de Roma a la Tradición. Es por esto que nos dotaremos de los medios para proseguir la Obra que la Providencia nos confió (…). Continuaremos rezando para que la Roma moderna, infestada de modernismo, vuelva a ser la Roma católica y reencuentre su Tradición bimilenaria. Entonces, el problema de la reconciliación perderá su razón de ser, y la Iglesia encontrará una nueva juventud.”


viernes, 27 de junio de 2014

CONFERENCIA DE MONSEÑOR FELLAY EL 27 DE FEBRERO DE 2014 A LOS PRIORES DEL DISTRITO DE FRANCIA EN FLAVIGNY.- PARTE 6, PREGUNTAS Y RESPUESTAS (extracto).-


NON POSSUMUS

Preguntas y respuestas

¿Después de la elección del nuevo papa Francisco en abril (sic) de 2013, ha tratado usted de reunirse con él como con sus predecesores?

No. Yo me digo que tal vez un día yo debería hacerlo. Hasta ahora yo verdaderamente no tengo necesidad. No es una cuestión de sentimiento. ¿Qué nos diremos? Yo no sé cómo tomarlo. Verdaderamente no lo sé. Una vez más, no es imposible que, para mantener las relaciones, humanas, de cortesía, haya alguna vez un encuentro. Yo no lo excluyo, pero por ahora no lo veo. Si debo reunirme con él, tal vez podría yo pedirle reconocer la validez de nuestros actos sacramentales, pues Roma nos fastidia con ese punto, por ejemplo para los matrimonios. Yo no quiero poner el dedo en un engranaje que no sabríamos a dónde nos lleva. Por lo tanto, por ahora, no me he movido. (…)

Mons. Fellay responde con sus habituales reservas mentales, ocultando su encuentro con Francisco y su reunión con Ecclesia Dei el 13 de diciembre de 2013. Si el sitio Rorate Caeli no hubiera dado a conocer estos hechos, nunca nos habríamos enterado. ¿Esa es la confianza que tiene a sus Sacerdotes? ¿Esta es la franqueza de un Obispo tradicionalista? ¿Esa es la transparencia del sucesor de Mons. Lefebvre? ¿Hasta cuándo habrá que soportar la deliberada ambigüedad, la diplomacia, las intrigas, el secretismo y las innobles maniobras de la cúpula liberal de la FSSPX? 

-Monseñor, hemos escuchado varias veces, de diferentes lados, la opinión que tendería a exigir de vuestra parte una retractación más clara y más oficial de la declaración del 15 de abril de 2012. ¿Cómo responde usted a eso?

(Digo) que es el encarnizamiento terapéutico sobre un muerto. Esta declaración está enterrada. Ya no existe. Si todavía hay puntos que no están claros, yo quiero retomarlos una vez más, pero ella ya no existe. Cuando yo dije a Roma que esta no puede servir de base para una discusión futura, eso quiere verdaderamente decir que ha sido hecha a un lado completamente.

Pero no se retracta.

Me doy cuenta que hice una prueba, una prueba digamos fracasada pues lo que yo pensé expresar no fue leído así, incluso por los cofrades. Esto quiere decir que fracasé, es todo. Fue un poco difícil porque fue un trabajo (elaborado) sobre un trabajo hecho por Roma. Yo tomé la goma y el lápiz para tratar de borrar esta hermenéutica de la continuidad y, a pesar de esto, se comprendió que este texto estaba a favor de esta hermenéutica. Pues bien, lo reconozco, fallé, es todo.

¿Es todo? No es todo porque expulsó a decenas de Sacerdotes escandalizados con “su falla”. ¿Dónde está la retractación? ¿Dónde está la reparación? Nada de eso hemos visto hasta hoy día, sino más ambigüedad y secretismo con miras a ser “reconocidos” por Roma liberal, modernista y apóstata.
   

CONFERENCIA DE MONSEÑOR FELLAY EL 27 DE FEBRERO DE 2014 A LOS PRIORES DEL DISTRITO DE FRANCIA EN FLAVIGNY.- PARTE 5


Una Fraternidad en orden de combate

Esto quiere decir que nosotros, la Fraternidad, trabajamos en medio de un inmenso combate, donde justamente la conservación de la fe, la defensa de todos esos valores que todavía están en nosotros se revelan más que nunca, no solamente actual, sino urgente, en el sentido de urget.
Es necesario que estemos presentes en este combate. De allí la urgencia de salir de este clima de confusión que se ha extendido entre nosotros y que causa trastornos. Verdaderamente es necesario salir de allí. Si ustedes todavía tienen la mínima duda sobre el hecho que se buscarán acuerdos con Roma, puedo asegurarles que no es verdad. Y siento mucho si las torpezas han podido dar esta impresión. Les aseguro que no es verdad.

Reserva mental: acuerdo no, pero reconocimiento unilateral sí.

Si todavía hay contactos, es por ejemplo sobre un punto muy preciso, concerniente a la obtención de visas para nuestros sacerdotes en Argentina. Sobre este expediente, puramente administrativo, el cardenal Bergoglio, cuando todavía era arzobispo de Buenos Aires, se comprometió a ayudarnos: “Ustedes son católicos, escribiré a vuestro favor”.
El Estado (Argentino) que es de izquierda, aprovechando el Concordato,  logró neutralizar la carta del Cardenal Bergoglio pasando por el nuncio. Nos encontramos en una situación de “ahogado” (término de ajedrez). Un magistrado que se ocupa de nuestro expediente se reunió con el papa Francisco en otoño pasado, y el papa insistió de nuevo en ayudarnos sobre este punto particular. Él se dice comprometido por su palabra, su promesa de ayudarnos. Se trata entonces de un punto extremadamente preciso: la obtención de visas, el permiso de estadía de nuestros sacerdotes en Argentina. Él prometió que lo haría, ahora lo veremos, pero no es esto lo que nos guiará. Lo que nos guía es la voluntad de permanecer católicos.
(…)
No hay que entrar en las dialécticas o contradicciones estériles. No se trata de dejar nuestro priorato dejando a las 99 ovejas para ir a buscar la perdida; no se trata de eso. Por principio tenemos nuestro deber de estado que está allí donde estamos, donde el Buen Dios nos puso a cada uno de nosotros… Luego, si podemos hacer bien a nuestro alrededor, lo haremos.
Si podemos hacer el bien a Roma, trataremos de hacerlo. Eso viene después, pero no se excluye, más bien está incluido. Hay que evitar ciertas dialécticas donde fácilmente se ponen en oposición las cosas, entonces se jerarquizan. Como la famosa cuestión de la vida interior y la vida apostólica, o la vida en comunidad y la vida apostólica. No se deben poner en oposición, van de la mano.
(…)
Las tensiones o las divisiones internas, actualmente, las encuentro estúpidas. Veo que hay razones y que hay que evitar las torpezas, etc. pero estamos sospechando unos de los otros, estúpidamente, de manera que estamos haciendo verdaderamente el juego del enemigo. Esta división interna nos debilita. ¿De qué sirve? Solo el demonio se beneficia de esto.

Mons. Fellay olvida que el causante de la división ha sido él.

Verdaderamente, si ustedes tienen preguntas, plantéenlas. No duden en plantearlas a las autoridades. Yo no creo haber “masacrado” a cualquier cofrade que me haya escrito, incluso una carta desagradable. Puedo no estar contento, pero jamás he castigado a un cofrade que me haya escrito.

¿Y los más de 30 expulsados u obligados a renunciar en esta crisis? Ménzingen se vale de malas artes para eliminar opositores: unas veces los induce a renunciar a la congregación; otras veces se vale de la estratagema de “provocar la desobediencia”, como en el caso del P. Altamira, que según Ménzingen fue expulsado “por desobediente” y no por estar contra el liberalismo de Mons. Fellay, porque aquél no aceptó ser cambiado de Colombia a Buenos Aires, donde quedaba neutralizado. Pura hipocresía.

Si intervengo ciertas veces, como lo he hecho estos últimos tiempos, es cuando no se utilizan los caminos normales. Cuando se utilizan caminos subversivos, que ponen en peligro la sociedad, debo intervenir. Pero si no, al contrario. Es normal que se planteen preguntas, que surjan problemas. Esto simplemente pasa y entonces tratamos de resolverlos.

El gran subversivo o revolucionario acá es Mons. Fellay. Él es el que está subvirtiendo el orden establecido por Mons. Lefebvre en la FSSPX.

Es importante. Desgraciadamente estos últimos tiempos ha habido torpezas. Sin que haya habido malicias. A pesar de las interpretaciones que pudieron hacerse, yo no veo la intención, por ejemplo, de dirigirse hacia las comunidades Ecclesia Dei, o de envidiarlas, o de decir que ese es el camino que hay que tomar. Yo no lo veo. Sé muy bien que los textos pueden prestarse a confusión.

Lo que recientemente dijo su Primer Asistente, el P. Pfluger, es bastante claro (acá).

Esto es lamentable, pero al que aprovecha es al diablo. La debilidad humana está allí, sucede, luego hay que tratar de corregir.
Yo lo lamento tanto que yo soy el primero que quisiera volver a dar esta serenidad, esta paz que es tan importante. El Buen Dios permite esta prueba. Yo suplico que esta prueba sea por el bien de todos, y que ya no se pierdan sacerdotes. Cada vez que se pierden sacerdotes es una victoria del demonio. Para nosotros es una derrota, para los superiores es una desgracia.

Para su Primer Asistente, que parece bastante más franco y directo, es una “purificación de la Fraternidad y deben ser vistas como una gracia”.

(…)
Creo que esto viene del miedo de que el bien de la Tradición sea deshonrado, como si Menzingen tuviera esta intención. Es como el rumor según el cual habría que atenuar el combate o ya no hablar.
Ningún miedo rumor: la traidora Declaración Doctrinal de abril de 2012 deshonró a la Tradición. Los tres otros Obispos dijeron en su carta del 7 de abril de 2012 que se ve una “disminución de la confesión de la fe”

Yo veo un momento donde, de manera deliberada, bajamos el tono, por decirlo así. Fue durante las discusiones doctrinales, y fue voluntario y reflexionado: para lograr discutir, había que evitar desencadenar las pasiones. Pues, desde que las cosas están en los medios de comunicación, se llega a un punto en que ni siquiera se puede discutir. Nosotros lo vemos ya entre nosotros, entonces imagínense, con Roma, es la misma cosa.
En un momento bajamos el tono, pero eso no quiere decir que detuvimos todo.

¿Qué gano con eso, sino causar la peor división en la historia de la FSSPX? ¿Había realmente necesidad de discutir con los herejes romanos? ¿Por qué no se atuvo a estas palabras de Mons. Lefebvre?:
“Suponiendo que de aquí a un determinado tiempo Roma haga un llamado, que quiera volver a vernos, reanudar el diálogo, en ese momento sería yo quien impondría las condiciones. No aceptaré más estar en la situación en la que nos encontramos durante los coloquios. Esto se terminó. Plantearía la cuestión a nivel doctrinal: ¿Están de acuerdo con las grandes encíclicas de todos los papas que los precedieron? ¿Están de acuerdo con Quanta Cura de Pío IX, Immortale Dei, Libertas de León XIII, Pascendi de Pío X, Quas Primas de Pío XI, Humani Generis de Pío XII? ¿Están en plena comunión con estos papas y con sus afirmaciones? ¿Aceptan aún el juramento antimodernista? ¿Están a favor del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo? Si no aceptan la doctrina de sus antecesores, es inútil hablar. Mientras no hayan aceptado reformar el Concilio considerando la doctrina de estos papas que los precedieron, no hay diálogo posible. Es inútil” (Mons. Lefebvre, Fideliter Nº 66, 1988)

Esto no quiere decir que esta es ahora la política, bajar el tono para siempre. En lo absoluto, es momentáneo. Entonces ¿se tomó una mala costumbre? No lo creo. Pues me parece que seguimos hablando. Creo que muchas cosas están en el orden de la interpretación, lo que pasa y lo que pasó. Una cosa es cierta, hay que continuar luchando contra los enemigos.
Estamos esperando que usted deje su habitual ambigüedad y su igualmente habitual diplomacia mundana, y retome el buen combate.

(…)

Continúa...