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lunes, 19 de septiembre de 2022

Juan Vico o narrar con fotogramas

 

Juan Vico, El teatro de la luz, Madrid, Gadir (2013)

http://www.gadireditorial.com/titulos/teatro-de-la-luz.html

Estamos en Barcelona a principios del siglo XX, el cine acaba de inventarse. Mauricio queda fascinado con la magia de la pantalla. Pasan los años y conoce a un cineasta de verdad: lo admira y aprende a construir películas, aprende que la fascinación no es más que puro artilugio. Emilio Ciret, el cineasta, se convierte en su amigo. Al poco Mauricio colabora como guionista. Están haciendo juntos una película que muestra el lado más marginal de la ciudad: ladrones, mujerzuelas, pobreza y violencia. De pronto, Emilio es asesinado. 

"Pasa muy poco tiempo desde su primera aparición por el café de las Ramblas hasta el día en que Emilio lleva a Mauricio a uno de sus rodajes. Mauricio se decepciona con la misma rapidez al comprobar lo laborioso del trabajo cinematográfico. Los cálculos de luz. La complejidad de los aparatos tomavistas. El delicado proceso de revelado. Toda esa parafernalia no se parece en nada a la inmediatez que él imaginaba. A la supuesta traslación automática del ojo a la pantalla y de la pantalla al ojo."

La novela viene a contarnos que la vida empieza muy arriba, que transitarla casi siempre es un camino hacia la desilusión. Hay que ceder para sobrevivir, no queda otra que traicionarse un poco.

Tal vez esta historia no nos diga mucho, pero sabemos que la literatura está construida con técnica. El qué importa, puede ser, pero sobre todo deberíamos fijarnos en el cómo. Un lector exigente sin duda se fija en el cómo y es aquí donde esta novela brilla. El narrador despliega la historia con frases cortas, poéticas, muy precisas, como fotogramas. Un narrador primero omnisciente (o plano general), luego en segunda persona (plano medio), para rematar el libro con una carta de Mauricio al difunto Emilio (primer plano). Las frases se van alargando poco a poco.

"Alguien nos narraba desde arriba, al principio, observaba nuestras nucas, empujaba con su aliento nuestros movimientos inseguros, nos dibujaba el futuro como un vacío excitante. Más tarde esa misma voz comenzaba a susurrarte a ras de oído, aprendías a imitarla, y un día te sorprendías hablándote a ti mismo, vociferando a los espejos, contemplándote en el movimiento convulso de tantas otras bocas mudas. La voz venía por fin desde dentro de cada uno, pero a esas alturas ya estaba todo dicho. Una monodia gris recorría tu cerebro, se perdía en ese laberinto de falsos recuerdos, se convertía en un discurso sin sentido, en un legajo olvidado en el fondo de un archivo. En una fatigosa carta para un fantasma."

lunes, 12 de febrero de 2018

Javier Serena, el biógrafo

Javier Serena, Últimas palabras en la Tierra, Madrid, Gadir (2017)
http://www.gadireditorial.com/



Estuve leyendo el libro que me envió Javier Serena que es una biografía novelada de Roberto Bolaño. Le cambió el nombre y algunos datos biográficos con exagerada evidencia, cosa que le da un toque irónico naif a la narración que me gusta mucho. El libro está narrado por tres voces: la de un escritor amigo, la de la viuda y la del propio fantasma del escritor recién muerto. Todos conocemos la biografía de Roberto Bolaño y los tópicos a propósito del héroe-escritor Roberto Bolaño que es el milagro, el sueño hecho realidad, el pope de la fe y la perseverancia. 

"Fueron tantas décadas de rechazo que él llego a pensar que nunca disfrutaría de aquel aplauso unánime, aunque jamás dudara de sus capacidades. En los años finales Funes parecía ser ya el único que creía en sí mismo."

Escribe bien Javier Serena. Se lee con placer y es fácil de leer porque tiene buena musicalidad, una musicalidad clásica, sin demasiada personalidad, pero una musicalidad que a todos nos suena a buena literatura.

"Fue una opción que adopté cuando comprendí que quería que mi vida fuera la construcción de una biografía cuyos capítulos me entusiasmara recordar en el futuro, en la mecedora de la vejez, que mi historia estuviera ennoblecida por la dignidad de las causas inútiles y hermosas, que aceptaba el peligro de la pobreza o la derrota o la locura antes que el infierno insoportable de la resignación."
Enseguida recordé su novela Atila y la fijación de Javier Serena por las biografías noveladas de escritores conocidos y frecuentadores del fracaso. También pensé que Bolaño escribió multitud de biografías falsas o semicamufladas o comoquiera que se llame a eso maravilloso que hacía. Por eso Últimas palabras en la Tierra es un homenaje al Bolaño biógrafo en forma y contenido. Un homenaje a sus obras, que son biográficas en muchos sentidos. 
"[...] yo escribía Tráfico DF, una novela que se nutría de los recuerdos de nuestro pasado mexicano, enriquecido con escenas rescatadas de aquellas últimas expediciones, pues así como él no distinguía el pasado ni el futuro del presente, yo no establecía diferencia entre los hechos ciertos y los inventados."