Apertura
de las "Jornadas de Celebración del P. Castellani" que se
desarrollaron los días 14 y 15 de agosto de 1993 en Bella Vista, Buenos Aires.
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sábado, 5 de septiembre de 2020
jueves, 2 de julio de 2020
CONFERENCIAS – EL COMBATE CRISTIANO DE LA FE
Antonio
Caponnetto - El deber Cristiano de la lucha - 27.06.2020
Gil
de la Pisa – La Fe
domingo, 17 de diciembre de 2017
jueves, 13 de julio de 2017
lunes, 20 de marzo de 2017
ROMA AL DESCUBIERTO
De la conferencia de Mons. Marcel Lefebvre
durante el retiro sacerdotal en Econe, el 14 de septiembre de 1987 (La
Resistencia Católica Nº 13, IX, Lima, Perú, 1989):
domingo, 12 de junio de 2016
LA SINAGOGA DE SATANÁS EN GUERRA CONTRA DIOS Y LA IGLESIA
Imperdible
disertación de D. Gil de la Pisa presentando su libro “La Piedra Roseta de la Ciencia Política”. La filosofía de la
Historia se basa en la ley de la historia: la guerra a muerte entre las dos ciudades:
la ciudad de Dios y la ciudad de Satanás. Tenemos que estar en una de las dos
ciudades. Dios y la misión providencial de España. Odio de la Sinagoga de
Satanás (o el Supremo Poder sin Rostro) contra España y América. Los Protocolos
de los Sabios de Sion y su clave de interpretación de la historia moderna. No
se trata de antisemitismo sino de antisionismo, desenmascarando el pequeño
grupo que posee los gobiernos y riquezas del mundo. El ejemplo de García
Moreno, genio de la política, contra estos, mártir asesinado por la masonería.
Las siete notas clave en que se basa la Sinagoga de Satanás y lo que debemos hacer
para oponernos a ella.
viernes, 22 de enero de 2016
MONS. FELLAY: INCREÍBLES PALABRAS SOBRE FRANCISCO, EL GRAN DESTRUCTOR DE LA IGLESIA
"TENEMOS AL PAPA, YO DIRÍA, DE
NUESTRO LADO"
Mons Fellay, exultante,
hablando de "nuestro querido Santo Padre".
FUENTE Nota: El título del video dice "conferencia de prensa", pero eso es falso porque no hubo miembros de la prensa, sino sólo James Vogel, director del Angelus Press, de la FSSPX. Al final, el mismo Vogel invita "a los que pagaron" (!) a la reunión de "conozca y salude" a Mons. Fellay.
Palabras de Mons Fellay desde 1:14:12:
Algunas
veces nuestro querido Santo Padre dice
cosas que pueden ser realmente decepcionantes, sin embargo, en otras ocasiones
ha sido muy claro en estos puntos, muy claro: “no recibirán perdón de los
pecados si no se arrepienten, si no tienen contrición de los pecados”. Es muy
claro.
Pregunta: Hablando del Papa
Francisco, la jurisdicción delegada que fue concedida a los sacerdotes de la
FSSPX en el motu proprio acerca del “Año de la Misericordia”, ¿es un signo de
que el Santo Padre quiere resolver el estatus canónico de la Fraternidad?
Eso
creo. No es una delegación. Es el poder ordinario de escuchar confesiones.
Comúnmente estos poderes son dados a los sacerdotes por el obispo. El obispo
local da la misión a los sacerdotes para escuchar confesiones. Nosotros lo
obtuvimos directamente del Papa, por encima de los obispos. Es algo muy
especial. Es raro. Él puede hacerlo. Y diría que hay elementos más raros, pero
si usted es lógico, tiene que concluir que el hecho que el papa haya dado a
todos los sacerdotes de la Fraternidad este poder ordinario de confesar,
significa, al mismo tiempo, que ha removido cualquier clase de sanciones (*).
Ambas no pueden ir juntas. Si un sacerdote está suspendido tiene
precisamente prohibido escuchar confesiones, no tiene poder de absolver,
entonces cuando el papa dice "les doy este poder", al mismo tiempo él
debe haber removido la posible. Nosotros cuestionamos eso, pero ellos en
la Iglesia afirman que tenemos alguna sanción.
No pueden estar juntas las dos. Es interesante. Y creo que es razonable pensar que si el Santo Padre hizo este gesto es porque tiene algo en mente. No puede ser algo que viene de la nada. Otra vez, es difícil de explicar porque por un lado él hace tantos reproches a la gente que insiste en la doctrina, a la gente que no quiere que las cosas cambien -incluso muy duras palabras, las últimas fueron muy duras- pero al mismo tiempo y cuando las dice hasta pensamos que son para nosotros (ríe), pero debo decir que no estoy seguro. Me lo pregunto. En Roma me dicen: "no sabemos" (ríe) ¡Es loco! me dicen "no lo tome a mal, -me dicen los prelados- tal vez se está dirigiendo a los americanos conservadores" ¡No lo estoy inventando: es real! Al mismo tiempo que culpa a los que tienen esta actitud tradicional, no hay ninguna duda que se ha involucrado muy personalmente en nuestro caso. Nos conoce de cerca. Y la manera que se comporta hacia nosotros nos hace pensar que es simpatía. Parece contradictorio, no puedo explicar más que eso. Realmente yo esperaba una condenación pero es lo contrario que está sucediendo.
domingo, 17 de enero de 2016
CONFERENCIA DE MONS. WILLIAMSON
Madrid, 15 de noviembre de 2015 (faltan los últimos
segundos de la conferencia).
sábado, 5 de diciembre de 2015
miércoles, 25 de noviembre de 2015
MONSEÑOR FAURE HABLA SOBRE NUEVO SEMINARIO DE LA RESISTENCIA
(Conferencia de 18-11-15 en St.
Catharines, ON, Canadá)
No es fácil en estos tiempos dar buenas noticias, es por eso que cuando podemos hacerlo, lo hacemos:
Ustedes conocen la situación de la
Fraternidad, la cual se quiere reintegrar a la iglesia conciliar. Pero en
Francia tenemos la comunidad de los Dominicos de Avrillé, 11 sacerdotes, dos de
los cuales ustedes vieron acá en los últimos meses, que vinieron a impartir un
retiro espiritual con el P. Zendejas. Y Esta comunidad fue formada
principalmente en Ecône, con Mons. Lefebvre, y mantiene la fidelidad a la fe, a
los papas del pasado, que, desde la revolución francesa, condenaron los ideales
liberales y masónicos: igualdad, libertad y fraternidad, tomadas por el
concilio.
Tenemos un grupo que en unanimidad,
todos ellos, mantienen la fe, el buen combate, gracias a Dios. Es así que
pensamos que debíamos empezar un seminario, y ahora tenemos 8 seminaristas,
tres de ellos franceses de buenas familias, fieles del monasterio de los
dominicos, un italiano, un inglés, uno es monje de Brasil (del Monasterio de
Dom Tomás) y otro joven más de Croacia, quien pasó alrededor de 4 años en el
seminario de la Fraternidad de Zaitzkofen en Alemania.
Los seminaristas, todas las mañanas
a las 8 de la mañana, después de misa, después de la meditación y la oración de
Prima, van con los dominicos, donde reciben una muy buena formación. Tienen
tres cursos en la mañana y uno o dos en la tarde. Luego vuelven al seminario.
Tenemos un buen cocinero croata (es maestro de canto también).
Entonces lo que quiero decir es que está muy bien organizado, tenemos un muy buen seminario. Tenemos las mismas horas que en Ecône, pero claro que los cursos, aunque están en el centro del pueblo de Avrillé, sólo les toma de 6-7 minutos en llegar al Monasterio, por lo que es muy fácil, e incluso muchas veces usan bicicleta. Creo que todo va muy bien, creo que es providencial, es la voluntad de Dios.
Tenemos 3 franceses, mientras que
la Fraternidad solo tiene 4 jóvenes franceses en su seminario y uno de ellos
casi viene con nosotros. Y tal vez vendrá después. Si Mons. Fellay hace
este acuerdo con los modernistas de Roma, entonces es muy probable que recibamos
más jóvenes de Francia, es por eso que estamos buscando una casa más grande
para el próximo año.
Cuando Mons. Lefebvre empezó el seminario en los ‘70, había 7 o quizá 9 seminaristas. Vinieron porque era un buen seminario, pero no entendieron el combate, y al final del año solo quedaron dos: el P. Aulagnier y el P. Tissier de Mallerais, que hoy es Mons. Tissier. Entonces, creo que, por la gracia de Dios, tendremos un mejor resultado al final de año, porque -por supuesto- los jóvenes que vienen al seminario de la Resistencia saben por qué vienen a este seminario, pues ellos pueden ir al Seminario de la Fraternidad, o de San Pedro, o del IBP... hay muchas opciones. Pero ellos vienen de familias que entendieron el problema, la situación, y decidieron quedarse con nosotros.
Y entonces tenemos muchos signos en
contra, pero tenemos todavía más signos a nuestro favor: las personas que
permanecen fieles a la obra de Mons. Lefebvre y entienden, que aman la Verdad y
son fieles a Nuestro Señor. Entonces tenemos confianza.
Debemos pedir la bendición de la Virgen María para que nos ayude, porque Nuestro Señor dice que sólo los que permanezcan fieles hasta el fin, sólo ellos se van a salvar.
Trataremos de ser fieles y
pediremos esta gracia y la bendición a Nuestra Madre, la Santísima Virgen
María.
Buenas noches.
____________________________________________
Contacto con el
seminario:
Email: [email protected]
Dirección postal: 1, the small path Guard, 49240, Avrillé, France.
Teléfono: 09 83 90 56 09
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viernes, 19 de junio de 2015
HABLA MONS. FAURE - CONFERENCIA EN PARÍS, MAYO DE 2015
"este es el viejo plan del Card.
Ratzinger: la única manera de desintegrar a los integristas es
reintegrarlos"
¿A qué
se debe la crisis que sufrimos hoy en la Fraternidad? Mons. Lefebvre debía
buscar buenos administradores y los encontró: el P. Schmidberger, Mons. Fellay,
los ecónomos, de manera general. Y trabajaron bien, realizaron un trabajo
inmenso en unos cuarenta países. Los resultados eran buenos. El drama: mientras
Mons. Lefebvre vivía, todo iba bien. Pero una vez que partió, el elemento
humano empezó a hacer estragos. Este sacerdote y este obispo eran muy buenos
administradores, tenían una buena formación, se les enseñó el catolicismo
liberal, el modernismo, pero cuando
ellos se enfrentaron a Roma (los
cardenales, la Basílica de San Pedro, etc.), se
sintieron impresionados. Porque Roma es muy hábil, tienen una experiencia
milenaria. Y en Roma se encuentran los más astutos.
Uno de
los nuevos “amigos en Roma” de Mons. Fellay es sin duda el Card. Castrillón
Hoyos, que es un hombre muy hábil. Cazador notable. En su pared tiene las cabezas de unos 15 fundadores o
responsables de grupos tradicionalistas, Monasterios, y la diócesis de Campos.
Esta diócesis era muy importante, y una vez muerto, Mons. de Castro Mayer fue
traicionado por 25 sacerdotes y toda la diócesis.
Ya en
1992, ya había contactos con Roma. Por ejemplo, el P. Aulagnier, que es muy amigo de Dom de
Lesquen, quien ayudó a Dom. Gérard a unirse a Roma. Luego en 1994 el GREC, los
contactos con el embajador de Francia en el Vaticano, el señor Pérol, que
falleció y su esposa continuó su trabajo. Podemos pensar también que el embajador
de Francia en Roma conocía a un cierto Card. Ratzinger, quien es la cabeza
pensante en el Vaticano. Él es el jefe de orquesta. Es él. Cuando se habla del
Card. Ratzinger como “conservador” es que es muy inteligente, él hizo la guerra
a muchos conservadores. El libro de Mons. Tissier “La Extraña Teología de
Benedicto XVI” muestra las enormidades, incluso las herejías del Papa Benedicto
XVI. Por ejemplo, dice que “la Cruz no es un sacrificio expiatorio”. Incluso
Lutero reconocía que la Cruz era un sacrificio expiatorio. En este sentido,
Lutero era más católico. Pero Benedicto XVI es un alemán y tenía amigos,
profesores, etc. que el P. Schmidberger conoció. Dirán que invento, que digo
cosas, pero un sacerdote
italiano dijo que el P. Schmidberger dijo esto en Albano, que cada año enviaba
un ramo de flores al Card. Ratzinger. Por eso, cuando el Card. Razinger se
convirtió en Papa era “ahora o nunca”.
¿Cuántas
veces se le reprochó a Mons. Lefebvre de crear un cisma? Y ahora es el
argumento principal: “La Fraternidad, a fuerza de vivir como si el
papa no existiera, como si no hubiera papa, terminaremos por ser cismáticos,
teniendo una mentalidad cismática”.
El P.
Nely, en el fatídico mes de junio de 2012, dijo que “el problema es que tenemos una
generación que va creciendo dentro de la Tradición y que vive como si no
hubiera papa, terminaremos teniendo una mentalidad cismática y por eso es
urgente arreglar las cosas con Roma”.
En
cuanto al P. Schmidberger, él visitaba Francia (ya no era Superior General) y le
dijo a los sacerdotes lo que también me dijo a mí en Argentina: “Padre, usted reconoce como yo que
en la Iglesia nuestra situación no es normal”. Este es el discurso que ha
sido repetido muchas veces. Como el P. Thuiller, que dijo “Bien, de acuerdo, Roma, la Iglesia
actual, los oficiales no son perfectos. Pero nosotros tampoco lo somos, también
tenemos defectos, nuestra situación canónica” [este sacerdote es
ex vicario de San Nicolas de Chardonnet, ex asistente del director del
Instituto Universitario San Pío X, ex capellán de Civitas y ex profesor dogma
en el seminario de Ecône. Dejó la FSSPX y el año 2012 fue nombrado Secretario
Privado del arzobispo de París y miembro del Consejo de Formación de los
diáconos permanentes. Nota del blog].
El
P. Thuiller (segundo de derecha a izquierda) con los
Padres Bouchacourt, de Tanoüarn y Thouvenot.
Entonces el P.
Schmidberger le dijo esto a todos los sacerdotes de Francia. Y como todos los
sacerdotes tenían una reacción, se daba cuenta de cuál es su posición. Así supo
quiénes eran los duros y quienes los débiles. Y todo esto,
evidentemente, forma parte de un plan. Plan que se lleva a cabo desde hace
quince años. Se escogen entonces a los más débiles como superiores, los que
comparten las ideas del superior, o los nombran como priores. Frecuentemente
jóvenes sin experiencia, como es el caso ahora del director del Seminario en
Australia, y últimamente tuvimos al P. de la Motte que se unió a la Diócesis de
Versalles. Es evidente que los nombramientos y las mutaciones son
extremadamente importantes para una congregación, especialmente en la situación
que atravesamos.
Es así como el
último Capítulo (yo he asistido a
todos los Capítulos de la Fraternidad) fue una orquesta muy bien
organizada. Yo tenía esperanzas en Mons. Tissier de Mallerais, Mons.
de Galarreta, el P. Jorna, y este último acabó (con) la Declaración Doctrinal
de Mons. Fellay del 15 de abril de 2012, pero desgraciadamente estaba
perfectamente programado, organizado hasta los más mínimos detalles. Y allí
comprendí cuál fue la situación de Mons. Lefebvre y de sus amigos durante el
concilio, como lo explica Ralph Wiltgen en su libro “El Rin desemboca en el
Tíber”: los obispos del Rin tenían medios de difusión muy importantes y por
consiguiente una gran mayoría que se inclinaba del lado de la autoridad, del
lado del Papa.
Podemos imaginar
que los romanos dicen “estos tradicionalistas son muy numerosos”, trataremos de
frenarlos, de liquidarlos. Y este es el viejo plan del Card. Ratzinger:
la única manera de desintegrar a los integristas es reintegrarlos. Necesitaban
entonces diplomáticos para tratar con los tradicionalistas. Y han encontrado al
hombre: el Card. Castrillón Hoyos. Él se convirtió en el interlocutor
privilegiado ante el Card. Ratzinger. Yo me encontré con el P. Ortiz hace tres
o cuatro meses en Bogotá y me contó lo siguiente: el Card. Castrillón era obispo
de Pereira, en donde vivía la hermana de Mons. Lefebvre. La señora T. y su
esposo tenía una empresa muy importante y construyó una iglesia para sus
obreros. Se le pidió al obispo que viniera a bendecir la iglesia. El Cardenal
Castrillón dijo que no agradecería al señor T. por la iglesia, pues la
construyó con el dinero que robó a sus obreros. Teología de la liberación. Y
luego reencontramos a este personaje transformado en semi-tradicionalista, muy
amable, amante de la tradición, que celebra la misa tradicional de vez en
cuando, y he aquí que se han anexado a casi todos los jefes de grupos
tradicionalistas. Como a todo buen cazador, le gusta coleccionar cabezas. Ya
tiene muchas pero la falta una: la cabeza de Mons. Fellay. Pero “¡todavía
tenemos la misa, no es cuestión de ceder, no, no hemos cedido en nada!” decía,
por ejemplo, Dom Gérard. Mas luego el mismo Dom Gérard tuvo la mala idea de
concelebrar la misa con Juan Pablo II. Y fue la misa del modernista, la misa de
Lutero la que concelebró.
Una cosa es
segura: si hay algo que exigen es el silencio. El silencio sobre la Misa y el
silencio sobre el concilio. Y esto es lo que está sucediendo en la Fraternidad. Ayer escuchaba de un padre de familia de Chile
(que decía) que hace mucho no escuchan hablar sobre la crisis en la Iglesia. Y
esto sucede en muchos prioratos. Pero la profesión de la Fe Católica exige para
todos los obispos, sacerdotes, fieles, etc., la condenación de los errores.
Monseñor Lefebvre nos advirtió: habrá lobos disfrazados de ovejas. Y también
hemos visto pastores que se han transformado en lobos, particularmente en la
historia que nos ocupa.
No juzgamos las
responsabilidades, las intenciones. Pero debemos juzgar si alguien es un pastor
o un lobo disfrazado. Y tenemos el deber de gritar ¡el lobo! Sobre todo los
pastores, es su deber elemental. Y esta es la crítica que hacemos a Menzingen y
a Mons. Fellay.
miércoles, 27 de mayo de 2015
HABLA MONSEÑOR FAURE
CONFERENCIA DE MONS. FAURE EN NAMUR (BÉLGICA) EL 17 DE MAYO
DE 2015
En 1989 dijo Monseñor Lefebvre: Yo
espero y estoy seguro que el Superior General de la FSSPX (el P. Franz
Schmidberger en ese entonces), no hará ningún compromiso con el Vaticano.
Fíjense en las palabras utilizadas, es
un poco curioso: yo espero, yo estoy seguro… o uno espera o está seguro ¿no es
así?
Se temía la reelección del P.
Schmidberger como superior. Exactamente un mes después de la muerte de Mons.
Lefebvre, (Mons. Lefebvre murió el 25 de marzo de 1991) un mes más tarde, el 10
de mayo de 1991, el P. Schmidberger hará obligatorio la foto del papa Juan
Pablo II en las sacristías de la Fraternidad. ¿Por qué no lo hizo seis meses
antes? Son pequeños detalles así. El P. Schmidberger me dijo una vez: “Padre,
usted reconoce en todo caso que no estamos en una situación normal respecto a
la Iglesia” ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que debemos esforzarnos por
normalizar nuestra situación y ser reintegrados a la Iglesia.
Podemos decir, imaginemos por ejemplo
que una agencia de prensa vaya a hacer una entrevista a unos náufragos que
están en un bote salvavidas, y les dice ¿Pero qué hace usted en una pequeña
barca en medio del océano? ¿No le parece que usted se encuentra en una
situación anormal? Pero, ¿cómo regresar al navío que se hunde para tener
una situación normal?
Cuando el Titanic naufragó, forzosamente
hubo que refugiarse en botes salvavidas. Esto hizo la Fraternidad. Frente a una
situación anormal de la Iglesia la Fraternidad debió ponerse a salvo. Frente a
una situación totalmente anormal, es normal encontrarse en la situación en que
se encontró Mons. Lefebvre y los Tradicionalistas.
Monseñor Lefebvre aconsejó la lectura de
ciertos libros. Especialmente “Historia del Catolicismo Liberal” por el P.
Barbier que apareció en 1924. Este libro es muy importante: Monseñor Lefebvre
dijo “si yo hubiera releído este libro (lo volvió a leer poco tiempo antes de
su muerte) en el momento que fundé el Seminario (de Ecône), yo probablemente
hubiera dado una formación un poco diferente a mis seminaristas, una formación
más anti-liberal y más anti-modernista”.
El P. Barbier hace una introducción en
donde narra la historia del catolicismo liberal desde su aparición en 1830 con
Lammenais, que decía que la Revolución francesa había levantado el estandarte
de la libertad, y la Iglesia Católica desaparecerá si no hace lo mismo. Esta es
la idea del Vaticano II.
El Catolicismo está en abierta
contradicción con el liberalismo. Si buscamos las palabras “catolicismo
liberal” en la enciclopedia o en internet, por ejemplo en Larousse dice: “es el
Papa León XIII en 1892 que ha invitado a los católicos de Francia a
reconciliarse con la República francesa, que comenzó a darle vida al
catolicismo liberal”. Este fue un error político del Papa León XIII, en el
plano doctrinal no hay nada que decir, pero en Francia fue mal tomado porque la
mayoría de los católicos eran monarquistas. Los católicos eran 80% o 85% en
Francia. Los diputados hubieran sido católicos, el presidente católico, etc.
¿Por qué en países de gran mayoría católica tienen gobierno anticlerical,
masón? “Es necesario destruir el trono para luego destruir el Altar”. Una vez
que tienen los masones el poder político, han pasado a atacar la Iglesia, las
escuelas, las universidades, enseñando ideas masónicas de libertad, igualdad,
fraternidad, y terminaron por invadir toda la sociedad y luego los seminarios.
Los jóvenes que venían de familias burguesas y liberales fueron a los
seminarios con estas ideas. Y poco a poco fueron ganando puestos en la
jerarquía hasta que se apoderaron del papado. Y esto sucedió a la muerte del
Papa Pio XII, triunfando en el concilio Vaticano II.
Monseñor Lefebvre decía que era muy
importante estudiar esta historia de la Iglesia desde la Revolución francesa y
un poco antes. Porque nos damos cuenta que finalmente a lo que nos enfrentamos
hoy es exactamente lo mismo, estamos en el mismo combate.
Cuando vemos que esos católicos
liberales están ahora en los puestos de mando de la Iglesia, es necesario
resistir. Y ahora están hablando de reintegrarnos a esa iglesia conciliar que
se ha apoderado del poder, que ocupa los puestos de autoridad. Y es por eso que
Mons. Lefebvre hablaba de dos Romas: la Roma Eterna, la Roma Católica, y
también la Roma de hoy en día, neo-modernista, liberal, neo-protestante, que
quiere imponernos la nueva religión del concilio Vaticano II.
martes, 14 de octubre de 2014
MONSEÑOR LEFEBVRE CONDENA A MONSEÑOR FELLAY Y LA NEO-FSSPX
Ocurre
con Monseñor Lefebvre como con el Padre Castellani, y en general con todos
aquellos grandes hombres que han generado controversia a su paso, no dejando a
nadie en la indiferencia. Así con el gran maestro argentino (sí, que aunque al
que tilden así sea el masonazo de Sarmiento, ese título le corresponde con
todas las letras al Padre Castellani), es levantado como bandera o hecho de los
suyos por tradicionalistas, por los línea-media, por los nacionalistas
católicos, por conservadores o líneas-media bastante resabiados de liberalismo,
por algunos conservadores conciliares y hasta por algunos progres, pues parece
que a todos ellos pudiera sindicarse, según las propias necesidades. Del mismo
modo ocurre con Monseñor Lefebvre, que es usado como bandera o justificación
tanto por los acuerdistas semi-liberales o liberales de la Neo-Fraternidad, que
niegan, olvidan u ocultan las cosas que dijo, muchas de las cuales incluimos en
este artículo; como por los sectarios y farisaicos sedevacantistas dogmáticos,
que gustan de dar orgullosamente lecciones a todo el mundo pero olvidan que
Mons. Lefebvre también dijo: “Evitemos
las tomas de posición extremas que no corresponden a la realidad sino a
aprioris, que perturban inútilmente las conciencias sin ilustrarlas. Evitemos
el celo amargo que condena San Pío X en su primera encíclica (…) Nos es
imposible aprobar la actitud de los que sólo tienen palabras amargas para su
prójimo, juzgándolo temerariamente y sembrando así la división entre los que
sostienen un mismo combate”.
Unos
y otros conforman una falsa, una hábil y tramposa dialéctica que no conduce a
nada. Por eso siempre es bueno tener presente a Monseñor Lefebvre y considerar
y entender sus luchas, su saber aprender de los errores, su hidalguía, su
firmeza y su humildad, en un equilibrio desgastante por mantenerse ajeno a las
mismas tentaciones que hoy nos acechan, pero que contribuyó a hacer resistir la
verdadera Religión católica hasta nuestros días.
Veamos
ahora de qué manera oblicua la Neo-FSSPX sitúa la posición de Mons. Lefebvre
con respecto a Roma, para mediante éste justificar su postura acuerdista o de
armisticio con los modernistas romanos.
Cita
el P. Bouchacourt en un editorial de la revista Iesus Christus (N° 136, Julio/Agosto de 2011) con esta introducción
un sermón de Monseñor Lefebvre de fecha, préstese atención, febrero de 1983:
“Animado
de este mismo espíritu, un hijo eminente de la Iglesia y digno sucesor de los
Apóstoles, Monseñor Marcel Lefebvre, viajó incesantemente de Ecóne a Roma y
viceversa para intentar convencer al Papa y a la Curia de que volviesen a la
Tradición, sin querer jamás romper con la Sede de Pedro. He aquí lo que predicaba
el 26 de febrero de 1983 en el Seminario de Zeitzkofen antes del ordenar al
Padre Ceriani y a algunos otros diáconos:
“(...) Algunos
miembros de la Fraternidad, desgraciadamente, pensaron que no había por qué ir
a Roma, que ya no tenía que haber más contactos con los que hoy marchan hacia
el error, sino que había que abandonar a todos los que han adherido al Concilio
Vaticano II y sus consecuencias. Y por eso mismo, porque la Fraternidad siguió
manteniendo contactos con Roma y con el Papa, prefirieron abandonar la
Fraternidad.
“Eso nunca ha
sido lo que la Fraternidad hizo, ni ha sido nunca el ejemplo que he creído
deber dar. Por el contrario: no dejo de ir a Roma. Sigo manteniendo contactos
con el Cardenal Ratzinger, a quien ya conocéis, con el propósito de que Roma
vuelva a la Tradición. Si creyese que el Papa ya no existe, que ya no hay Papa,
¿para qué ir a Roma? Y entonces, ¿cómo esperar que Roma vuelva a la Tradición?
Porque es el Papa el que debe hacer que la Iglesia retorne a la Tradición. A él
le toca esa responsabilidad. Si hoy en día por desgracia se deja arrastrar por
los errores del Vaticano II, esa no es razón para abandonarlo. Muy por el
contrario: debemos poner todo nuestro esfuerzo en hacerlo reflexionar sobre la
gravedad de la situación, hacer que regrese a la Tradición y pedirle que haga
volver a la Iglesia al camino seguido durante veinte siglos.
“Sin duda
algunos me dirán (como dicen los que se han alejado de nosotros):
«¡Es inútil,
perdéis el tiempo!». Lo que sucede es que no tienen confianza en Dios. ¡Dios
todo lo puede! Desde el punto de vista humano, realmente es decepcionante, pero
debemos orar, orar doblemente por el Papa, para que Dios lo ilumine, para que
finalmente abra los ojos, para que vea los desastres que se expanden en la
Iglesia. Debemos orar para que los seminarios se llenen como están los
nuestros, para formar nuevamente sacerdotes que celebren la verdadera Misa y
canten las glorias de Dios, como lo hizo Cristo en la cruz, y para que
continúen el Sacrificio de la Cruz.
“¡He ahí porqué
voy a Roma! Así es la Fraternidad”.
Termina
el P. Bouchacourt:
“Este
es también el camino que sigue su sucesor, Monseñor Fellay, tras la
desaparición de nuestro fundador. Como somos hijos de la Iglesia, no podemos
resignarnos a ver que la Tradición sea expatriada de su seno”, etc.
Contrariamente
a lo anterior, afirmó Mons. Lefebvre en una entrevista a Fideliter en enero de 1991: “Nuestros verdaderos fieles,
aquellos que han comprendido el problema y que justamente nos han ayudado a
seguir la línea recta y firme dela Tradición y de la fe, temían las tratativas
que hice en Roma. Me han dicho que era peligroso y que perdía el tiempo.” En
definitiva y por lo que citaremos a continuación, Mons. Lefebvre admitió que
esos fieles esclarecidos tenían la razón y él había estado equivocado, pero
tuvo la humildad para rectificar el rumbo de la nave antes de que se estrellara,
lo contrario de lo que está haciendo Mons. Fellay y sus secuaces que han
procedido a acallar y perseguir a quienes quisieron hacerlo entrar en razón y
advertir de estos peligros y en definitiva de la traición al resto de los
fieles.
El
antiguo Superior de Distrito de Sudamérica, siguiendo la posición de los
Superiores de la FSSPX, trampea los
hechos y en definitiva, lo que ocurrió luego. Porque allí no se terminó todo, y
no fueron las citadas las últimas palabras de Monseñor Lefebvre con respecto a
las relaciones con Roma.
En
principio, cualquiera puede darse cuenta que en esos cinco años transcurridos,
entre 1983 y 1988, en que Mons. Lefebvre con la mejor buena voluntad continuó
yendo a Roma, se fue tejiendo la trampa en la que finalmente cayó al firmar el
protocolo de acuerdo el 5 de mayo de 1988, y de lo que gracias a Dios a las
pocas horas de hacerlo se arrepintió y reconoció su error.
De
modo tal que puede decirse que la cita que incluye el entusiasmado y
dialoguista Padre Bouchacourt es un a
priori más producto de la buena voluntad que del conocimiento práctico de
aquellos con quienes estaba tratando. La lección muy clara es: quien tiene
tratos con gente tramposa, termina cayendo en su trampa. Y si esto le ocurrió
nada menos que a Monseñor Lefebvre, quien como fundador de la congregación
tenía mayores gracias que ninguno, ¿por qué no iba a ocurrirle lo mismo a
Monseñor Fellay, o acaso hay que pensar que este último está más capacitado que
Mons. Lefebvre para eludir las trampas de los modernistas romanos?
Y
en consecuencia también se puede concluir que, si a Mons. Lefebvre le fue mal con
las autoridades romanas, por el hecho de afirmar claramente la verdad católica,
en cambio a Mons. Fellay no deja de irle cada vez mejor, porque luego de tantos
años manteniendo relaciones ni lo han excomulgado ni lo han atacado, sino que
lo reciben con toda cordialidad.
Veamos
ahora las declaraciones de Mons. Lefebvre posteriores a las citadas por el P.
Bouchacourt, las de sus últimos años y que puede decirse que son su testamento,
su posición final y definitiva basadas en su experiencia de varios años
teniendo relaciones con las autoridades vaticanas. No son citas aisladas tomadas de aquí y allá sino que forman un
cuerpo coherente de indeclinable defensa del Reinado Social de Cristo. Nuestros
comentarios van entre paréntesis y en rojo.
Carta
a Juan Pablo II, 2 de junio de 1988:
“Teniendo
en cuenta el rechazo a considerar nuestras peticiones, y siendo evidente que el
objetivo de esta reconciliación en absoluto es el mismo para la Santa Sede y
para nosotros, juzgamos preferible esperar tiempos más propicios al regreso de Roma
a la Tradición. Es por esto que nos dotaremos de los medios para proseguir la
Obra que la Providencia nos confió (…). Continuaremos rezando para que la
Roma moderna, infestada de modernismo, vuelva a ser la Roma católica y
reencuentre su Tradición bimilenaria. Entonces, el problema de la
reconciliación perderá su razón de ser, y la Iglesia encontrará una nueva
juventud.”
viernes, 27 de junio de 2014
CONFERENCIA DE MONSEÑOR FELLAY EL 27 DE FEBRERO DE 2014 A LOS PRIORES DEL DISTRITO DE FRANCIA EN FLAVIGNY.- PARTE 6, PREGUNTAS Y RESPUESTAS (extracto).-
NON POSSUMUS
Preguntas y
respuestas
¿Después de la elección del nuevo papa Francisco en abril (sic) de 2013, ha tratado usted de reunirse con él como con sus predecesores?
No. Yo me digo que tal vez un día yo debería hacerlo. Hasta ahora yo
verdaderamente no tengo necesidad. No es una cuestión de sentimiento. ¿Qué nos
diremos? Yo no sé cómo tomarlo. Verdaderamente no lo sé. Una vez más, no es
imposible que, para mantener las relaciones, humanas, de cortesía, haya alguna
vez un encuentro. Yo no lo excluyo, pero por ahora no lo veo. Si debo reunirme
con él, tal vez podría yo pedirle reconocer la validez de nuestros actos
sacramentales, pues Roma nos fastidia con ese punto, por ejemplo para los
matrimonios. Yo no quiero poner el dedo en un engranaje que no sabríamos a
dónde nos lleva. Por lo tanto, por
ahora, no me he movido. (…)
Mons. Fellay responde con sus habituales
reservas mentales, ocultando su encuentro con Francisco y su reunión con
Ecclesia Dei el 13 de diciembre de 2013. Si el sitio Rorate Caeli no hubiera
dado a conocer estos hechos, nunca nos habríamos enterado. ¿Esa es la confianza
que tiene a sus Sacerdotes? ¿Esta es la franqueza de un Obispo tradicionalista?
¿Esa es la transparencia del sucesor de Mons. Lefebvre? ¿Hasta cuándo habrá que
soportar la deliberada ambigüedad, la diplomacia, las intrigas, el secretismo y
las innobles maniobras de la cúpula liberal de la FSSPX?
-Monseñor, hemos
escuchado varias veces, de diferentes lados, la opinión que tendería a exigir
de vuestra parte una retractación más clara y más oficial de la declaración del
15 de abril de 2012. ¿Cómo responde usted a eso?
(Digo) que es el
encarnizamiento terapéutico sobre un muerto. Esta declaración está enterrada.
Ya no existe. Si todavía hay puntos que no están claros, yo quiero retomarlos
una vez más, pero ella ya no existe. Cuando yo dije a Roma que esta no puede
servir de base para una discusión futura, eso quiere verdaderamente decir que
ha sido hecha a un lado completamente.
Pero no se retracta.
Me doy cuenta que
hice una prueba, una prueba digamos fracasada pues lo que yo pensé expresar no
fue leído así, incluso por los cofrades. Esto quiere decir que fracasé, es
todo. Fue un poco difícil porque fue un trabajo (elaborado) sobre un trabajo
hecho por Roma. Yo tomé la goma y el lápiz para tratar de borrar esta
hermenéutica de la continuidad y, a pesar de esto, se comprendió que este texto
estaba a favor de esta hermenéutica. Pues bien, lo reconozco, fallé, es todo.
¿Es todo? No es todo porque expulsó a
decenas de Sacerdotes escandalizados con “su falla”. ¿Dónde está la
retractación? ¿Dónde está la reparación? Nada de eso hemos visto hasta hoy día,
sino más ambigüedad y secretismo con miras a ser “reconocidos” por Roma
liberal, modernista y apóstata.
CONFERENCIA DE MONSEÑOR FELLAY EL 27 DE FEBRERO DE 2014 A LOS PRIORES DEL DISTRITO DE FRANCIA EN FLAVIGNY.- PARTE 5
Una Fraternidad en
orden de combate
Esto quiere decir
que nosotros, la Fraternidad, trabajamos en medio de un inmenso combate, donde
justamente la conservación de la fe, la defensa de todos esos valores que
todavía están en nosotros se revelan más que nunca, no solamente actual, sino
urgente, en el sentido de urget.
Es necesario que
estemos presentes en este combate. De allí la urgencia de salir de este clima
de confusión que se ha extendido entre nosotros y que causa trastornos.
Verdaderamente es necesario salir de allí. Si ustedes todavía tienen la mínima
duda sobre el hecho que se buscarán acuerdos con Roma, puedo asegurarles que no
es verdad. Y siento mucho si las torpezas han podido dar esta impresión. Les
aseguro que no es verdad.
Reserva mental: acuerdo no,
pero reconocimiento unilateral sí.
Si todavía hay
contactos, es por ejemplo sobre un punto muy preciso, concerniente a la
obtención de visas para nuestros sacerdotes en Argentina. Sobre este
expediente, puramente administrativo, el cardenal Bergoglio, cuando todavía era
arzobispo de Buenos Aires, se comprometió a ayudarnos: “Ustedes son católicos,
escribiré a vuestro favor”.
El Estado
(Argentino) que es de izquierda, aprovechando el Concordato, logró
neutralizar la carta del Cardenal Bergoglio pasando por el nuncio. Nos
encontramos en una situación de “ahogado” (término de ajedrez). Un magistrado
que se ocupa de nuestro expediente se reunió con el papa Francisco en otoño
pasado, y el papa insistió de nuevo en ayudarnos sobre este punto particular.
Él se dice comprometido por su palabra, su promesa de ayudarnos. Se trata
entonces de un punto extremadamente preciso: la obtención de visas, el permiso
de estadía de nuestros sacerdotes en Argentina. Él prometió que lo haría, ahora
lo veremos, pero no es esto lo que nos guiará. Lo que nos guía es la voluntad
de permanecer católicos.
(…)
No hay que entrar
en las dialécticas o contradicciones estériles. No se trata de dejar nuestro
priorato dejando a las 99 ovejas para ir a buscar la perdida; no se trata de
eso. Por principio tenemos nuestro deber de estado que está allí donde estamos,
donde el Buen Dios nos puso a cada uno de nosotros… Luego, si podemos hacer
bien a nuestro alrededor, lo haremos.
Si podemos hacer
el bien a Roma, trataremos de hacerlo. Eso viene después, pero no se excluye,
más bien está incluido. Hay que evitar ciertas dialécticas donde fácilmente se
ponen en oposición las cosas, entonces se jerarquizan. Como la famosa cuestión
de la vida interior y la vida apostólica, o la vida en comunidad y la vida
apostólica. No se deben poner en oposición, van de la mano.
(…)
Las tensiones o
las divisiones internas, actualmente, las encuentro estúpidas. Veo que hay
razones y que hay que evitar las torpezas, etc. pero estamos sospechando unos
de los otros, estúpidamente, de manera que estamos haciendo verdaderamente el
juego del enemigo. Esta división interna nos debilita. ¿De qué sirve? Solo el
demonio se beneficia de esto.
Mons. Fellay olvida que el causante de la
división ha sido él.
Verdaderamente, si
ustedes tienen preguntas, plantéenlas. No duden en plantearlas a las autoridades.
Yo no creo haber “masacrado” a cualquier cofrade que me haya escrito, incluso
una carta desagradable. Puedo no estar contento, pero jamás he castigado a un
cofrade que me haya escrito.
¿Y los más de 30 expulsados u obligados a
renunciar en esta crisis? Ménzingen se vale de malas artes para eliminar
opositores: unas veces los induce a renunciar a la congregación; otras veces se
vale de la estratagema de “provocar la desobediencia”, como en el caso del P.
Altamira, que según Ménzingen fue expulsado “por desobediente” y no por estar
contra el liberalismo de Mons. Fellay, porque aquél no aceptó ser cambiado de
Colombia a Buenos Aires, donde quedaba neutralizado. Pura hipocresía.
Si intervengo
ciertas veces, como lo he hecho estos últimos tiempos, es cuando no se utilizan
los caminos normales. Cuando se utilizan caminos subversivos, que ponen en
peligro la sociedad, debo intervenir. Pero si no, al contrario. Es normal que
se planteen preguntas, que surjan problemas. Esto simplemente pasa y entonces
tratamos de resolverlos.
El gran subversivo o revolucionario acá
es Mons. Fellay. Él es el que está subvirtiendo el orden establecido por Mons.
Lefebvre en la FSSPX.
Es importante.
Desgraciadamente estos últimos tiempos ha habido torpezas. Sin que haya habido
malicias. A pesar de las interpretaciones que pudieron hacerse, yo no veo la
intención, por ejemplo, de dirigirse hacia las comunidades Ecclesia
Dei, o de envidiarlas, o de decir que ese es el camino que hay que
tomar. Yo no lo veo. Sé muy bien que los textos pueden prestarse a confusión.
Lo que recientemente dijo su Primer
Asistente, el P. Pfluger, es bastante claro (acá).
Esto es
lamentable, pero al que aprovecha es al diablo. La debilidad humana está allí,
sucede, luego hay que tratar de corregir.
Yo lo lamento
tanto que yo soy el primero que quisiera volver a dar esta serenidad, esta paz
que es tan importante. El Buen Dios permite esta prueba. Yo suplico que esta
prueba sea por el bien de todos, y que ya no se pierdan sacerdotes. Cada vez
que se pierden sacerdotes es una victoria del demonio. Para nosotros es una
derrota, para los superiores es una desgracia.
Para su Primer
Asistente, que parece bastante más franco y directo, es una “purificación
de la Fraternidad y deben ser vistas como una gracia”.
(…)
Creo que esto
viene del miedo de que el bien de la Tradición sea deshonrado, como si
Menzingen tuviera esta intención. Es como el rumor según el cual habría que
atenuar el combate o ya no hablar.
Ningún miedo rumor: la traidora
Declaración Doctrinal de abril de 2012 deshonró a la Tradición. Los tres otros
Obispos dijeron en su carta del 7
de abril de 2012 que se ve una “disminución de la
confesión de la fe”
Yo veo un momento
donde, de manera deliberada, bajamos el tono, por decirlo así. Fue durante las
discusiones doctrinales, y fue voluntario y reflexionado: para lograr discutir,
había que evitar desencadenar las pasiones. Pues, desde que las cosas están en los
medios de comunicación, se llega a un punto en que ni siquiera se puede
discutir. Nosotros lo vemos ya entre nosotros, entonces imagínense, con Roma,
es la misma cosa.
En un momento
bajamos el tono, pero eso no quiere decir que detuvimos todo.
¿Qué gano con eso, sino causar la peor
división en la historia de la FSSPX? ¿Había realmente necesidad de discutir con
los herejes romanos? ¿Por qué no se atuvo a estas palabras de Mons. Lefebvre?:
“Suponiendo que de aquí
a un determinado tiempo Roma haga un llamado, que quiera volver a vernos,
reanudar el diálogo, en ese momento sería yo quien impondría las condiciones.
No aceptaré más estar en la situación en la que nos encontramos durante los
coloquios. Esto se terminó. Plantearía la cuestión a nivel doctrinal: ¿Están de
acuerdo con las grandes encíclicas de todos los papas que los precedieron?
¿Están de acuerdo con Quanta Cura de Pío IX, Immortale Dei, Libertas de León
XIII, Pascendi de Pío X, Quas Primas de Pío XI, Humani Generis de Pío XII?
¿Están en plena comunión con estos papas y con sus afirmaciones? ¿Aceptan aún
el juramento antimodernista? ¿Están a favor del reinado social de Nuestro Señor
Jesucristo? Si no aceptan la doctrina de sus antecesores, es inútil hablar.
Mientras no hayan aceptado reformar el Concilio considerando la doctrina de
estos papas que los precedieron, no hay diálogo posible. Es inútil” (Mons. Lefebvre, Fideliter Nº 66, 1988)
Esto no quiere
decir que esta es ahora la política, bajar el tono para siempre. En lo
absoluto, es momentáneo. Entonces ¿se tomó una mala costumbre? No lo creo. Pues
me parece que seguimos hablando. Creo que muchas cosas están en el orden de la
interpretación, lo que pasa y lo que pasó. Una cosa es cierta, hay que
continuar luchando contra los enemigos.
Estamos esperando que usted deje su
habitual ambigüedad y su igualmente habitual diplomacia mundana, y retome el
buen combate.
(…)
Continúa...
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